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Blue: Cruel intentions por ritsuka10

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Notas del capitulo:

Les recomiendo leer el primer capitulo nuevamente ya que actualice algunos detalles.

 

El sonido de la regadera callaba los gemidos escapando por unos delgados labios, las embestidas provocaban que un cuerpo se pegara a los azulejos, uñas se clavaron. Los gruesos labios de DaeHyun comenzaron a besar un cuello de tonalidad canela, sus manos se posaron sobre unas caderas para aumentar la potencia de las estocadas, se fundieron en un potente beso. El alfa trataba de contener la respiración pero se perdía en el abismo del orgasmo al sentir suaves dedos masturbar su miembro, pegó la frente en los azulejos húmedos.

DaeHyun besó el cuello, dejó marcas rojizas en los hombros tenía prohibido marcas zonas visibles, echó la cabeza hacia atrás, se encontraba al límite era su segunda ronda esa cálida mañana, debía aprovechar ya que su amante últimamente se encontraba algo quisquilloso. Los dos personajes llegaron al ocaso de su lujuria cuando un liquido blanco bajo por las largas piernas del alfa, quien tuvo que ser sostenido por el mayor para no caer al piso. DaeHyun lo arrinconó en la pared, cero las llaves de la regadera, le dio un beso en la comisura, la barbilla, la mejilla, continuo hasta llegar a su oído.

 

—Cariño no vayas a trabajar. —Susurro mordiendo el contorno de su oreja.—Vamos a la cama a jugar.

—No, detente. —Contestó serio el alfa, esa mañana tenía una importante reunión no podía darse el lujo de faltar por un capricho de DaeHyun.—Muévete.

 

YoungJae arrempujo un poco al mayor para alejarlo y deshacer el agarre, con un ligero movimiento dio por terminados los mimos, tomó la esponja para terminar de bañarse ignorando la figura de su compañero quien cada día se sentía más como un adorno que otra cosa. DaeHyun trataba de entender la situación de su amante, comprendía su miedo al no revelar su relación pero en esas cuatro paredes estaban solos ¿Por qué esa actitud tan distante? Lo miró salir de la regadera sin dirigirle la palabra o una mirada, no le perdonaría tratarlo de esa manera.

 

DaeHyun salió molesto del cuarto de baño para seguir  a su pareja, lo detuvo del brazo al momento que se disponía a sacar unas prendas, esa no sería la primera pelea en el último mes, de hecho debía ser la tercera en la semana, algo realmente extraño en los 2 años viviendo juntos, nunca se habían enfrentado tanto como en los últimos días.

Los amantes se conocieron de adolescentes, tendrían unos 10 años, pasaron una larga temporada compartiendo habitación en aquel internado de élite, escondido en las montañas de un país en Europa. El beta consiguió una beca pero la salud de sus abuelos y los costosos gastos lo obligaron abandonar el colegio para volver a Corea y hacerse cargo de un pequeño negocio Familiar.

El chico de cabellos bicolores trato de besar al alfa pero este negó categóricamente apretando los labios, en ese momento hacía un típico berrinche dando a entender que estaba cansado.

 

—¿Qué te sucede? .—Le cuestiono tomándolo con fuerza de la barbilla y obligarlo a mirarlo a la cara.—Entiendo tu estrés por ser el nuevo CEO pero últimamente llegás con un pésimo humor .—Acercó sus labios dulcemente, la punta de sus narices se rozaron.—¿Qué quieres que haga para verte feliz?

 

El moreno beso la comisura de esos labios, guardó entre sus brazos ese cuerpo, aún húmedo, fue tierno al besarlo, acercó su nariz, sus frentes se tocaron, lo trataba como la pieza de cristal que era, temiendo que si cometía un error este huyera. Temía tanto perderlo, todo en él le pertenecía.

 

—No puedes hacer nada para ayudarme.— El menor dio un paso atrás para zafarse del agarre.—Eres un beta que nunca entendería mi posición como líder.

 

Las palabras dolieron, el tono usado fue soberbio, conocía ese tono altanero  con el que Jae trataba de humillar  a clases inferiores, durante la época de colegio fue un auténtico bastardo, enervado con el sabor del poder..


