Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Cómo llegamos a esto? por Amnus

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Enlace Wattpad: www.wattpad.com/story/como-llegamos-a-esto

Podía sentir su placida respiración acariciar cada fibra de mi cabello para luego rozar levemente la piel de mi cuello y oído, respiraba de manera profunda y pausada como si mi olor se tratase de una droga y de la cual es adicto. Manteniendo su firme agarre en mi cintura aferrándose a mí; apenas intenté removerme de sus brazos sentí como me aprisionaba aún más con sus brazos y atrayéndome más hacia su cuerpo, incluso llegaba a parecer que no podía vivir sino me tenía a su lado. No necesitaba verle directamente como para saber que estaba profundamente dormido y aun así sigue sintiendo aversión hacia la soledad; era como un niño pequeño en ese aspecto, el cual teme ser abandonado. Sin embargo, lo que había hecho no tenía nada de inocencia o pureza  mi cuerpo era prueba de ello. Aún podía sentir como sus marcas quemaban mi piel ya fueran rasgaduras o mordidas, sin importar en el lugar que fuesen. Apenas si podía moverme sin que me doliese todo el cuerpo, por otro lado mi compañero pareciese que nunca antes ha tenido una mejor noche debido a lo apacible y relajado que descansaba.

Sabía que esto terminaría pasando tarde o temprano pero aún me sorprende el hecho de que sucediera. Ambos éramos tan distintos pero a la vez tan similares.

Era una mañana templada y pacífica; la cálida luz se filtraba por las persianas para rozar nuestros desvestidos cuerpos y cegarnos con su resplandor, a la vez que una refrescante brisa matutina te hacia estremecer de placer. Nos encontrábamos completamente desnudos, protegidos únicamente por una sábana que cubría solo lo que fuera necesario de nuestras intimidades. No transcurrió mucho tiempo hasta que sentí como la figura que estaba detrás de mí comenzara a removerse, posiblemente por los rayos de sol pero pareció no importarles en lo absoluto y siguió durmiendo. En cuanto intente liberarme de su agarre escuche un leve gruñido provenir de sus labios expresando molestia, apegándome más contra su duro cuerpo y sin tener pudor alguno en restregar su sexo en mi retaguardia. Necesitaba separarme de él pero estaba claro que no me lo iba a permitir.

 -Evans déjame ir.-Le demandé pero solo obtuve quejidos inentendibles venir de su parte para luego ignorarme por completo. Resoplé resignado por la situación en la que me encontraba, igualmente logré separarme lo suficiente de él como para sentarme sobre la cama pero sin conseguir zafarme de su agarre.  

La habitación era un total desastre pero no tanto como mi aspecto; tenía múltiples mordidas por todo el cuerpo ya sea en el abdomen, pelvis, brazos u hombros incluso debían haber más en mi cuello y espalda las cuales no podía ver pero  sentir el dolor que me provocaban; las rasgaduras eran más notorias alrededor de mi cintura pero eran más eminentes en mi espalda baja y asentaderas, ardiendo sobre mi desnuda piel; además habían unos pares de moretones repartidos tanto en mi vientre como en mis piernas. Ni siquiera podía sentarme adecuadamente ya que un agudo dolor recorría todo mi esfínter hasta llegar a mi columna, ni siquiera era considerado a la hora de hacerlo.

Intenté alcanzar mis lentes de descanso los cuales estaban sobre del velador. Pero antes de cogerlos siento como era halado de manera repentina por una de mis extremidades para luego caer bruscamente sobre la cama, ni siquiera pude reprimir un gemido debido al brusco movimiento que provoco el dolor de algunas de las marcas que aún se encontraban sensibles. Veo como su figura se posiciona arriba de mí quedando frente a frente; arrinconándome con ambos brazos a la altura de los hombros y encerrando mis piernas entre las suyas, aprisionándome por completo. Observándome con aquella expresión despreocupada que siempre tiene su rostro; examinándome con aquella mirada impasible y seductora, similar al de un animal acechando a su presa; expresando su típica sonrisa burlona mediando entre sarcasmo y lascividad, como si todo lo que tuviera delante de él fuera lo más divertido que haya visto pero a la vez atrayente de algún modo. Sin embargo, podía distinguir algo más en aquella mirada socarrona y penetrante.

