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Prometo ser tuyo por Haruka Eastwood

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Notas del fanfic:

Los personajes de One Piece anime / manga son propiedad de Oda-sama y la historia es completamente mia 7u7r

Notas del capitulo:

Hola!! Espero que les guste este pequeño One Shot nwn si es así yo encantada de saber su opinion, también os invito a leer un Law x Luffy que hice hace poco, llamado : Te amaré en silencio


Dejare el link abajo por si alguien gusta leerlo ♥♥ hora si, no interrumpo más :"v

Título: Prometo ser tuyo

Resumen: Y le creí, le creí porque lo amaba.

Categoría: One Piece

Clasificación: Mayores de 16 años

Género: Romance. Drama(?

Advertencias: Lemon

Autor: Haruka Eastwood

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Prometo ser tuyo

Monkey D Luffy Pov

Capítulo único: Mírame y ámame

Se adentro en mi interior con brutalidad, Zoro siempre era así a la hora de tener sexo: descuidado, pasional y rudo. No evite apretar con fuerza la sábana, contraer los dedos de mis pies y arquear la espalda ofreciendo todo de mi mientras iniciaba un vaivén constante, intenso y más que delicioso.

Tener sexo con él siempre ha sido riquísimo, me toca con prisa, con ansia y como si fuera la última vez, lame cada parte de mi cuerpo con deleite, me mima y me consiente y me lleva al extasis entre alaridos del más puro placer. Me ofrece un pedacito de infierno camuflado de paraíso que acepto gustoso.

Durante esas horas en donde nos encerramos en mi habitación, apagamos la luz y quedó sobre la cama, me hace creer que es a mi a quien ama, a quien desea y a quien toca con placer, a quien hace disfrutar con intensas caricias que saben a ambrosia. Es verdad que lo disfruto, lo hago porque lo amo pero también es doloroso.

Duele porque no es mi nombre el que desea salir de sus labios, no es a mi a quien ama, a quien desea y mucho menos soy yo a quien quiere tener bajo su cuerpo. Siempre lo supe, aun así no me importó porque de cierta forma él lo necesitaba y si esta era la única forma de tenerlo, yo seguiré fingiendo que está bien, que no me importa.

—¿Por qué…? —susurró con la voz quebrada y sentí romperme entre sus brazos.

Finalmente el encanto término y como todas las veces anteriores, un nudo se formo en mi garganta, las lágrimas descendieron silenciosas de mis ojos hasta perderse en la almohada y contuve el sollozo que tanto se forzaba por salir a la superficie. Al igual que siempre, me quede callado, acune su rostro entre mis manos y lo bese despacito en una muda protesta. Desee gritar que no era él, que me viera a mi, que me amara a mi y solo a mi, pero no pude. ¡No pude ni antes ni ahora!

La realidad me azotó con la furia de un maremoto, y por primera vez sentí que no había ni un rastro de amor en su contacto, ya no era cálido mucho menos reconfortante, simplemente era guiado por sus deseos carnales, tomandome una vez más hasta destrozarme cuanto deseara. Él me utilizaba como sustituto y entonces pensé que estaba bien.

Recuerdo que todo inició como un polvo de una noche. Aquel día él estaba más que ebrio en el nido del cuervo, porque finalmente había aceptado lo que significaba Sanji para él. Entonces lo entendí, comprendí su dolor, su angustia y su despecho, fui egoista y me aproveche de todo, tome cada oportunidad y quise sanar sus heridas a base de ambiciones retorcidas que no solo lo lastimaban a él, si no a mi también.

Sanji es mi nakama, un nakama amante de las mujeres, un hombre amable y caballeroso que finalmente y después de mucho tiempo, logró ganarse el gran corazón de Nami. Aquel día anunciaron su compromiso formal a toda la tripulación, por eso Zoro se emborracho hasta casi perder el conocimiento, por eso me acerque pero al final hice más grande su herida. Deje que me tomara entre sus brazos, que me besara y que la bruma de su mente se extendiera al grado de dejarlo continuar aun cuando me llamó Sanji y confesó lo que era para él, lo que me amaba y lo que haría por él. Me pidió disculpas, sonrió, lloró, me besó y cedi.

Fingí ser alguien que no soy y me hizo el amor creyendo que era Sanji, a la mañana siguiente, me miró a su lado, supo que las marcas en mi cuerpo eran por él y se odio. Yo también me odie por obligarlo y como si quisiera hundirnos más en la miseria, le propuse tomarme cada que deseara, que no me importaba que me llamara Sanji si con eso estaba bien. Al principio se negó y lo entendí, pero un mes después, apareció en mi habitación, cerró con llave y me besó con brutalidad, rasgó mi ropa y me folló por horas, al final, pude distinguir un pequeño rastro de lágrimas.