Durante su niñez Jae fue un egocéntrico mocoso quien creía que por  pertenecer a la mejor casta tenía el derecho de pisotear a otros, los miraba sobre el hombro, criticaba aquellos que no seguían las reglas de segregación, era soberbio y vanidoso. DaeHyun tuvo que pelear día con día para ganarse la confianza de tan nefasto espécimen pero después de conocerlo descubrió que era dulce, amable y un tanto inocente.  El beta  golpeó la superficie del mueble a veces sentía que perdía terreno frente a las responsabilidades del alfa, su relación se debilitaba, Jae no era un niño manipulable al que podría hacer cambiar de idea, poco a poco se convertía en su padre sin poder impedirlo.

 

El director Jae Bang terminó de cambiarse con suma seriedad, levantaba la barbilla orgulloso, no se disculpará ante su comentario, fatal pero realista. Su amante era una alma libre no atado a sus deseos biológicos, sin cargas sociales de un apellido,  era un estúpido soñador que le dificulta su trabajo  día con  día, él era su debilidad, el secreto que tanto escondía de su padre.  

 

DaeHyun terminó de cambiarse también ignorando a su amante, una punzada abarcaba su cuerpo, le lastimaba pensar que ya no era atractivo para YoungJae o que este lo fuera abandonar ¿Qué haría si Jae no lo amaba? ¿A dónde iría si el único hogar conocido eran sus brazos?, el miedo lo devoraba desde el interior, no recordaba el pasado, ese oscuro sin la presencia de su amado alfa. Al bajar al primer piso decidió evadir ese pasillo que llevaba al comedor  y se concentró en llegar  a la cocina.




JunHong escuchaba por la puerta que llevaba al comedor la voz de YongGuk, parecía haber llegado en la madrugado solo a dormir un par de horas, se levantó a bañar y después bajó a desayunar. Observó cuando una de las empleadas llevaba el pastel de chocolate, su corazón saltó de emoción, él deseaba servirlo en la mesa pero sabía que no le estaba permitido estar en presencia de YongGuk si este no lo requería. Un sonoro ruido apareció, la grave voz del alfa resonó por todo el comedor asustando a los presentes.

 

—No me sirvas.— El hombre de cabellos negros le gritaba a la empleada provocando que el plato cayera al piso..—Odio el chocolate.—La mujer trató de justificar su error diciendo que Jun lo había cocinado.—No me importa.

 

El mayordomo obligó a la mujer devolver el postre a la cocina, se disculpó por el error cometido, con venenosa voz inició un discurso donde recalca que últimamente ese omega se tomaba atribuciones no relacionadas a su casta, parecía alardear ser amante y por lo tanto debían servirle. YongGuk chasqueo la lengua, para él los omegas eran una casta floja, perversa y manipuladora, usan sus encantos biológicos para someter a otras castas a sus caprichos, su padre muchas veces se lo demostró, “Los Omegas son juguetes sexuales que ambicionan dinero, son pordioseros anhelando lujos por los que no quieren trabajar por eso abren las piernas”.

 

 

DaeHyun observó como Jun salía de la cocina abatido por la contestación, lo siguió hasta verlo entrar por una puerta que llevaba a  un el jardín donde se encontraba un laberinto formado por arbustos. Los alfa eran petulantes, creían que el resto de la raza humana no los merecían, se idolatraban como Dioses del Olimpo que descendieron a la tierra por un castigo divino y fueron condenados a estar rodeados de inferiores mortales.

 

JunHong tomó asiento en una esquina del laberinto, qué estúpido era al pensar que para Guk él sería diferente, él era un alfa que cometió un terrible error al morderlo, no tenía sentimientos por él, simplemente un carnal deseo causado por un ciclo biológico.  Apretó fuertemente los párpados para no llorar, muchos años atrás se prometió no hacerlo, no sentirse miserable por acciones de otras personas. El beta arribó a un lado de su amigo para darle ánimos, a veces cuando lo miraba a la cara parecía que su propia se reflejaba en esos brillantes ojos, aunque no lo confesará ambos pasaban por lo mismo. No eran apreciados.





