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Detrás del traje por Ananeko123

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Notas del fanfic:

Naruto ni sus personajes me pertenecen, todo es de Masashi Kishimoto.

La idea tampoco es mia, sino basada en dos imagenes. 

 

Notas del capitulo:

¡Editado y corregido! Mi beta cambio algunas cosas, asi que espero que les guste :DD

Sasuke tiene 20 años al principio.

Naruto tiene 11 años al principio.

Sasuke le dedicaba miradas furiosas a su cuñado, Deidara, quien le sonreía burlón, imaginando las maneras lentas y dolorosas en que podría matarlo y sin embargo consiente de que aquello solo podría ser posible dentro de su cabeza, ¿Por qué demonios  su hermano mayor, entre tantas opciones — como  como su amigo Shisui o ese pez humanoide, Kisame— tuvo que terminar con alguien como él?

—Entonces, pequeño Uchiha, ¿Lo harás o no?—preguntó Deidara.

—Muérete— Siseó él.

—No,  gracias.

Lo mataría, de eso estaba seguro ¡Nadie le hacía eso y quedaba tranquilo! Gruñó colérico. Pero sabía que aun sí decía algo, nada cambiaría y aunque le costara, tenía que —quejándose y gruñendo de mala manera — resignarse.

— ¿Quieren dejar de comportarse como chiquillos? —intervino Itachi, antes de que, conociendo como lo hacía a su hermano menor y su esposo, estos dos dieran comienzo a la tercera guerra mundial.

—Estoy esperando tu respuesta— Ignoró sin embargo Deidara, y es que amaba molestar al menor de los Uchiha. Era su pasatiempo favorito del día a día.

—Y yo te lo reitero: Muérete.

—Eso no ocurrirá—Sonrió Deidara— y menos si lo dices.

Itachi suspiró agotado, sinceramente no sabía qué hacer para detener la pelea infantil de ese par. No tenían remedio, y él tampoco, pues en primer lugar, ¿Cómo permitió aquella apuesta? Claro, quería divertirse molestando a su hermano, por  eso—y porque, vamos, que era su esposo— había ayudado a Deidara a ganar, aunque eso jamás lo admitiría en voz alta, o posiblemente se ganaría el enojo de Sasuke, y teniendo en cuenta la vengativa personalidad de su hermanito. Gracias, pero no, gracias.

—Sasuke, solo acepta—pidió el mayor, intentando salir rápidamente de aquello.

—Ni loco—Negó con el ceño fruncido—. Me estas pidiendo que me humille. Literalmente.

—Recuerda que hiciste una apuesta y debes cumplirla—Puntualizó, haciendo a Sasuke apretar los puños; estaba entre la espada y la pared, y aunque tranquilamente podría mandarlo al diablo, a su lado aparecieron dos cositas: Un ángel y un demonio ¡Ahora se volvía loco! ¡Fenomenal!

—Es mejor que cumplas tus obligaciones—Opinó el pequeño ser blanco a su derecha.

— ¡Nada de eso! Si lo hace, tiraremos nuestro orgullo a la basura, ¡Niégate!— Contradijo el diablillo a su izquierda.

—El orgullo no es la respuesta, por ello siempre salen mal las cosas.

—No es cierto.

— ¿Cómo fue que hicimos esta apuesta?

Sasuke observó como una piedra caía sobre el demonio, quien ya no contesto nada, mientras el angelito sonreía de lado —made in Uchiha— y luego miró hacía Sasuke, encontrándolo con una mirada asesina. Bufó. Aunque su conciencia buena le dijera que debía aceptar, no lo haría.

— ¡Chicos!—Cruzó por la entra una bella mujer de aspecto algo mayor—. El pastel de tomate ya está listo.  

Sasuke volteó el rostro hacia su madre,  Mikoto, sintiendo el delicioso aroma. La boca se le hizo agua, sin embargo él era Uchiha Sasuke y jamás demostraría que le afectaba algo tan banal. Entonces Deidara sonrió con maldad e Itachi suspiró; ya sabía que vendría.

— ¡Oh, Sasuke-chan!—Canturreó Deidara—. Le pedí a mi bella suegra que hiciera una tarta por si acaso perdías, pero como no quieres aceptar tu derrota creo que tendremos que comerla solo nosotros— Comentó con falso ademán triste, dirigiendo a su vez una mirada a la aludida, quien sonrió.  

