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I love You, My heart por Yelmar Doker

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Notas del fanfic:

Perdon, pero no me aguante xD

 

No tuve creatividad para el titulo, por ello le puse "pasado" "presente"

De antemano, disculpen los errores gramaticales y de ortografía 

 

Notas del capitulo:

Aquí va la primera parte. Tomen atención al prologo.

 

 

I love you, my heart 


Prologo: Pasado

 




Ganarse la vida no fue sencillo. Al menos al principio.

Y más aún cuando se nacia en un barrio pobre, bajo el cuidado de unas monjitas anticuadas y estrictas, que eran la única enseñanza que recibió de pequeño. Nunca pudo ver a Dios como su centro de salvación. Podía afirmar que tanto rezo y plegarias le quito todas las ganas de adoptar tales creencias. Y los problemas en su familia se acrecentaban mas y mas.

A parte siendo un chico de la calle, que se sustentaba con unos cuantos billetes que los clientes mas frecuentes le arrojaban, pues no era tan malo. De hecho, ya estaba acostumbrado. Tenia muchas mas ganancias que cuando era un tonto adolescente de quince años, trabajando en un vulgar sitio en donde le sacaba la tripa a los pescados.

Pero eso era un capítulo que su vida que no valia recordar.

Todo comenzó con el cáncer de su madre. Las medicinas y el tratamiento clínico que la mantenía viva costaban un ojo de la cara. Su padre había sido despedido en mas de una ocasion, por sus problemas de ansiedad. En una ocasion había golpeado a su jefe, por tratarlo mal y humillarlo frente a sus compañeros de trabajo.  Pero cuando su madre murió, la familia se quebro y no volvió a ser la misma.

Su hermano menor fue la única persona por la cual se juro no caer bajo el mismo destino que sus padres.

Fue así que conoció a un hombre, de 35 años de edad, bastante atractivo, en una fiesta que sus amigos estaban pagando. Todas las niñas de su edad se veían muy interesadas por ese misterioso hombre, que parecia estar atento en mirar en donde todos sus amigos y el estaban sentados, compartiendo unas cuantas copas que luego se convertirian en varias.

La cuestion fue que cuando fue al baño para hacer sus necesidades, aquel hombre le siguió de inmediato. Primero pretendio que no se había percatado set asechado por ese tipo y que no se había dado cuenta de su mirada penetrante, pero cuando salio del cubículo de uno de los retretes, ese sujeto estaba allí, sentado en uno de los lavabos, con las manos metidas en los bolsillos y mirandole con unos ojos azules muy serios.

—Estuve viendote desde que entraste a este lugar. No te molesta, ¿O si?

Su voz era suave, varonil y un poco intimidante. ¿Acaso se trataba de un policia? Por su pinta (aquel lujoso traje color plomo y su corbata bien acomodada) debía de tratarse de un hombre importante.

—¿Quien es usted?

—No hay necesidad de decirte mi nombre. Solo vine a proponerte algo.

—Ni siquiera se quien es, ¿Que le hace pensar que aceptare?

—No lo se. Solo escucha lo que tengo que decirte. —su ultima oración pareció ser una orden.

Aunque lo mas sensato seria negarse, darse la vuelta y salir de alli, no pudo resistirse a la curiosidad. Talvez, solo talvez, la propuesta no fuera tan mala.

—Bien. Habla.

El rubio sacó un cigarrillo de su bolsillo, junto con un pequeño encendedor. Prendio la punta de la colilla, haciéndolo lentamente. Empezó a inhalar el humo del tabaco, con una expresión de satisfacción. El menor lo miraba impaciente.

—Ten sexo conmigo.

—¿¡Que!?

Retrocedio dos pasos hacia atras.

Definitivamente, se había topado con un loco. Mejor dicho, con un pervertido que probablemente de doblaba la edad. Iba a soltar una retahíla de insultos mordaces, pero el otro se le adelanto.

—Te daré 500$ a cambio.

Y sus ganas de protestar se extringuieron. ¿Tanto dinero por una sola noche de sexo, y con un hombre ademas? ¿A que estaba jugando?