YoungJae salió al jardín, con una mirada activa buscó la figura de DaeHyun, el beta generalmente mataba tiempo en el jardín cuando peleaban. El alfa se sintió como un miserable por tratarlo de aquella forma tan despectiva, deseaba poder transmitir sus emociones de una mejor manera pero su orgullo, vanidad lo sobrepasaba, sus manos temblaron, juró no convertirse en su padre pero no podía, era imposible frenar su propia naturaleza.

El chico indeciso por preguntar por la ubicación del jardinero dio un par de inútiles vueltas sobre la misma área, el acto no pasó desapercibido por Baekhyun que salía a despedirse de los dueños.

 

—El joven Jung está en el jardín con el omega.— Comentó en tono venoso el mayordomo lanzando la mirada un punto lejano.— Adora estar con él, parece estar ansioso de encontrarse para . ..

 

—Cállate.—Le grito el pelinegro dirigiéndose al estacionamiento donde un auto lo esperaba, el menor de los Bang se sentía traicionado.—No necesito conocer detalles.

 

La atención de YongGuk fue atrapada por ese grito y después volvió los ojos a la pareja que salía abrazados por la puerta del del jardín, chasqueo la lengua. “Guk no olvides que los omegas son perras en celo, no le importa quien se los haga, disfrutan con cualquiera, nunca confies en esa sucia casta. ” las palabras de su padre últimamente cobran más sentido “Los alfas son racionales, hasta los betas pero los omegas son emocionales, se dejan llevar por su naturaleza” apretó las manos formando un puño, ya cometió un error  al inicio en querer  confiar en ese mocoso,  pero lo traicionó.

 

—Mi hermanito debe estar muriendo de celos.— Murmuró en tono frío a su mano derecha, quien asintió malévolamente.— Espero se le quite el capricho.— Nuevamente regaló una desdeñosa sonrisa a ese retrato, el beta y omega lucían como una tierna pareja de enamorados.—Solo son zorras que ahogan nuestras ganas.

 

Caminó en dirección a su automóvil tratando de borrar aquella imagen de su cabeza, detestaba esa sonrisa en el rostro de ese omega, pegó su cabeza con el vidrio de la ventana, fue tan estúpido al morderlo aquella noche, se odiaba a sí mismo por haber sido tan salvaje, tan primitivo para que su instinto ganara. La conexión con un sucio omega era un castigo por haber actuado tan impulsivo, él quien siempre calculaba cada movimiento fue puesto en la trampa de un vil miembro de una casta tan inferior. En inicio creyó que fue un error pero cada día estaba seguro que ese omega le tendió una rastrera trampa.

 

 

 




HimChan buscaba en su closet  algo de ropa para dársela al chico que minutos había despertado, las prendas que originalmente traia el omega consistía en un camisón negro transparente y panties femeninas. El diseñador  sacó un pantalón deportivo junto a una  playera blanca, estaba seguro que le quedarían grandes pero no contaba con ropa de una talla menor, más adelante saldrían a comprar algo aunque debía inventar una historia para justificar la presencia de ese nuevo individuo en su vida.  

 

El chico de cabellos blancos miraba fijamentes a su “dueño”, emitió una  franca sonrisa, se aplaudía a sí mismo por lo  afortunado que fue al ser elegido por alguien tan hermoso, él nunca fue guapo, ni bonito, los clientes que lo compraban eran betas y/o alfas caídos en desgracia, hasta omegas que contaban con suficiente dinero para pagar por sus servicios.

JongUp era un omega que fue dado como garantía por su amante a un dueño de un casino, cuatro años antes. Su pareja lo dejó olvidado y el hombre de negocios lo termino vendiendo a un burdel para recuperar algo del capital perdido. La pasada noche algo inusual pasó cuando ejecutaba su show de baile, un lindo y amable alfa lo compró, no supo las razones solo descubrió que a mitad del sexo lo mordió, creando un lazo.

 

—Puedes usar esta ropa.— Comentó el hombre dejando las prendas sobre la cama.—¿Te lastime?.—Estiró la mano para tocar unos moretones en las costillas, entrecerró los ojos, esas eran viejas marcas.—¿Qué te pasó?

