Siglo XII; Comienzan las cruzadas y las batallas son numerosas.Las luchas no tienen fin y muchos señores dejan sus hogares y propiedades abandonadas o a merced de sus esposas.Es un tiempo donde es costumbre el matrimonio sin amor y casarse por amor es imposible para los adinerados.El amor es algo que está solo al alcance de los pobres.
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La habitación está inundada por un silencio y una paz increíbles.Esta paz que siempre ha inundado el castillo se vuelve soledad para Víctor desde que Javier se fue a la guerra junto con el resto de los vasallos.Normalmente no se preocupaba tanto porque sabía que Javier era un buen guerrero pero...¿No tardaban ya mucho?
Mira por la ventana hacia la caballeriza de los vasallos y se sorprende alegremente de que por fin estuviera ocupada.Inmediatamente escucha los pasos de Javier,sabe bien que son los de él...desde hace algún tiempo había aprendido a diferenciar todo lo de Javier.
Escucha como su sirviente toca con los nudillos en la puerta de madera y contesta:
-Podéis entrar sirviente.
En seguida se apresura a disimular la evidente alegría en su rostro,no puede mostrarse débil ante Javier.No debe.
Su sirvienta entra y presenta a Javier ante Víctor:
-Sir Javier de Riont vasallo fiel y capitán de la armada señorial.
-Está bien,ya podéis retiraros sirviente.
El sirviente sale de la habitación y cierra la puerta tras de sí.En cuanto la puerta se cierra Javier se arrodilla ante Víctor y pide permiso para dirigirle palabra:
-Dejadme hablar con vos mi señor os lo ruego.
-¿Ya estamos otra vez?Estoy harto de decirte que me hables de tú y no me vuelvas a hablar como si fuera una dama de la corte.
-Pero,mi señor...
-Pero nada,y levanta del suelo.
Javier se levanta del suelo y espera que Víctor ordene.
-¿Vuestras órdenes mi señor?
-¡Déjate de bobadas¡ Y dime:¿Por qué habéis tardado tanto en regresar de la lucha?
-Nos retuvieron en la batalla mi señor.
-¡Cómo me vuelvas a llamar señor no respondo de mí!
-Pero...
-Dí mi nombre.
-Pero...
-Dilo.
-Víctor.
Víctor acaricia con un dedo los suaves labios de Javier.Los mira con deseo mientras que,a las mejillas de Javier,sube un rubor evidente.
-Habéis estado un mes fuera...
-Lo siento,no pudimos venir antes,pero Víctor...
Víctor aspira el olor del cuello de Javier,ese olor tan familiar,ese olor que durante ese largo mes tanto había anhelado.Besa suave y brevemente una de las leves heridas de Javier.
-Ahhh...
-Espero que no me hayas traicionado...
-Sabes que nunca sería capaz.
A pesar de que Javier se toma las palabras de Víctor muy seriamente sabe que en ellas hay un cierto retintín,esperando que Javier admita que es de su propiedad y no por que lo digan las leyes del cruel rey que en esos momentos gobierna.
Víctor lame sigilosamente los labios de Javier,se deleita con su sabor.Javier entreabre los labios dejando el espacio justo para la lengua de Víctor.Víctor introduce la lengua en la boca de Javier y juega a regalarle mil placeres.Las manos de Víctor viajan por las rasgadas ropas de Javier librándole de ellas para acariciar su piel y poseer su cuerpo.Víctor mira el cuerpo desnudo de Javier y acaricia con suavidad la ingle muy cerca de su erecto miembro.Javier se estremece con cada caricia que Víctor le regala.Javier se arrodilla ante Víctor y le libra de las molestas ropas,apresa el miembro de su amante entre sus manos y lo empieza a lamer con fiereza acogiendo pronto en su cálida boca la dureza deseada.Javier se coloca cuidadosamente detrás de Víctor y le penetra lentamente para hacer luego más rápido el movimiento y embestir así con más fuerza.Los gemidos de Víctor son acallados por los muros de piedra mientras Javier le masturba.Mientras cae la noche Javier vierte al fin su esencia en el interior de Víctor y cae rendido en el éxtasis.Los cuerpos caen extenuados uno sobre otro sumergiéndose en un sueño profundo.
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