—Tienes cinco minutos para pensarlo. En caso de que aceptes, nos iremos en mi auto a mi departamento. Si no quieres, no me ofendere y te dejare en paz.

No, de verdad estaba hablando enserio. Y se pregunto, porque no podía mandarlo a la mierda como había hecho su antiguo yo. ¿Que tal si se trataba de un pervertido psicópata que mataba a sus victimas luego de haber tenido relaciones con ellas? ¿O que tal si era un policia con tendencia asesina a la homosexualidad? ¿Y si lo golpeaba o lo drogaba? ¿Porque le costaba tanto decidirse?

Cierto, le faltaba dinero. 500$ era una suma considerable. Pero tener que venderse a un hombre mayor, solo por su mala situación económica, no le agradaba en absoluto.

Sin embargo, le había jurado a su madre que cuidaria de su hermano, y se había prometido hacer cualquier cosa para sacarlo adelante. Se mordio los labios, sintiendose de pronto encerrado y sin otra salida.

—Ya es tiempo ¿Que has decidido?

—Esta bien. Será así, pero te advierto que no tengo experiencia... y menos con hombres.

—No te preocupes por eso. —sonrio, con fingida ternura.— te haré gritar de placer, y con gusto podremos repetirlo, si es que logras ponerme de buen humor esta noche.

Con los colores subidos en el rostro, producto de la incredulidad y la vergüenza, asintió, sintiendose humillado y a la expectativa.

Fue así como gano su primer sueldo en ese negocio. A base de relaciones sexuales con un desconocido, que a parte, se trataba de un hombre.

"Adios a la vida de pobreza. Bienvenido dinero fácil. "

Aunque no se sentía orgulloso de ser un prostituto, era el oficio que mas se le daba manejar bien. Y había aprendido que, sin importar lo que piense la gente, es un trabajo al fin de cuentas. Uno que te puede producir mas dinero que en cualquier trabajo "decente".

Su padre y hermano nunca se enteraron de su trabajo nocturno. A ambos les contó que estaba trabajando en un antro como DJ en donde le pagaban bien.
Con el dinero recaudado pudo pagar la hipoteca de la casa, la escuela de su hermano, la comida, las facturas del agua, del gas, de la electricidad... Incluso podía darse un buen regalo cada fin de mes, con los pocos amigos que tenia de la universidad.

Había decidido cambiar de universidad meses después, ya que algunos "clientes" resultaron ser estudiantes de allí. Por suerte, estos chicos no era clientes frecuentes y tampoco le conocían bien, por lo que "su secreto" no llego a difundirse.

Ya llevaba cinco años así. Con el dinero que había ahorrado había podido comprar una casa en un vecindario menos peligroso. Su padre se reformo, aunque todavía padecia de ansiedad, lograba controlarlo con las medicinas que le recetaron. Su hermanito siempre le preparaba algo de comer, cuando llegaba a casa demasiado cansado para hacer la cena. En eso se parecía mucho a su madre. Pero su Ototo había heredado el cacarter tosco de su padre.

Por otro lado, sentía que ya no estaba en la necesidad de prostituirse. Con todos los problemas y salidas nocturnas, había podido culminar su carrera de derecho, pero tenia que ser realista. Ganaba mas dinero acostandose con hombres tres o cuatro veces por semana, que abogando a criminales corruptos.

"Bien dicen que el humano es mas proclive a acostumbrarse a lo fácil."

Su hermano aún estudiaba en el instituto, y sabia por sus notas que era el mas inteligente de su clase. Por ello al menos el sacrificio había válido la pena. Había podido cumplir la promesa que le hizo a su madre en la fatidica noche en que murió.

 

 

 

 

 

 

 






I love You, My heart


CAPITULO I: Presente

 

 

 




—¡Sasukeeee!

—¡No estorbes, usuratonkachi! ¡Arg! ¡Mira nada mas! ¡Ya me hiciste desconcentrar!

El rugido del moreno no le pillo desprevenido. Siempre que hacia la tarea, lo hacia con una determinación tan firme que a veces le causaba risa.

—¡Vamos, no te pongas bravo conmigo! —le dio un pequeño besito en los labios. —sabes que no lo hago por molestar.

