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Egocentrismo is Gay por Ewah Yeong

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Notas del fanfic:

Hola nuevamente regreso son otra historia que tenia estancada pero ya!!!! tiene pies y cabeza :) espero les guste el primer capitulo!!!!

Notas del capitulo:

Espero les agrade, solo disfruten y no olviden dejar su rr

Era una mañana muy estresante para cierto moreno, que tenía toda la agenda apretada para el resto del día, primero la escuela, era una pérdida de tiempo completamente para él, después una tediosa junta con unos ancianos decrépitos y avariciosos que de uno u otra manera querían quitarle su empresa, como siempre lo intentan encada “junta”, en la noche un condenado evento social de recaudación de fondos, odiaba estar rodeado de tanta gente que solo eran unas lame bolas, o bien querían acostarse con él o sacar otro beneficio monetario.

 

Iba metido en su pensamiento cuando arribo al salón muy temprano como de costumbre, cuando después de entrar se dio cuenta que no estaba solo, encima del pupitre de cierto rubio se encontraba este mismo con la camisa a medio poner mientras que un Dado le metía las manos en el pantalón masajeándole el trasero, mientras se daban tremendo beso, tan metidos estaban en lo suyo que no escucharon cuando el moreno entro al salón.

 

-Genial! Dos putos maricones para rematar!- decía fastidiado más para sí mismo que para los otro dos, que solo se separaron rápido al escuchar como el moreno dejaba caer sin delicadeza su hermoso portafolios sobre su pupitre.

 

-Buenos Días Kaiba!-decía feliz de la vida Duke mientras  se limpiaba la saliva escurrida fuera de su boca por culpa del cachorro, -Duke!- decía el rubio dándole a entender que no hiciera enojar al moreno, era obvio que ese día estaba de peor ánimo.

 

-Buenos Días- respondió sin ganas, para completar –y no se me acerquen, me dan asco los maricones!-, tenía que poner un límite, de haber sabido que el perro era un desviado jamás se le hubiera ido encima a golpes como la mayoría de las veces, su cuerpo se tensó ante ese pensamiento, acaso el perro lo hacía a propósito para tenerlo a él encima?, oh! Por Dios!!! Ahora todo tenía más sentido, desde ese momento  todos se quedaron en silencio mientras el salón se llenaba poco a poco con los alumnos.

 

Kaiba vigilaba  al perro y a Duke, aunque el dado no era peligro jamás se metía con él, pero el perro, EL PERRO!!! Ahora cómo demonios pasaría los días sin molestar al perro, seria todo tan aburrido y monótono, pero de por medio estaba su integridad sexual, se sentía acosado, sentía que en cualquier momento el rubio le saltaría encima, Seto suspiro y se masajeo la sien ante sus estúpidos pensamientos, como demonios se ponía así solo porque vio al perro y al dado, los vio… los vio… DEMONIOS!!! LOS VIO DANDOSE UNA CALENTADOTA!!! Ni él había tenido un faje así de intenso como se veían esos dos. Se levantó tratando de mantener la calma y salió rumbo al baño a despejarse la mente con un poco de agua fría sobre su rostro.

 

Quien se imaginaria que el moreno le tuviera pavor a los homosexuales?, si se lo hubieran dicho a él eso antes, los hubiera callado con un puñetazo en la boca, pero ahora que estaba en esa situación sentía  náuseas y agitación.

 

Para la desgracia del moreno el timbre del receso sonó y solo vio como cierto rubio entraba al baño, se tensó nuevamente y lo miro por el reflejo del espejo.

 

-Qué pasa?- lo miraba Joey con molestia mientras se ponían en el lavamanos aun lado de Seto, -Aléjate de mí marica- solo dijo el moreno también en tono molesto.

 

-Agh!, es por eso!?, jamás creí que fueras homofóbico Kaiba!- le respondía mientras se enjabonaba las manos con coraje para irse a comer.

 

-Ahora entiendo tus desplantes y tus mañas!, maldito perro pervertido- le reclamaba el moreno  mientras se ponía a una distancia prudente del rubio inconscientemente.

 

Joey se molestó mucho y se le acerco, cada paso que daba el rubio era un paso que el moreno retrocedía hasta tocar la pared, Joey corto la distancia sin pasar de su área personal, puso una mano a un lado de la cabeza del castaño que lo veía con el ceño fruncido, no voltearía su rostro, eso sería darle demasiado poder al perro sobre su persona.

 

-Mira maldito presumido!- le soltaba con enojo, -No te hagas muchas ilusiones!- mientras se alejaba de él y se cruzaba de brazos para luego mirarlo con una sonrisa burlona, -No me gustas niño bonito, no eres mi tipo!... y por cierto, no soy gay, soy bisexual! Idiota!- y daba media vuelta para dejar al moreno descolocado y ofendido?.

 

Apretó sus manos, como se atrevía ese maldito perro en decirle a EL! A SETO KAIBA! Que no era su tipo!!!?, si el tenia a hombres y mujeres tras de él!, como era que ese perro osaba burlarse en su cara y sobre todo dándole a entender que no era ni guapo ni atractivo para los de su género, si él se sabía que era guapo y atractivo, muy atractivo!, demasiado atractivo!, le cobraría muy caro a ese perrito maricón su osadía, ya verían al final si no era su tipo, cuando lo tuviera comiendo de su mano lo mandaría al diablo.

