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Je' t aime mi petit por KainEDeamonum

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Notas del fanfic:

Aclararé 4 cosas:

1) Intentaré publicar un Capitulo por semana.

2) La historia es una continuación de comic de mi autoria (el cual no esta publicado aún) pero como solo tomaré los personajes creando una historia aparte, se entenderá la historia.

3)personajes, libros, autores e instituciones completamente ficticias.

4) el titulo de esta historia está mal escrito aproposito... 

Ahora si... a leer

Notas del capitulo:

Bueno espero les guste la historia, como era muy largo el capitulo tuve que dividirlo  en 2 ... en la semana estaré publicando la segunda parte. 

El teclado de su laptop sonaba furiosamente, siendo este, casi,  el unico sonido que se encontraba en el ambiente, a no ser, claro está, por algunos murmullos y el tintineo de las tazas al chocar ligeramente con los platos de porcelana; Hansell estaba absorto a su nuevo libro, o bueno, intentando terminar de una vez ese maldito nuevo libro y entregarlo antes de que las clases comenzaran, y así poder trabajar con tranquilidad en su alumnado. Por un segundo, dejó de teclear, ensendió un cigarro y, a la vez que le hacia señas a Grechel para que le sirviera otra taza de café , se puso a releer lo que tenia escrito... no, no habia caso ese manuscrito se resistia a salir, esa maldita historia NO AVANZABA. Hans aspiró fuerte de su cigarrillo  y expulsó todo ese humo con un odio tal que hasta Grech dudó en acercarse a servirle café. 

-No hay caso... Me rindo...- Dijo cerrando el archivo y maldiciendolo por dentro- Grech...

  -Ya voy... no me apures Hans, sino quieres que te quemes con el café- dijo la pelirroja acercandose con la jarra de café a servirle. 

-¿Tienes un tiempo?- Dijo ignorando esa amenaza- Ya sabes, necesito opiniones... 

-Yo paso... sabes que no entiendo nada de lo que escribes... Esos poemas raros...- le dijo Grechell  alejandose. 

-Cierto... Deja, mejor no intento convencerte...-respondió de mal humor. 

Apagó la laptop y la cerró con todo el odio del mundo... bueno, si se rompia quedaban tres meses de garantia aun...O al menos eso creia.

  Sorvió su café y saboreó su cigarro a la vez que miraba por la ventana sumido en una pequeña neblina de pensamientos  sin formas, esperando a que él llegara... A estas alturas esa actitud era como un ritual inconsciente, desde que Hans conoció esa cafeteria, y notó su presencia, era como algo necesario para él, verlo antes de volver a casa...

Núnca se hablaron, y dudaba que tuviera el valor de hacerlo algun día, pero, disfrutaba  ver como llegaba aquel hombre y se disponia a sentarce en una mesa contigua a la suya para sacar un cuaderno de hojas A4, lapiz, borrador y comenzar a dibujar, era interesante ver lo que salia de esas mano... y bueno, siendo sinceros, por más que admiraba el talento del hombre para dibujar... habia otros motivos no tan castos...en si le era imposible que sus ojos no se fueran, era practicamente su fantasia en carne y hueso; más alto y corpulento que él, su corto cabello risado y castaño, sus ojos ambarinos que le recordaban a los de un puma y sobre todo ese rostro latino, que hablaba bastante de pasión... uff era verdad eso que dicen... "los latinos son candentes" sonrió con gracia al pensarlo...

 Suspiró resignado, parece que ese día no vendria, se dispuso a guardar su laptop, pero como se resignaba a moverse todavia, sacó un libro, uno que trataba de un señor super rico, super guapo, afisionado al sadomasoquismo, que enamoraba a una "inocente " jovencita virgen...

 "... mis mejillas se pusieron del color del rojo manifiesto comunista" 

Paf... resonó en todo el lugar cuando él cerró fastidiado el maldito libro... al releer por eneaba vez esa frase... tan absurda, recordó porque núnca pudo terminar ese libro... y si, a su juzgar ese libro  era una patada a la literatura erotica... Pensó en escribir una reseña en su blog sobre esa saga, y justo en ese momento vio por el rabillo de su ojo que cierta persona pasaba a su lado e ironicamente sus orejas se enrojecieron, y sintio que sus mejillas se ensendian... y ¿por qué negarlo? la frase de ese estupido libro se le vino a la cabeza. Entre dientes, maldijo ese libro, y saco su laptop otra vez, para ver si podria escribir o releer algo de lo que hizo, ganar tiempo, lo que sea para admirarlo un rato de forma solapada... de todas formas, tenia que aprobechar, ya que, al fin del verano no tendria mucho tiempo para  venir.