—Sí, Dei-chan, que mal que Sasuke se pierda de algo como esto—Habló con fingida tristeza— Lo cortare solo en tres trozos.

— ¡Madre!—Se apresuró entonces Sasuke, escuchando las quejas de sus conciencias que aún permanecían sobre sus hombros—. Yo…—Titubeo—. Cumpliré con esa estúpida apuesta…

«No sabes lo que te espera, querido cuñado» pensó el de ojos azules con una sonrisa malvada.

«Suerte otouto baka»

• ────── d46; ────── •  

— ¡Te dejare viudo Nii-san!—Exclamo furioso, mientras miraba esa cosa.

—Cálmate Sasuke, no es para tanto.

Un tic en su ceja derecha se empezó a formar; se iba a vengar de su hermano mayor y el esposo de éste. Con más intensidad en el último. La cosa que estaba a solo unos metros de él era lo peor que se pudo imaginar ¿Por qué tuvo que caer en los encantos de un pastel de tomate de su madre?  ¡Y su madre también era una traidora! Desgraciadamente amaba el tomate. Estaba divagando. Volviendo al tema; la razón por la cual estaba punto de cometer doble asesinato era…

¡Un traje de oso!

¡Y para colmo rosa!

¿En serio tenía que ponerse eso? ¡Maldito Deidara!

—Si pierdes harás lo que yo diga, ¿De acuerdo?—Recordó le había dicho.

En aquel momento acepto, seguro de que no perdería. Sin embargo él, un Uchiha de alto nivel perdió ¡Perdió! Y el castigo dado era ponerse ese estúpido disfraz y regalar globos en el parque ¿Es que acaso hizo algo tan malo en su vida pasada, que ahora lo castigan de ese modo?

Por favor, no respondan esa pregunta, la respuesta es muy obvia.

—Solo te pones el traje, vas al parque más alejado de Konoha y ¡Listo!—Itachi intentó darle la mejor solución.

—Tch.

Ya no tenía más opción, sujeto la cabeza del oso mirándolo con una mueca de desagrado. Era lo suficiente grande para que encaje su cabeza, no obstante, sabía que sentiría calor con eso. Le dio una mirada a su hermano. De algún modo, Itachi entendió el mensaje encriptado.

—Un amigo «acosador»  de Deidara  estará ayudante cuando tengas calor, aunque claro no va a ser cada minuto—Otro tic en su ceja—. Otouto, tus descansos serán al final de cada hora, pero  puede depender de cuanto has vendido.   

Itachi sintió una aura pesada crecer; pronto correría sangre de su esposo así que lo mejor era calmar a la bestia aunque fuera un poco, ¿Dónde estaba esa bolsa de tomates que le empaco su madre? La busco con su excelente mirada hasta hallarla en un rincón. Se acercó con cuidado mientras escuchaba  a su hermano menor mascullar "Maldito artista, quemare tu estudio" o "Le echare tinta negra para que se tenga que rapar su horrible cabello de mujer" ¿Tanto odio le tenía a Deidara? Prefirió no responder su pregunta.

—Otouto baka, es mejor que calmes esos impulsos asesinos—Aconsejó, arrojándole  la bolsa—. Comete esto para relajarte, y no lo pienses mucho, solo será un día.

— ¿Pue…?

—No— Cortó  Itachi, sonriendo —, no me puedes dejar viudo.

Sasuke chasqueó la lengua y se cruzó de brazos como niño enfurruñado. A veces podía llegar a ser un  tanto —muy—  infantil si, en especial si no conseguía lo que quería. Observó el traje rosa y rogó tener el poder de quemarlo,  lastimosamente él era un simple humano con un demonio por cuñado. Sus ojos volvieron a esa cosa, sacándole una mueca, pero tenía que ponérselo ¿no? ¡Que un rayo lo partiera ahora mismo!  

—Iré a avisarle a Deidara que ya nos vamos, te llevare en el auto para que no pienses que soy un mal hermano mayor—Dijo Itachi antes de irse.

—Luego los mataras, Sasuke—Murmuró para sí.

Agarro el traje como si este quemara, sin embargo, debía ponérselo. Conto hasta veinte para relajarse y con cuidado se lo empezó a poner, obviamente le quedaba muy grande. Primero un pie y luego el otro hasta que se lo subió hasta el cuello, por desgracia tenían que subirle el cierre porque él no llegaría ni en un millón de años. Se observó en el espejo de la habitación, se veía tan patético, ¿Qué diría su padre si lo viera de esa manera? Seguro que lo desheredaría y dejaría de llamarlo hijo.

