POV Naruto Namikaze
Si me hubiesen dicho que terminaría a mis 24 años enamorado de uno de mis estudiantes, sin duda jamás les creería. Hasta me reiría de la persona que me lo dijera y además, no dudaría en decir que en la ética que tengo como profesor, el enamorarme de un estudiante no entraría jamás en ella.
Pero actualmente mi ética se fue por un camino sin retorno y lo anterior dicho se fue por el drenaje. Yo Naruto Namikaze, profesor de literatura del prestigioso Instituto de Kohona. Estoy perdidamente enamorado de un chico de 16 años. Mi estudiante. Uno de los mejores. Sasuke Uchiha
—Naruto, no vine aquí solo a verte corregir los exámenes de tus otros estudiantes —Con una pequeña montaña de exámenes a un lado de donde estoy sentado siento los brazos de Sasuke rodear mi cuello y al verlo de reojo veo un pequeño, pero caprichoso puchero. —No hice que mi hermano se llevara a tu padre a nuestro departamento para que tú le prestes más atención a unos exámenes que a tu necesitado y sexy novio.
Necesitado, sexy y tan menor de edad.
Esas últimas palabras deberían darme pavor, pero luego de tantos meses de pelea interna en dejarme o no enamorar por ese precioso chico de cabellos negros y de caminar excitante, ahora solo eran palabra de más y sin tanto peso moral.
—Lo siento Sasu pero solo corrijo esto y mi atención será 100% tuya.
—Está bien —Lo veo suspirar antes de caminar alejándose de mi para sentarse en el sofá que estaba frente mío. Pero ahora, con esa vista no sabía si podría cumplir con lo que hacía.
—Sasu, bebé ¿Por qué solo vistes de una camisa mía? —Sonrió nervioso mientras trato de que mi auto control maneje la situación.
—Tenía calor y tus camisas son muy cómodas.
Este niño. Lo hace apropósito.
—Sé qué hace calor pero no sería mejor ¿qué uses también uno de los muchos shorts que has dejado aquí?
—Umh… No gracias. Así estoy bien —Ver a Sasuke acomodándose más, para no decir, provocándome más. Hace que trague un poco de saliva. Y como no si Sasuke, mi sensual y hermoso estudiante estaba vestido solo con una de mis camisas y acostado boca abajo en el sofá. Donde podía ver sus largas y suaves piernas sin problemas.
Señor dame fuerzas.
Bajo mi mirada hacia los exámenes que tenía en mi regazo, eran pocos y trataba de concentrarme al máximo en ellos, pero mi mirada siempre subía hacia Sasuke.
Suspirando y mandando al carajo mis responsabilidades de profesor, dejo los exámenes al lado del sofá en donde estaba y aflojando mi corbata me levanto de mi puesto y me encamino hacia mi moreno.
Sigiloso y aprovechando que Sasuke en un momento de la espera cerro sus ojos apoyo mi rodilla en una las orillas del sofá y me ubico arriba suyo. Dando un suave soplido en su cuello veo como su cuerpo se tensa.
—Bien Sasu, lo lograste. Ahora tienes toda mi atención bebé –Murmuro sensual en su oído mientras aparto un poco la camisa y beso el cuello de mi moreno.
—Umh, sabía que esta táctica haría que dejaras de ser el responsable profesor Namikaze.
Es un demonio. Sasuke es la personificación del pecado, desde el primer día que lo conocí lo supe pero es un delicioso pecado que me encanta tocar y caer.
Una de mis manos baja hasta una de las piernas expuestas de Sasuke y sin contenerme la acaricio. Su piel suave y aditiva era una de mis perdiciones.
—Umh profesor. ¿Empezará con las lecciones?
Ese juego de palabras, lograba encenderme muy pero muy rápido.
—Hoy tendremos una lección muy divertida y muy necesaria Uchiha-kun —Con una sonrisa le sigo el juego. Levantándome un poco dejo que Sasuke se acomode y quede ahora boca arriba. La sonrisa que me regala es otra de mis perdiciones.
—Muero por recibirlas profesor.
Eso es todo. Sin dejar que el tiempo siguiera desperdiciándose le quito la única prenda que tapaba el delicioso cuerpo de Sasuke y como he de suponerse ahora se encontraba completamente desnudo y a mi merced.
