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Amor Destinado por Alex_Kuran

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen. sólo la historia.


Es mi primer omegaverse, así que espero que lo lean y realmente disfruten de esta historia.

Notas del capitulo:

Disculpen cualquier falla ortográfica. favor leer notas finales.

Título: Amor destinado

 

Sinopsis: Con una guerra avecinándose, Sasuke Uchiha, alfa e hijo del líder de la manada, no tiene más opción que enlazarse con una omega para tomar su lugar como próximo líder.

 

Sellando su destino ante un matrimonio no deseado, se prepara para cumplir con sus deberes. Pero a pocos días de enlazarse con aquella omegs, sus planes se vienen al suelo cuando conoce a Naruto.

 

Un niño rubio de apenas diez años y que resulta ser su pareja destinada.

 

Advertencias: Shota, omegaverse.

 

 

 

CAPÍTULO I

 

 

En el transcurso de los años, extrañas y misteriosas variaciones genéticas se hicieron presente en los seres humanos. Dichas variaciones provocaron que tanto hombres como mujeres presentaran rasgos animales y surgiera su propio animal interno. Aparte de ello, se estableció una clara jerarquía que significaría un gran cambio para toda esa nueva generación y de cómo vivirían a partir de ahora.

 

Los humanos poco a poco fueron desapareciendo y para el final, la nueva generación era la que caminaba por el mundo. Ellos eran conocidos como alfas, betas y omegas. Y creando manadas con referencia a su animal interno, se formaron clanes. Siendo unos más poderosos que otros debido no solo al animal que representaban, sino por la fuerza, inteligencia e imponencia que poseían. Entre esos clanes estaba el Uchiha.

 

Los Uchihas eran mejor conocidos como el clan de las panteras. Ellos superaban a muchos clanes no solo por su poderío, sino porque ente ellos nacían los alfas más poderosos y con notorias habilidades de liderazgo. Entre esos líderes se encontraba Madara, el primer líder del clan. Madara logró sobreponerse por encima de otros y obtener no solo tierras y riquezas, sino el respeto y temor de distintos clanes.

 

Al contraer nupcias con Hashirama, su omega destinado, nació su primer hijo y futuro líder, Fugaku. Y siendo este un prodigio, no resultó extraño que Fugaku tomara el mando de la manada a poco tiempo de alcanzar la madurez.

 

Siguiendo los pasos de su padre, Fugaku fue un líder ejemplar. No solo se apoderó de otras tierras, sino que él hizo lo que nadie nunca se planteó. Que otras manadas se unieran a ellos, provocando que las razas se mezclaran. Pero a pesar de ello, jamás se replicaron sus decisiones. Al contrario, muchos agradecieron tal actuar ya que por ello muchos pudieron encontrar a su pareja destinada, mismas que no precisamente eran pertenecientes de su propia manada.

 

Tras sus primeros años de gobierno, Fugaku en conjunto con su esposa Mikoto, una dulce omega perteneciente a su manada y su destinada, tomaron la decisión de tener sus cachorros. Siendo el primero Itachi, un precioso omega de gran belleza e inteligencia que se había robado toda su atención y afecto.

 

Aun así, para el líder no pasaba por alto el hecho de que tras ser su primogénito un omega, éste no podría tomar el liderazgo de la manada, sino el alfa con el que se enlazara. Así que preocupado por dejar todo lo que logró su padre y él en manos de un alfa que posiblemente no fuera de su manada, optaron por tener otro cachorro.

 

Sasuke, ése era el nombre de su segundo hijo. Un alfa que continuaría el legado de los Uchihas y que estaría por encima de aquellos enemigos que deseaban imponérseles y aniquilarlos.

 

Para su orgullo, Sasuke era un alfa con un talento innegable. Desde temprana edad mostró no solo un talento espléndido en combate, sino un ingenio y astucia que podría superar el de él mismo. Estaba seguro que su hijo lograría cosas que él ni siquiera hubiese imaginado.

 

Pero nunca se imaginó que la pareja destino de Sasuke sería el impedimento para que este tardara años en tomar el liderazgo. Porque al no poder encontrarla, su hijo estaba renuente en tomar el papel que por ley y sangre le pertenecía. Retardando sus responsabilidades y dándole los dolores de cabeza que ni su hijo doncel logró provocarle.

 

 

OoOoOoOoO

 

 

Dejando que la suave brisa alborotara sutilmente sus cabellos, Sasuke se sumergió en sus pensamientos. Ya tenía veinticinco años, una edad por demás aceptable para establecerse como líder y enlazarse con algún omega de su clan pero para sorpresa de muchos, él ni quería hacerlo. No hasta encontrar a su pareja destinada.

