Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amando como dioses por Fany no Hime

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Itachi Uchiha no era un hombre que estuviese relacionado con el amor, es más, dudaba que aquello realmente existiera. Y pensaba que quizás debía acreditar aquello a su infancia pobre en afecto y las decepciones que le habían seguido.
 
Itachi había nacido dentro de una de las familias más privilegiadas de Grecia, siendo hijo del prominente político  y empresario Fugakū Uchiha y su primera esposa, una modelo extranjera llamada Mikoto.
Su infancia, que ante los ojos de Itachi había resultado ser demasiado corta como para disfrutarla, había estado marcada por la ausencia e indiferencia de su padre, quien a pesar de expresar el orgullo que sentía por su hijo con frías palabras,era demasiado orgulloso como para mostrarle afecto. Su madre, a quien Itachi había tachado de hipócrita e interesada, había estado demasiado ocupada gastando todo el dinero de su padre que le fuese posible antes de que este perdiera su interés en ella, como para prestar algo de atención a su hijo. El futuro engaño y abandono de su madre había sido algo que Itachi nunca se habría esperado y que nunca había sido capaz de perdonar ni aun tras la muerte de esta dos años atrás debido aún ataque al corazón tras una cirugía estética que había salido mal.
 
Las acciones de su madre le habían mostrado a Itachi lo que los donceles y mujeres buscaban realmente de hombres como él:un sendero fácil hacia una vida de lujos y placeres, pudiendo disfrutar de los privilegios que su apellido les ofrecía. Por eso, Itachi se había prometido fiervemente el jamás enamorarse o comprometerse de ninguna manera con un doncel o mujer, y lo había logrado, a costa de una intachable reputación de mujeriego.
 
Sin embargo su situación había cambiado ligeramente ocho años atrás, cuando aún carecía de experiencia y sus hormonas, traicioneras, eran el resultado de su impulsividad. 
Itachi no recordaba haber visto unos ojos tan azules y una piel tan perfecta y tersa en toda su vida, el rostro inocente y angelical de aquel chico de quién ni siquiera sabía su nombre le había dejado cegado, y cuando su padre le había preguntado si deseaba casarse con él Itachi nisiquiera había pensado antes de aceptar.
Por supuesto, jamás esperó que el chico saltará de detrás del escritorio de su padre y montará semejante escándalo, alegando que jamás se casaría con él. Aquella había sido la primera vez que Itachi había sido rechazado y por supuesto, aquello le había enojado, sin embargo no podía negar que se había quedado algo pasmado, y que aquella actitud le había excitado...
 
Sin embargo su orgullo y deseos de independencia habían impedido que Itachi reclamara a Deidara como su esposo en el momento que su padre cumplió su parte del contrato, y lo había dejado ir, con el firme pensamiento de que aquel simple capricho pronto desaparecería, y que a fin de cuentas seguiría siendo suyo y lo sería hasta que él así lo deseara, como se estipulaba en el contrato...
 
Sin embargo Itachi se había dado cuenta de que a pesar de haber pasado ocho largos años,aquel superfluo capricho que había sentido por Deidara jamás había desaparecido y con el trascurso del tiempo aquel deseo se había convertido en una sutil obsesión que Itachi sabía, no pararía de crecer hasta que no fuese saciada hasta el aburrimiento.
 
Itachi dio un suave trago de su copa de champán mientras posaba su mano libre en la baranda del balcón desde donde obtenía una vista espectacular del mar Egeo, y una vista espectacular desde todos los ángulos del cuerpo de un Deidara que se acercaba a paso excesivamente lento, que a Itachi se le antojaba excesivamente sensual.
 
Curvo una ligera sonrisa en sus labios, mientras sus ojos brillaban de la excitación. No amaba a Deidara, pero le gustaba, y sin dudas lo deseaba. Además se ser una pieza clave para llevar a cabo su más reciente ambición.
 
El recuerdo de su ya envejecido y débil padre relampagueo en su mente. Aquellas dos últimas semanas se había encontrado haciendo una de sus pocas visitas a su padre en Atenas,quien cada día lucia más demacrado y débil. 
En una de sus visitas, Fugakū le había confesado a Itachi su temor por el futuro de las empresas, y le había alentado a tener un heredero. Sin embargo, Itachi sabía que aquello solo era una excusa de su padre para esconder sus deseos se ser abuelo. Itachi había visto la emoción de su padre cuando sin pensarlo aceptó su propuesta. Itachi pensaba, que su padre de cierta forma se lo merecía. Nunca en su vida Fugakū le había pedido nada, y sin embargo a él se lo había dado todo. A pesar de no haber sido el padre que hubiese deseado, su padre siempre lo había apoyado y defendido, y, a pesar de su frialdad en una incontable cantidad de veces le había expresado su orgullo. 
 
Itachi se decía así mismo que aquellos últimos años había cambiado a su padre. 
Sabía por parte de las enfermeras personales de su progenitor que este se sentía culpable por su comportamiento en tiempos pasados lo cual le causaba ataques de depresión.
Itachi, aunque no lo dijera, no guardaba rencor a su padre, y estaba dispuesto a cumplir su deseo de tener un heredero, por ello había ido a buscar a Deidara, llevándolo consigo a su isla privada, donde no podría huir y él era quien mandaba e imponía las reglas y Deidara tenia que obedecerle...
 
Recorriendo el cuerpo del rubio una vez más, Itachi pensó que aquello sería muy divertido...

Notas finales:

Si tienen alguna duda, sugerencia o algo por el estilo, estaré encantada de responderles.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).