—No lo haré Naruto.
— ¿Por qué no? ¡Es una experiencia hermosa 'ttebayo!—reclamó el rubio, molesto.
—Es estúpido—argumentó Sasuke cruzando los brazos.
Ambos se miraban con ojos asesinos, ninguno daría su brazo a torcer y dejar qué el otro dijera que hacer. Si se preguntan qué pasa, es mejor que vayamos un poco más al pasado para descubrirlo.
— ¡Seré el rey de los tomates!—grito un pequeño Sasuke mirando muchos tomates alrededor suyo.
Okey, quizás no tanto al pasado (la narradora siente una mirada vengadora) sino a lo que ocurrió hace unas dos horas. Naruto Uchiha —aunque prefería Namikaze— estaba de lo más tranquilo viendo una película extranjera en su televisión comiendo una torta de chocolate en el sofá cuando de repente en la TV, la pareja protagonista decidió hacer una grabación de sus momentos de los meses de embarazo.
— ¿Grabar?—tocó su barriga de dos meses, pensando en una idea.
¿Olvidé mencionar que es un doncel? Bueno, tampoco es que importe mucho. Retomando el punto anterior, se puso a analizar los pros y contras y por analizar quiero decir que se puso a buscar si tenía una cámara de video, dándose cuenta que sí tenía ¡Listo! Ahora necesitaba a su marido para empezar, esperaría tranquilo que regresara de su trabajo para preguntarle —obligarle—a que participe, sin duda tenía buenas ideas. Luego de pensar todo eso decidió ir a comer un poco de shirako acompañado de helado de mariscos ¡Toda una delicia! (nótese el sarcasmo), sin embargo, no era su culpa…
¡Era del teme!
Si, culparía a su esposo en vez de su hijo. Es un buen plan.
— ¡Estoy en casa!—escuchó la puerta de la entrada cerrarse y unos pasos.
Bien era la hora de decirle su gran plan a Sasuke, lo vio acercarse al sofá con su característico semblante que cambió al ver el plato a medias que tenía, poniendo una mueca de asco. Naruto, omitiendo eso, corrió para darle un cálido beso aunque no pudo porque terminó chocando con una mano.
— ¿Por qué hiciste eso, bastardo?—preguntó, sobándose la nariz.
—No me vas a besar hasta que te cepilles los dientes.
— ¡Pues no lo haré 'ttebayo!—abrió la boca y boto su aliento para que el otro lo oliera, posteriormente sonrió como niño inocente— Ups.
—Tienes suerte que estés embarazado porque si no te golpearía.
—Y yo te lo devolvería.
No era momento de pelear, tenía que decirle lo de grabar, sin embargo, no pudo porque corrió hacia el baño para devolver su delicioso antojo. Sintió las palmadas de Sasuke en la espalda, al menos eso lo estaba ayudando. Cuando sintió que su estómago estaba vacío, pudo levantarse al fin. Odiaba esa parte del embarazo ¿Por qué demonios pasaba eso?
—Todo es tu culpa teme.
—Yo no era él que rogaba porque lo hiciera sin condón.
—No molestes—desvió la mirada, no quería admitir que tenía razón.
Al menos el azabache lo ayudo a pararse y poder caminar al sofá donde se sentó a tranquilizarse un poco antes de que le diera algún antojo más hasta que recordó lo que debía hacer, así que usando su estrategia número uno —entiéndase por ponerse más "sexy"— se acercó a su querido esposo para acurrucarse. Lo miro con ojos ¿tiernos? También con rapidez le dio un pequeño beso para que no le reclamara del aliento. Si eso no funcionaba usaría otra técnica, los ojos de cachorrito en la lluvia a veces funcionaba.
— ¿Qué quieres Naruto?
— ¿Cómo sabes que te voy a pedir algo?—lo miro extrañado.
—Nunca te pones así a menos que quieras o uno, algún antojo, o dos, que se te haya subido la calentura—respondió.
— ¡Pues para tu información no es ninguno de los dos, teme!
— ¿Ah no?—levantó la ceja, extrañado. Algo nuevo se aproximaba y tenía un mal presentimiento— ¿Entonces…?