 

—Un cliente no quedó contento, dijo que era demasiado feo para él.— Mencionó con una mediana sonrisa.—Creo estaba  muy borracho Sr Kim  anoche.— Se acomodo al borde de la cama..—No se percató que soy horrible.

 

HimChan quedó sorprendido por la honestidad en el tono usado, no era alguien que quería despertar empatía con su tragedia, ese chico hablaba como total seguridad, en un tonto impulso el hombre lo guardó en sus brazos, era tan delgado, parecía una  frágil pieza de cristal  listo  a romperse. HimChan era débil, de un corazón demasiado tibio, su padre le reprimió desde la infancia su sensibilidad, lo acusaba de ofender a su clase al ser tan empático, su prometido también le creaba broncas por su carácter tan maternal y cálido.  

 

—Eres hermoso.—Le susurró el mayor dándole un beso en la frente.—Ahora ve a bañarte para después ir a desayunar,  muero de hambre.

 

El chico bajó de la cama para tomar las prendas y dirigirse al baño con las mejillas teñidas de un suave carmín. HimChan se dejó caer de espaldas sobre la cama, por quinta vez ignoro el sonido de su teléfono móvil, no quería hablar con YongGuk, seguía molesto, frustrado y herido por su frialdad hacia su relación.

Lo engaño de una forma tan vil, era la tercera llamada perdida, conocía lo estricto que el CEO era con su tiempo, no insistiría más por esa mañana hasta el siguiente día. En un inicio le pareció enigmático que un alfa, como el heredero de los Bang se fijará en él, era distante pero amable, calculador pero educado, tantos defectos causado por su apatía  a mostrar emociones pero abierto aprender un nuevo lenguaje.

El hombre de cabellos negros se abrazó a sí mismo nunca antes YongGuk le falló, siempre fue directo al confesar su falta de conocimiento para expresar sus sentimientos, le fue fiel, desde el instante que se comprometieron su relación fue monógama y exclusiva. ¿Qué vio en ese omega? ¿Porqué se dejó dominar por sus instintos? sus cuestionamientos se callaron al ver salir a una figura detrás de una puerta.  

El diseñador se levantó para admirar a ese chico, sus ojos parecían estar cerrados, mostraba sus dientes frontales a causa de una tímida sonrisa. El hombre automáticamente imitó el gesto.  

EL diseñador Kim también desconocía que sucedía con ese chico delante de él, por sus impulsos emocionales agregó un nuevo personaje a ese drama, ahora él como Guk crearon lazos con individuos inferiores. En ese momento no deseaba toparse con su prometido, el tiempo le daría la respuesta que necesitaba para armarse de valor y confesar su error. Mantenía la fe en arreglar los agujeros en su relación, si en verdad estaban destinados a estar juntos iban a superar este percance.







Un hombre de cabellos lanzaba una bola de papel dentro de un cesto de basura, llevo las manos a su cabeza para desordenar el perfecto peinado,  se puso de pie sacudiendo los brazos para liberar el estrés generado esa mañana, no podía enfocarse en el trabajo, no después de haber llamado de esa manera a DaeHyun. Caminó hacia el escritorio para sacar su teléfono móvil e ingresar rápidamente a la aplicación de mensajería, tecleó varias palabras pero al segundo las borraba, no sabía cómo pedir disculpas por milésima vez sin sonar cliché. Una imagen arribo a la conversación abierta, eran dos chicos de cabellos rubios sonriendo, ambos perdieron una apuesta y se tiñeron el cabello del mismo tono.

 

foto daejae

 

El señor Bang rapó a su hijo ese verano, cuando lo miró cruzar la puerta con tan escandaloso cabello, lo arrastró al baño donde tomó una rasuradora y lo rapo sin piedad, el adolescente trató con todas las fuerzas de escaparse, suplicaba que parara debido a que le causaba heridas pero el hombre no se detuvo hasta terminar de borrar cualquier rastro de cabello. SeungHynn  después obligó a su hijo a asistir a diversos eventos donde la gente no paró de burlarse, señalar, cada noche en ese verano el menor lloró amargamente en su habitación, ese junto a miles incidentes más le causó un terrible miedo a desobedecer a su padre.

YoungJae nunca le dijo nada a Dae sobre el incidente, le avergonzaba recordar las humillaciones vividas por ese rebelde acto.  