 

¿Que por qué se empecinaba en ello? Simple. No soportaba a ninguna omega del clan Uchiha y casi a ninguna de las hijas de aquellos clanes que posteriormenque se unieron a ellos. Les fastidiaba en demasía los intentos de casi todas las omegas de atraparlo con sus feromonas, celos, coqueteos y indecentes propuestas.

 

¿Cómo podría enlazarse a alguna de ellas cuando ni siquiera las soportaba? No cometería tal locura, ni aunque su padre se lo pidiera. Aunque tampoco podía pasar por alto el hecho de que clanes enemigos tenían los ojos puestos en ellos, dispuestos a iniciar una guerra para hacerse de sus tierras. Mismas que aunque su padre había cuidado muy bien, ya era deber de que él ahora lo hiciera.

 

—¡Sasuke!

 

Salió abruptamente de sus pensamientos al escuchar una conocida voz femenina gritar su nombre con cierto tono de alarma impreso en su voz. Por lo que abriendo sus párpados le dedicó una mirada a Karin, una omega del clan de los zorros.

 

—¿Qué sucede?

 

—Te necesitan en la sala de reuniones. Llegaron noticias de uno de los informantes y no son buenas.

 

Tras escuchar aquellas palabras, frunció ligeramente el ceño. Pero dando un leve asentimiento de cabeza, se encaminó con paso presuroso en dirección al cuartel, lugar donde se llevaban a cabo todas las reuniones que tenía que ver con el destino de la manada.

 

Al llegar tras unos pocos minutos después, con la pelirroja a sus espaldas, se adentró al cuartel y seguidamente se dirigió a la amplia sala donde seguramente todos se encontraban reunidos. Apenas había ingresado cuando pudo sentir como todas las miradas se dirigían a él. Algunas cargadas de preocupación y otras de molestia y reproche.

 

—Que bueno que llegaste, Sasuke. —comentó su padre, logrando que la tensión que se había apoderado de la estancia cuando él se hizo presente descendiera un poco.

 

—¿Qué ha sucedido, alfa?

 

Dejando aquella pregunta bailar en el aire, con pasos lentos se dirigió hacia el lugar donde se encontraba su madre y hermano mayor. Posicionándose a un costado de ellos antes de que la voz de su padre se escuchara nuevamentalgúd

—Sé que todos los presentes. —haciendo referencia a los alfas, betas y omegas de mayor importancia del clan Uchiha y los clanes ajenos. —Han escuchado los rumores de un posible ataque por parte del clan Hyuga. Ante ello, envié a un par de alfas de mi confianza para comprobar dicha información. Ambos han regresado y han confirmado que es cierto.

 

Un pesado silencio se hizo presente una vez que su padre explicó ello. Para instantes después escuchar varios murmullos cargados de miedo y preocupación. Su padre era un alfa fuerte, nadie de ahí podría rebatirlo. Pero sabía que muchos consideraban que al ya tener cincuenta años, era un alfa demasiado viejo para estar al poder. Que era hora de que un nuevo alfa más joven y poderoso se hiciera cargo.

 

Con sus desarrollados sentidos, pudo escuchar como varios se quejaban de la situación y de su reticencia en asumir el liderazgo. Incluso pudo percatarse de la mirada que le dirigía su hermano y su madre. Como si le suplicaran silenciosamente que hiciera algo. Y eso haría.

 

—Padre.

 

Se hizo su voz presente, callando todas las voces que lo rodeaban.

 

—Es hora de que asuma mi deber. Tomaré el mando de la manada y los guiaré hacia la victoria si se desata una guerra con los Hyuga.

 

Suspiros de alivio resonaron en la estancia al escuchar como con convicción y valentía el hijo del líder asumía su responsabilidad. Pero aun así, el semblante de Fugaku no había variado a pesar de las palabras del menor.

 

—Sabes que para tomar el mando, es necesario que estés enlazado a un omega. ¿Estás dispuesto a casarte ahora por el bienestar de tu clan y tu manada?

 

Durante unos breves segundos, el azabache vaciló. Aun no deseaba enlazarse a nadie, pero para mantener la estabilidad entren los suyos, lo haría.

 

—Sí.

 

—Está decidido entonces. Pero como se desconoce la fecha en la que seremos atacados, debemos prepararnos. Y eso incluye tu enlace, Sasuke. ¿Tienes en mente a algún omega para que desposes?

 

—Así es. Será Karin Uzumaki, del clan de los zorros.

 

Rostros aturdidos y voces de exclamación resonaron ante tal declaración. En especial de la pelirroja omega, que no podía creer que Sasuke la eligiera.

