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Vida fingida por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

 

 

 

—¿Te gusta tu nuevo estilo?

Naruto se observaba en el espejo de la sala, su cabello negro ya casi seco, hacía resaltar sus hermosos ojos azules.

—Debo admitir que me queda bien dattebayo. Nunca hubiera imaginado que teñiría mi pelo, pero extrañaré mi rubio natural-suspiró, mirando a Kakashi y a Obito.

—Descuida, no será para siempre. Y una cosa más, será mejor que dejes de pronunciar esa rara muletilla, Menma nunca hablaría así.

—Ups. Vale, lo capto. ¿Seguiremos practicando?

—Sí, no perderemos ningún segundo.

—Los dejo, volveré en un rato-Obito se acercó a la salida—Naruto, esfuérzate.

—¡Sí!

Kakashi se levantó del sofá estirando sus extremidades.

—¿Dónde va?

—¿Recuerdas que te pidió dirección de tu viejo departamento?-este asintió—Fue a pagar la deuda a la dueña. No pisarás ese lugar nunca más. Ahora empecemos de vuelta en donde quedamos: Estamos en la fiesta de cumpleaños, yo soy tu padre, y te pregunto a dónde has estado. ¿Qué debes responder?

—He estado muy estresado, necesitaba alejarme unos días para descansar. Lo importante es que vine, ¿no?-pronunció tranquilo.

—La respuesta es perfecta pero no se refleja la actitud de Menma en absoluto, dilo con más pasión, más irritante, casi con molestia de hablar. Vamos de vuelta: Menma ¿Dónde has estado?

El blondo buscó relajarse tomando aire y expulsándolo.

—¡He estado muy estresado, necesitaba alejarme unos días para descansar! Lo importante es que vine, ¿no?

—¡Maravilloso!-sacudió sus cabellos—Sentí que tenía al verdadero Menma delante de mí, así con ese tono, debes expresarte frente a todos los demás. Es como sarcasmo, arrogancia, Menma buscaba captar la atención de todo su alrededor.

—Waa, y ese señor, el que será mi padre, ¿No estará enojado conmigo?

—No lo creo. Él ya sabe cómo es su hijo, no puede domarle. Es demasiado tarde para eso, lo único que le importará es que asistas a su cumpleaños porque podrían surgir rumores de que su relación no va muy bien, lo cual es cierto. Lo que menos quiere son chismes. Bien, sigamos. Menma en las fiestas siempre se mantenía en compañía de sus amigos, y buscaba conversar con las chicas, ser el centro de atención, también si Sasuke estaba en su campo de visión no dudaba en acercársele e intentaba como era costumbre, seducirlo, por eso, te mostrare que debes hacer cuando veas a Sasuke-el peli plata abrió sus brazos—Abrázame.

—¿Perdón…?

—Tienes que abrazarme, Menma siempre lo hace con Sasuke, aunque Sasuke siempre buscó evitarlo, Menma siempre estaba a su sombra y buscaba sorprenderlo.

—Kakashi, no-negó avergonzado—Está bien que finja ser Menma pero habrá cosas que no quiero hacer y esta es una de ellas. No necesito hacer eso. Solo mantendré mi distancia de él.

—Tonto, eso llamará más la atención. Después de abrazarlo tienes que decirle lo mucho que lo extrañaste y cuanto lo deseas.

—¡¿Hablas en serio?!-gritó escandalizado con las mejillas sonrojadas—¡Olvídalo! Ni hablar. Sasuke buscaba evitarlo, ¿no? Perfecto. Cumpliré sus deseos, no me verá en esa fiesta. Me mantendré bien alejado de él.

—Me rindo-suspiró cansado—No voy a obligarte a hacer algo que te desagrade, a no ser, que sea extremadamente necesario. Hagamos así entonces, siguiente, ¿sabes que tema entra en la conversación entre los jóvenes acaudalados?

—Supongo que hablarán de autos, noticias de famosos o de la cantidad de dinero que tendrás sus padres.

—Mm, no estás tan errado, si llegarás a necesitarlo, te daré consejos. Presta atención.

Las lecciones se hacían eternas día a día, practicaban líneas y el comportamiento. Más detalles de sus conocidos, sus sitios favoritos, lo que más debía odiar, lo que más amaba. En cuanto a tristezas, extrañamente, lo único que le había afectado a Menma y la única vez que lo vio llorar, fue cuando su madre murió. El pelinegro de por si era frió, astuto, problemático y cuando se enojaba, hacía temblar la tierra, en palabras de Kakashi.

—Él nunca perdió una pelea contra pandilleros. También está el hecho de su padre tiene algunos enemigos y harían lo que fuera para poder hacerle daño, es por eso, que desde niño, al amo se le he enseñado como defenderse. Naruto, ¿sabes pelear?

