Boruto se levantó temprano ese día lunes, ya era un chunin hecho y derecho desde hacía un tiempo, realmente estaba a gusto con su equipo, con su vida, con sus amigos, con su familia ¿y qué decir de su novio?
Mucho mejor, desde que tuvieron su primera vez Boruto se dedicaba a consentir (más de lo que ya hacia) a su pareja, lo quería bastante era lo mejor que le había pasado en su vida.
Justamente ese día estaban ambos en el cuarto del rubio, Mitsuki besaba a Boruto lentamente, sin prisa, todo era paciencia y romance entre ellos. Boruto pasó las manos a su cintura y lo recostó poco a poco en la cama, Mitsuki no rompía el beso por nada del mundo, se estaba sintiendo muy bien, la excitación ya estaba corriendo por su cuerpo.
—¡Boruto ni-chan! —La voz de Naruko se escuchó desde lejos.
Ambos se separaron de manera rápida, Mitsuki estaba sonrojado, quiso reírse al momento de que ya estaban sentados, pero no lo hizo por respeto y por no burlarse de la cara de frustración que ponía su novio.
—¿Qué es lo que tiene esa niña para estar interrumpiendo?
—Sólo es una niña —dijo Mitsuki acariciando la mejilla de Boruto. Quien se puso completamente rojo.
La niña abrió la puerta y observó a su hermano rojo como un tomate, miró a Mitsuki y lo saludó con una sonrisa. El pálido respondió con una sonrisa el saludo de la niña y se levantó de la cama.
—Me tengo que ir, estarás ocupado con tu hermana y no quiero interrumpir.
—Pero... -
—Tienes que acompañar a tu hermana con tu padre, se lo prometiste al señor Sasuke —se cruzó de brazos—, además de que si quiero que estés desocupado en la noche debes cumplir con tus responsabilidades Boruto.
El rubio ya no dijo nada.
—Recuerda que irás a cenar a mi casa, ¿olvidaste acaso que se lo prometiste a mi padre? —preguntó sonriendo.
—¿Te amo? —preguntó con una pequeña sonrisa.
Mitsuki sonrió y se acercó a Boruto, tomándolo de sus mejillas le dio un beso, la pequeña sonrió burlona cuando los vio besarse.
—Nos vemos en la noche —susurró y luego se retiró del cuarto de Boruto despidiéndose de la pequeña también.
Mitsuki caminaba por las calles de Konoha, hace ya días que estaba preocupado ¿por qué? Bien, al parecer su lindo novio no se había dado cuenta de algo muy importante, claro, obviamente él sí lo hizo.
Hace apenas unos meses atrás llegó un chico nuevo a la aldea llamado Denki, su familia era una de las más millonarias dentro del lugar, tenía una de las empresas más grandes de la nación, ellos estaban a cargo de los ferrocarriles que ahora manejaban. El chico se notaba que estaba enamorado de su rubio novio desde que lo salvó de cometer una locura en uno de los ferrocarriles de donde él salió regañado por su madre y su padre, salvó al otro chico. Además, se notaba que el pelinegro veía con otros ojos a su pareja, además no negaría que estaba celoso, pero no le daría la más mínima importancia, no señor.
El peliblanco estaba caminando hacia una tienda cercana para comprarle algo a su novio, lo hacia con anticipación ya que tendrían su aniversario de cuatro años y dos meses en unos días y quería celebrarlo bien con Boruto, digamos que nunca tuvieron una celebración juntos, así que aprovecharía al máximo esta vez.
Solamente una semana. Pensó y sonrió con un sonrojo en sus mejillas, realmente amaba a Boruto como a su propia vida a pesar de que el rubio era un completo idiota.
Era mejor ponerse en marcha.
♦
Boruto observaba como su hermana se ponía feliz y saltaba cuando estaba con su padre, quien encantado al verla la abrazó.
Naruto también extendió los brazos hacia Boruto y esté igual le abrazó.
