Gritos y respiraciones agitadas se escuchaban a lo largo de un amplio pasillo, JungKook estaba muy asustado, no quería estar ahí, para nada. Ni mucho menos quería vivir, lo odiaba, al igual como se odiaba a sí mismo y a la gente ignorante de su alrededor.
- ¡Por favor!.-rogó una vez más, obviamente, sin ser escuchado por nadie nuevamente.- ¡Déjenme en paz!
- ¡Eres un puto cerdo!.-le gritaba uno de sus perseguidores, Park JiMin, aquel estúpido chico que se creía el rey del mundo, es un simple inmaduro.- ¡Las personas como tú no deberían existir!
- ¡Sólo eres un pedazo de mierda!.-grito Kim NamJoon. Todo era una mierda, ¿por qué nadie comprende?, él no pidió nacer así.
- ¡Eres un asco!, ¡deberías morir!.-le grito esta vez un chico castaño, Kim TaeHyung, él era uno de los mejores amigos del menor. Era...
- ¡Lo siento!, ¡lamento ser como soy!.-les grito arrepentido si dejar de correr, sus piernas flaqueaban, sentía que sus piernas en cualquier momento le fallarán por la ardua carrera que se estaban tomando los cuatro muchachos.
Solo están perdiendo su tiempo en algo insignificante como yo, pensó el azabache.
Subió las escaleras de su escuela con desesperación encontrándose nuevamente con otro pasillo, aquello se significaba que tendría que correr nuevamente.
A la vuelta del pasillo se encontró con el baño de varones, no dudo en entrar, lo hizo y entro en un cubículo
Tenía tanto pánico, su mente no articulaba a la perfección lo que estaba haciendo y mucho menos lo que estaba pasando que por accidente, había olvidado que no había cerrado con pestillo la puerta del cubículo y ya era muy tarde para hacerlo.
- Por favor... no.-suplico, se puso de cuclillas, cerro sus ojos ojos por un instante y respiro hondo.
NamJoon tomó sus muñecas con brusquedad.- ¿Qué demonios me harán...?.-pregunto, entro en pánico, solo espero lo peor al no recibir respuesta.
JiMin tomó su cabeza y la hundió frenéticamente en el inodoro, repitió la misma acción repetidas veces.
TaeHyung neutralizo sus piernas ya que trataba de golpear al más bajito de los cuatro, el menor sintió sus dedos hundirse en la fina piel.
Las finas risas de los tres muchachos resonaban por todo el lugar, era tan frustrante.
Por un instante JungKook quedó libre, pudo respirar, solo por ese instante, nuevamente tenía la cabeza metida en el inodoro.
Luego de un rato lo soltaron. No pudo evitar toser, y esta vez si, lo dejaron completamente libre, solo por el momento...
NamJoon pateó su pobre cuerpo contra el suelo y comenzaron a darle una paliza como siempre.
Golpes iban y venían, sentía su cuerpo doler, sentía como cada huesos de su cuerpo sonaba estrepitosamente con cada golpe, cruelmente.
¿Por qué?, ¿Por qué no podía hacer nada?, ¿Por qué no podía protegerse?, claro, era obvio. Tenia mucho miedo.
Podía gritar, pedir ayuda, hasta incluso podía culpar al grupito por hacerle bullying, pero no lo hacía, porque también tenía miedo.
- ¡P-por favor... N-no me go-golpeen!.-grito tratando de protegerse con sus brazos pero solo fracasaba.
- ¡Eres inservible!.-le grito JiMin con repudio.
- ¡Das asco!.-añadió NamJoon.
- ¡Tu existencia no vale la pena!.-hablo por último TaeHyung.
Se odiaba, por no ser como los demás, por ser un "enfermo"... simplemente lo odiaba.
JiMin, NamJoon y TaeHyung se fueron al rato dejando al joven tirado en el suelo, completamente inmóvil.
Torpemente se levantó del suelo y salio del baño. Tan pronto como sonó la campana para receso, camino por el amplio pasillo y bajo las escaleras apresurado.
Las personas que salían de sus aulas lo miraban extrañados, él solo los ignoro. Se dirigió a la enfermería de la escuela lo más rápido posible, no quería que algún profesor lo viese en ese estado o se metería en graves problemas.
- ¿Y ahora que te hicieron esos bandalos?.-pregunto Jin, el enfermero de la escuela, al verlo entrar con el rostro con restos de sangre y pómulos hinchados.
- Sólo me golpearon, nada grave.-dijo sin mucho interés.
