Taehyung caminaba a paso lento por las calles. Había escapado de casa, una vez más, luego de recibir una paliza por parte de su padre. Soltó un suspiro en conjunto de un quejido y se limpió sus lágrimas que caían silenciosamente.
Saco su teléfono y buscó un lugar al que ir, descartó en seguida los bares y lugares muy caros, solo un lugar llamó su atención: una cafetería 24 horas, llamada "Blue" que se encontraba cerca así que caminó hasta allí.
Entró y el lugar estaba casi vacío, pero era hermosa, decorado solo de colores blancos y negros junto con grises, se sentó frente a barra y enseguida llegó una mesera que tomó su orden, un café con galletas.
Se levantó y fue al baño pues quería limpiar sus lágrimas secas del rostro. Frente al lavado se dio cuenta de su horrorosa imagen, ojeras negras y marcadas, su pómulo hinchado y con una marca morada casi negro, también su uniforme desarreglado por la cantidad de horas que lo tenía puesto. Se limpió con mucha agua y luego se secó y volvió a la barra.
En cuanto se sentó la mesera le entregó su pedido y comenzó a comer las galletas disfrutándolas, el día de hoy solo había comido su desayuno.
Estaba tan concentrado que no se dio cuenta de que alguien llegó y se sentó a su lado, un chico pálido, con ojos rasgados y cabello color menta.
-Quiero un café cargado, por favor- pidió y luego se dedicó a observar al menor, él siempre iba a esa cafetería y jamás le había visto.
-¿No es muy tarde para que un estudiante este en una cafetería? - Preguntó levantando una ceja confundido, el menor le miró molesto por entrometerse por lo que le miró a los ojos- ¿Qué diablos te ocurrió en la cara?
Taehyung avergonzado bajó la vista, odiaba que las personas le miraran con pena o con asco por estar siempre golpeado.
-Nada que te interese- contestó bajo, dejó dinero en el mesón y se levantó pero una mano lo detuvo y dejó de nuevo en su asiento.
-Soy Min Yoongi- Le extendió la mano, a pesar de que el menor dudo estrechó sus manos.
-Kim Taehyung, ahora debo irme - Taehyung se puso de pie y comenzó a caminar.
-Espera- Yoongi no podía comprender sus acciones, no sabía porque no quería que se fuera, había algo en ese chico que le llamaba la atención- ¿No quieres ir conmigo?
Se golpeó mentalmente, ¿cómo, podía pedir algo así de la nada? Probablemente el chico pensaría que era un pervertido o algo por el estilo. Y claramente lo hizo pues Taehyung le miró con miedo y soltándose, corrió fuera.
Taehyung caminó nervioso por las oscuras calles, miraba para atrás a cada momento pensando que quizás Yoongi le había seguido.
Cuando iba a mitad de camino se dio cuenta de que no podía volver a su casa, su padre le había dicho que no quería ver su dichosa cara mientras tenía invitados por lo cual iba a tener que dormir nuevamente en la calle, aunque no era la primera vez que lo hacía, de hecho ya estaba muy acostumbrado a aquel trato que le daban sus padres.
Buscó el parque más cercano a su casa, así mañana se despertaría e iría a preparase para la escuela a casa cuando ya no habrían visitas.
Ya se acercaba el invierno así que era muy frío acostarse en aquellas duras bancas. Miró al cielo y sonrió triste, odiaba su vida pero sabía que había miles de personas pasándolo peor que él.
Observó las bellas estrellas que se escondían entre algunas nubes, pequeñas y tiernas estrellas.
Sintió algunos pasos y se encogió en la banca, lo que más odiaba de dormir en la plaza eran las personas que a veces pasaban por ahí, no todos eran malos, claro que lo sabía pero no significaba que no le asustaran.
Las personas que se acercaban hablaban de manera arrastrada y entre cortada por lo que se preocupó.
