Fue en el mes de Julio cuando Byun Baekhyun se le confesó a su mejor amigo y no recibió respuesta, en cambio, Park Chanyeol le ignoraba, pasada de él sin piedad, lastimándolo hasta el punto de no querer vivir más en su pequeño departamento.
Guardando sus cosas en una gran maleta, el pelinegro escuchó el timbre de su teléfono hacerse oír en la cocina. Echó una carrera por él pasillo y fue de inmediato a la cocina. Cogiendo el aparato, vio que era una llamada entrante de su hermano Taehyung.
-¿Tae?
-¡Hyung, Chanyeol me preguntó por ti y no supe qué decirle!
El pulso de Baekhyun se aceleró y lo obligó a tragar grueso.
-¿Dónde estás? ¿S-sigue ahí?
-Con Jimin, Chanyeol se encerró en su cuarto, se veía furioso.
Maldijo apresando su labio inferior entre sus dientes. Sus ojos moviéndose a todos lados sin saber qué hacer.
-Está bien, está bien. Gracias, Tae, cuando llegue a Londres te aviso por Facebook y por favor no le digas nada si te vuelve a preguntar, por lo que más quieras.
-Sí, okey. Cuídate, hermanito, te amo.
-Yo también, dulzura.
Colgó sintiendo de repente ansias, yendo hacia el refrigerador para sacar una botella helada de agua y bebérsela casi de un sólo trago. Jadeó y fue a la sala de estar para seguir empaquetando sus cosas.
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-Creo que deberías de dejar de ser tan infantil. Fue y sigue siendo tu menor amigo, lo estás hiriendo con tu actitud de mierda.
-No puedo, Kris... no paro de pensar en él, me asusta y me pone nervioso.
-¿Y crees que a él no? Baekhyun no es cualquier persona, Chanyeol. Sépalo.
Lo sabía y que le hiciera sentir todas esas sensaciones con tan sólo sonreírle le hacía querer encerrar de por vida en su habitación, si fuera posible hibernaría como oso polar sólo para no verle la cara al pequeño pelinegro.
-Me estoy muriendo aquí sin él.
-Pues ajusta tus pantalones y no seas un cobarde.
Luego de aquella charla con su cuñado, Chanyeol se fue a su casa, encontrándose con su hermano menor y el hermano de Baekhyun viendo películas en la sala. Casi subió al cielo cuando vio al menor de los Byun allí, pero bajó rápidamente al suelo de nuevo cuando le negó cualquier información sobre su mejor amigo. Sabía que había sido un cretino en toda la semana pasada, pero ahora tenía las cosas claras y quería remediarlo.
-Ya, Yeol, estamos viendo películas -Jimin le miró molesto, reprochándole con la mirada el que hubiera asustado a Taehyung con sus insistentes preguntas-. Resuelve tú sólo tus porquerías y deja a Tae quieto. Si Baekhyunee hyung no quiere hablarte es solamente por tu culpa.
-Chim... -el pelinegro trató de calmarlo, y sin embargo, los ojos cortantes de Jimin se lo impidieron.
-Nada, es bastante mayorcito para tratar sus asuntos. Sigamos viendo la película, Tae, ya casi va a terminar.
Byun le envió una mirada de disculpa y obedeció a lo dicho por el pelirrojo menor con algo de incomodidad.
-Maldición -graznó con enojo antes de irse a su habitación y entrar azotando la puerta. Caminó en círculos por todo el lugar como un tigre enjaulado, batiendo su melena pelirroja con furia.
Su deber ahora, primordialmente, era buscar con Baekhyun y disculparse. Cogería el auto de su papá e iría a su casa.
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-El número al que usted ha llamado, no puede ser localizado, por favor com...
Gritó de frustración, pisando el acelerador con más ahínco, esquivando motocicletas, camiones y un sinfín de autos. Derrapó en una avenida y manejó uniformemente lineal, colándose por un complejo de casas tipo casas moderna, un barrio bastante pijo, nada diferente al suyo. Estacionó frente a una en particular, casi escondidas entres dos pinos gigantes. Apagó el motor y bajó del auto rápidamente, corriendo por el caminito de piedras con apuro y estrellando su dedo con insistencia en el timbre.
Marcó de nuevo, recibiendo la misma respuesta de la putísima contestadora.
-¿Por qué demonios apagas tu teléfono, Baek?
Fue a la parte lateral de la casa, donde a través de una pared entera de cristal blindado se podía ver hacia dentro.
No había nada; ni un sólo cuadro, la alfombra o el mantel horroroso que su Baekhyun solía poner.