—Lo suficiente para valerme por mí mismo. Mi vida no ha sido fácil así que he tenido que recurrir a métodos poco morales para sobrevivir.

—¿Y eres bueno?

—Difícilmente saldría perdiendo. Solo recibía algunos moretones, no más que eso.

—Será suficiente por el momento. Desde ahora te aviso que tendrás la mirada de todos en tu persona por el único hecho de pertenecer a la familia Namikaze. Tienes que estar alerta siempre. ¿Lo oyes?

—Entendido.

—¡Llegué!-se anunció entrando al departamento. Era casi de noche y Obito traía una enorme caja consigo, la depositó en la mesa de vidrio—Ábrela, Naruto, lo necesitarás en la fiesta.

Puso sus manos en la tapa, al levantarla encontró un costoso traje completamente negro.

—Wow. Es… no creí nunca ponerme uno de estos. Parece lo que usaría un actor de cine.

—Ja, ja, eres gracioso. Debajo están los zapatos. No puedes ir vistiendo cualquier cosa, Menma siempre lució negro y lo hará hasta el fin de sus días, al menos en las fiestas.

—Gracias-tomó el saco de seda, también había un chaleco y la corbata, del cual se percató—No sé como anudarme una corbata.

Óbito y Kakashi se miraron unos segundos.

—Queda un largo camino por transitar-hablaron al unísono.

 Naruto no había estado solo durante casi ningún momento, solo cuando dormía, en la mañana a primera hora, sus ahora chofer y secretario buscaban recordarle cada minúsculo detalle de su nueva vida.

Nervioso, ansioso y algo preocupado. El blondo contemplo su limusina personal por primera vez, eran las nueve de la noche, un gran cambio le aguardaba.

—Llegó la hora-respondió Kakashi—No te preocupes, estaré a tu lado. No pierdas la calma. Vamos, sube al auto.

El blondo observó su alrededor, sentía que el nudo de la corbata lo asfixiaba, pero sabía que solo eran sus molestos nervios. Porque hoy pondría en práctica todo lo enseñado en solo una semana. Había pasado tan rápido, sentía que estaba a punto de caer a las furiosas llamas o incluso, a una fosa con cocodrilos.

—No te alteres, chico-Obito, quien conducía, sabía perfectamente el peso que traía en su pobre espalda—Todo saldrá bien. Has hecho esto miles de veces con Kakashi, y no te has equivocado, todo el mundo verá a Menma, no a Naruto, recuérdalo. Tu ahora eres Menma, el hijo de una familia adinerada.

—Sí, lo sé. Gracias-sonrió, Kakashi estaba a su lado y ambos observaron por la ventana aguardando la llegada a la mansión en donde Menma se había criado desde niño.

Sus manos temblaban, pero estaba convencido de que haría un buen trabajo. Kakashi y Obito habían dado muchas horas de su tiempo para que no cometiera una estupidez. Hoy iba a brillar, Menma estaba lejos, y ahora él debía tomar su lugar y hacerle frente a esos desconocidos. Era su primera vez asistiendo a algo tan importante, y no desaprovecharía la oportunidad de disfrutar la velada. Quizás en el trascurso pueda incluso mejorar la relación de Menma con su padre, tener buenas amistades.

—Naruto.

—¿Ah…?-salió de su letargo.

—Llegamos-anunció el peli plata—Saliendo de este auto, te llamare amo Menma. Cualquier orden que me des, la cumpliré. ¿Entiendes?

—Entendido-se puso serio.

—Buena suerte-Obito levantó su dedo pulgar.

—¿No vienes?

—Los choferes tenemos otro sector lejos de la farándula. No te preocupes.

—Aunque Obito en de la familia Uchiha no puede desobedecer las reglas. Una cosa más-metió la mano en su bolsillo del pantalón—Esto ahora es tuyo.

—Un teléfono. Gracias-era gama alta. Su móvil actual no era de los mejores, había deseado comprar uno.

—Es el mismo modelo que usa Menma, y te he puesto todos los contactos de tus amigos, conocidos, familiares y desde luego, el mío y el de Obito. Llévalo siempre contigo. Ahora, vamos-abrió la puerta, el aire frió inundó el vehículo, el blondo se estremeció.

Cuando salió vio la larga escalinata hasta la puerta de la mansión. Era enorme. Era más grande que en las fotografías. El jardín estaba repleto de flores, pese a la noche, había muchos faroles, una fuente con dos peces enroscados largando agua y la seguridad era como Kakashi le había descripto. A solo unos metros podía vislumbrar guardias de seguridad con linternas inspeccionando los rincones más oscuros.

Naruto comenzó a subir la escalinata, su secretario iba tras él, otros invitados se unieron a su lado. La mayoría en pareja, pronto pudo escuchar murmullos y música clásica. Dio su último suspiro enterrando sus nervios muy en lo profundo, y armándose de valor para mostrar una nueva faceta.

