Kaito no lo entendía y buscaba un poco comprender, ¿por qué el nuevo integrante parecía aborrecerlo? Gakupo Kamui había ingresado a la mansión hace ya dos meses y parecía que él no le agradaba en lo más mínimo.
Kamui aparentemente lo evitaba la mayoría del tiempo y era algo bastante incomodo ya que comparten la habitación y se suponía que cantarían una canción a dueto ¿Cómo cantaran una canción tan romántica? con alguien que realmente parecía odiarlo en gran medida jamás lo entendería.
Pero allí estaba ese hombre evitándolo como si él fuera la peste misma y eso ya comenzaba a molestarle, le entristecía y molestaba al mismo tiempo, apenas se dirigieron la palabra el primer día de conocerse, a veces se preguntaba si desde ese mismo instante él se había dado cuenta de lo que trataba de ocultar.
Al momento de verlo la primera vez, no pudo evitar sentir un flechazo hacia él, era un hombre realmente hermoso y siendo alguien encerradamente gay, no pudo evitar sentirlo, la mayoría del tiempo convivía con mujeres y hablar del Len Kagamine él solo era un niño.
Tener a otro hombre en la mansión sería una buena forma para convivir, pero no, claro que no él es Kaito Shion y la vida tiene que salirle mal, porque así es la vida con él, la primera vez que lo vio sintió un flechazo por él que al parecer Kamui noto y no le agrado en lo más mínimo.
Y ahora se encontraba completamente arto de esa situación, no podía mantenerla más así que se encontraba en la habitación esperando que Kamui llegara, se encontraba leyendo un libro, para observar como el hombre con apariencia de samurái hacia presencia en la habitación, cambiando sus ropas por unas de dormir.
El corazón de Kaito latía de manera agitada no podía evitar observarlo por el rabillo del ojo, como esa piel era descubierta, dejándole admirarla, se relamió los labios de una manera ansiosa, se podría decir que le miraba con hambre y así era, porque a pesar de que Kamui parecía odiarlo, él sentía todo lo contrario hacia ese hombre.
Trago saliva y decidió prestarle atención a su libro –Buenas noches –expreso cuando Gakupo se iba a acostar a la cama –
-Buenas noches –Respondió –
Paso un largo rato en silencio para que Kaito suspirara dejando su libro en la mesa de noche –Kamui ¿me odias?
-No –Contestó dándole la espalda –
-¿No te agrado? –volvió a preguntar –
-Todo lo contrario me agradas bastante –pronunció –
-Kaito se mordió el labio – ¿entonces por qué me evitas como si yo fuera la peste? ¿Por qué no intentas así sea ser mi amigo?
-Porque no quiero ser tu amigo –Kamui quería dar esa conversación por zanjada y aquellas palabras le dolieron a Kaito, pero no quería rendirse, se levantó de la cama para ir a la de Gakupo colocándose encima de él y obligando a mirarle –
-¿por qué? ¿Te he hecho algo malo? –Le pregunto sostuvo los brazos de Gakupo, mientras sus piernas estaban a cada lado de este y se apoyaba entre su abdomen y pelvis – ¿Hice algo que no te gustara?
-No, pero enserio Shion por favor levántate –Respondió –Me agradas…pero…
-¿pero? ¿No me soportas? –Comentó – ¿soy muy infantil para ti? ¿Muy ingenuo para ti? ¿Muy torpe para ti? –Intentaba resolver las dudas con el hombre que tenía debajo de él –
-No –Susurro –
-¡Entonces explícame por qué no te agrado! –Reclamo –
-Pero es que si me agradas –refuto –
-mentiroso –le reclamo –
-me agradas de más –murmuro –y…andas en boxes –Termino aquello bastante avergonzado mirando hacia otro lado, Kaito se miró efectivamente si andaba en boxes pero es que aquella noche parecía demasiado calurosa –
-¡No me cambies el tema! –Objetó –No es como si nunca hubieras visto a un hombre en ropa interior. . . –guardo un momento de silencio y volvió a preguntar – ¿por qué me evitas como si yo fuera la peste?
-Gakupo soltó un largo suspiro por ello observando el puchero que hacía Kaito –Por qué me gustas bastante, porque desde el primer día que te vi me gustaste y me da miedo… porque nunca me había sentido de esta manera, por eso te evito… porque no quería que supieras… lo mucho que me gustas.
-Aquello había dejado a Kaito boquiabierto, su corazón latía de manera agitada observando como Kamui parecía rehuir de su mirada – ¿enserio te gusto? –Gakupo suspiro para asentir – ¿mucho, mucho, mucho? –pregunto como si fuera un niño –
-Sí, me gustas mucho –Respondió –
-¿y qué es lo que más te gusta de mí? –había una gran sonrisa en sus labios y sus mejillas estaban coloradas de rojo pero tenía que saberlo, porque ¡Cielos! ¡A él le encantaba ese hombre que estaba confesando lo mucho que su persona le gustaba! –
-Shion erg –Se quería quejar aquello le avergonzaba bastante pero al ver la sonrisa y el brillo en los ojos de su acompañante y además custodio ya que aún lo tenía prisionero debajo de él no pudo evitarlo –me encanta tus ojos, son hermosos, me encanta tu voz es maravillosa…me encanta tu piel, me gusta tu personalidad…cielos… ¿feliz?
-Si –Respondió para soltarle sin bajarse de él Kamui enarco una ceja –te vas a burlar de mí y decirle a las chicas.
-No –negó con la cabeza para luego depositar un beso en los labios de su compañero de habitación –Es que tú también me gustas bastante.
Y ese había sido el comienzo de una muy extraña relación que a ambos le hacía feliz.