-No... no, no, no -su rostro se puso pálido y su corazón latió cada segundo más fuerte. Un dolor de abandono creciendo en su pecho-. Baek, dime que no, dime que no te fuiste... -intentó marcarle una y otra, y otra, y otra vez. Salía la misma respuesta. Su teléfono aparecía apagado.
Para cuando se desquició enviándole mensajes, las lágrimas se aglomeraban en sus ojos y bajaban para empapar sus pálidas mejillas.
-Mi Baekie, no... -sollozó, dejando caer su mano con el aparato.
Su corazón dolió con un pálpito y se deshizo en un silencioso llanto, dejándose caer de rodillas al suelo.
Sólo podía pensar...
En que su Baekie se había ido.
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-¡Byun Baekhyun! ¿Qué pepinos te sucede? ¡No me contestabas el maldito teléfono! -su amigo de aula y primo Daehyun venía furioso hacia él.
Rió decaído, poniendo una mirada suave para pasar desapercibido el ardor de sus ojos y el leve tono rojizo de ellos.
-No seas fastidioso, Dae. Lo tuve que poner en modo avión para que no se me gastara rápido la batería -se explicó con voz calmada.
El rostro compungido de su primo se relajó y luego se vio a sí mismo entre sus brazos.
-¿Es verdad que te vas donde la tía?
-Sí, mamá me quiere allá para usarme de modelo. ¿Tae te lo dijo?
-Hace rato me llamó para decírmelo y vine corriendo.
Se separaron y ambos se sentaron en las sillas de la acogedora cafetería al aire libre.
-Entonces... ¿por cuánto tiempo?
-No lo sé... dos años -Daehyun alzó las cejas, casi escupiendo su alma por la sorpresa.
-¡¿Dos años?! ¡¿Tanto?! No te creo. ¿Por qué mi primito querría irse lejos de aquí por tanto tiempo? Aquí estoy yo, Taehyung y Chanyeol.
Chanyeol... lo extrañaba.
Hizo una mueca lastimera, recordando su rostro frío y distante de hace unas semanas. Apretó los labios. Recordarlo le dolía.
-Es que quiero expandirme y dar a conocer mis habilidades para el modelaje, aparte mamá siempre quiso que yo trabajara ella en Londres... habló algo de una exhibición en París -expresó lo último con emoción latente, alucinándose con la idea de tener el honor de desfilar en una prestigiosa pasarelas de las ligas mayores.
-Joder, qué grande es el asunto -el castaño amplió más sus ojos con impacto, sintiéndose feliz por su primito lindo.
-Sí -Baekhyun sonrió-. Es lo mejor que ha pasado.
-¿A qué hora sale tu vuelo? -apoyándose en el respaldar de la silla, preguntó.
-Uhm, a las cuatro.
-Por dios, apenas van a ser las doce del mediodía. ¿Te apetece caminar por ahí mientras tanto?
-Vale.
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-¡Taehyung! -gritó cuando llegó a su casa, sobresaltando a los dos menores que sospechosamente tenían los labios rojos e hinchados- ¿Dónde...? ¿Dónde está Baekhyun? -se acercó a él como una bestia y Jimin se tuvo que parar delante de él para protegerlo.
-Alto ahí, hermano -habló con voz dura.
-¡Y una mierda, Jimin, quiero saber dónde jodidos está Baekhyun! -gritó con los ojos envueltos en llamas.
-Y-yo... -tras Jimin, Taehyung tembló con algo de miedo- no sé si debería decírtelo, él me dijo que no te dijera nada.
-Por favor -suplicó mirándole directamente a los ojos-, dime dónde está, antes de que sea tarde.
Y lo pierda para siempre.
-¿Tae? -el pelirrojo menor apartó a su hermano mayor más de ellos y se volteó hacia Taehyung, llevando su mano a las mejillas de éste para deslizar sus dedos suaves por la superficie- ¿Quieres hablar con él?
Asintiendo en silencio y con un beso casto en sus labios por parte de Jimin, suspiró.
Chanyeol se mantenía al margen de esa escena, pasándola por alto momentáneamente.
-Bien, los dejaré solos por un rato. Hermano, si les hace algo a mi chico -entrecerró los ojos, amenazador-, te picaré las bolas con un tenedor.
Mierda, se parece a mamá éste enano.
-No le haré nada, largo.
Taehyung quiso reír por la actitud de su novio pero permaneció firme sin inmutarse; carraspeando, soltó todo lo que tenía que decir.
-Eres un imbécil, un estúpido y un troll. Heriste a mi hermano con tu idiotez y ahora por tu culpa se quiere ir de aquí hasta el punto de no verte.
-¿Adónde?