Apenas ingresó se sintió en otro mundo. Había demasiada multitud, gente de mucha clase, mesas repletas de comida que su paladar no conocía. Los sirvientes iban y venían cargando bandejas con copas del más fino vino. Kakashi se limitaba a esperar su acción. El ojiazul miró a todas direcciones buscando a su padre o algún otro conocido.

—¡Menma!

Y lo encontró.

Naruto se mentalizó muy dentro de él que era Menma y debía actuar tal cual era.

—Hola, Sai. Cuanto tiempo.

—Tú-el alvino también de traje con una camisa azul, le miró de arriba abajo, examinándolo minuciosamente—Luces increíblemente apuesto.

—Gracias-sonrió orgulloso—Tú igual.

—Hola Kakashi.

—Joven Shimizu, un gusto verlo.

Sai tomó a Naruto de la muñeca repentinamente.

—Me llevaré a Menma, disfruta de la fiesta.

Kakashi internamente estaba un tanto preocupado.

—Kakashi, si necesito algo te lo haré saber, piérdete por ahí—Naruto debía actuar a la altura, casi con desprecio tuvo que responder a su secretario. Kakashi estaba aliviado. Lo estaba haciendo bien.

—Sí, amo.

Y tras esas palabras, Sai arrastró a Menma hasta el centro de la fiesta. Soltó su mano y terminaron cerca de una mesa con aperitivos.

—¿A dónde te habías metido? Dos semanas sin saber de ti. Te he llamado y mandado mensajes ciento de veces.

—Oh. Lo siento. Tiré mi celular a un lago-digo como si nada.

—¿Qué?

—Digamos que entré en una crisis y lo tiré a la mierda. Pero no te preocupes, ya tengo móvil nuevo-sacó del bolsillo trasero el celular—Tengo tu número, recuérdame luego que te mande un mensaje y agendas mi nuevo número.

Sai hizo una pequeña sonrisa.

—No tienes remedio, Menma, pero no me extraña. Tu padre debe haber estado hostigándote demasiado ¿cierto? Y para empeorar, te has visto obligado a venir a su cumpleaños. Pensé que este año no asistirías.

—Si no lo hacía, mi padre me mataría, ¿No lo crees, Sai?

—Tu padre cuando se enoja, da miedo, es verdad.

—Y hablando de él ¿Dónde está?

—No ha venido todavía.

—¿Qué?-se sorprendió.

—La última vez lucía furioso. Me contacto para saber dónde estabas, sé de buena fuente que ha contactado con casi todos tus amigos y ex parejas. Nadie sabía dónde te habías ocultado.

—Y nadie lo sabrá.

—Oye-se sintió ofendido.

—Lo siento, Sai, pero necesitaba estar solo conmigo mismo. Muchas cosas han pasado.

—Te creo-puso su mano en su hombro—Estaba preocupado, pero ahora que finalmente has regresado estoy tranquilo. Por favor, si vuelves a escapar, al menos avisa que estás bien.

—Lo tendré en cuenta. Vine por él y no está. Los invitados festejan en su lugar, que insolentes.

—No tanto. Tengo entendido que tu padre dio la orden que no se retrasara la velada aún si él no estaba presente.

—¿Y los otros?

—¿Gaara? Lo vi hace un rato cerca la banda musical. Tu prima ha fingido no verme, Neji no se ha despegado de su prima así que no recomiendo que te acerques a ella. Sasori no me habla al menos que estés presente, y Sasuke… Sasuke está-

—¡Pero mira a quien tenemos aquí! ¡Namikaze Menma!-un chico de cabello platinado y ojos violetas, en sus memorias, él era el mejor amigo de…—¿Puedes creerlo, Sasuke? El hijo prodigo ha regresado. ¿Qué tal estuvieron tus vacaciones?

Naruto estaba comenzando a molestarse porque como le hablaba, se estaba burlando de él. Sasuke estaba a su lado sin decir nada y con cara de pocos amigos, debía admitir que era muy atractivo. Lucia muy varonil, su única prenda que no era oscura era la camisa debajo de su saco color rojo.

—¡Oye! ¿No piensas decir nada?

 

“Tienes que abrazarme, Menma siempre lo hace con Sasuke, aunque Sasuke siempre buscó evitarlo, Menma siempre estaba a su sombra y buscaba sorprenderlo”

 

No lo haré Kakashi. Algo tan vergonzoso.

—Sai, vámonos.

El alvino dirigió una última mirada al Uchiha y siguió a su amigo a otra dirección.

—Vaya. Qué raro. Oye, Sasuke, hoy no se ha abalanzado sobre ti, ¿no es extraño? Ni siquiera te menciono-le miró.

—Ese idiota al fin parece comportarse. Es todo lo que importa. Ojalá no haga de este cumpleaños un completo fracaso para su padre.

 

(Continuará)


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