O se burlaría, igual que su traidora madre.

Agarró esa horrible cabeza y caminó hacia la salida donde estaba el lujoso auto de su hermano, otro tic apareció, ¿Por qué demonios tenía que ir en un carro así? Ahora cuando llegara al parque todos los mirarían y lo que menos deseaba era atención y que alguien lo reconociera.

—Te queda bien el rosa, cuñado—Soltó burlón antes de empezar a reír tan fuerte que tuvo que agarrarse el estómago por el dolor—Te hace ver menos emo.

— ¡Yo te mato, intento de mujer!—Rujió entonces él.  Y si tan solo su hermano no lo hubiera agarrado, la sangre de cierto travesti teñido habría corrido.

—Oh, claro niñato, ven y vas a ver como mis bombas te hacen explotar—Le mostro sus figuras de arcillas moldeables.

Si las miradas matasen, los dos ya estaría bajo tierra y no era porque como se observaban sino por los ojos rojos de una tranquila madre que se estaba cansando de todo eso, es que tener un nuero y un hijo así era mucho trabajo, compadecía a su primogénito por siempre tratar con ellos.

—Se van a calmar ambos—Su voz resonó tétricamente, causando un escalofrió en los otros—. Y van a subir al auto para dejar a Sasuke en el parque, ¿Estamos de acuerdo?

Ambos asintieron con un poco de miedo y entraron en el transporte, mientras Itachi sonreía levemente ¡Alguien por fin los había tranquilizado! Empezó a prender el motor para arrancar; ah, el lindo silencio siempre era bueno, sin embargo, no tenía que ver con que Mikoto estuviera entre el azabache y el rubio.

Condujo unos kilómetros hasta que llego al destino, todo era de un color verde, observó Sasuke,  que le producía nauseas.

— ¿Llamaste a Tobi?—Preguntó a su esposo.

—Sí, el idiota ese ya viene, aunque conociéndolo, se va a perder.

Sasuke solo quería que eso terminara de una buena vez, no obstante debía ir, según el trato, toda la semana a ese estúpido lugar. Estúpido Nii-san, estúpido cuñado travesti, estúpidos y deliciosos tomates que me hicieron aceptar esto. Estaba metido en sus pensamientos maldiciendo lo existente y por existir, cuando sintió que tocaban su cabello, levanto la mirada encontrándose con su adorable madre que le puso una vincha. Alzó una ceja, confundido.

—Es para que tu cabello no te moleste y sea más fácil a la hora de poner y retirar la cabeza— Respondió sonriente a la pregunta tacita en la mirada de su hijo.

Mentiría si dijera que no le quería sacar una foto. Cuando ella estaba embarazada por segunda vez, quería una niña, aquello solo lo sabía Itachi, por eso, cuando le tocó hacer la ecografía para ver el sexo de su bebes,  implemente no deseó hacerlo, porque tenía la sospecha del resultado, cuando su pequeño nació pensó que era una linda mujercita, pero al ver que había algo que lo diferenciaba, se vino abajo sus esperanzas; claro, que su esposo estaba contento de tener un varón.

—Gracias madre.

No se quería poner esa estúpida cabeza, ya era suficiente con estar vestido así, además aún tenía tiempo antes de que llegara ese amigo de su cuñado.

— ¡Tobi está aquí!—exclamo una voz.

O tal vez no.

Maldita sea.

La vida odia a Sasuke Uchiha.

—Pensé que no vendrías idiota, estaba pensando llamar a Danna.

— ¡No! ¡Deidara-sempai llamó a Tobi y Tobi es un buen chico que vino!—Intentó abrazar al rubio que lo aparto de un golpe.

—Oye, Nii-san—Susurró—. ¿Siempre se comporta así de…?

—No lo digas—Regañó el mayor— Pero…sí.

El chico que por alguna razón portaba una máscara naranja con forma de espiral se acercó a Sasuke para entregarle los globos y volver a querer abrazar a su sempai quien lo volvió a mandar a volar. Un tic apareció en sus cejas, se estaba volviendo una mala costumbre, quería ahorcar a alguien. 

