--¡¡¡KYAAAAAAAAAA!!!—exclamo un rubio, reventando los tímpanos de todas las personas a su alrededor.
--¡¡AHH!!, mis oídos…--dijo el novio del pequeño revoltoso, tapando sus oídos con sus manos.
--¿Ya viste los juegos, Kakashi?, ¡Se ven increíbles! —
--Deja de gritar, Naru, debemos ser un poco más discretos aquí…--el peligris miro a su novio con algo de severidad, tratando de hacerle entender, cosa que no sirvió de mucho.
--¡¡Yo soy discreto!!—un puchero apareció en el rostro del rubio, sacándole un suspiro—Ahora ¡Vamos!, quiero subirme a todos los juegos—Naruto tomo a su pareja de la mano, jalándolo hacia una atracción.
--¿Me recuerdas porque acepte a venir aquí? –pregunto Kakashi mientras se acomodaba su máscara, que solo dejaba visible su ojo derecho.
--D-dijiste que me traerías al parque de diversiones si…--lo último lo dijo en voz muy bajita, por lo que nadie se dio cuenta de lo que dijo.
--¿Qué?, ¿No te escuche? —dijo burlonamente el otro, el si que había escuchado.
--Si…--
--Anda, dilo…--
--¡¡DIJISTE QUE ME TRAERIAS AL PARQUE DE DIVERSIONES SI ME VESTIA DE ENFERMERA ESTA NOCH…!!—el más alto tapo la boca de su novio con sus manos, mientras el rubio se sonrojaba.
--Shh… no lo digas tan alto…--Kakashi puso un dedo sobre sus labios, y acerco su boca al odio del contrario—Eso solo necesitamos saberlo tú y yo—
--E-eres un pervertido, Kashi…--
--Obviamente, pero solo contigo, Na-ru-to—
--Y-ya deja eso, mejor vamos a subir a la montaña rusa…--
--Lo que digas, Naru, lo que digas…--
Ambos recorrieron cada atracción mecánica del parque, pasando desde las sillas voladoras hasta la montaña rusa, la casa de los sustos y el túnel del amor.
--¡Agradece que siempre traigo un cambio en mi mochila!, ¡Kakashi idiota! –exclamo el rubio en gritos, guardando una bolsa plástica con su ropa y la de su novio en la mochila.
--¿Idiota yo?, yo no hice nada malo…--
--¿Manosearme dentro del “Túnel del amor” no es malo? —
--Se llama “Túnel del amor”, eso significa que puedo hacerte lo que yo quiera dentro de él, ¿O no? —
--Un beso y un abrazo estaba bien, no más…--
--Te di un beso—
--Me metiste la lengua hasta la garganta—
--También te di un abrazo—
--Metiste tu mano dentro de mi pantalón—
--¿Y que?, no me vas a decir que no te gusto—
--P-pues no es que no m-me haya gustado—el de cabello gris sonrío de manera pervertida, mientras se ponía su máscara de repuesto—Pero hacer eso dentro del túnel está mal—
--Pero te gusto—
--Pero nos caímos al agua, y eso no fue nada lindo—
--Consideralo un extra—
Ambos se miraron directamente a los ojos.
Los iris azules chocaron con los heterocromaticos, como si siguieran luchando en silencio.
--No sé porque me molesto, si tú siempre has sido así…--dijo el rubio con un puchero, siendo rápidamente acunado entre los brazos del otro.
--Y me gusta ser así, si no, ¿Cómo hubiera conocido al ser más perfecto? —le dio un beso en la frente, y recostó su cabeza en el hombro del rubio.
--No sé si alegrarme o no del hecho de que te haya conocido gracias por tus cosas pervertidas—Naruto correspondió el abrazo, y suspiro suavemente—No puedo creer que quien te animo a ser escritor erótico fuera el pervertido de mi abuelo…--
--Y yo no puedo creer que tú seas el nieto del mejor escritor del mundo…--
--Mi abuelo no es el mejor escritor del mundo—
--Del mundo erótico si—el rubio hizo un puchero, causándole ternura al mayor—Pero pronto lo superare…--
--No sé si sea bueno o malo, pero aun así te apoyo…--
Volvieron a mirarse a los ojos, y comenzaron a besarse con ternura.
--Kashi…--
--Naru…--
El beso fue transformándose en uno más caliente, fogoso y pegajoso, uniéndose rápidamente caricias desesperantes y unas grandes manos dentro de la chaqueta del rubio.
--K-Kashi, n-no podemos, a-aquí no…--era poco decir que un baño no era un buen lugar para hacer esas “cosas”, pero dejar a Naruto sudoroso, con los labios rojos y con la mirada semi-perdida era más que un pecado.
--¿Quieres ir a la rueda de la fortuna? —
--N-no, quiero… ¡¡Ahh!!—el peligris acaricio al chico debajo de la ropa, acariciando con una mano sus pezones y jugando con su entrada con la otra—K-Kashi…--
--¿Quieres ir, Naru? —murmuro en su oído, con su masculina voz.
--S-si, v-vamos, p-por favor…--
--Si tú lo dices…--tomo a su novio de las caderas, haciendo que este enredara sus piernas alrededor de su torso, y corrió hasta la rueda de la fortuna—Si que es mi día de suerte, no hay gente en la fila…--
Ambos subieron bajo la anonada mirada del supervisor, cerrando la puerta para no dejar entrar a otros.
--Ahora solo somos tú y yo, por unos 30 minutos—dijo Kakashi, quitándose la máscara del cuello y bajando su cremallera.
--¿Y que esperas?, Kakashi-sensei…--la pasión subió hasta las nubes, tomándose ambos en un fogoso beso.
Cabe decir que no salieron de ahí durante dos horas, que tuvieron que pagar el tiempo extra, que repitieron su hazaña en su propia casa y que el supervisor de la rueda de la fortuna renuncio por problemas psicológicos.