—¿Y que quieres entonces? —Pregunto Uchiha, mas manso por el gesto.

Naruto saco algunos libros de la mochila mientras contestaba:

—¡Quiero que conozcas a mi familia!

—¿No te parece muy pronto para eso?

Llevaban seis mesese saliendo, pero aún no se sentía preparado para conocer a los padres de Naruto. Pues algo en su interior le decía que seria dificil congeniar con ellos.

—¡Pero hable con ellos anoche! ¡Estan emocionados de conocerte!

Sasuke lo medito en silencio, pero no llego a decidirse.

—Dejame que lo piense, ¿Vale?

—Ta' bien. Pero no te tardes, bastardo.

Y mientras Uchiha retomaba la práctica de matemáticas, Naruto se sentó en la otra silla, abriendo un enorme libro de cuentos para niños. Como estaba aburrido, pues lo había tomado de la biblioteca. Y nadie se había dado cuenta, nisiquiera la señora encargada.

Al igual que su novio, el se sentía bastante nervioso por la manera en que sus padres reaccionarian frente a Sasuke. Debió recordar que sus padres estuvieron un poco impactados y mas que incredulos cuando reconoció su homosexualidad, pero a la larga aprendieron a resignarse y aceptar los gustos de su hijo.

Ademas, el los entendía. Debió ser un susto tremendo que su único hijo resultase un marica. No que "marica" fuese una mala palabra. Era un termino que definia a los personas con tendencia afeminada. Y automáticamente lo relacionaban con los gays.

Pero eso pertenecia al pasado.

Lo que en verdad les dolia a sus padres, era quedarse sin la posibilidad de tener nietos. Pero ese asunto no era tan importante para el o para Sasuke. Si llegaban a tener una relacion mas estable, podían adoptar o pedirle a una mujer que les alquilara su vientre. Sin embargo, seguramente que a Sasuke no le gustaría la idea, pues el iba muy enserio respecto a las costumbres de su familia.

También sabia que Itachi, el hermano mayor de Sasuke (y su cuñado), se encargaria de hablar con Sasuke en su momento. Solo esperaba que éste no hiciera un berrinche y se enfadara con el.

Después de estudiar juntos, decidieron ir a una cafeteria que estaba cerca de la escuela. Alli se encontraron con Ino, Shikamaru, y Chouji. Quienes les mandaron un saludo desde la mesa en donde estaban sentados y compartiendo una pizza.

Naruto dejo su maleta colgando del respaldo de su asiento. Puso una mano bajo su mentón, observando a su novio haciendo lo mismo, solo que con mas calma.

—Este lugar sigue siendo el mismo. Pero extraño mucho el puesto de Ramen. Lastima que se hayan tenido que mudar.

—Pero siempre puedes ir los fines de semana. Esta todo el día abierto.—trato de consolarlo el moreno, tomando asiento en la otra silla. —El dueño del local debe estar ansiando tu visita.

—¡Ja,ja! ¡En eso tienes razón! —hizo una pose graciosa, que hizo reír al Uchiha.

—Ya deja de hacer el ridículo. —regaño, pero aun asi seguía sonriendo.

—Pero así me quieres, bastardo. —beso su mejilla derecha, entrelazando sus dedos con los de su novio sobre la mesa. —Recuerda que seré tu esposo algún día.

El moreno no pudo evitar sonrojarse. Le dio un manotazo con una mano, solo para hacerle entender que no era bueno decir esa clase de cosas en publico.

—Oh, vamos. Ni que te hubiera dicho algo malo. —se excuso rápidamente el rubio, tratando de apaciguar a Sasuke.

—Pero aquí hay mucha gente chismosa.

—¡Y que importa! ¡Ellos también pueden venir a nuestra boda...!—un golpe en el hombro le callo la boca.

Naruto Iba a quejarse por segunda vez cuando escucharon ruiditos de risas contenidas en las otras mesas. Ino y Shikamaru reian disimuladamente, a causa de la ultima frase dicha por Naruto. Chouji estaba comiendo y eso lo mantenía muy ocupado. El moreno fruncio el ceño, mientras su frente se llenaban de venitas.