-Necesitamos hablar.-Le reclamé; no obstante, este comienza a reír para sí mismo a la vez que aproxima su rostro excesivamente cerca del mío entremezclando nuestras respiraciones, acercando una de sus manos hasta mi garganta para levemente acariciarla con sus dedos. Cada uno manteniendo su mirada en los ojos del contrario, él de manera desafiante mientras que yo trataba de mostrarme impávido ante la situación; esperando a que cometiera el primer error, porque en un juego en igualdad de condiciones siempre gana el jugador que más explote los errores del rival. Libero el agarre que tenía alrededor de mi cuello para dirigirlo hasta mi mentón, deslizando su pulgar sobre la comisura de mis labios quedando a pocos centímetros de besarnos.

-¿A qué te refieres?-Es entonces cuando se separa un poco de mí pero aun manteniéndome aprisionado bajo su cuerpo. Apartando su mirada para fijar su atención en algún punto de la habitación; tratando de hacerse el ingenuo, pero aun observándome por el rabillo del ojo y sin borrar aquella sonrisa característica de él.

-Ya sabes, discutir el hecho de que aún no te definas sexualmente y eso pueda perjudicarte.-Mi objetivo herirlo de algún modo y así abatir aunque sea un poco aquella actitud arrogante e irritante, cosa que nunca he logrado ya que él siempre termina ganando en este tipo de discusiones o mejor dicho; nunca antes he logrado contradecirle en alguna conversación. -Pero no te preocupes, yo me encargaré de ayudarte con tu problema de identidad sexual.-Siendo honesto, no me molestaba en lo absoluto su personalidad; aunque, tengo que admitir que la primera vez que nos conocimos no fue de la mejor manera al menos en mi caso. Después de aquel encuentro nunca imaginé que aquel sujeto sería tan frecuente en mi vida, ni mucho menos el hecho de considerarlo alguien cercano. Ahora nos llevábamos relativamente bien pero aún me era difícil asimilar aquel cambio, ya que nunca antes me había relacionado tanto con alguien.

-En ese caso, será mejor que empecemos cuanto antes.-Sin aviso alguno se abalanza sobre mí para salvajemente devorar mis labios en un intenso beso; el cual parecía expresar necesidad y no ser solo un simple capricho, como si estuviera desahogándose después de estar conteniéndose por mucho tiempo. Similar a un animal salvaje el cual no ha comido en días y esté dispuesto a devorar a cualquier presa indefensa que encuentre, sin importar si fuera un animal pequeño abandonado o malherido, a él solo le importaba saciar su sed de hambre porque después de todo era un depredador sanguinario. Mordiendo con fiereza mis labios; forzándome a abrirlos y sentir como su lengua entraba en mi cavidad, entrelazándose con la mía a la vez que jugaba con esta de manera obscena.

Intenté apartarlo de mí pero la diferencia entre nuestras fuerzas era demasiado notoria; él tenía una contextura mucho más prominente que la mía, superándome en altura por varios centímetros además de tener un cuerpo definido y firme; el cual era sumamente atrayente e incitante. Siento como aparta las manos que tengo sobre su torso para así intensificar la fogosidad de aquel acto, sostenido una de mis muñecas en el aire a la vez que junta su otra mano con la mía entrelazando nuestros dedos. No sabía cómo reaccionar en aquel instante; mi mente estaba totalmente en blanco pero a la vez era un completo caos; un lacerante dolor se extendía por todo mi pecho aunque de algún modo era una sensación agradable; respiraba de manera agitada e irregular como si algo en mi interior fuera a explotar en cualquier momento. Hasta que finalmente terminé cediendo ante aquel impetuoso estimulo siendo devorado por aquel ser inhumano. Mi corazón latía de manera desenfrenada y un intenso escalofrió se deslizaba por todo mi abdomen, poco a poco iba sucumbiendo ante el placer sin saber en qué estaba adentrándome.

Ni siquiera noté en que momento nos habíamos separado, aún no lograba controlar mi respiración y mi cuerpo se sentía excesivamente cansado. Al abrir los ojos me encuentro nuevamente con aquella mirada divertida y despreocupada, observándome con una expresión de satisfacción en su rostro al mismo tiempo que me dedicaba su distintiva sonrisa burlona.-No me mires así. ¿No dijiste que me ibas a ayudar con mi problema? Aunque no creo tener alguno.-A veces me preguntaba si así era con todas las personas o solo conmigo.

-Estas encaprichado conmigo. Ese es el problema.-Lo único que veía en aquellas acciones era un simple capricho, idénticas a las de un niño cuando está obsesionado con algo y que después de obtenerlo se termina aburriendo. Mi punto era es que estaba cruzando por un etapa que desconocía de sí mismo, sintiéndose completamente atraído por estas nuevas experiencia pero que al final las terminaría superando.

-No es un capricho.-Me responde totalmente serio. Lo cual me desconcertó un poco.

