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Si no podemos amarnos... Yuri on Ice por konohanauzumaki

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Era un día como cualquier otro en casa de los Plisetsky. Yuri estaba acostado en su cama, viendo un programa de patinaje, acariciando a Potya, en el silencio de su habitación desordenada.

La mañana, gris y fría de San Petersburgo era acompañada de niebla y ganas de pasarse el día entero encerrado.

Y mientras el joven despreocupado, le enviaba mensajes a su amigo kazajo, en la cocina de la casa, su abuelo preparaba el desayuno.

—Yuratchka, baja a desayunar —le pidió, sirviéndole un omelette de huevo, pero el joven no venía. Ante tres llamados más de parte del hombre, y la inasistencia de su nieto, este decidió subir para saber el motivo por el cual el chico no venía.
Al entrar, vio a su nieto que miraba nuevamente su rutina de patinaje en pareja con Otabek, ante lo que, molestándose, le gritó.
—Te he hablado para desayunar y por estar viendo esa rutina tan escandalosa no vienes.
—Es escandalosa y genial —respondió con emoción el rubio.
—No es genial que hicieras eso con otro hombre en la pista hijo. Solo fue polémico y...
—A mí me gustó el resultado abuelo, y... —respondió Yuri, pero su abuelo se limitó a cerrar su laptop y agregar, en un tono muy seco.
—Se enfría tu alimento.

Cuando Yuratchka bajó, pasó un desayuno en silencio con su abuelo que, ignorándolo mientras leía el periódico (cosa que solo hacía cuando estaba enfadado y no quería hablar con su nieto) se limitaba a sorber de su café. Así el campeón mundial hubo terminado, se levantó y recogiendo los platos, se dispuso a lavarlos cuando su abuelo, parándose, le dijo. 
—Tu habitación está muy desordenada, debes limpiarla.
—Abuelo, me dices eso porque estás enojado conmigo por mi rutina, ¿no?
—Hijo, ya hablamos de eso. Sabes lo que pienso al respecto. Saldré a comprar algunas cosas e iré por la noche con unos amigos a cenar. Puedes pedir pizza si lo deseas. Cuando te llame mañana para desayunar quiero ver ese cuarto arreglado o no te haré pirozhki para cenar en dos meses. ¿Entendido?
—Si abuelo —contestó el joven, algo molesto, mientras el anciano salía del lugar y cerraba la puerta de la casa.

Molesto, Yuri subió a su habitación y empezó a recoger su reguero. Sabía que su abuelo estaba aún molesto por la rutina que había hecho con Otabek, ya que después de felicitarlo por su triunfo, le reclamó el hecho de haber realizado una rutina tan atrevida con otro hombre en la pista. Y aunque el campeón se había defendido diciendo que solo así funcionaba la idea de "Welcome to the madness", a su abuelo no le había parecido nada ello, incluso, cuando Yuri le contó que Otabek había hecho esa mezcla para él y que por eso quiso que patinara a su lado, él le ignoró y el de ojos verdes entendió que no debía tocar más el tema.
Después de un rato de arreglar, sacó varias cajas con cosas que no le servían y que ya no tenía donde guardar, por lo que decidió llevarlas al ático de la casa.

Tras subir las endebles escaleras con las cajas, Yuri encontró un reguero en el lugar, con la suerte de que no tenía donde poner sus cajas.
—Caray, no había subido aquí desde hace muchos años. Mi abuelo es un desordenado y me reclama a mí de mi habitación. Creo que tendré que mover unas cosas. 
De tal modo, el jovencito comenzó a apilar cajas y a hacer espacio, para poder colocar sus cajas, entre el polvo del lugar y la poca luz de un foco viejo y de luz amarilla en el sitio. Pasada así una media hora, fue a mover unas cajas del fondo, muy polvosas. Y al hacerlo, unas de ellas cayeron, regando su contenido en el suelo, ante su enfado. 
—No puede ser, le reclamaré a mi abuelo sobre este desastre que tiene aquí, y... ¿Qué demonios es esto? —reclamó Yuri, mirando un montón de fotos, recortes y hojas viejas regadas en el suelo. Molesto, comenzó a aventarlas a la caja, sin ver realmente lo que era, mucho menos por la baja luz del sitio, hasta que, al levantar una, vio algo que le dejo desconcertado—. ¿Qué hace una foto de Yakov aquí?

La foto mostraba a un Yakov más joven, como de unos diez o quince años atrás, ya con el cabello empezando a caérsele. 
—El pobre ya se estaba quedando calvo, ja, seguro así le pasará a Viktor —se decía en burla el chico, para, al decidirse lanzarla a la caja, ver en el suelo otra foto más, una que, le hizo mirar dos veces la foto en su mano. La foto, que parecía del mismo lugar y día, al parecer por el lugar de fondo y la ropa de Yakov, coincidía con la que llevaba puesta en esa que yacía en el suelo, donde, a su lado, posaba nada más y nada menos que su abuelo—. Mi abuelo, y, Yakov... ¿Qué rayos hacen juntos?... O sea que, se conocían, pero, ¿cómo? —se cuestionó, moviendo la luz dando al lugar del fondo donde se encontraba, para, mirar una y otra vez la foto, y, no quedarle duda de que si eran ambos hombres. Pero, las fechas no coincidían, no cuando su abuelo jamás había hecho mención de que conociera a su entrenador, y viceversa.

Ante eso, el hada rusa se sentó en el suelo, frente a todos esos papeles desperdigados, y miró con detenimiento lo que estaba regado ahí. Y grande fue su sorpresa al notar que muchos de los recortes de periódico eran notas de Yakov al paso de los años, algunas más viejas que incluso él o Viktor, lo cual le desconcertaba e intrigaba, haciéndolo por impulso remover las hojas, como queriendo encontrar algo más, cuando, entre las hojas amarillentas y viejas, el nombre de Yakov salió a relucir. Eran demasiadas coincidencias...

Y entre todo, una sola realidad... La que, en una de las hojas que el rubio tomó entre sus manos, vislumbró junto a una foto en ella pegada.

—Abuelo...

 

Continuará... 

Notas finales:

Notas de la autora: Hola nuevamente!! Hace algunos días vi una imagen sobre Yakov y Nikolai que me partió el corazón y me trajo dando vueltas en la cabeza una historia de estos dos. Ayer, irónicamente, una persona que admiro mucho, me contó una historia real del pasado (como por esos años) que le hizo a mi mente concebir toda la idea del fic de golpe. 
No prometo no romper el corazón de usted que está leyendo esto, pero si darle vida a la bella historia que escuché y a la idea de ese amor entre estos dos hombres, que aunque a muchas les de risa la pareja, quizás la puedan ver con otros ojos tras esto.
Igual entre trabajo, escuela, diplomados, proyectos personales y más, trataré de actualizarla tan seguido como sea posible -como Escape de Chechenia, que ya lleva en dos semanas 5 capítulos-. 
Gracias por leer y espero sigan la historia y puedan compartirla!!

 


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