—Sasuke, tranquilo—Hablo su hermano con voz relajada—. Solo debes estar en el centro del parque y si te acerque un niño, darle un globo. Solo es eso, nada de otro mundo.

— ¡Y Tobi te ayudara cuando tengas calor porque Tobi es un buen chico!

«Matare al chico bueno y me volveré chico malo» pensó intentando planear su muerte.

• ────── d46; ────── •

Naruto Uzumaki era un chico huérfano, solo tenía el cariño de su profesor de primaria: Iruka Umino, desgraciadamente esta vez no lo tenía con él, puesto que su sensei fue a ver a su novio que se había accidentado de alguna manera. Aunque la realidad era que ese pervertido quería al de la cicatriz cerca para hacer cosas de adultos.

—Estoy aburrido 'ttebayo—Murmuró mientras caminaba por el parque a la vuelta de su casa.

A sus once años no tenia mucho que hacer en su casa, Iruka no lo dejaba jugar con los videojuegos sin tener un tiempo límite y para colmo solo había ramen contando. No sabía que más hacer, quería acercarse a jugar con algún niño, pero las madres no lo dejaban por esas marquitas en la cara ¿Qué tenían? Era de nacimiento, no de una pelea o algo así, además se corrían rumores de que él había sido la causa de la muerte de sus padres ¡Eso era mentira! ¡Él nunca les hubiera hecho daño! Él los amaba… y extrañaba mucho.

—Me muero de hambre ¿Y si voy donde el viejo?—Se preguntó pensando en ir al Ichiraku Ramen—. A menos que Iruka-sensei le hubiera dicho que no me de ramen.

Siguió caminando hasta que vio varios niños corriendo con globos, a él le gustaban esas cosas ¡Quería uno! Se acercó a una pequeña de cabellos rosas y ojos verdes para preguntarle.

—Hola, ¿Saben dónde están vendiendo los globos 'ttebayo?

—No lo sé, solo sé que un oso rosa los están regalando.

—Entonces gra-

No pudo terminar, puesto que una persona adulta lo empujo haciendo que cayera al pavimento, al alzar la vista encontró una mujer que lo miraba con desagrado. La conocía perfectamente, era Mebuki Haruno, ella lo odiaba, ella fue quien corrió el rumor de que fue el asesino de sus padres.

— ¡No te acerques a mi hija, monstruo!

— ¡No soy un monstruo!—Se defendió parándose, más ella  lo empujo de nuevo, ocasionando una pequeña raspadura en la pierna derecha.

Apretó los puños, colérico; no podía hacer nada, después de todo esa mujer era mayor y algo que le decía su maestro siempre era no faltarle respeto a las personas adultas. Observó  su rodilla, que dolía un poco, al menos no estaba sangrando. Suspiro para luego voltear encontrándose con un oso rosa.

— ¡Hola Señor Oso 'ttebayo!—Notó los globos que tenía—. ¡Oh! ¡Yo estaba buscando uno de esos!

El oso – Sasuke – se agachó hasta quedar a su altura y le extendió uno de color naranja, Naruto estaba sorprendido, nadie— además de su sensei— le había regalado nada, mucho menos se había comportado amablemente con él. Por un momento sintió los ojos cristalizarse y unas pequeñas gotas deslizarse por sus mejillas: estaba llorando de la emoción.

— ¡Muchas gracias señor oso!—Le brindó la sonrisa más perfecta de su repertorio.

Sasuke, alias el señor oso, sintió un calor en el pecho y sin importarle que los globos vagaran  por ahí. Camino hacia él y lo abrazó, limpiando sus manos como pudo con esa enorme mano. El rubio correspondió el abrazo con necesidad.

«No quiero alejarme de él» Pensaron ambos.   

• ────── d46; ────── •

Una semana haciendo esa tontería ¿Cuánto más debía soportarlo? El maldito de Deidara cambio la fecha límite, así que estaba condenado a escuchar cosas como "Deme uno de color azul ¡No! Mejor verde; no, mejor azul" o "Tobi es un chico bueno que te ayuda ¡Tobi quiere un globo también!" ¡En cualquier momento explotaría y mandaría a la mierda todo, aunque también lo meterían a la cárcel por atentar contra pequeños inocentes, sin embargo, por lo que no hacía todo eso aún era por ese niño rubio.

—Señor Oso ¡Hola!—Sonrió ligeramente bajo la cabeza del traje.