—¿Ves? ¡A eso me refería!—Le volvió a dar un golpe en el hombro, a lo que el rubio se quejo un poco y se sobaba la parte que le dolia.

Al final habia aprendido que no era bueno hacer enojar a Sasuke. Lo quería mucho, pero cuando estaba de mal humor, pues tendia a golpearlo.

Dejaron su pelea a un lado, cuando llegaron los pedidos que ordenaron. El saboreo un rico helado de chocolate con fresas en el centro. Y Sasuke degusto un amargo café negro.

Suspiro felizmente, porque su relacion de pareja era muy extraña, al mismo tiempo que especial. Cuando se conocieron, Sasuke parecia muy reacio a querer hablarle, pero eso no impidió que él se empecinara en llamar su atención. Tan creído que parecia... y ahora lo podía besar y todo.

Sentía que la felicidad había llegado en el momento indicado. Ya no le hacia falta nada mas. Porque lo único que deseaba, era hacerle el hombre mas feliz del mundo.

Cuando se fueron del establecimiento y se despidieron de sus amigos, se tomaron de las manos y fueron al parque que había a dos cuadras. Como era un área verde, avistaron un bonito lago azul, en donde los gansos se ponian a hacer graciosos espectáculos para que la gente de allí les arrojaran comida. En eso, Naruto tuvo una idea.

—¡Tsk! ¿Pero que haces estupido? ¡Esta prohibido treparse! —Regaño Sasuke, cuando su imprudente novio se subió por la valla para sabrá dios que tontería. Pero el rubio no le hizo caso a ningún letrero, pues era impulsivo por naturaleza.
Lo que pretendía era alcanzar uno de los patitos chiquitos para regalarselo a Sasuke. Aunque su idiotez no le permitió reparar en el viejo jardinero que velozmente corrió hacia ellos para evitar que el chico rubio cometiera una locura.

Sasuke casi estuvo a punto de sujetarlo de la ropa y jalarlo hasta que se alejara de allí, pero la voz del jardinero lo detuvo.

—¡Alto! ¡Esta prohibido entrar!

—Es lo mismo que dije yo. —murmuro Sasuke, cruzando de brazos, agradecido de que haya llegado un adulto responsable.

—¡Pero solo quería acariciar a los gansos!—replico Naruto, sujetandose de los barrotes de madera. —¡Dile algo, Sasuke!

—No lo conozco.—mintio Sasuke, con descaro. Ya era humillante tener que estar allí siendo el tema de conversación de toda la gente metiche que se había acercado a ver la escena.

—¿¡Eh!? ¡Sin vergüenza! ¿Como es que niegas conocerme? —se salieron varias venitas en la frente. Se arrastro como pudo, con claras intensiones de agarrarlo de una pierna y tirarlo al lago. —¡Soy su novio, es mi novio!

—¡Ya, ya! ¡No me interesa que sean!—objeto el jardinero. Ya estaba perdiendo mucho tiempo. —¡Sal de allí rápido!

Naruto inflo la mejillas, en un berrinche. La sonrisita de Sasuke le hizo fruncir las cejas y gritar como poseso.

En cuanto saliera de allí le daría un buen puñetazo en el higado, y después lo ignoraria el resto de la semana. Doblo el cuerpo con intensiones de subir, pero se pincho la mano con un clavo salido y por el dolor punzante se soltó de la valla, ocasionando que cayera hacia atras.

—¡Oh, dios santo! —exclamo el jardinero, mirando como los demás la caída del rubio, quien por suerte se precipito sobre el agua y no en el borde del puente. —¿Sabe nadar?

Sasuke solo se encogio de hombros.

—¡Maldito Sasuke! — mascullo Naruto, desde abajo, flotando sobre el agua y manoteando con los brazos, a su alrededor se acercaron los gansos y sus crias.

—¡Eso te pasa por Dobe!—Grito Sasuke desde arriba.

—¡Yo solo quería regalarte un ganso!

—¿¡Y para que quería yo un ganso, inútil!?

—¡Pues para...!

Y así, siguieron discutiendo por mucho tiempo. Hasta que llego la ayuda y sacaron a Naruto del lago.

