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Letter'Book por Lady Akari

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Notas del capitulo:

Esto será una colección de One-Shot sobre la pareja YoonTae ^^ Aquí los iré publicando a medida que se me vayan ocurriendo <3

Les dejo con el primero ^3^

El menor respiró hondo y contó mentalmente hasta tres:

- No estoy de humor para discutir –habló Yoongi dándole la espalda mientras sostenía el vaso de agua que había ido a buscar a la cocina.

- Yoongi, yo tampoco quiero discutir, pero tenemos que arreglar esto.

- No hay nada que arreglar Taehyung, te dije ochocientas veces que no me interrumpieras.

- No lo hubiese hecho si me hubieses contestado el mensaje, ¿sabes? –elevó un poco el tono de voz.

- ¿Y no podías haberte esperado, joder? –se dio la vuelta de golpe, mirándolo con auténtica molestia.

Había estado trabajando todas las noches y ni si quiera había podido dormir bien y eso lo ponía de mal humor, porque no conseguía avanzar en nada:

- Yoongi, te lo llevo diciendo una semana –dijo un poco dolido-. Me dijiste que sí.

- Pero no era el momento, ¿entiendes?

- ¿Y cuándo será el momento para ti, Yoongi? ¿Para nosotros?

- ¡No lo sé, Taehyung! ¡No me estreses!

- ¡Solo quería que me escucharas por una vez, Yoongi! ¡Nada más!

- ¡Pero estaba ocupado! ¡¿Qué es lo que no entiendes de eso?!

- ¡Aquí el que siempre tiene que entender soy yo! ¿Alguna vez tendrás tiempo para la relación? Porque parece que eso no te importa.

- ¡El trabajo es importante! ¡No lo puedo dejar de lado!

- ¡Pero a mí sí, ¿no?!

- ¡Por favor, Taehyung, no compares! –gritó sin pensar.

El menor abrió los ojos ante las palabras que le había disparado sin delicadeza alguna. Se mordió el labio ante el nudo que se estaba formando en su garganta e intentó pronunciar una respuesta:

- Solo quería que pasáramos unos días juntos en las vacaciones de la empresa. Que fuéramos a algún sitio donde no estuvieran los chicos, ¿sabes? Llevamos cuatro años y medio de relación y todavía espero que vuelvas a ser el mismo de antes.

Yoongi se maldijo al ver cada una de las lágrimas que surcaban el melancólico rostro de su novio, su perfecto rostro marcado por las duras palabras que no había medido ni tampoco pensado:

- Si tanto te molesta o si ya no significa nada será mejor que lo dejemos ahora, tanto para ti como para mí.

Pero él no quería eso, por supuesto que no. El mayor amaba a su novio con locura, pero era un desastre en la acción de demostrarlo. Siempre lo gobernaba el mal humor y Taehyung había sido el único que lo había soportado y, además, había llegado a entrar en su mundo, aunque eso nadie lo supiera, ni si quiera él mismo:

- Buenas noches, Yoongi –sentenció ante el silencio contrario.

- ¡No! –gritó sujetándolo de la muñeca para impedir su ida-. No, mi amor, no te vayas.

Su novio seguía sin mirarlo, ya que había clavado sus rojizos orbes en el suelo, como si fuera a hallar una verdad oculta:

- Por favor –le acarició la mejilla y le sujetó del mentón para que lo mirase-. Por favor, Taehyung, perdóname. No quise decir eso –confesó con todo el arrepentimiento que sentía.

- Está bien, Yoongi –volvió a apartar el rostro.

- Chicos, ¿todo bien? –apareció Namjoon en la puerta de la cocina.

Taehyung se separó rápidamente, antes de que pudiese sospechar algo y dio media vuelta:

- Todo bien, hyung –le sonrió-. Ya me iba a dormir, buenas noches.

- B-uenas noches, Tae –dijo extrañado.

El mayor se mordió el labio furioso por su inutilidad sentimental y soltó un fuerte suspiro:

- ¿Está todo bien de verdad? Os he oído discutiendo sobre algo –se cruzó de brazos, arqueando las cejas.

- Todo bien –respondió con simpleza para terminar de beber.

- ¿Sabes? Parecéis una pareja, todo el día discutiendo.

La sonrisa de Yoongi se torció de lado y apretó el vaso entre sus dedos:

- ¿Qué clase de tontería es esa?

- No lo sé, pero espero que algún día se lleven mejor.

- No nos llevamos mal –lo miró.

- No es lo que parece, él y tú siempre habéis chocado mucho, desde que entró a la empresa. Siempre ha sido así.

