Todos los ojos del mundo puestos sobre ellos dos. No había forma de esconder tal escena más embarazosa del mundo. Choi Minho le había ofrecido un condón a Lee Taemin en medio de la explanada de la escuela. Y no se trataba de un acto osado del chico de último año por el de primero, sino un pequeño accidente que Minho hubiese preferido evitar. Era un secreto a voces que a Minho le gustaba Taemin, lo hizo desde que le vio el primer día de clases. Nadie lo dudaba tampoco, Minho a veces podía quedarse mirando por minutos enteros al menor. Taemin simplemente reía, hacía una pequeña reverencia, y salía del campo visual del mayor.
Pero, como Minho era parte de la mesa directiva, había tenido que ser parte de aquella campaña de salud preventiva. Siendo así su mala suerte, que la tarea que se le fue encomendada no fue otra más que hacer la repartición de los preservativos. Realmente no le había importado, no tenía algún problema con entregar los condones. Normalmente daba una pequeña charla al entregarlos, y de ahí se pasaba al siguiente grupo de chicos que veía. Entonces, sucedió. Se encontraba terminando de entregar unos, cuando vio de reojo que pasaba otro grupo de personas. Tomó uno de la tira, extendiendo la mano antes de subir la mirada, y sucedió. A la persona a quien le entregó el condón sin ningún miramiento fue al chico de primer año que le había gustado desde el primer instante en que le vio.
Ni siquiera debería ser un problema, se supone que debía de entregar los condones. Sin embargo, parecía que ese instante había sido escogido por todos para voltear a verles. Y Taemin tenía un terrible sonrojo, mientras él era incapaz de poder retractar su mano para dejar de ofrecerle aquel pequeño sobre. Había perdido el aliento automáticamente, incapaz de poder decir algo para tratar de cortar el tenso ambiente que se había formado entre ambos. Ni siquiera supo cuánto tiempo estuvieron de ese modo, aunque era obvio que fue más de lo necesario. Para cuando el rumor de algunas voces se empezó a escuchar, la expresión en el rostro de Taemin cambió, abriendo los ojos por completo, como si estuviera buscando una salida a tal situación. Le arrebató el condón de la mano y caminó lo más presuroso posible para salir de ahí pronto.
-E-espera…- Minho alcanzó a jadear, mientras veía al chico desaparecer seguido por sus amigos.
Realmente había sido lo más vergonzoso del mundo.
~*~
El periodo de clases estaba terminando, mientras Minho había abandonado por completo su tarea de repartir los preservativos. Simplemente se había sentado en una banca, mientras veía pasar a los estudiantes. Tampoco había asistido a la última clase que le correspondía. No se sentía de ánimos para nada. No cuando la última mirada que Taemin le había dado era de sentirse humillado.
-Escuché del ridículo que hiciste.
Una mochila cayó a lado de donde Minho se encontraba sentado.
-¿Vienes a reírte de mí?- Minho jadeó, subiendo la mirada hasta ver a su mejor amigo, Jonghyun. –Gracias por traer mi mochila.
-Supuse que estarías así, pero no pensé que te quedarías a la vista de todos.- Se sentó a su lado, riendo. –Así que le diste un condón a Lee Taemin. Ese niño realmente te gusta. Eres un descarado, Minho.
Minho bufó, golpeándole las costillas con el codo.
-Yah, ¿crees que quería hacerlo? Si alguna vez tuve una oportunidad para hablar con él, ahora lo he arruinado por completo. Probablemente no quiera volver a verme en su vida.
-Sólo tendría que esperar a que este año acabe, no es tanto.- Se encogió de hombros. –Entonces irás a la universidad, y Lee Taemin no tendrá que verte de nuevo.
-Aish…- Minho rodó los ojos, estirándose el cabello.
-Al menos él sabe algo, ahora, de ti.- Volvió a reír ante la cara interrogativa de Minho. –Que te gusta practicar el sexo seguro.
Minho le codeó de nuevo en las costillas, enfadándose. No, por supuesto que no, la idea de que Taemin pensara en él y lo relacionara con los condones. Se sonrojó por completo. Taemin era de primer año, probablemente no pensaba en relaciones sexuales…aún. Agitó su cabeza, espantado esas ideas de su cabeza. ¡No! Lo que le gustaba de Taemin era su personalidad calmada, y que se viera tan bonito como un ángel…Pero también le había visto ser muy juguetón y activo cuando estaba alrededor de sus amigos. Aquella vaga idea regresó a su mente, volviendo a agitar su cabeza para alejarla.
-¡Aish!- Empujó a Jonghyun fuera de la banca. No era momento de tener esos pensamientos. Taemin no se le acercaría de nuevo.
~*~
Minho suspiró, colocando la contraseña de su casillero. Odiaba tener que llegar temprano, pero era su deber por ser parte de la mesa directiva de estudiantes. Con la mochila tirada en el suelo, terminó por golpear el casillero. Se había equivocado una vez más. Tenía demasiado sueño, no había dormido por pensar en Taemin, y en cómo podría arreglar las cosas para poder algún día volver a tener una oportunidad decente de hablar con él.
Intentó una vez más, haciendo que la puerta del casillero cediera, permitiéndole ver aquel sobre que cayó hasta sus pies debido a la posición incorrecta en que lo habían metido por las rendijas.
-¿Qué es esto?- Lo recogió, sin poder encontrar algún nombre en el exterior. Sólo le quedaba ver aquello algo bultoso que resaltaba en el sobre. -¡Qué es esto!- No le importó gritar, se encontraba solo. Dentro del sobre había una nota doblada por la mitad y un condón.
Tomó la nota, para poder leer lo que había sido escrito rápidamente.
“Sunbae, si le gusto tanto, debería pedirme una cita, en vez de sólo observarme, o darme este tipo de cosas. ¡Eso es acoso! >.<°
¿Quiere tener una cita conmigo? Mañana, después de clases, en la pizzería que se encuentra a dos cuadras de aquí. ¿Era tan difícil decir algo así? >:[
Por favor, ya no sea tan precavido cuando se trate de sus sentimientos hacia mí, de otro modo ¿cómo seré yo capaz de saber si le correspondo o no?
-LTM ^-^”
Minho miró con algo de asombro lo que estaba escrito, no tenía idea que su actitud cuidadosa era lo que más había estado evitando que se pudiera acercar al chico. Además, le sorprendía el tono molesto en que estaba escrita, pero le parecía tierno que incluso se había tomado la molestia de dibujar caritas para disminuir el impacto de sus palabras. La sonrisa que se formó en su boca fue la misma que la de un idiota. Se alegraba de haber ido a la escuela, en vez de quedarse en cama como lo había estado planeando desde que escuchó el despertador y se dio cuenta que no había dormido absolutamente nada. Le pudo haber dejado plantado, pero ¡gracias a las fuerzas del universo, y su mamá, había terminado yendo a pesar de su pesar! Y se alegraba de haber encontrado esa nota, porque eso significaba una nueva oportunidad de hablar con Taemin, y esta vez dar un paso más.
Y entonces se coloró. Taemin le había devuelto el condón, ¿qué significaba eso? Trató de ahuyentar cualquier pensamiento de su cabeza. No quería precipitarse y pensar ese tipo de cosas sobre Taemin…¿O sí? Agitó la cabeza, ahora estaría nervioso todo el día, hasta el momento de su cita.
FIN