Cuando e Uzumaki llegó a su casa, estaba temblando de frio y con una manta cubriendole el cuerpo entero. Minato fue quien le abrió, y parecio estar muy sorprendido al verle todo mojado.

—Di-Di-discu-cu-culpa. —tartamudeo el rubio, tiritando los dientes.—Me ca-ca-i al la-la-lago y tar-d-de en sa-sa-lir.

—¡Pero es muy tarde! ¿¡Como fue que te caiste!?—cuestiono, tomando a Naruto de los temblorosos hombros y empujandolo hacia adentro. —¡Kushina!

La mujer no tardo en acudir al llamado de su esposo. Abrió la boca para decir algo, pero la cerró al toparse con la inusual escena.

—¡¿Que te paso?!

El rubio les contó lo del lago, y como había querido acariciar a uno de los patos, pero que cayó al resbalarse con una roca. Tuvo que mentir, ya que no quería que malentendieran las cosas, y tomaran como excusa ese accidente para ver a Sasuke con malos ojos.

Al fin y acabo, cuando salio del lago, Sasuke se había apresurado a cubrirlo con una manta, y abrazarlo como si quisiera brindarle un poco de su calor.

Esa noche se durmio tarde, luego de haber tomado un remedio casero para prevenir la gripe, y una ducha caliente para calentar su cuerpo. Kushina le arropo con unas mantas mas, para que no le hiciera frio en la noche. Al mismo tiempo que Minato ponia un termometro en su boca.

—Por suerte no tienes fiebre.—suspiro, aliviado.

—No es para tanto. Soy muy fuerte y no me enfermo fácilmente. —presumió Naruto, sorbiendo un poco de te caliente.—Mañana tengo que ir a la casa de Sasuke. No quiero quedarme en casa, ¡es fin de semana!

—Y lo haras.—lo tranquilo Minato, guardando las medicinas en el cajón.—Pero antes debemos estar seguros que estas completamente sano.

—¡Me tratas como si aún fuera un niño!

—Es que aún lo eres, quince años no es mucho, ¿lo sabias?—le despeino el cabello rubio con una mano, divertido por la manera en que Naruto se quejaba. Ya era todo un hombre. —Y hoy... estuviste con Sasuke, verdad?

Naruto arrugo la nariz al escuchar el nombre. Pues le hizo recordar la forma en que lo había negado frente al hombre que se ocupaba del parque. Pero después sonrió, al recordar las atenciones que recibió luego.

—Si, fuimos a tomar algo a la cafeteria. Allí nos encontramos con unos amigos. —empezo a relatar, muy emocionado.—¡No te imaginas el caracter que tiene! Se enojo mucho porque le mencione que un día nos casariamos.

Minato quedo perplejo con la ultima frase. Trago saliva con dificultad. Y fingio no estar afectado.

—¿Tan pronto y ya te quieres casar con él?

—¡Es que es el amor de mi vida!

—Deberias de tomarlo con mas calma, Naruto. Aún son muy jóvenes. —trato de hacerle entender, pero su hijo estaba cada vez mas entusiasmado con la idea. Quien diría que ese niño tan llamativo y terco, seria su hijo. Parecia que solo ayer lo sostuvo entre sus brazos, arrullandolo y picando sus lindas mejillas de bebe.


—Es que no puedo evitarlo, papa. —suspiro con anhelo, sonriendo de igual modo.—¡Sasuke es mi alma gemela! ¡Estoy seguro de eso!

—¿Lo quieres mucho, cierto?

—¡Como no te lo puedes imaginar! —su sonrisa se hizo mas grande. —Es como si nos entendieramos a la perfeccion. Estamos como sincronizados. Yo se que somos el uno para el otro. Así como tu y mama.

—¿De que hablan?

Kushina asomo la cabeza por la puerta, al mismo tiempo que Naruto y Minato torcieran el cuello para verla. Ésta se veía muy interesada en la conversación que estaban teniendo.

El kitsune sonrió y antes de que alguien dijera nada, declaró:

—¡Mama! ¡Me voy a casar con Sasuke!













Notas finales:

Sus comentarios me animan muchísimo

 

Puede que este fic tenga 6 o 7 capítulos, no mas. 

 

 

:) Bye


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