-¿Entonces qué es?

 -No lo sé. Aunque no le veo que tenga algo de malo igualmente lo disfrutaste. ¿No?-Comienza a acariciar la parte posterior de mi cabeza a la vez que acicala mi cabello, acción que hizo estremecerme de placer pero aun así me contuve para no suspirar. El muy imbécil sabía cuál era mi parte sensible y parecía divertirle el hecho de que me resistiera a sus provocaciones.

-Vuelve a decir eso cuando tenga que ir a ducharme.-Dije haciendo referencia a todas las marcas que tenía alrededor de mi cuerpo. No estaba molesto con él pero debía imponer límites en cuanto a su obsesión, no quería que se volviera a repetir lo de la noche anterior.

-Bien.-Antes que lograra hacer algo Evans ya me tenía sobre su hombro caminando en dirección al baño. Ya sabía lo que vendría a continuación; hubiera sido mejor mantener la boca cerrada.

-Que ni se te ocurra Evans.-Pero este me ignoro por completo a la vez que hacía presión sobre mis magulladuras para que así dejara de oponer resistencia.-Te odio.

Ahora ambos nos encontrábamos tomando una ducha juntos, uno al frente del otro. El escozor de las rasgaduras quemaban en carne viva mi piel además mi cuerpo se sentía totalmente exhausto y pesado; a pesar de eso, el agua caliente relajaba a cada uno de mis músculos y mi tensión disminuía considerablemente, incluso imaginaba quedarme dormido en cualquier momento. Sus manos se movían de manera hábil y cuidadosa sobre mi cabello a la vez que un agradable aroma a vainilla y almendras inundaba todos mis sentidos; para después deslizar sutilmente una esponja sobre mi piel, trazando rutas alrededor de mi cuello y nuca desplazándose hasta llegar a mi espalda y torso. No es que fuera dependiente como para no hacer las cosas por mí mismo, pero me era agradable recibir este tipo de atención de vez en cuando más ahora donde lo único que quería era dormir. Evans se encontraba secando mi cabello con la toalla ambos ya vestidos; bueno en parte, ya que yo únicamente me encontraba usando pantalones debido a las marcas que tenía alrededor de mi cuerpo las cuales aún dolían; mientras que Evans solo tenía puesto unos bóxer y una camiseta de tirantes, los cuales se apretaban y ajustaban muy bien a su cuerpo, incluso se podía apreciar como una parte de su abdomen bajo quedaba expuesto. Al haber terminado toma un frasco de loción entre sus manos para luego esparcir aquel perfume alrededor de mi cuello y detrás de mis orejas, sino me equivocaba era la fragancia que más le gustaba que yo usara; ya que tenía un toque a trufas y grosellas negras y a chocolate oscuro, aroma que según él era provocativo, erótico y atractivo.

Me encontraba preparando el desayuno mientras que mi compañero estaba recostado sobre el sofá observando la televisión; cocinaba un típico desayuno completo inglés ya que Evans comía como un condenado animal y difícilmente podía saciar su hambre, constaba de huevos, panceta, champiñones, patatas y tomates cada uno frito, judías estofadas en salsa de tomate, salchichas, tostadas con mantequilla, hash browns, panqueques y el favorito de Evans, torrija remojada en leche empolvada con azúcar y untada con nutella. De la nada siento como unos brazos comienzan a rodear mi cintura a la par que percibo un peso extra apoyarse sobre mi espalda y hombro. Era común de él hacer este tipo de cosas por lo que con el tiempo deje de restarle importancia, a veces tenía el fugaz pensamiento de estar lidiando con un niño debido a lo infantil, obstinado y posesivo que era.

Era domingo por lo cual ninguno tenía que trabajar aunque yo por mi parte solo lo hacía ocasionalmente, normalmente cuando se me presentaba una buena oportunidad. Lo bueno de esta relación es que me ayudaba a mantenerme ocupado y a distraerme. Ambos comíamos en silencio pero no uno incomodo sino uno agradable y placido, disfrutaba de aquella sensación donde no necesariamente necesitas expresar con palabras algo con lo cual te sientes dichoso.

Necesitaba reflexionar acerca de la situación actual, la relación que tenía con Evans era la de simples compañeros y nada más. Conociendo nuestras personalidades seguiríamos con nuestra vida cotidiana sin cambio alguno aunque tarde o temprano todo iba a cambiar, temía a que los ecos de mi pasado volvieran y retumbaran cada problema que había superado. Centre mi atención únicamente en Evans; desde que lo conocí todo en mi vida cambio.

¿Cómo llegamos a esto? 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).