Ese chico siempre aparecía al medio día para conversar con él y a pesar de nunca contestarle con palabras seguía viniendo.

—Ya tienes pocos globos, ¿Hoy has regalado muchos?

Asintió mientras le daba uno naranja. Ese era especial porque tenía una figura de un zorro que había encargado al retrasado de Tobi le trajera, aun recordaba la vergüenza que paso con su cuñado y hermano por eso.

Segundo día en eso y ya no tenía paciencia para nada, ahorcaría a Deidara en cuanto lo viera, de eso estaba seguro.

— ¿Señor Oso?—Miró al pequeño a su lado—. Ya me tengo que ir, vendré de nuevo mañana.

Con un abrazo y sonrisa se fue, Sasuke se quedó viendo cómo se iba. En su estómago sentía cosas que revoloteaban, mas pensó que era porque tenía hambre y no había tomates cerca. Se quitó la cabeza y dejo que el de la máscara le secara el sudor.

—Tobi ha notado que ha estado feliz con ese pequeño.

—No molestes—Gruñó quitándose la vincha—. Oye…

— ¿Si?—giro su rostro para verlo.

—Tú…—Le estaba costando, pero luego de pensarlo decidió que era el indicado para ese trabajo—. ¿Tú crees que puedas conseguirme un globo con alguna imagen de un zorro para todos los días?

— ¡Claro! ¡Déjaselo a Tobi!

Ambos se sentaron a esperar a Itachi con el carro, y cuando este llegó acompañado de su esposo, Tobi quiso abrazar a su sempai que lo mando a volar de nuevo. Si, lo típico.

— ¿Qué te pasa otouto baka?—Le preguntó a su hermano, sentándose a su lado.

—Nada.

—Ese nada no me convence—Bromeó.

—Cállate nii-san.

No quería decir sobre lo que estaba pasando con Naruto, puesto que sonaría un poco raro. Él no era una persona que se encariñaba fácilmente con alguien, menos aún fuera de su círculo familiar, así que lo que menos deseaba era las burlas de Deidara o el interrogatorio de su hermano.

— ¡Sasuke-kun, mañana te traigo el globo para el niño!

Listo, cometería un asesinato.

« ¿Porque demonios no puedo dejar de pensar en él? Siempre recuerdo su sonrisa y su manera de ser» Pensó dándole un globo a otro niño.

—Señor Oso, mañana no voy a poder venir. Mañana viene Iruka-sensei.

Sabía que esa persona era su tutor quien, por cierto, debía enseñarle a ese niño no contar sus cosas a otros que recién conocía. Asintió y le removió los cabellos, a veces le gustaría sentirlo con sus manos y no con las del traje.

— ¡Tobi está aquí! ¡Hola Naruto-chan!—Y apareció el retrasado.

—Hola Tobi 'ttebayo.

Sabía que tocaba su descanso, pero no deseaba que el pequeño lo viera, no sabía porque, pero no quería simplemente.

—Señor Oso, yo...

Estaba nervioso, iba a pedirle algo vergonzoso. Sasuke miro al "niño bueno" para una excusa.

—Naruto-chan, ¿Puedes ir a comprarle algo a Tobi y al señor oso?

— ¡Claro 'ttebayo!—Haría lo que sea por su amigo.

Le dieron el dinero y después de preguntar que deseaban —El Uchiha quería tomates, sin embargo, Tobi no le dejo pedir con mímicas—, así que solo le quedo resignarse.                       

Miró como el pequeño se iba, suspiró con cansancio y se quitó esa cabeza para dejarla aún lado en la banca. El otro empezó a secarlo.

— ¿Porque no le muestras tu cara a Naruto-chan? Tobi piensa que eso no es malo.

—No te interesa—Desvió la mirada hacía algún lugar.

Era cierto, más se conocían tan poco y no sabía si Naruto le tuviera tanta confianza, Naruto confiaba en "El Señor Oso" y desgraciadamente no eran lo mismo.

Tobi lo observó sin saber qué más decir, quería decirle al niño quien era "Señor Oso" y sabía que así Sasuke sería feliz.

— ¡Señor oso!—Naruto ya había vuelto, compro un poco de dulces.

El Uchiha tuvo un escalofrío, se había metido tanto en sus pensamientos que no se dio cuenta que ya estaba llegando el pequeño, buscó su cabeza y ¡No estaba! ¿Dónde podría estar? Tampoco estaba el retrasado ese.