—Bueno…—era ahora o nunca— Pues antes que tú llegaras estaba viendo una película y en ésta los protagonistas graban sobre los momentos del embarazo ¡Por lo que decidí hacer eso también!
Por eso es que tenía un mal presentimiento, si es que ese dobe cuando se le metía algo en su cabeza hueca no había nadie que se lo quitara —quizás su suegra—, lo mejor era pararse y huir (se siente una mirada asesina) quiero decir, caminar en dirección contraria y encerrarse en el cuarto a jugar con su mano derecha ¡Buen plan Sasuke! Justo iba a levantarse sintió que lo agarraban de la manga de su camisa. Sus ojos negros observaron a su esposo y sintió miedo.
—Te quedas, he dicho.
—Tch—no quería pelear y terminar durmiendo en el sofá, Dios sabe cuánto.
—Cómo iba diciendo hasta que te quisiste ir, quiero grabar los momentos desde que nos conocimos hasta el nacimiento del bebé.
—No—respondió simple, no iba a formar parte de eso.
— ¡Teme!
Y nos trasladamos al presente donde Sasuke seguía sin querer y Naruto ya se estaba cansando ¡Ni amenazarlo con dejar de tener sexo funcionaba! No quería usar ese plan, sin embargo, era lo único que quedaba. Era ahora o nunca. Si de algo le había enseñado su madre de cómo engañar a un Uchiha era tocar justo en donde más le dolía, es decir, su orgullo. Se levantó y empezó a caminar hacia la ventana, el azabache frunció el ceño, no se esperaba esa reacción.
—Yo pensé que me amabas—su voz se notaba triste.
— ¿De qué hablas, idiota?
—Pensé que te importaba Menma 'ttebayo.
— ¿Quién carajos es Menma? Porque si es él bebé, ni muerto llevará nombre de comida—dijo molesto, su hijo no se llamaría así.
— ¡Siempre te quejas de mis antojos o de lo que me pasa! ¿Es que no soy lo suficiente para ti?—se giró para verlo con lágrimas en los ojos.
Bufó, si algo odiaba —aparte de los dulces— era ver que el rubio llorara, simplemente no lo soportaba, por eso cuando hace dos semanas comenzaron sus cambios de humor prefería irse a otra habitación que verlo llorar por cualquier tontería.
—No me quejo, simplemente se me hacen estúpidos e irrazonables.
— ¡Bastardo tenías que ser!—siguió llorando más—. Ya me decía mi padre que no me casara contigo 'ttebayo ¡Itachi-san era mucho mejor, él si me comprendería!
Se estaba desesperando y terminaría huyendo a otro continente.
— ¡Cálmate!—grito para luego suspirar—. Si te amo, me importa nuestro hijo o hija y no, ni loco te dejaba que te quedes con mi nii-san.
— ¿Entonces...?—titubeo— ¿Aceptarías hacer los videos 'ttebayo?
—Si no me queda otra opción, dobe—acepto resignado.
Y como por arte de magia las lágrimas desaparecieron y se lanzó a su amado para abrazarlo con fuerza.
—Era mentira ¿verdad?
—Exacto ¡Y que fácil caíste 'ttebayo!—no pudo evitar reír, era tan gracioso.
Enserio, si Naruto no estuviera embarazo ya le habría dado un golpe, aunque de pronto una sonrisa maliciosa se formó en su rostro, quizás podía darle otro tipo de golpe, pero claro; que no doliera mucho.
—Claro usuratonkachi, empecemos a grabar.
— ¡Hurra!—se separó un poco— Deja voy por la cámara de video.
—Como quieras—aceptó.
El rubio salió corriendo para traer el aparato ese que terminó en las manos de su esposo y con sumo cuidado lo llevo a la habitación principal, cerrando la puerta con llave. Hoy nadie los fastidiará.
—Empezaremos grabando un buen porno, dobe.
— ¿Eh? ¡No! ¡Aléjate!
—No, así que más te vale que gimas mucho—se empezó a quitar la ropa.
— ¡Sasukeee!