Lamiendo mi labio inferior ante la excitante y hermosa vista me quito mi camisa y desabrocho mis pantalones, no tenía tiempo. Ni Sasuke ni yo queríamos esperar. Nos necesitábamos y mucho.
—No quiero que te contengas Naru —Sus delicados brazos rodean mi cuello atrayéndome a su rostro— Te quiero por completo dentro de mí. Esta semana fue un total infierno para mí estar sin ti.
—Entonces tendremos que recuperar el tiempo perdido Sasuke-chan —Sonrió suavemente y Sasuke me acompaña antes de juntar nuestros labios en un apasionado pero amoroso beso.
Lo amo. Amo tanto a Sasuke. A pesar de que sea un estudiante, nunca había sentido lo que siento por él. Sasuke me da felicidad, tranquilidad, vida, me siento vivo estando con él.
Actualmente nuestra relación no sería muy bien vista, ni menos aceptada por la sociedad. Nuestras edades diferentes y sobre todo nuestra relación de profesor-estudiante será algo que por el momento no será bien recibido.
Pero me vale un carajo. Sasuke Uchiha desde el momento que me rendí ante él, ante su amor y pasión es todo mío.
No permitiré que nadie lo tenga, no permitiré que nadie lo separe de mí. Nadie lo tocará, nadie dejará que nos dejemos de amar.
—Ahh Naruto!!
Sin contenerme y tal como había pedido me adentre en su interior de una sola embestida. Ambos jadeamos por el tan esperado encuentro entre nuestros cuerpos.
Los minutos pasaron y la sala se llenó de gemidos, jadeos, de gritos y de sonidos húmedos. Nuestros cuerpos desenfrenados se encontraban en un caliente y necesitado sentir.
Junto con el ambiente erótico también se puede sentir el amor. El amor que Sasuke y yo nos sentimos. Entre gemidos siempre se escuchaba un “te amo” acompañado del nombre de uno de nosotros.
Los minutos seguían pasando y las posiciones cambiando. Cuando Sasuke y yo hacíamos el amor no mediamos el tiempo ni respetábamos el espacio. En estos momentos me alegra inmensamente que mi padre este con el hermano de Sasuke. Y de seguro, ellos hacían lo mismo que hacemos nosotros.
Teniendo la casa para nosotros solos podíamos tener la más eróticas escenas de sexo. Nadie podía impedírnoslo y ambos los disfrutábamos.
Cuando nuestros cuerpos llegaron al límite, fue luego de una tercera ronda donde pudimos descansar en el estropeado y revuelto sofá. Ambos abrazados y murmurándonos lo mucho que nos queríamos. A pesar que Sasuke no era muy demostrativo de cariño, siempre había la ocasión para serlo. Y esa era una de ellas.
—Te amo Sasuke ¿Lo sabes verdad?
—Lo sé muy bien. Yo igual te amo Naruto.
—¿Sabes que es lo divertido?
—¿Umh?
—Tendremos esta casa solo para nosotros dos este fin de semana
Con una leve sonrisa muestro el mensaje que Itachi había mandado a mi celular.
“No permitas que mi hermano regrese este fin de semana al departamento. Si tú haces eso yo no dejaré que Minato vaya a tu casa”
—Y como buen novio e hijo aceptaste la “petición” de Itachi ¿verdad?
—Por supuesto!! Moriría durante semanas tenerte unos días solamente para mí y gracias a tu hermano haremos eso.
—La verdad no sé quién es más aprovechado si mi hermano o tú. Pero no importa —Murmura recostándose nuevamente sobre mi pecho— Yo igual deseaba estar a solas contigo Naru.
—Entonces —Con uno de mis brazos atraigo más el cuerpo de Sasuke sin desaprovechar la oportunidad de acariciar su suave y descubierta espalda. —Aprovechemos estos días bebé.
Depositando un suave beso en los labios de Sasuke nos fundimos en un abrazo. El cansancio debido por el ejercicio de minutos atrás, nos pasaba factura. Y abrazados en el sofá dejamos que el sueño nos venciera.
Sasuke te amo y siempre estaremos juntos.
Sin importar nada.