 

—Muy bien. Comenzaremos los preparativos los más pronto posible, en conjunto la sucesión y el futuro ataque de nuestros enemigos.

 

Tras esa declaración, la pelirroja se acercó con palpable emoción al azabache. Pero antes de poder estar estar cerca de él, el Uchiha negó con la cabeza para seguidamente retirarse.

 

Acababa de condenarse y necesitaba estar solo.

 

 

 

OoOoOoOoO

 

 

Los días se le habían ido como agua entre los dedos. Para su sorpresa, una semana había transcurrido desde aquella reunión en que había sellado su destino. Estaba a cuatro días de llevar a cabo su enlace y no estaba precisamente feliz o emocionado por ello. Hasta había evitado a Karin, no estaba de humor para escuchar sus chillidos de felicidad y palabras de agradecimiento. Y aunque la habia elegido a ella por su amistad, no significaba que albergara algun tipo de sentimiento romántico hacia ella.

 

—Sasuke. —la suave voz de su hermano interrumpió sus pensamientos. —Si estarás tan frío y distante con esa omega, ¿Por qué no cancelas todo?

 

—Es demasiado tarde para eso, Itachi. Además, es lo mejor para la manada.

 

—¿Y lo es también para ti?

 

—¿Eso importa? Si seguía posponiendo esto, surgirían las dudas con respecto al mandato de padre. Hasta se podría haber iniciado disputas por familiares u otros alfas dispuestos a liderar la manada.

 

A pesar de que el mayor sabía de todo eso, conocían también el deseo de su hermano por encontrar su pareja destinada como él lo había hayado en su primo Shisui. Pero parecía ser que Sasuke no tendría la misma suerte.

 

—¿Qué tal si vamos a cazar? —sugirió en un vano intento por distraer a su hermano menor.

 

Sasuke no tenía gran interés en cazar. Pero sabía que solo era una idea del mayor para distraerlo, por lo que aceptó su sugerencia con un asentimiento de cabeza. Así que ambos preparándose, con las habilidades de su animal interno iniciaron una carrera entre ellos en dirección a las tierras más lejanas.

 

Ambos querían alejarse y olvidarse de todos aquellos problemas que se avecinaban, así que como un acuerdo silencioso entre ellos, optaron por aquellas tierras que nadie solía recorrer ya que se alejaban demasiado del territorio, aunque igualmente resultara de su propiedad. Durante largos minutos, ambos corrieron sin descanso hasta adentrarse en un bosque. Era altamente probable que allí encontrarían algún animal, tal vez un siervo o un oso.Para su fortuna, no pasó demasiado tiempo cuando encontraron un enorme oso negro. Y preparados a lanzarse por el, algo detuvo inesperadamente al menor de los hermanos.

—¿Qué sucede? —inquirió el azabache mayor ante el inesperado actuar de Sasuke.

 

Pero este no lo escuchaba. Sasuke estaba más concentrado en aquel delicioso aroma que atrapó y entorpeció sus sentidos. Y en ese breve instante, se sintió envuelto en una bruma de éxtasis gloriosa e tan intensa que su pantera interna gruñó de puro gozo.

 

—Está aquí.

 

Casi con desespero, Sasuke buscó el lugar de donde se percibía ese delicioso olor a lavanda. El exquisito aroma de su pareja destinada. Y sintiéndolo demasiado cerca de aquel salvaje oso, su instinto se desató. Antes de preverlo, se transformó en su pantera y se lanzó en contra de aquel animal. Iniciando una pelea que acabó a los pocos segundos cuando ensartó sus dientes en la yugular del oso con saña por estar cerca de su pareja.

 

Así que liberando de sus fauces al oso, buscó con la mirada a su omega. Sin embargo, estupefacto, se encontró tirado en el suelo y ensangrentado el pequeño cuerpo de un niño de brillante cabello rubio. Sin poder asimilar del todo lo que veía, regresó a su forma humana. Y sin importarle su desnudez, se acercó al inconciente infante.

 

—¿Qué encontraste?

 

La voz de Itachi irrumpió sus pensamientos y lo despertó del sopor en que se había inmerso al no solo encontrar a su pareja, sino comprobar que esta era apenas un niño. Un hermoso niño con cabellos del color del sol.

 


—Mi omega. Finalmente encontré a mi omega.

 

Notas finales:

¡Hola!

 

Sé que dejé varias historias sin finalizar pero como ésta se está escribiendo constantemente, la terminaré sí o sí. Así como pretendo terminar el fic de "Tentación". Y espero que éste fic sea de su agrado y lo suficientemente bueno como para ser motivada aun más para terminar.

 

Así que recibo reviews, consejos, tomatazos. ¿?

 

Bye, bye.


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