De pronto sintió un fuerte olor a alcohol y giró el rostro, vio la sonrisa de un hombre por lo que ahogó un grito y se alejó.
-Hola pequeño- le sonrió aquel hombre de unos 30 años, se notaba por su rostro demacrado que vivía en las calles.
Taehyung comenzó a alejarse pero otro hombre le tomó del brazo.
-¿No quieres un poco?- le mostro la botella casi vacía.
-No, gracias- Se soltó del agarre- debo irme
-Solo un poco no te hará mal- Le insistió.
Taehyung se alejó caminando a paso rápido y se relajó cuando vio que los hombres se sentaban en una banca a seguir bebiendo.
-¿Seguro que no quieres venir a mi casa? - Se volvió a sobresaltar y miró a aquel pálido chico que le hablaba.
De un momento a otro aquella propuesta se volvió la mejor de todas sus opciones, suspiró y pensó que lo peor que podría pasar es que fuera asesinado por el chico.
-Está bien, pero prométeme que no me harás nada- soltó pero luego se arrepintió, era un idiota si él quisiera hacerle algo solo lo hará.
-¿Por quién me tomas?-Preguntó arqueando las cajas.
-¿Por alguien que invita a un estudiante a su casa? - Respondió dudoso.
El mayor comenzó a reír por las palabras de Taehyung, ese chico le llamaba tanto la atención que ni siquiera el comprendía lo que hacía invitándolo a su casa.
-Solo soy alguien que invita a un estudiante para evitar que duerma en una plaza en otoño-
Yoongi comenzó a caminar esperando que le siguiera, su departamento solo quedaba a una cuadra por lo que llegaría en 5 minutos.
Taehyung le siguió tratando de recordar las calles para así poder huir en caso de peligro, pero en el fondo aquel chico no le daba miedo.
Caminaron un poco hasta llegar a un edificio alto y con muchas ventanas.
Entraron y el conserje les saludo con una sonrisa un poco forzada.
En el ascensor Taehyung se alejó en la otra esquina pues se había asustado, recién se daba cuenta de que estaba en un ascensor con un completo desconocido.
-Llegamos- Taehyung levantó la vista y vio al mayor evitando que la puerta se cerrase y haciéndole una seña con la cabeza.
Abrió la puerta y le invitó a pasar, el departamento era amplió con un gran ventanal que cubría toda la pared del la sala de estar, un gran sofá estaba frente a una televisión, pero lo que más le gustó fue el blanco y las decoraciones de colores vivos.
-Es tarde, yo me quedaré en el sofá y tu puedes quedarte en la habitación -Yoongi le explicó pero fue rápidamente interrumpido.
-No te preocupes yo soy el que llegó de improviso, me quedaré en el sillón. - Le sonrió sentándose y dejando su mochila a su lado.
Yoongi se sentó a su lado, quería preguntarle varias cosas, pero el menor se le adelantó.
-¿Cuantos años tienes?- Le miró con sus curiosos ojos chocolate y Yoongi no pudo evitar sentir un extraño sentimiento en su estómago.- Yo tengo 17.
-Y yo tengo 26-
-Vaya, nos llevamos por 9 años- le sonrió amplio - ¿Y en que trabajas o estudias?
-Soy productor de música, tal vez me conozcas como Agust D-
Taehyung le miró extrañado, jamás había escuchado algo de él pero todo el mundo lo nombraba.
-Eres muy conocido ¿verdad? - le preguntó.
-Bueno, solo en el mundo del rap- rió por la pregunta, cuando su teléfono comenzó a sonar- Dame un segundo.
Taehyung estaba realmente cansado así que mientras el contestaba se recostó en el sofá y sin darse cuenta se durmió.
Yoongi estaba hablando con Namjoon su mejor amigo y productor de música como él, al parecer olvido decirle que mañana tendrían una reunión con el CEO y debía de llegar temprano, por lo que debería de ir a dormir.
