Las semanas pasaron y mi recuperación tanto física como mental ya estaban mejor, mi relación con Marco también mejoraba, aun cuando no teníamos sexo mi novio estaba muy apegado a mi.-
Marco ¿Seguro que quieres dormir en la sala?- pregunte mientras me cambia de ropa.- Puedes dormir aquí, conmigo.
No puedo.- dijo Marco.- No soy tan fuerte cuando etas cercas, además...
Al voltear a verme dejo de hablar su rostro se había puesto rojo, sabía el motivo de su reacción pero no pensé que llegaría a funcionar mi plan.-
¿Qué ocurre?- pregunte fingiendo no saber.
¿Y lo demás de tu pijama?- pregunto Marco al darse la vuelta para evitar mirarme.
Oh, mi pantalón está sucio y solo puedo usar la parte superior.- dije mientras me acomodaba las mangas.
La pijama no es tuya, te queda muy...
¿Bien? ¿Sexy?
Sabo, deja de intentar provocarme, no te tocare hasta que me diga un médico que ya estas bien.- dijo Marco aun tratando de evitar mirarme.- Te iré a buscar algo más.
No quiero, quédate conmigo.- dije molesto alcanzando a tomar su mano.- No quiero pensar que en verdad me estas evitando.
Marco volteo a verme y al mirarme de la cabeza a los pies se soltó de mi agarre y salió del cuarto.-
No funciono.- dije molesto.- Creí que al verme con parte de su pijama caería, mañana lo volveré a intentar... O talvez pueda...
Al tener un nuevo plan me fui a dormir esperando que llegara la mañana. Al despertar baje rápido pero silenciosamente las escaleras al ver a Marco aun dormido en el sofá hice mi caminar aún más lento, al llegar con el vi que estaba con un libro en su pecho y aún tenía sus lentes para leer, se veía como todo un profesor, al acercarme a él me senté en el suelo y comencé a jugar con su cara.-
Quiero jugar contigo.- susurre mientras pasaba mi mano sobre sus labios.
El pensar en Marco rodeado de jóvenes tratando de aprender algo me hacia emocionarme pero también los celos me invadían, Marco aun a su edad era atractivo para muchas mujeres y más si eran jóvenes –Ace y yo lo sabemos muy bien- hice un puchero al pensar en alguna de esas chicas tratando de seducir a Marco pero comencé a reír al imaginarme a mí como alumno de él.-
¿Cómo puedo hacer para que me vuelvas a tocar?- pregunte en voz baja mientras aun jugaba con el rostro de Marco.
Al levantarme para volver a la cama, note algo en la parte baja de Marco, al acercarme pude ver que tenía un bulto entre las piernas.-
Así que, también quieres acción.- dije mientras me sonreía.- No puedo dejarte así.
Me coloque del otro lado del sofá y baje el cierre del pantalón de Marco, para luego sacar la hombría de este, al verlo tan erecto comencé a sentirme emocionado.-
Sonara pervertido esto pero extrañaba ver así al pequeño Marco.- dije mientras acariciaba la punta.- Veamos qué tan pesado es el sueño de Marco.
Sin perder más tiempo me acerque más a la parte baja de él, con cuidado introduje su miembro en mi boca y comencé a moverme, al hacerlo despacio pude oír como Marco reaccionaba a mis movimientos pero al ver que no despertaba aumente la velocidad, no paso mucho para que Marco comenzara a despertar.-
S-Sabo...
Con esfuerzo pudo sentarse, pero solo para sostener mi cabeza, pensé que trataría de quitarme pero en lugar de eso solo la sostuvo para terminar dentro de mi boca.-
¡Sabo!
Al decir mi nombre por segunda vez todo el semen de Marco entro a mi boca, trague lo más rápido que pude pero no pude con todo y termine alejándome de el para poder respirar, parte del liquito termino en mi rostro y al ponerme de pie mire a Marco acostado recuperando el aliento.-
Extrañaba este sabor.- dije mientras limpia mi rostro.
