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Condena de Sangre | Vkook por SakeshiUchiha

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—¿Algun objetivo a la vista?—Jimin soltó un suspiro mientras bebía de su trago—.
 
—Sabes que solo vengó a estos lugares a cuidar de tu real y patético trasero Taehyung.
 
—Vaya, vaya, después de tantos años has perdido tú respeto hacia mi. Casi extraño al Jimin tímido que conocí cuando era niño.
 
—No se puede perder lo que nunca se a tenido. Además ese Jimin murió hace años al igual que Eunha. Lo que me recuerda que hoy es el aniversario de su muerte ¿no es así? Es algo sádico incluso para ti, venir a un club repleto de humanos a beber su sangre y quizás follarlos, no es que yo tengo moral para reclamarte, solo se me hace gracioso en realidad.—El sonido de la risa sarcástica de Jimin resonó en mis oídos con más intensidad que la estruendosa musica del local. 
 
Decidí ignorar las palabras de Jimin aunque en el fondo sabia que tenia razón. Yo era un asesino, había matado a mi hermana y en vez de mostrar un respeto por su muerte me encontraba atrapado en un club lleno de las bajas pasiones humanas. ¿Que me había pasado? Si hace años me hubiesen dicho que estaría en esta situación lo habría encontrado absurdo, pero claro, eso seria antes de perder el alma gracias a mi acto de egoísmo. 
 
El lugar donde nos encontrábamos era amplio, brillante, y estaba lleno de humanos que apestaban a lujuria, tantos cuerpos estrujandose unos a otros me hacia sentir incomodo por algún extraño motivo. 
 
Después de tantos años para mi ya era normal estar rodeado de una multitud como esa, quizás podría decir que mi inquietud se debía a la fecha que marcaba el calendario, pero sabia que no era así. Un extraño sentimiento de inquietud se apodero de mi en cuanto entramos al local. Sabia que Jimin estaba afectado por igual, aunque no podía entender sus motivos, si bien el nunca se sintió cómodo en lugares así, hoy estaba preso de un nerviosismo que nunca antes había visto en él. 
 
—Si me disculpas, ya encontré compañia. 
 
Pude ver a Jimin yendo directamente hacia un humano aparentemente de su misma altura, blanco como la nieve misma, y bastante delgado, su rostro parecía tan delicado como el de una mujer. 
 
Internamente no pude evitar sentir lastima por él. A pesar de que nunca lo reconocería abiertamente Jimin siempre terminaba buscando humanos con características físicas similares a las de quien segun sus palabras lo convirtió en algo menos que un monstruo sin alma. 
 
Encontrándome solo decidí concentrarme en mi objetivo de buscar una presa, había pasado bastante tiempo desde mi ultima alimentación y si bien la sangre de Jimin cumplía la funcion de nutrirme no me daba la satisfacción que necesitaba. La emoción de cazar y engañar a humanos para que voluntariamente se doblegacen a mis deseos era una de mis grandes aficiones. Tenia que contrar mi diversión esta noche no importaba el sexo, cualquiera serviría. 
 
Y justo en ese momento lo sentí. 
 
Una especie de magnetismo me impuso a levantar la vista y pude sentir como mi pene daba su aprobación a la delicia que estaba frente a mi. El humano era alto, su cuerpo estaba perfectamente esculpido, cara angelical del tipo que me gustaba el retorcido por el placer, pero los mas me gustaba eran esas piernas bien torneadas que ya podía imaginar envueltas en mi cintura mientras poseía al humano. 
 
Sin dudarlo le hice un gesto con mi mano para que se acercase, sonreí al sentir su nerviosismo mezclado con su dulce excitación, me gustaba saber que se sentía tan atraído hacia mi, como yo hacia él. 
 
—Jeon Jungkook es un placer. —Su voz sonaba ronca y sentía que mi cuerpo ardían en llamas al imaginar sus gemidos mezclados con ese timbre de voz.
 
—Kim Taehyung, y te equívocas Jungkook, el placer es todo mio.—Su mano tembló un poco al estrechar la mía. 
 
Trasladándonos a mi mesa le invite un par de tragos que rechazo con timidez, me gustaba mucho la forma en que descendía la cabeza cada vez que sentía que lo observaba, aquella acción dejaba el descubierto su cuello y podía sentir su yugular llamándome a gritos debía tener cuidado porque podía sentir mis colmillos creciendo con cada segundo que transcurría. Esta situación con Jungkook era totalmente anormal para mi, normalmente cualquier otro humano estaría intentando provocarme para un encuentro sexual clandestino, pero Jungkook se sonrojaba sin haberlo tocado como me gustaría y eso me atraía aun más, de alguna manera podía sentir que este humano era totalmente diferente al resto. 
 
—Y bien Jungkook, que hace alguien tan hermoso como tú, totalmente solo en un lugar así. 
 