Suspiró pues debía de despedirse de aquel chico, pero cuando llegó a la sala de estar Taehyung ya se encontraba durmiendo, sonrió y buscó una manta para que aquel chico misterioso no se enfermara, mañana le preguntaría que era lo que estaba haciendo en la calle además de intentar descubrir quién le había hecho esos golpes.
Lo cubrió y se fue a su habitación, mañana tendría una de esas aburridas reuniones en donde debía de pasar horas sin quedarse dormido y escuchando solo reclamos de sus canciones, pues si estaba seguro que le reclamarían porque sus canciones fueron censuradas “Por el mensaje tan liberal” que dejaba.
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Taehyung se despertó sobresaltado al no saber dónde se encontraba, se sentó tan rápidamente que su cabeza dio vueltas, se acomodó y miró a su alrededor recordando todo. Se había quedado con un desconocido, bueno ya no era tan desconocido pues sabía su nombre, nombre artístico, edad y en que trabajaba. Sacó su celular de su mochila para ver la hora, pero para su desgracia este ya no tenía batería por lo que buscó algún reloj, pero no había nada.
Se puso en pie y se dirigió al único pasillo del departamento, caminó lento y se detuvo en la cocina donde vio aquella cabellera menta en una pequeña mesa, sonrió para sus adentros e ingreso en la cocina.
-Hola…- Yoongi se giró y le sonrió al verlo.
-Hola, aún es temprano por eso no te despertaba- Se puso de pie y tomó la cafetera- ¿Quieres desayunar?
-Claro- Sonrió y tomo asiento al frente de él en la mesa, el mayor le sirvió una taza de café y luego le acercó algunas galletas- Gracias. ¿Podrías decirme la hora?
-Son las 5:45-
-¿Tienes que trabajar?- Preguntó curioso por lo temprano que ya estaba de pie, sobre todo considerando que en la noche anterior habían llegado pasado la media noche.
-Una reunión de improviso-Rodó los ojos de solo pensar en ella- Debo estar a las 7:00 en la empresa.
-Vaya, entonces creo que desayunaré y me iré- Contestó Taehyung comiendo algunas galletas
-¿Puedo saber cómo te hiciste esos golpes?- Yoongi se arrepintió de inmediato al ver la mirada de Taehyung, pero la curiosidad le había ganado cuando le vio aquellos moretones más claramente.
-No.- Contestó tan tajante que Yoongi i si quiera pudo reclamarle- Realmente te agradezco que me dejaras quedarme pero no es un tema del cual me gusta hablar.
-Tranquilo, lamento haber preguntado eso- Contestó poniéndose de pie y dejando su taza en el fregadero.
-No te preocupes- Taehyung terminó su café y Yoongi la dejó con su taza.
Taehyung fue a recolectar sus cosas al sofá mientras que Yoongi terminaba de preparase para ir a la empresa, luego el mayor observaba cómo Taehyung dejaba el sofá completamente arreglado y la manta doblada, realmente había algo en ese chico, un algo que le atraía.
Ambos salieron del edificio pero debían de ir en direcciones contrarias por lo que se despidieron, Taehyung comenzó a alejarse pero una voz le detuvo.
-Taehyung, déjame darte mi número- Yoongi le entregó una hoja de sus cuadernos con su número escrito en ella- Si algún día no tienes donde quedarte llámame, aunque si quieres hacerlo de cualquier modo solo hazlo.
Taehyung sonrió nervioso pero lo acepto y le escribió su número en una esquina de la hoja la cual rompió y le dio su número.
-También puedes llamar si quieres-Le sonrió de manera amplia.
De esa manera Yoongi se dio cuenta de que lo que sentía en su estómago eran las tan llamadas mariposas, pues aun cuando el rostro del menor estaba repleto de golpes y sus ojos marcados por negras ojeras seguía siendo hermoso.
“Y así ambos tomar caminos diferentes pensando cuando se volverían a encontrar”