 ...

 Esta vez, Gabriel, no se sentia inspirado para bocetear, fue al café más que nada para verlo a él... a aquel joven que siempre estaba sentado, en una  mesa al lado de la ventana, siempre con un cigarro encedido y un café en la mano, siempre escribiendo, con el ceño fruncido, como si lo que escribiera lo frustrara... Esta vez, iba al café solo para encontrarse con su musa, como solia llamarlo en sus pensamientos y en sus sueños, para perderse un poco en esos suaves rasgos europeos. Para ver ese rostro blanco casi palido; para deleitarse en aquellos ojos verde claro, en definitiba, solo iba para verlo a él y soñar con lo que no se atreveria a hacer núnca.

Hoy solo tenia ganas de verlo, pero claro, tambien de ver si podria avanzar en la lectura de un libro que por fin lo habia podido conseguir. Elijió la mesa contigua como siempre, y le hizo seña a Grech para que tomara su orden (un submarino, y dos medialunas... dulces) a la vez que sacaba aquel libro que Hans llegó a notar a la perfeccion, pero prefirió hacer de cuenta que no vió nada, lo cual no sirvió porque Grech se ocupó de que se enterara al exclamar fuertemente:

 -¿Te gusta Hans A. McCyam? ¿Cómo haces para entenderle?-Le preguntó, haciendo un comentario mordaz agregando una mirada de reojo a su amigo que parecia esconderse más y más en la computadora. 

-Si, es mi autor favorito- Respondió Gabriel haciendo caso omiso a esas intenciones mordacez-  Su estilo es muy sertero para expresar sentimientos, me gusta, porque al ser ambiguo con la situacion en la que escribe me permite sentirme indentificado con el personaje.

Hansell levantó la vista de la laptop y lo miró, por primera vez, directo a los ojos, vio la emoción grabada a fuego en aquellos ojos ambar, exactamente lo que siempre quiso transmitir en sus escritos, esa emoción,  no pudo evitar esbozar una sonrisa agradecida, aunque a mitad de su gesto desvió la mirada porque en si, él no queria que supiera que ese escritor estaba muy cerca suyo... o bueno no aún... además, su orgullo no le permitia demostrarle a nadie que estaba ruborizado. Grech se dio cuenta de esa actitud, e intentó molestar un poco a su amigo...

 -¿Sabes que está en Argentina ahora?

 -Si lo sé, se rumorea que ira a la feria del libro a presentar el ultimo tomo de la saga "Sentimientos"- respondió de forma inocente el joven, lo cual a Hans le recordó su sufrimiento de hace unas horas. 

-Y que dirias ... si te digo que ese escritor está más cerca de lo que vos crees- le dijo Grech tanteando la cuerda, con actitud sadica.

  "Maldita perra" pensó el escritor al darse cuenta lo que su amiga tramaba.

 -Grech...- Llamó Hans, tratando de no mirarla directamente a la cara, porque presentia que la quemaria viva... o al menos eso deseaba hacer.

 -Si... Nene, ahi te doy más cafe- le respondió ella haciendo de cuenta que no pasaba nada.

 -Eh... no te creeria... y aunque asi fuera verdad, creo que no me daria el cuero para mirarlo a los ojos y pedirle un autografo... como algo minimo...

 Hans escuchó eso sorprendido, y sonrió divertido por esa actitud tan inocente y tierna. Bueno.. quizas, antes que termine el verano le intente hablar, pensó. Comenzó a ver la pantalla , más calmado, leyó el ultimo parrafo y sorprendentemente encontró lo que hacia falta para terminar el capitulo...  

Notas finales:

Y esto a sido todo por el momento, espero les haya gustado y espero sus comentarios. 

Nos vemos en la proxima 


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