—Yo, en realidad estoy con mi mejor amiga pero ella supongo que se perdió un poco. 
 
Frunci el seño ante sus palabras el que estuviese acompañado arruinaba mis planes, pero decidí ignorar a mi sexto sentido y me deje llevar por la excitación que Jungkook provocaba en mí. 
 
—Entonces eso es mejor para mi, ya que quiero tenerte para mi solo toda la noche—. Dije en voz baja muy cerca de su oído, mientras dejaba que mi mano se posase sobre su pequeña cintura. 
 
Jungkook se sonrojo aun más ante mi acción pero no retiró su mano, así que decidí hacer una pequeña exploración, acariciando su cintura, subiendo lentamente mis dedos para posarlas en su pecho haciendo pequeños círculos en sus pezones. Un pequeño pero celestial gemido brotó de sus labios ante mis caricias. Tenia que poseerlo pronto antes de enloquecer jamás un gemido me había excitado tan rápido. 
 
—Tae... No quiero que.—Otro gemido escapo de sus labios evitando que terminara su oración.
 
—¿Si Jungkook?.—Sonrei mientras adentraba mi mano en su camisa y pellizcaba ligeramente su pezón derecho. 
 
—¡Oh dios!, Yo no soy así pero no se que me sucede contigo Taehyung. 


—Me alegro de ser el causante de esos dulces sonidos entonces, acercate y dejame escucharlos mejor.
 
Lo tome de la cintura sentandolo en mi regazo, se sorprendió un poco por mi acción tan repentina, pero luego comenzó a gemir aún mas gloriosamente cuando torturaba sus pezones con mis manos y atacaba su cuello con pequeños besos y lamidas, el olor de su sangre estaba mandando mi cordura al diablo. Su dulce erección apretaba contra sus pantalones y sabia que el podía sentir la mía bajo su trasero. Jungkook me estaba llevando al limite y aún no estaba tocándolo como quería. Si bien estábamos en un lugar oscuro las cosas que quería hacerle a Jungkook no podían ser vistas por simples mortales. 
 
—Tienes que venir conmigo Jungkook no se si pueda aguantarmas tiempo.— Susurré en su oído para luego apretar su lóbulo entre mis dientes.
 
—Por favor Taehyung, iré a donde me pidas.
 
Sin perder mas el tiempo lo lleve a una de las habitaciones privadas del club, muchas veces las había usado pero era la primera vez que el camino hacia la misma se me hacia eterno. Jungkook se aferraba fuertemente a mi mano, sabia que estaba tan desesperado como yo, el olor de su excitación estaba aturdiendo mis sentidos como jamás nadie lo había hecho.
 
Al llegar a la habitación lo acorrale contra la puerta y uní nuestros labios, eran mas dulces de los que lo había imaginado, encajaban perfectamente con los mios, era un beso lento y lleno de deseo, cuando lo sentí empujar su lengua con timidez sentí que podía correrme en cualquier momento con solo la danza de nuestras lenguas. Una de las cosas que nunca hacia con mis amantes era besarlos lo consideraba una pérdida de tiempo, pero con él era casi una acción obligatoria sentir como perdida el aliento por mi besos y su respiración se volvía mas agitada era definitivamente el paraíso para mi. Entre besos lo fui despojando de su ropa, atacando con mis labios su cuello, mis colmillos picaban por hundirse en aquella blanquecina piel y mi pene pedía dolorosamente su liberación. 

 
—Tae, no puedo.—Exclamo ente suspiros.
 
—Confia en mi pequeño solo dejate llevar.—Tome sus manos y lo inste a que me tocara, su roce timido quemaba, era una sensación indescriptible el sentir como sus dedos acariciaban lentamente mi pecho, lo bese mas profundamente quitándome la camiseta bajo su intensa mirada. 
 
—Eres hermoso Taehyung.
 
—Te equívocas Jungkook, tu eres el hermoso y eres todo mio—Susurre mordisqueando su labio inferior. 
 
Una vez que se encontraba desnudo por debajo de mi, tome mi camisa y la coloque sobre sus ojos obstaculizando así su vision. 


—¿Que... Haces.. Tae? 
 
—¿Confias en mi Jungkook? 
 
Un leve asentamiento de cabeza me permitió continuar con mis planes, bese sus labios nuevamente descendiendo levemente hasta pecho, decidi deliberadamente ignorar su cuello ya que sabía que no podría controlar las ganas de morderlo y quería hacerlo una vez que estuviera profundamente enterrado en Jungkook. Con mi mano pellizque su pezón derecho mientras que atacaba con besos y mordidas leves el restante. Cuando sus gemidos se volvieron aun mas seguidos deje de torturar sus pezones y me dedique a trazar con mi lengua un camino hasta su ingle, su errecion estaba rojiza y de la punta brotaban pequeñas gotas de líquido preseminal, deje que mi aliento rozara la misma y lo escuche contener la respiracion. 
 
