Él juraba que la mataba, si ella no quitaba sus asquerosas manos del cuerpo del peli plata, él definitivamente la mataba. Sus oídos estaban a reventar por los gritos de todas las y los fans que llenaban aquel recinto, si bien él tenía la posibilidad de verlo todo detrás de escena de la manera más cómoda, no tenía el valor para ir a ocupar ese espacio, de hecho sino fuera por los tragos de más que tenía en su sistema él estaba muy seguro de que no estuviera allí, no estaría ni por equivocación en el concierto viendo como aquella maldita zorra de Honey-J recorría el cuerpo del mayor de manera descarada. Sus pasos comenzaron a abrirse camino por entre el monto de Exo-L ignorando totalmente las quejas de ésta al ser movidas o empujadas por él.
Aquellas malditas notas comenzaron a sonar cuando su cuerpo se detuvo frente al lugar donde se encontraba el idiota del peli plata, esa maldita canción que había tenido tanto éxito entre el grupo pero que para él no era sino un jodido infierno, porque cada que la escucha él sabía de qué hablaba, porque aquella canción era su maldito secreto cantado a voces.
Puedo ser
Del que no te acordarás mañana
No sabrás lo que pasó en tu cama
De mi boca nunca va a salir
Todo sucedió en cámara lenta, aquellas primeras palabras de esa canción no le pertenecían a él, no las cantaba a él pero al verle le fue inevitable no llevar el micrófono a sus labios y comenzar a entonarlas, su mirada se negaba a separarse de la suya…tres meses, tres malditos meses él le estuvo evitando y aun cuando sabía que aquello solo había sido una puta aventura porque él mismo se encargó de restregárselo a la cara, de decirle que sus besos solo eran un error que no debió de haber pasado nunca, que sus cuerpos nunca más tendrían contacto, le fue imposible no desahogarse entre las letras de su nuevo tema, sabía que un caballero no tenía memoria y que él se estaba comportando como un maldito pues no solo le había contado su relación a un par de amigos por desahogo, ¡no! Maldición, él le había contado su secreto al mundo entero, porque aquella canción era su aventura de una noche, aquella que debía ser un secreto, un secreto que en ese momento todo el mundo estaba coreando a gritos rotos.
Que yo sé
Que aunque le eras fiel a un solo hombre
Esa noche gritabas mi nombre
Las paredes nada van a decir
La voz de Kris resonó en los altoparlantes del recinto, pero es poco le importaba, ignorando a todo el mundo logró brincar la valla de seguridad que alejaba el escenario unos 6 metros de los fans, los seguridad lo notaron pero al ver que era él no intervinieron pues sabían de la relación cercana que guardaba con la banda. Sus pasos se encaminaron rápidamente a una de las escaleras de acceso al escenario hasta quedar frente a aquel maldito idiota al que cacheteo fuertemente ignorando todo, incluso el hecho de que ante su acción los gritos de las fans aumentaron al tiempo que la voz de Kris, Kai, SeHun y la música también se detenía.
-Era un secreto… – su voz sonó quebrada, el maldito valor del alcohol le estaba abandonando y ver la mirada vacía y dolida del más alto le estaba doliendo como no pensaba le podía doler, sus pasos por impulso terminaron de acortar la distancia que les separaba y sus labios se fundieron en un profundo beso con el más alto ignorando todo, todo lo que importaba eran esos labios que ahora estaban devorando los suyos, aquella manos que le sujetaban de la cintura, solo eso importaba – no debías contarlo a nadie
-Tampoco debía enamorarme ni follarme al novio de mi hermano, y aun así, estoy aquí en medio de un concierto teniéndole entre mis brazos – el peli plata dijo aquello separándose apenas lo necesario de los labios del más bajo – y que me parta un maldito rayo, pero éste es el lugar al que perteneces BaekHyun y no pienso dejarte ir de nuevo…