-Nuestra madre vive en Londres, tiene una agencia allí de modelaje y publicidad. Antes mamá nos vestía con la ropa que diseñaba y nos llevaba a distintos países para modelar y presentar sus trajes al mundo. Yo me salí de eso, lo mío es el canto, pero a Baekhyun siempre le ha gustado eso; se acostumbró. Él se va a Londres ésta tarde; su vuelo sale a las cuatro -tomó una respiración profunda antes de seguir hablando-. Él te ama como no tienes una mínima idea, así que te sugiero que...
-Que muevas tu asqueroso trasero de aquí y los dejes a sola -Jimin apareció de nuevo, enredando a Taehyung con sus brazos por la cintura en un abrazo por detrás.
-Chimchim, ya -el menor de los Byun se sonrojó.
-¿Y las llaves del carro de papá? Tenía el de mamá pero se ha quedado sin gasolina.
-Ten -el pelirrojillo se las lanzó y Chanyeol las cogió en el aire para salir corriendo-. Ahora tú y yo -Jimin le dio la vuelta a Tae para tenerlo cara a cara y aproximarse a sus labios-, tenemos mucho tiempo para estar solos.
Y Jimin cubrió sus labios con los suyos, llenándole de amor.
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-¡Baekhyun! -gritó llamando la atención de cientos de personas. Dae, que aún estaba con el nombrado, lo hizo voltearse de una sola y mirar al gigantón que lucía cansado, desesperado y pálido- ¡Baekhyun!
El escuálido cuerpo del pelinegro se crispó y su corazón sufrió taquicardia con tan sólo ver a su mejor amigo ahí parado, a tan sólo catorce metros de él.
-Es hora, primito lindo -Daehyun tomó sus hombros y les dio un apretón de aliento-. ¿Te irás sin atreverte a verle la cara por última vez o hablarás con él para ver qué tiene que decirte? Esto tal vez cambie ti opinión, no tendrás otra oportunidad.
-Yo...
-¡Baek! -Chanyeol logró verlo y echó carrera hacia ellos dos, esquivando a las personas en su camino. Daehyun sutilmente le depositó un beso en el cabello y se alejó lo suficiente como para pasar desapercibido y largarse de ahí con una sonrisa.
-Channie -soltó con voz quebradiza. El pelirrojo llegó hasta él y sin pensárselo dos veces lo envolvió fuertemente entre sus brazos, arropándolo con si cuerpo, sintiendo el alivio correr por sus venas y calmar el bombeo errático dentro de su pecho.
-Mi Baekkie, nunca me vuelvas a hacer esto -suplicó con voz floja pero firme-. No te vayas nunca más así de mi lado.
-Pensé que me habías comenzado a odiar cuando te confesé mis sentimientos -murmuró y con enojo se separó del cálido cuerpo para mirarlo furibundo-. ¡Eres un cretino! Te odio, no sabes la angustia que yo pasé todas éstas malditas semanas por tu culpa. ¡Me ignorabas, me mirabas mal, me lastimabas! ¡Te odio!
El rostro del pequeño pelinegro se contrajo de dolor y el primer sollozo se dejó oír.
-Cretino... ¡eres un cretino y por eso te odio! -había comenzado a darle golpes fuertes en su pecho, llorando como una nena. Sus mejillas se habían tornado rosas por el esfuerzo- Cretino, cretino, cretino, creti...
-Te amo.
-Cretino...
-Te amo.
-C-cretino -sus ojos se abrieron como platos y su anatomía completa quedó paralizada. Alzó la vista y se encontró con esos ojos-. ¿Q-Qué?
-Que te amo, maldita sea -lo agarró de las muñecas, importándole poco estar montando un espectáculo-. Desde ése día no puedo parar de pensar en ti, me traes loco, Baekhyun.
-Ch-Chanyeol -su boca se cerró y sus ojos de nuevo se cristalizaron-. No juegues con algo así, no conmigo -Baekhyun rogó.
-No entiendes -apretó el agarre-, eres un bebé llorón -sus manos grandes se deslizaron de las muñecas delgaditas del más pequeño, dejándolas caer y se movieron por todo el brazo hasta llegar a las mejillas húmedas del hombrecito-. Te amo, Baekkie. Lo estoy haciendo demasiado.
Inclinándose un poco hacia abajo, juntó sus frentes y dejó un pequeño beso superficial en los labios ajenos.
-T-también te amo, Gru.
-Hey -gruñó con diversión, despegándose-. No soy Gru, tú eres un Minion.
-Soy tu cosita enana y amarilla, ¿a que sí? -y sonrió verdaderamente después de tantos días metido en mierda negra.
-Bebé llorón -le devolvió el gesto y por segunda vez unieron sus labios, profundizando el beso cuando tímidamente sus lenguas se tocaron y dieron rienda suelta a una íntima caricia.