—Es perfecto cuando vienen a visitarme —dijo Naruto.
—¿Dónde está mamá? —preguntó el rubio menor.
—Está hablando con su tío Itachi —dijo Naruto.
Los hermanos asintieron.
—Que por cierto —dijo Naruto mirando a su primogénito—, debes pasar tiempo con Shikadai.
—¡¿Pero por qué?!
—Es novio de tu hermano y además... quieras o no debemos aceptarlo y asimilarlo, también tu madre creé que es buena idea.
—Pero...
—Nadie te dijo nada cuando comenzaste a salir con Mitsuki ¿o sí?
—Menma comenzó a poner excusas para que yo no saliera con él.
—De todas maneras.
Pero no es buena idea. Pensó Boruto.
Naruko estaba de un lado a otro en la oficina de su padre, Naruto la observaba mientras Boruto mensajeaba con Denki, el nuevo chico al que había conocido ya hace un par de meses, eran buenos amigos, desde el incidente del ferrocarril se comenzaron a conocer mejor.
Denki: ¿Te gustaría venir a comer en una hora?
Boruto se sorprendió ante el mensaje, Denki nunca lo había invitado a comer a su casa, ni siquiera él lo había invitado a conocer a su familia todavía.
Boruto: Me gustaría, pero tengo que llevar a mi hermana a casa todavía y arreglarme para ir a cenar con mi novio y...
Denki: De acuerdo :) no te preocupes, tal vez otro día será.
Mierda. Pensó Boruto. Tal vez una hora que esté con Denki hará daño a alguien ¿verdad?
Boruto: Esta bien, iré a comer, estaré ahí en un rato más.
Dejó el celular unos momentos, cuando volvió a sonar, miró la respuesta de Denki que ahora era una carita más feliz y un simple OK, TE ESPERO.
Boruto se sonrojó ante eso, vaya que ese chico le sorprendía casi todo el tiempo.
—Kumiko, es hora de irnos.
—Quiero quedarme con oto-chan —dijo la pequeña.
Naruto rió.
—Casi no haré nada el día de hoy, me la llevaré a casa un rato más ¿irás con Mitsuki?
—Me llamó Denki, iré un rato con él y más tarde voy con Mitsuki.
Naruto hizo una mueca a lo que Boruto sonrió nerviosamente y se retiró despidiéndose de su hermana y padre.
Espero que no salga mal en su relación. Pensó Naruto.
🔱
Boruto caminó hasta una casa grande (más que la suya) estaba casi del tamaño del Barrio Uchiha, en donde vivía su tío Itachi y su tío Deidara. Tocó el timbre dos veces, una señora de mediana edad abrió la puerta, el rubio sonrió y lo hicieron pasar.
—Ahora baja el señorito Kaminarimon —dijo la señora.
—Sí.
—Adelante.
—Gracias.
Al entrar se quitó sus sandalias ninja y se adentró a la casa, era en serio demasiado grande y espaciosa, sin embargo se preguntaba ¿por qué la repentina decisión de Denki por invitarlo a comer a su casa?
Bueno, no negaría que iba a aprovechar eso, de conocer a los padres del chico y comer un poco antes de ir con su novio.
Denki bajó hasta encontrarse con Boruto, cuando lo vio sonrió y caminó a paso rápido hasta él. Traía puestos sus típicos lentes y su cabello agarrado haciendo que sus mechones cayeran hacia adelante, alrededor de su rostro, traía colocado un traje azul con el símbolo de su clan tras él.
—Que bueno que veniste —dijo el chico de lentes, tomó de la mano al rubio.
—Sí, es la primera vez que me invitas, debía venir —habló el rubio, quien estaba sonrojado.
—¿Te parece si pasamos al comedor? Mi padre y madre ya deberían estar ahí.
Boruto asintió.