No supe qué decir, entonces me abrazó, se disculpó y salio de allí tras vestirse. Al día siguiente escuche a Usopp decir lo traumado que estaba por el ruido de anoche. Nami se sonrojo, lo golpeó y Robin murmuró que para la próxima, Sanji debería recordar cerrar bien la puerta. Ellos lo habían hecho, Zoro también los escuchó y por eso aparecio en mi habitación. Entonces no supe en qué momento se volvió común verlo en mi cuarto.

—Zoro… —gemí cuando sentí la ardiente liberación de su placer.

Mi cuerpo se relajo y tras varios segundos logre abrir los ojos, contemplando su mirada fija en mi. No logre mantener la vista en él y gire el rostro esperando a que saliera de mi interior, se vistiera y se fuera como todas las veces anteriores, sin embargo, tomó mi rostro con delicadeza y me obligó a verlo.

—¿Por qué… Luffy?

—¿Eh?

—¿Por qué te lastimas así?

—No sé de qué hablas… —mi voz se rompió y las molestas lágrimas volvieron a descender silenciosamente—, vete…

Entonces sentí su mano deslizarse suavemente por mi rostro, quitando aquel odioso líquido salino. No lo entendía, no sabía que pretendía y cuando estaba a punto de preguntar, sus labios me silenciaron con un beso lento y dulce que me estremeció de pies a cabeza, nublo mi juicio y quise creer que era para mi, aferrándome a él e intentando que esto no acabara nunca. Fue como si me entendiera porque me aprisionó contra el colchón, levantó mis caderas con una mano y salió casi por completo de mí, volviéndose a hundir en mi interior, dando en ese punto dulce que me hizo enterrar las uñas en su fuerte espalda.

—Luffy —gimió mi nombre, me nombró con cada potente embate.

Por primera vez en mi vida era incapaz de hablar o gritar. Mis pensamientos rebotaban en mil direcciones distintas dentro de mi cabeza, logrando que no pueda concentrarme en nada que no sea Zoro besándome a mí, tocándome a mi y mirandome a mi, no a la ilusión de su amor por Sanji. Era demasiado aporte sensorial, demasiado placer envuelto en extasis.

—Z-Zoro… para… voy a, voy a…

—Correte para mi, Luffy… mi Luffy.

Un fuego líquido se concentró en mi vientre, intenso y ardiente, tanto que finalmente explote. Mis uñas se clavaron con fuerza en su espalda y en un vano intento por no gritar, mordí su hombro sacando un gruñido satisfecho de sus labios: sensuales y turgentes como solo puede serlo la boca de un hombre.

—¿Por qué…? —esta vez me tocaba preguntar, apretar los labios y esperar a que sus palabras no terminaran por destruirme.

—Perdoname, Luffy —sus labios sellaron los míos con cuidado como si temiera romperme—. Soy un completo idiota.

—N-No entiendo…

—Te lastime aferrandome a un amor absurdo por el cocinero —con cuidado, salió de mi interior recostandose a mi lado y atrayendome contra su pecho—, sin embargo fui demasiado idiota para no ver a la primera que tenía a la persona más dulce y perfecta del mundo a mi alcance. Me tomó mucho tiempo darme cuenta que todo lo que necesitaba estaba a tu lado.

—Zoro…

—¿Podrías perdonarme?

—¡No hay nada que perdonar! —me abracé a él, comenzando a llorar—. Yo también te lastime, te engañe… yo…

—¡Capitán! —su voz me estremeció, calle de golpe y temeroso levante el rostro. Una sonrisa se dibujó en sus labios y sus ojos brillaron con diversión—. Te amo.

—¡¿Q-Qué?!

—Te amo —volvió a juntar sus labios con los míos en un corto beso—, te amo tanto, Monkey D Luffy y nada me haría más feliz que permanecer a tu lado hoy, mañana y siempre.

—T-También te amo —tartamudee, logrando una ronca risa suya.

—Luces hermoso sonrojado.

—¡No estoy sonrojado!

—Claro que lo estas —acunó mi mejilla en su mano, acariciandome con el pulgar—. Prometo no volver a hacerte llorar nunca más, Luffy. Prometo estar siempre a tu lado, amandote con locura e incondicionalmente aun después de la muerte, porque me di cuenta que te amo más allá de un cuerpo físico, te amo más alla de todo, en esta vida y en la siguiente…

Y le creí, le creí porque lo amaba, porque lo necesitaba y porque estaba seguro que Zoro jamás me envolverá en una dulce mentira de un amor correspondido para no lastimarme.

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Fin

Notas finales:

Te amaré en silencio (Law x Luffy)

http://www.amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=192242#sthash.59zrhEUx.dpbs


Bueno, yo me despido, muchas gracias por leer y les mando un besote :*

Haruka Eastwood


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