 

DaeHyun: “Te quiero, desconozco el peso que debes cargar a causa de tu apellido, sé que no quisiste sonar egoísta. Cariño siempre estaré para ti. ”

 

El Director tomó asiento, sus dedos delinearon las formas de la foto, quiso contestar el mensaje con una frase romántica, palabras cursis como en el pasado pero un recuerdo lo detuvo. “Mientes” sus labios delinearon la palabra sin sonido,  “Llegaré temprano a casa para cenar. ” la contestación fue fría como hace unos meses en adelante se volvió su costumbre.  Golpeó la superficie de la mesa de madera de caoba, quería olvidar aquella imagen que hace un mes carga sobre su conciencia, no fue culpa de DaeHyun, él solo contesto a su instinto. Ese asqueroso omega era el causante de sus problemas, deseaba tanto que su hermano se deshiciera del lazo,  que enviará a la calle a ese sucio bastardo. Golpes en la puerta captaron su atención, permitió el ingreso de un sujeto alto y cabellos negros azabache.

 

—¿Qué sabes de Kim? .—El Director cuestiono a su asistente que tomaba asiento frente a él. —¿Le contaste la verdad sobre el lazo de mi hermano con el omega? .—El chico asintió con una sonrisa.—Se lo advertí a YongGuk.

 

Los hermanos Bang nunca se llevaron bien, el patriarca los crío para continuamente competir entre ellos, no debían formar lazos fraternales sino ser rivales para demostrar quién era el mejor. Guk era custodio de Jae y viceversa, se reclaman mutuamente si cometen alguna falta, crecieron desconfiando uno del otro.  

 

foto jaebum   

 

JaeBum era un alfa, asistente personal del Director Bang, asistieron juntos a la Universidad en el extranjero. Sus familias eran buenas amigas, ambos ambicionaban los mismos logros. El alfa siempre vio en Young su pareja perfecta, unir sus apellidos sería un avance para su apellido.  






JunHong movía las caderas al ritmo de la música, ese era su escape personal desde niño, las melodías callan las voces oscuras que tratan de devorar su cordura, su cuerpo expresa con movimientos los sentimientos que no pueden escapar por su boca. Los labios se mueven, el sonido no aparece, aprieta los ojos para imaginarse en un mundo lejos, el inmenso cielo azul está arriba cubriendo el extenso horizonte, el olor a hierba llega a sus fosas nasales, los zapatos se hundieron en una verde capa de pasto. Da vueltas, gira, entonces el aire golpea sus brazos abiertos, es libre por primera vez, como siempre lo soñó, no hay cadenas atándolo a una cama, es capaz de moverse al ritmo de las notas musicales.

 

foto jun dancind

 

YongGuk camina por los largos pasillos, se deshace del nudo de la corbata, el saco fue abandonado en el asiento trasero del auto, se detiene frente a una puerta, da un par de golpes pero no recibe respuesta, molestó por no ser atendido se atreve abrirla, todo dentro de esa casa le pertenece.

Observa a ese personaje contonearse sin música, hay veces que sospecha que es un ángel bajo la piel de un bastardo omega, recuerda las palabras de Baekhyun, las imágenes mostradas, es mentira, es un lobo escondiéndose en el disfraz de un cordero. Era una zorra dispuesta abrirle las piernas cuando está en celo a cualquiera, la idea lo agobiaba, detestaba lo que ese omega lo obligaba a experimentar. No caería por un ser impuro, se lo prometió a su padre, él sería más fuerte.

YongGuk se dirigió a la figura,  lo tomó del brazo para lanzarlo a la cama, el chico de cabellos castaños quedó absorto por haber sido sacado de su mundo de fantasías tan bruscamente. Las miradas de los protagonistas se eclipsaron al cruzarse. El hombre mayor atacó el cuello, sus manos se deslizaron por la camisa para desabotonarse causa de la presión.

Notas finales:

Espero les guste, espero apoyen a los conejos en el nuevo comeback!! me gusto la canción pero REWIND es mi favorita!!ç

 

espero les guste el fic, MCUHAS GRACIAS POR LEER! GRACIAS 


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