No.

Él no pudo haber hecho eso.

— ¡Hola!—se quedó estático ¿El Uzumaki era un ninja o qué?—. Yo…

Lo descubrió, quería huir en ese momento. Esperaba que la tierra se lo tragara. Sus ojos negros hicieron contacto visual con unos ojos azules.

—Disculpe…—, o quería seguir escuchando—. ¿Ha visto un señor con traje de oso?

— ¿Eh?

Ya se estaba volviendo loco, de eso estaba seguro o a lo mejor estaba alucinando para aceptar la realidad; si, eso era lo correcto.

¡No!

Sasuke Uchiha no era loco y tampoco alucinaba cosas —era vengativo, no desquiciado—, así que Naruto le pregunto algo ¿tonto? ¿Acaso él…?

—Usuratonkachi.

— ¿Cómo me llamaste, teme?—el rubio no iba a dejar que lo insultaran.

— ¿Eres sordo o que, dobe?—Sonrió, arrogante—. Además deberías respetar a tus mayores, no me digas teme.

— ¡La gente se gana el respeto, bastardo!

—Hmp.

Le sorprendía que fuera tan mal hablado, cuando le conversaba siempre era muy gentil y usaba palabras adecuadas ¿Bipolaridad acaso? Lo más seguro, pero de alguna manera le agradaba más.

—Entonces teme-san ¿Ha visto al señor oso? Le traje dulces.

—Dudo que le guste eso, dobe.

— ¿Tu que has de saber 'ttebayo?—Le preguntó frunciendo el ceño.

—Se mucho más que tú, mocoso.

—Al menos yo no tengo un traje rosa—Sonrió burlón.

¿Enserio ese chico estaba burlándose? No, espera ¿Enserio ese chico dijo eso y ni se dio cuenta de nada? ¿Su tutor lo dejo caer de bebe o qué? Pobre cerebro dentro de esa cabeza, debía tener una vida muy dura.

—Eres sin duda un usuratonkachi.

—Teme-san ¡No me diga así!

—Date cuenta entonces, dobe—Lo reto.

Tres.

Dos.

Uno.

— ¡¿Señor Oso!?—pregunto exaltado y no se lo creía.

¡Tenemos un ganador! 

—Vaya, al menos usas tu cerebro para algo.

— ¡No puede ser!—No quería aceptarlo—. Tú no puedes ser mi señor oso.

— ¿Cómo que tu señor oso?—Frunció el ceño—. No soy un juguete.

—No hablo de eso, bastardo—A Sasuke le dio un tic, ese niño debería aprender modales—. Señor oso fue bueno conmigo…yo quiero mucho a señor oso.

El azabache suspiró, eso es lo que no quería. Naruto no le tenía confianza; vamos, que habían empezado con el pie izquierdo. Él también quería mucho a ese mocoso insolente bipolar, ¡Pensamientos estúpidos váyanse de su cabeza! Al carajo su orgullo –después de ese traje, ya no lo tenía al fin de cuentas–, se agachó a la altura y volvió a abrazarlo como el primer día.  

— ¿Qué…?

—Mi cuerpo se movió solo…—Respondió lo primero que se le ocurrió.

— ¡Señor oso!—le devolvió el abrazo sonriendo como siempre.

—Sasuke…

— ¿Eh?—movió la cabeza a un lado, confundido.

—Mi nombre es Sasuke Uchiha.

— ¡Naruto Uzumaki 'ttebayo!—se presentó.

«Esto no es un amor de hermanos, esto es un amor inocente que se debería tener con alguien de su edad» había perdido la batalla.

• ────── d46; ────── •

Un año transcurrió. Un año en donde cierta relación había cambiado. Un año donde…bueno…

— ¡Teme-san!—Un Naruto de doce años abría la puerta de su casa con una sonrisa mientras lo dejaba pasar.

—Hola dobe ¿Esta Iruka-san?—Preguntó, observando el hogar de su pequeño.

—No, salió de nuevo a ver a Kakashi-sensei.