- ¿Tantas veces hemos discutido?

- Bastante.

 

"Y seguro que todas por mi culpa."

 

- Pero sé que podréis arreglarlo como personas maduras. Los amigos hacen eso después de todo, hablar las cosas –acotó.

- Sí –sonrió-. Los amigos hacen eso...

- Buenas noches –se despidió.

Ya era tarde y lo único que había podido hacer era romperle el corazón a su novio. Pero lo cierto era que él no pensaba nada de lo que le había dicho, solo había hablado el cansancio y el mal genio que siempre se tenía que tragar Taehyung.

Ahora que lo pensaba, dudaba si quiera que el menor supiese lo mucho que significaba para él, puesto que nunca puso mucho empeño en demostrárselo, porque no sabía cómo hacerlo. Min Yoongi no se había enamorado de esa forma desde hacía mucho tiempo y, después de cuatro años, pensó que merecía saberlo.

Se pasó la mano por el rostro y suspiró perdiendo la cuenta de cuánto lo había hecho ya. Apagó la luz y se encaminó hasta la habitación del menor, la cual no compartía con nadie, pero la que siempre ocupaban ellos dos, porque su novio le tenía miedo a la oscuridad.

Entro sin pedir permiso, como acostumbraba y sin que nadie lo viera, como era usual. Cuando cerró la puerta, se encontró el delgado cuerpo hecho bolita y enrollado en la sábana de la cama. Yoongi sonrió ante la ternura que siempre le había causado ese acto por su parte, porque eso lo hacía cuando no quería saber nada el mundo y, en este momento, él era ese mundo:

- TaeTae, cariño –lo llamó con suavidad mientras se acercaba a la cama.

- Vete –oyó el sollozo que ahogó contra la almohada.

Bajó la mirada culpable de que ahora estuviese sufriendo por su idiotez. Taehyung era una persona que no se merecía sufrir, para Yoongi, Taehyung se merecía el cielo mil veces y cualquier demonio caería ante él, porque era sagrado, al menos, para su propio corazón.

Su pequeño ángel lloraba y quería dejar de ser el demonio que le cortara las alas:

- Taehyung, mi amor, perdóname. Nunca quise decir eso. No pensé en lo que decía y me dejé llevar por el cabreo. Tú eres lo más importante para mí y... -cogió aire-. Y te amo como no te imaginas. Jamás pensaría en dejarte ni si quiera unos minutos. ¡Por dios! Si cada vez que me doy la vuelta, tienes a cinco a tu alrededor. Desde luego, no, no permitiré eso. Sabes que soy demasiado celoso, pero eso es porque lo eres todo para m...

De debajo de la sábana, escuchó una pequeña y melodiosa risita. Miró como su novio se descubría y esa preciosa curva se dibujaba en los labios ajenos:

- ¿Qué le ha pasado a Min Yoongi de camino a aquí? –preguntó curioso-. ¿Te golpeaste con algo? ¿Te resbalaste?

- Muy gracioso, renacuajo –sonrió-. Pero no, la realidad fue que me di cuenta de que tengo al mejor novio del mundo a mi lado y no estoy respondiéndole como debería.

- Yoongi... -enrojeció de la vergüenza-. No quiero que sea un deber.

- Por supuesto que no lo es, pero sigo aprendiendo a amar y tú eso lo haces mejor que yo –el mayor miró hacia otro lado, creyéndose incapaz de decir lo que había dicho. Ese no era su estilo, pero precisamente, eso era lo que debía de cambiar, su actitud ante las cosas y, por él, lo haría sin dudarlo ni un segundo.

Taehyung se enterneció ante las palabras de su pareja, así que se acercó hasta él y acarició su mano:

- Aprenderemos juntos, porque nos amamos y en eso consiste ser pareja, ¿no? –le dijo con aquella sonrisa resplandeciente.

- Sí –sonrió también-. Desde luego que sí, amor.

- Pues ahora es cuando me besas y me dices lo mucho que me amas –le guiñó el ojo divertido.

El mayor rio y se tiró sobre de él para besarlo con auténtica necesidad, con deseo, cariño y, sobre todo, amor. Taehyung envolvió con sus brazos el cuello del contrario y recibió gustoso la lengua de su novio, empezando su fiel rutina nocturna de amarse en silencio, sin que nadie los viera:

- Gracias por amarme –le acunó el rostro.

- Es un auténtico placer hacerlo, Yoonie –sonrió-. Te amo mucho.

- Cómo el primer día –completó.

- El que se convirtió en nuestro.

- En mío y tuyo –volvieron a besarse con pasión, el segundo de la noche y no el último. 

 


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