Idiota.- dijo Marco.- Te dije... Que no.
No e importa.- dije mientras me colocaba sobre Marco.- Te extraño.
Al verme pude ver que Marco se puso rojo y acerco sus manos a mi rostro, al sentir sus manos mi corazón se aceleró como la primera vez que el me toco –y no de una manera erótica- me acerque a Marco y lo bese, pero al querer alejarme él no me dejo y busco como introducir su lengua a mi boca.-
¿Qué haces?- dije luego de alejarme para respirar.
Ya no puedo más, y no me estas mucho amor.- dijo Marco mientras desabotonaba mi pijama.- ¿Seguro que estas bien?
Lo estaré si lo hacemos.- dije al mismo tiempo que rodeaba su cuello con mis brazos.- He ido a las terapias pero la mejor manera de superar esto es que tú me devores como antes, ya no quiero sentir el calor de ese hombre, quiero sentir tus manos sobre mi piel, quiero que cuando no estés en casa el calor que se quede en mi memoria sea el tuyo, Marco, ayúdame a borrar a Doflamingo de mi piel.
Marco no dijo nada y me bajo, se quitó los lentes y dejo el libro en una pequeña mesa que estaba en el centro, se quedó sentado un momento y al verme sonrió y se acercó a mí, me cargo como si fuese una princesa y beso mi mejilla.-
Hare mi mejor esfuerzo.- susurro a mi oído.- Luego no te arrepientas amor.
Me sujete de su cuello y comencé a besarlo, al llegar a la habitación, con cuidado Marco me acostó sobre la cama y al colocarse sobre mí se comenzó a quitar la camisa.-
¿Jamás te he dicho lo mucho que me encanta verte sin camisa?- dije al verlo sin ella.
No, creo que no.- dijo Marco mientras se acercaba a mi.- ¿Ya no te da pena decir esas cosas?
No, ya no me callare nada.- dije mientras lo abrazaba.- Te diré todo lo que me gusta de ti, lo que me hizo traicionar a mi hermano para tenerte.
Sabo, ya no hables.- dijo Marco.
Sin decir más, la acción en la cama había empezado, poco a poco la imagen del peor mal que me pudo haber pasado se iba, y aunque pareciera broma, Marco borraba lo que Doflamingo me había hecho, una vez más pensé que podía ser feliz a lado de este hombre. Al terminar ambos, mi novio me abrazo y así nos quedamos juntos hasta que tuvieras las fuerzas para levantarnos.-
Marco
Dime.- respondió mientras acariciaba mi cabeza.
Tu ¿Te habrías enamorado de mi si fuera tu estudiante?- pregunte mientras sostenía la mano que aun tenia libre.
Maestro y alumno.- dijo Marco.- ¿Quieres que juguemos?
No pregunte por eso.- dije molesto.
No, no lo habría hecho.- dijo marco.- Soy muy estricto con esa política.
Me parece bien.- dije mientras me acurrucaba mas a él.
Sabo, entiendo por qué preguntas.- dijo Marco.- Mis alumnos saben que estoy en una relación.
Oh... ¿Qué?- dije sorprendido.
¿Creíste que no tendrían curiosidad esos chicos?- dijo Marco.- En cuanto me presente lo primero que preguntaron fue si tenía pareja, y mi respuesta fue sí.
Seguro piensan que sales con...
Con el chico más apuesto, tierno y tonto de la ciudad.- dijo Marco.
Que lin... Idiota.- dije molesto.
Te amo.- dijo Marco.
Cuando estemos casados, lo primero que haré será aprender a hacer almuerzos para ti.- dije, salte de la cama para tomar unas revistas que estaban en el suelo.- Ya que estamos juntos, ayúdame con los preparativos de la boda.
Marco sonrió y al acercarme me quito las revistas para volver a dejarlas en el suelo, al ver loque hizo me di cuenta que aún tenía deseos de jugar y la idea del profesor consu alumno parecía ser el juego que tenía en mente.