Se sentaron en el sofá para estar más juntos. En el año que se conocieron pasaron por muchas cosas; por ejemplo, con Sasuke, al principio empezó a sentir la necesidad de rozar sus labios con los del niño y por un momento quiso internarse en un manicomio, nadie normal –tampoco que fuera tan normal– piensa esas cosas que alguien a quien le lleva al menos nueve años, sin embargo, con el pasar de meses y dejar de verlo porque se termina la apuesta de Deidara, sintió que algo le faltaba, soñaba con la sonrisa del niño, con la forma de cómo se llevaban y más de una ocasión se veía a si mismo robar las llaves del coche de su hermano. Después de una meticulosa búsqueda y por meticulosa quiero decir el primer test de "¿Cómo saber si estás enamorado?" y curiosamente se le olvido poner que era de un niño… detalles, a fin de cuentas, ¿verdad? Luego de entrar en el modo de negación y darse golpes en la cabeza, por fin acepto que se había enamorado del enano dobe. Ahora el problema era decirle a su familia que era un pedófilo; no, eso sonaba feo, solo era una persona que amaba alguien menor que él.

Por otra parte; Naruto al principio quiso odiar al Uchiha por el engaño que cometió, pero luego de que este le explicara toda la apuesta entendió todo y empezó a admirarlo, sin embargo, con el pasar de meses esa admiración fue convirtiéndose en algo más, quería a Sasuke para él, quería abrazarlo y nunca soltarlo. Eso no le había pasado nunca con Iruka, por lo que empezó a preguntarle un día a su tutor lo que le pasaba; claro está, hablando hipotéticamente. Después de una larga explicación (¿Por qué le mencionó como se hacían lo bebes? Ni idea) descubrió que efectivamente estaba enamorado del azabache, al principio tuvo un poco de miedo porque seguro no era correspondido y lo tacharía de raro, no obstante, era un Uzumaki que se respeta y cito a Sasuke a su hogar para hablar de sus sentimientos.

El resto es historia.

— ¿Quieres comer algo?—Preguntó asomándose desde la cocina.

 —Tomates—Respondió.

—No hay ¡Sabes que odios las verduras 'ttebayo!

—Tú preguntaste, dobe.

Su relación no había cambiado mucho, seguían discutiendo mucho y fastidiándose el uno al otro, aun así se querían mucho. Después de todo era un amorinocente de parte de ambos –aunque no lo crean del Uchiha–, quien dijo que esperaría paciente que su rubio cumpliera los veintiún años para hacerle cosas de adultos; ya saben.

 —Me estado preguntando…

— ¿Tú piensas?—Le dio una sonrisa arrogante.

— ¡Cállate bastardo!—Lo miró con ojos asesinos—. ¿Dónde está el Señor Oso?

—Muerto como mi cuñado—respondió con una sonrisa sádica.

—No deseo saber que le hiciste a Deidara-san 'ttebayo.

—Nada—Se encogió de hombros—. Solo le hice un cambio de look.  

«Te dije que me las pagarías, cuñado travesti» pensó mientras verificaba que nadie estaba en el baño.

Observo el shampoo especial de Deidara y de su bolsillo saco una réplica, por lo que solo tuvo que ponerle la etiqueta del otro. Salió de ahí con una sonrisa de niño bueno para esperar el grito.

— ¡Mi cabello!

Ahí estaba. La venganza era dulce… no, mejor con sabor a tomate.

—Bueno, yo solo quería decirte que…—Titubeo—. Me gustaría verte vestido del Señor Oso de nuevo.

—Ni en un millón de años, Naruto ¡Jamás volveré a hacer esa tontería!

— ¿Por mí?—Decidió usar su "Técnica de ojos de cachorro bajo la lluvia", eso era una vil trampa.

— ¿Por qué?—Desvió la mirada antes de caer.

—Solo quiero recordar cuando fuiste la única persona que me dio un cariño especial—Respondió con una sonrisa.

—Dobe—Murmuró para besar su frente.

Lo admitía, amaba a ese niño y su forma de ser.

• ────── d46; ────── •

— ¿Puedes volver a repetirlo, Sasuke?—Preguntó el mayor pasando sus ojos negros de su hermano menor al pequeño rubio unas cuentas veces.

—Estoy en una relación con Naruto, nii-san.

— ¿¡Que?! Siempre creía que morirías solo y virgen, ¡Nunca se me paso por la cabeza que fueras pedófilo!—Prácticamente Deidara empezó a sacudir a su cuñado.

— ¡No me toques, intento de mujer!—Lo empujo para separarlo.

Naruto solo miraba todo sin decir una sola palabra, se esperaba esa reacción de parte de su ¿concuñado? Sintió la mirada del mayor, con quien se apartó un poco para hablar en privado.