—¿Aqui es donde me necesitas Jungkook?.— Dije acariciando lentamente su erección.—Dime lo que quieres, necesito escucharlo de tus labios. 
 
—Yo , te necesitó Taehyung, no aguantó mas, ¡por favor! 
 
—Eso quería oír.
 
Deslice mi lengua a lo largo de su pene y su espalda se arqueo al sentir el contacto, lo torture aún mas cuando lo tome con mi boca. El sabor de su Jungkook era justo como él,tan dulce contra mi lengua, deslizaba mi cabeza de arriba hacia abajo mientras sentía que contorneaba sus caderas para aumentar la succión. El placer de Jungkook a la par de sus gemidos estaban llevándome al limite no quería correrle sin estar dentro de el así que dándole una ultima succión me aleje de su erección pero mi mano continuo acariciándolo con firmeza. 
 
—Me estas haciendo perder el control, quiero sentirte cuando me hunda en ti, se que me acogerás muy bien tus estrechas paredes me apretaran deliciosamente bebé, quiero verte descontrolado únicamente por mi, eres mio desde hoy Jungkook.
 
Aquello fue suficiente para que Jungkook se liberara en mi mano, su semen caliente se deslizo por la punta de mis dedos mientras un explosivo gemido salia de sus labios. No podía dejar pasar esta oportunidad así que use mi lengua para sentir su sabor.
 
Aquello fue el final de mi juicio. 
 
El olor y el sabor de Jungkook me cegaron por completo, mis colmillos se expandieron como nunca antes y trepe sobre él para poder probar finalmente su sangre. 
 
No estoy seguro de cuanto tiempo paso, podía oír los gritos de Jungkook que esta vez no eran de placer si no de terror, sentia que alguien intentaba alejarme de él y peleé contra aquella fuerza. No podía escuchar las voces, ni controlaba mi cuerpo, no cuando mi cerebro mi gritaba para que evitara que me separasen de mi presa. 
 
—Taehyung maldita sea ¡basta! Lo vas a matar.—¿Aquella era la voz de Jimin? ¿Que hacia él aquí? 
 
Podía sentir los brazos de Jimin a mi alrededor e instintivamente intente controlarme,pero mi cuerpo no queria obedecer las ordenes de mi cerebro. En un ultimo esfuerzo sus colmillos se hundieron  en mi garganta, el dolor me hizo volver a la realidad y cuando me enfoque pude ver a mi Jungkook desmayado en una esquina de la habitación. No entendía como terminamos en esta situación cuando hacia apenas unos instantes estaba disfrutando de su cuerpo. 
 
—Ya me calme Jimin, sueltame y explicame que demonios esta pasando aquí. 
 
—Lo mismo me gustaría saber a mi.— Dijo Jimin limpiándose los labios con el borde su camisa.—Por alguna razón me sentía atraido hacia esta habitación y cuando entre te vi con la mirada totalmente ennegrecida, los colmillos tan largos como jamas vi, no reaccionaste cuando te llame Taehyung, debía separarte del humano o lo ibas a matar. No es que me importe pero seria un problema.
 
—No seria capaz de lastimar a Jungkook, Jimin.
 
—Si te hubieses visto a ti mismo no pensarías igual. 
 
—¿Que demonios le hiciste Jimin?.—Gruñi tomándolo por el cuello.
 
—Solo borre los recuerdos de su encuentro, vamos tu debes alimentarte.
 
—¿Que pasará con él? 
 
—¿Preocupado por un humano? Eres patetico, no me importa en lo mas mínimo, quizás llegue otro a terminar con lo que tú no pudiste.—Lo estampe contra la pared y acerque mi rostro al sueño sintiendo mis colmillos crecer nuevamente.
 
—Nadie va a tocarlo, es jodimente mio y te aseguró que volveré por él. 
 
—Buena suerte con eso, su majestad.—Respondío con un gesto irónico.—Te esperaré afuera. 
 
Cuando Jimin se alejo, tome a Jungkook entre mis brazos y lo recoste en la cama, sabia que aroma estaría impregnado en el por un par de días, esperaba que eso fuese suficiente para que luchara contra su mente y lograse recordarme. 
 
Con delicadeza lo vestí besando todo su cuerpo. Por ultimo tome el teléfono que yacía oculto entre sus pantalones al ver que no tenía ninguna contraseña le mande un mensaje de texto a la que intuía era su amiga diciéndole donde se encontraba Jungkook. No quería dejarlo, pero sabía que Jimin tenia razón, podía lastimarlo y era no era mi intención.
 
Mirando por ultima vez la cama donde supe que este no sería nuestro ultimo encuentro, mis palabras no habían sido falsas, desde este día Jeon Jungkook era mío así él no quisiera.


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