 

Ahora su Orgullo tomaba el primer puesto, tenía que limpiarlo, así tuviera que llegar hasta las últimas consecuencias con ese perro maricón.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Al día siguiente Seto decidió  llevarse su auto, ese día daría inicio su plan “Atrapar al perrito maricón y hacerlo tragar sus palabras”, se estaciono fuera de la casa del rubio, para su sorpresa salió demasiado temprano de su casa y decidió seguirlo en silencio hasta un puesto de revistas donde se quedó esperando a que llegara un camión a dejarle una paca de periódicos.

 

Lo siguió por todas las calles donde repartió los diarios y notó que esa era la razón por la cual llegaba tarde, sin mencionar que unas cuadras antes de la escuela le ayudaba a una ancianita a abrir el puesto de su casa y desayunaba rápido lo que le ofrecía la amable viejecita.

 

-Muy conmovedor Wheller, pero ni tus buenas acciones te salvarán!- se decía para sí mismo, al ver al rubio partir, lo siguió las 3 cuadras en su auto antes de cerrarle el camino con este.

 

-Pero que demonio!!!, maldito animal fíjate por donde manejas!!- decía el rubio alzando su puño de manera amenazadora contra el “inconsciente” que casi lo atropella.

 

-cállate perro y súbete- le decía muy sin pena el moreno, mientras le abría la puerta.

 

-no pienso ir contigo, estás loco si crees que subiré!- decía muy molesto, pero una palabra que jamás creyó escuchar de los labios del moreno lo descolocó.

-Lo siento Wheller- Dijo el moreno esperando esa reacción del rubio, Joey no daba crédito, -¿Perdón? No escuche bien Kaiba, ¿Por qué te disculpas?, ¿qué mosco te picó?- preguntaba aun sin poderlo creer, Kaiba disculpándose y no solo eso con él! Con Joey Wheller, el perro, el que odia por ser gay.

 

-Sé que lo que he dicho ha estado mal- reconocía el moreno, obvio sin ningún rastro de humildad, haría que ese maldito perro maricón callera a sus pies, así tuviera que ser la persona más educada del mundo.

 

-No seas hipócrita, ¿Que pretendes Kaiba?- tanteaba el terreno el rubio, nada bueno podía salir de Seto Kaiba, por lo menos no con él.

 

-¿Me aceptarías un helado, una comida, una ida al cine, un paseo?, lo que tú quieras ¿cómo una disculpa?- decía el moreno mientras pisaba el acelerador para hacer ruido.

 

-ya te dije que soy bisexual, mas no por eso me debes de tratar como una mujer!!!- respondió el rubio molesto.

 

-vamos Wheller, se hace tarde para la escuela, te llevo y en la tarde te invito a ir donde tú quieras. Que dices?- poniendo la sonrisa más simpática que podía tener en su repertorio.

 

El gato tenía razón ya se estaba haciendo tarde, total le aceptaría el aventón ya en la tarde se las ingeniaría para inventar una y mil escusas para no salir con él.

 

Subió al auto del moreno pero como nuestro cachorro es tan ingenuo y siempre que piensa que tiene el control sobre lo que sea que esté relacionado con Kaiba siempre se equivoca rotundamente.

 

Kaiba sonrió maliciosamente cuando el rubio término por cerrar la puerta del carro, rápidamente puso el seguro, al cual no se abriría hasta que él no lo permitiera. Arranco haciendo que las llantas rechinaran en dirección contraria a la escuela.

 

-espera!, adonde demonios vamos?- preguntaba desconfiado el rubio, pues era obvio que ese no era el camino.

 

-es un atajo para ir a la escuela- decía muy sin pena el moreno.

 

-no me mientas maldito infeliz, a donde me llevas!?- decía ya un poco más exasperado el rubio, sabía que Kaiba era peligroso, y si su homofobia lo llevaría a hacerle algo a su persona, tenía miedo, si! Tenía miedo de que el maldito gato ese lo llevara a algún lugar donde estén sus matones y lo golpeen, no sería la primera vez que el rubio tuviera algún tipo de percance con esos gorilas.

 

-a callar perro!- ordeno y no dijo una sola palabra más, ignoro completamente al rubio desesperado que llevaba sentado a un lado de él. –Te va a gustar- completaba en voz baja.

 

El rubio solo atino a ponerse como pudo el cinturón de seguridad, pues ese gato loco iba demasiado rápido para su gusto, se vio a si mismo siento llevado a una enorme bodega en el muelle, uno de esos contenedores enormes tenía un portón eléctrico por el cual pasaron con todo y vehículo.

 

Era espacioso y un poco oscuro, casi no entraba la luz del sol, solo unos cuantos rayos como para mostrar que estaba casi vacía, esperaba ver por algún lugar los guardaespaldas de Kaiba pero al parecer solo estaban ellos dos, solos, eso hizo que un escalofrió recorriera su espalda.

 

Bajaron ambos adolecentes del auto y el rubio pudo divisar el único mueble que había en ese enorme lugar.

 

-eres un maldito enfermo Kaiba!- le decía con coraje, pues solo había una enorme cama King size,  al voltear a encarar al castaño, este lo tomo del cuello por la espalda mientras con su otra mano libre le inyectaba rápidamente una sustancia en la yugular.

Notas finales:

Pobre Joey, no se porque nunca aprende que con Kaiba no se juega!!!

 

saludos!!! espero actualizar pronto :)


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