- ¿Nada grave?, Pff... ¿Tratas de defenderlos?.-pregunto con una sonrisa burlona.
- Claro que no.-bufo molesto.
- Deberías hacer algo, no puedes quedarte de brazos cruzados.-le dijo en tono serio.
- Puedo pero no quiero.-dijo con una pequeña sonrisa fingida.- Sabes como son, no puedo hacer nada...
- Deberías defenderte.-lo regaño.
- No se como hacerlo.-dijo con voz neutra, se sentó en una camilla mientras Jin se le acercaba con una bandeja de algodón y alcohol.
- Deberías aprender.-le sugirió, se sentó a un lado suyo.
- No valdrá la pena.-sonrió, el contrario rodó los ojos resignado.
Soltó un pequeño grito al sentir el ardor del alcohol cuando hizo contacto contra las heridas en su rostro.
Toqueteo las heridas con el algodón mojado en alcohol, le ardía pero solamente era un ardor leve.
Puso un poco de pomada con cuidado para las heridas.- Listo.-le sonrió.
- Gracias...-le devolvió la sonrisa.
Ambos de distrajeron son el sonido de la puerta abrirse.- ¿JungKookie?.-dijo su nombre, sabía perfectamente de quien se trataba.
- ¿Qué quieres?.-le hablo indiferente. TaeHyung lo miro dolido.
- Es mi horario de almuerzo.-mintió el mayor de los tres.- ¡Nos vemos!
- Yo...-comenzó diciendo en tono triste.- Realmente lo siento...
- No te preocupes.-desvío la mirada a otra parte.- Ya no tiene importancia.
- Claro que la tiene.-gruño molesto.- No estoy bromeando realmente, lo siento.
- ¿Qué quieres de mi?.-pregunto con el ceño fruncido.
- Sólo quiero que me perdones.-le rogó.- Nada más...
- Entonces, te perdono.-bufo molesto, TaeHyung hizo una mueca.
- No lo dices con sinceridad.-lo regaño.
- Oh vaya. ¿Quieres que te perdone?, ¿a ti?, ¿a la persona que me trata como una mierda y me golpea todos los días?.-fingió una sonrisa.- Jodete, Kim TaeHyung.
- Eres malvado.-hizo un mohín.
- Lo dice la persona menos indicada.-gruño molesto, se levantó de la camilla y lo miro fijamente a los ojos, con odio.- Pierdete.-dio media vuelta.
- Volvamos a ser amigos.-el más joven abrió los ojos como platos y lo miro con sorpresa.
- ¿Disculpa?, ¿Tu y yo, amigos?.-pregunto con ironía. El mayor asintió.- Vete a la mierda.
- Por favor.-insistió.- Realmente te necesito.
- Yo no te necesito.-se cruzó de brazos y frunció el ceño.
- Siempre te ame...-murmuró con una pequeña sonrisa penosa.
- No demuestras lo mismo cuando me golpeas...-dijo molesto.
- Realmente lo hago.-añadió.
- ¿Tu crees que yo pedí nacer así?.-le pregunto molesto. Ambos se miraron a los ojos, accidentalmente, TaeHyung fue el primero en aportar la mirada.
- Lo siento...-el azabache cerró los ojos ojos y dio un último suspiro antes de salir de la enfermería.
***
JungKook al llegar a casa, trato de evitar a todos, sabía cómo era su madre, se daría cuenta en cualquier momento que le ocurría algo a su pequeño hijo.
Subió las escaleras de su casa, apresurado, se metió en su habitación.
Se lanzó en su cama y rompió en llanto. Lloro lo más silenciosamente posible, odiaba verse débil a sí mismo, de verdad, no lo soportaba.
¿Como era posible odiar tanto a alguien?
"Siempre te ame...", recordó lo que había dicho el castaño, se lo esperaba, en realidad, la mayoría de las veces se lo decía, solo una mentira, dura y cruel.
"¡Eres un puto cerdo!"
"Das asco..."
"Estas enfermo"
"Tu existencia no vale la pena"
"Eres sólo un pedazo de mierda"
Se repetía una y otra vez, eran las mismas palabras que le repetían una y otra vez la gente de su alrededor, también solía decirse lo mismo, era la realidad.
Y aunque sea una sola vez en la vida, hay que afrontar la realidad.
Sus ojos comenzaron a arder, sentía un nudo en la garganta y su almohada estaba empapada por sus lágrimas. Luego de un rato largo de llorar, se durmió profundamente.
Realmente no valía la pena existir, todo el mundo era una maldita mierda. Era tan insignificante.