—Naruto-kun ¿Cómo paso esto?—Le preguntó sentándose en el sofá y ofreciéndole asiento también.

—Pues…

Le empezó a relatar de todo lo que paso, de cómo se conocieron, de cómo empezaron a pasar tiempo juntos y como esos sentimientos empezaron a formarse. Itachi lo miraba un poco sorprendido, para la edad que tenía se portaba maduro y asumía que esa relación era un poco peligrosa.

— ¿Cómo se lo tomó tu tutor?

—Al principio no muy bien, quiso llamar a la policía, pero luego de que el teme le explicara sus intenciones conmigo y todo eso, se quedó más tranquilo—Explicó—. Aunque si lo amenazó con no hacerme daño y eso me molestó mucho.

— ¿Por qué? Te está cuidando.

— ¡Me estaba tratando como una niña indefensa!—Se cruzó de brazos enojado.

El mayor rio un poco y acaricio su cabeza, era un buen niño y si Sasuke lo quería de esa manera, no podía hacer nada; si, le advertiría todo y luego ya los dejaría hacer lo que quisiera con su vida. En ese momento entre su esposo con una sonrisa y hablándole a la oreja le explico algo, que hizo que sonriera un poco más.

—Naruto-kun acompáñanos por favor—Pidió.  

Los tres abandonaron el lugar para dirigirse al patio donde solo había puros globos de color naranja con zorros de decoración hasta que en el medio de todo apareció algo de color rosa que hizo al niño derramar unas pequeñas lágrimas y correr hasta el centro.

— ¡Señor Oso!—lo abrazo fuertemente. 

Sasuke le acaricia la cabeza, sonriendo poco bajo la cabeza, sabía que se ganaría unas burlas de su cuñado, sin embargo, por ese mocoso dueño de su corazón haría lo que fuera. Después de ese abrazo tan tierno se sacó la parte de arriba para recibir un dulce beso que si no fuera porque su hermano lo estaba observando hubiera sido un poco más apasionado.

— ¡Teme-san! ¡Una pregunta!

— ¿Qué pasa?

— ¿Me amas aunque sea un niño?—Preguntó escondiéndose en su pecho.

—No me importa qué edad tengas, te amo Naruto.

Ambos juntaron una vez más sus labios con una sonrisa.

• ────── d46; ────── •

Escaneaba con sus ojos negros a su novio, ese era un día muy importante. Su novio desde hacía nueve años, cumplía al fin la mayoría de edad y aunque no se notara, eso lo hacía muy feliz. Tenía en su mano una bolsa llena de ramen que había ido a comprar, así que con toda la delicadeza del mundo, pateó a Naruto para despertarlo.

— ¡Yo puse los tomates del teme en el retrete!—Se despertó de un salto.

Un tic en la ceja derecha apareció, por ese dobe habían ido a parar al excusado y él que había culpado a su perro Kurama de eso. Bufó molesto, luego se encargaría de él, por ahora solo iba a festejar, aunque ni se lo merecía.

—Buenos días, usuratonkachi.

— ¡Buenos días, Sasuke 'ttebayo!—Se abalanzó para darle su beso de siempre.

—Cuidado con tu ramen, idiota.

— ¿Ramen?—Vio la bolsa y su sonrisa se agrando mucho más—. ¡Eres el mejor novio que he tenido!

—Soy el único novio que has tenido, usuratonkachi — Rodó los ojos.

Observó como se demoraba su alimento y acaricio su cabello, un hábito desde que lo conoció y que no tenía la intención de cambiar, su mirada se fijó en el reloj de la mesa de noche verificando que eran las 11: 30 am. Ese día no iría a trabajar; ese día lo pasaría con su novio.

—Hoy cumples veintiuno—Comentó.

—Sí ¿Por qué? ¿Me llevaras a algún lugar para festejar?—Preguntó con la emoción brillando en sus hermoso ojos azules.  

—Mejor…

Empezó a besarlo con lentitud y acostarlo sobre el sofá de dos plazas; había esperado nueve años y no esperaría ni un día más.

— ¡Espera Sasuke!—Intentó detener esos besos de su cuello.

—No.

— ¡Teme!

A pesar de que conocí al Señor Oso, no me arrepiento conocer a la persona detrás del traje, es mil veces mejor. 

Notas finales:

¡Espero les haya gustado!

:DD

¡Sayonara!


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