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Mientras en su casa, Mitsuki buscaba un kimono entre sus ropas, estaba entusiasmado, si bien la cena la había propuesto su padre realmente era para algo más, a pesar de que su aniversario era en una semana el peliblanco quería ir celebrando, ir "tanteando" el terreno y vaya que lo iba a lograr, si Mitsuki algo sabía era que su novio no se resistía a su cuerpo, realmente sonaba engreído pero nadie podía negar que era bastante guapo.
Respiró profundamente y se decidió por uno color azul (como la ropa que siempre utilizaba), este tenía una cinta con un color azul más fuerte todavía alrededor de la cintura, se vería perfecto en él, lo presentía.
—Bien, este le gustará —dijo el peliblanco.
Colocó el kimono en la cama y bajó para comenzar a preparar la cena, debía tenerlo todo listo.
🔱
—Es muy interesante tener en nuestra humilde morada al hijo del Séptimo —dijo el padre de Denki.
—Muchas gracias señor Kiminarimon —dijo Boruto—, pero realmente es un honor estar en su casa.
—Vaya, que buen muchacho —dijo la mujer sonriendo.
Boruto se sonrojó un poco, claro, no más que Denki.
Comenzaron a comer, la charla se fue extendiendo por mucho tiempo.
Comenzaban a relatar las cosas que hacían, platicaban de cosas pasadas, el padre de Denki hablaba sobre sus ferrocarriles y Boruto escuchaba con atención.
Las horas se pasaron volando.
El celular de Boruto sonó.
—Disculpen —sonrió el rubio y se levantó para contestar, ni siquiera miró quien le llamaba, sólo contestó—, ¿Diga?
—¿Dónde estás? —preguntó Mitsuki del otro lado de la línea.
—Mitsuki —habló Boruto perplejo.
—Quedamos a las siete, son las ocho y media. No has dado rastro alguno de ti, ni siquiera llamaste para cancelar. Mi padre está molesto, y cabe decir que eso es poco para lo que en realidad siente, me hiciste quedar mal.
—Pero no es tan tarde... -
—Tan sólo ve la hora Boruto —dijo molesto el peliblanco.
Boruto giró la cabeza hacia el reloj más cercano, dándose cuenta de que su novio tenía razón... eran las 8:31 pm.
Abrió los ojos en grande, el tiempo había pasado demasiado rápido que habían parecido minutos.
—No, Mitsuki. Voy directo para allá.
—¿Ya para qué? Mi padre ya subió a su habitación —se escuchó un resoplido al otro lado de la línea—, quería que te quedaras a dormir hoy y si te apareces ahorita mi padre terminará por matarte y experimentará contigo. Sólo dime si había algo más importante que yo, como tus padres o hermanos por ejemplo y créeme que lo entenderé porque ellos siempre deben estar antes que yo y te lo he dicho.
—Sí, mi madre me volvió a necesitar, debía cuidar a mis hermanos hoy.
—Está bien —Mitsuki sonrió—, sólo para la otra avísame ¿de acuerdo?
—Sí, Mitsuki te amo.
—Yo también Boruto, y no dudo de lo que sientes por mí ¿nos vemos mañana?
—Sí —dijo Boruto y sonrió.
El peliblanco colgó el teléfono y el rubio se dirigió nuevamente con los Kiminarimon, al llegar solamente se despidió, excusándose de que ya era tarde y debía llegar temprano a casa. Los señores lo despidieron y diciéndole a la vez que cuando gustara podía volver a ir.
Danki lo acompaño hasta la puerta, cuando llegaron Boruto le sonrió y el pelinegro le dio un beso en la mejilla.
El rubio como despistado que era, lo permitió, diciendo que eso era normal entre amigos.
Denki sonrió sonrojándose.
Cuando se retiró completamente de la casa el rubio tomó su celular entre sus manos para mandarle un mensaje a Mitsuki.
Boruto: Descansa, te amo.
Una de las cosas que Boruto no debió haber hecho fue mentirle a Mitsuki, diciendo que estaba con su madre cuidando a sus hermanos. Ese fue el primer error que nunca debió cometer.
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