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ya no mas... por kamil

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Notas del capitulo:

HOLIWIIIII!!!! como siempre yo actualizando tarde... creo que dejare de prometer actualizaciones.. cuando no estoy segura de poder hacerlas... pero naaaahhhh

bueno estuve trabajando hace como 1 semana en este one short y la verdad es el mas largo que he hecho por lo cual estoy muy orgullosa de el, es el primer yuri que escribo, espero que les guste un monton

se supone que tenia que subir esto el domingo pero tuve una migraña horrible, no soportaba ni la luz y aunque ya tenia todo el escrito listo me faltaba acomodarle la coherencia y un par de detalles mas de ortografia en cuanto a los acentos y no lo pude hacer hasta anoche, cuando recien se me paso la migraña, pero al entrar a mi facebook veo una noticia para mi impactante ... VOLVIO A TEMBLAR EN MEXICO!! dios mio!! vi videos de edificios cayendo y gente  gritando, fue algo escabroso ver como todo eso ocurria no me imagino vivir algo asi, las personas que me leen sabran que vivo en venezuela, por lo cual me es casi imposible donar algo a mexico pero fuerza mexico, volveran a levantarse como hace 32 años lo hicieron

taco la arepa esta contigo <3 

en fin... espero que les guste este pequeño escrito de 6.196 palabras :D estoy tan feliz por poder escribir algo  tan largo

una cosa en las advertencias puse lemon pero mas bien es un lime 

una cosa mas lo que esta escrito de esta manera son recuerdos del pasado

ya estoy trabajando en el nuevo capi de ese brillo en mi pecho y tratando de hacer el capi largo

los amo un monton, nos estamos leyendo

recuerda dejar una review si te gusto el escrito... ES GRATIS!!... creo

 De nuevo se encontraba envuelta  en ese estúpido circulo vicioso en el cual estaba hace cuánto? 3 meses? 8 meses? 1 año? Ya ni lograba recordarlo, pero simplemente por más que se quisiera salir de allí no podía, poseía una fuerza de voluntad muy frágil, volvería a caer una y otra vez, porque Vanesa sabía que con solo una llamada ella saldría corriendo a su encuentro

En qué momento se enamoró de esa chica?

Aun lo recordaba, como si todo hubiera pasado en menos de un par de meses, pero no, sabía muy en el fondo que llevaba más de 3 años en este rollo

5 años atrás

Ya llevaba casi 1 año trabajando en esa multinacional como contadora, ¿era una chica exitosa)? No sabría decirles por qué no lo creía de esa manera, a pesar de que a mis cortos 22 años recién graduada de contadora publica, luego de realizar mis pasantías en una prestigiosa multinacional logre quedar como una empleado fija, fue un momento de felicidad absoluta para mí, nadie había creído en mí, nadie daba un centavo por mí, pero lo había conseguido.

Ganaba un muy buen sueldo el cual utilizaba para mis gastos personales, y ahorros, tenía un buen apartamento y un cómodo carro los cuales aún estaba terminando de pagar pero eran míos, los había conseguido con mi esfuerzo, que más podía pedir?

Era una  joven,  independiente, todos me decían que era una chica hermosa pero he allí el problema, mi autoestima estaba más abajo del sub suelo, a pesar de tener una buena estabilidad económica,  tenía carencias emocionales muy grandes, una de ellas y la que considero más importante es el tema de mis padres, esos seres fueron lo mejor para mí, a pesar de sus defectos, mi padres era un hombre alcohólico el cual engañaba a mi madre con una y mil mujeres, y mi madre… oh esa hermosa y cariñosa mujer… ella aun quería vivir un cuento de hadas junto a mi padre, mi madre daba su vida por él, pero no podía negar lo obvio mi padre ya no la amaba, solo convivía con ella porque sabía que nadie más le aguantaría sus borracheras cada día, y a  mi madre eso la destrozaba, muchas veces la vi y oí llorar gracias a él, yo como su única hija era su adoración, su niña pequeña y consentida.

Nací en el seno de una familia católica y muy conservadora donde se nos  implantaba la ideología de que si te casabas con tu esposo, con el tenías que durar para toda la vida, no sin antes la aprobación de la matriarca de la familia, esa pobre ancianita de casi 90 años, pero todo cambio para mí cuando a la tierna edad de 14 años comencé a ver las mujeres diferentes,   no la veía de la misma forma que los demás lo hacían, comencé a ver mi inclinación sexual diferente a lo “común” y eso me aterraba, no había ni una persona gay o lesbiana en mi familia y ser la primera fue difícil, por lo cual lo oculte, escuchaba siempre en reuniones familiares opiniones muy discriminatorias hacia la comunidad LGBT y yo siempre los defendía alegando que tenía amigos que pertenecían a esta por no decir que me estaba defendiendo a mí misma, todos me miraban rayado cada vez que lo hacía pero no me importaba, solo tenía un apoyo incondicional en toda mi familia y era un primo muy cercano a mí, los cuales nos habían criado en la misma casa, nos tratábamos como hermanos, ese chico lo era todo para mí, era mi consejero y paño de lágrimas.

Recuerdo tener aproximadamente 15 años cuando le dije…

Lloraba y con las uñas rasguñaba mis brazos en un intento de hacerme daño, me odiaba, no podía con todo eso, en mi mente no cabía la idea de ser lesbiana, y fue allí cuando escuche la puerta de mi  cada abrirse

-          Carolina estas? – reconocí esa voz de inmediato era mi hermano, me levante con rapidez y Salí corriendo de mi cuarto para dirigirme tan rápido como podía a la entrada de mi casa donde allí se encontraba el buscándome con la mirada y cuando me vio solo abrió los brazos para recibirme en un gran abrazo – ya nena tranquila – dijo mientras me sobaba el cabello, me calmo y tranquilizo con sus suaves y dulces palabras, cuando ya solo hipaba por el llanto me llevo a mi cuarto, dirigiéndose a la cama nos acostamos mirándonos el me miraba con dulzura – ahora nena dime ¿Qué paso? Sabes que puedes contar conmigo, soy tu hermano y siempre te apoyare en todo lo que decidas para tu vida-

-          Y-yo… yo…yo so-soy ... me gustan las mujeres- dije a duras penas mientras me soltaba a llorar nuevamente sentí sus brazos nuevamente a mi alrededor

-          Ya lo sabía, soy tu hermano ¿lo olvidas? Te conozco desde que estabas en la barriga de tu madre, pero tranquila así te guste lo que te guste siempre serás mi hermana me decía sonriendo

Él se convirtió en mi apoyo incondicional, sin embargo había demonios internos con los cuales solo yo podía luchar, mi aceptación fue muy difícil, saber que tenía una familia homofóbica era horrible, me sentía como un bicho raro, solo yo sabía cuántas noches había llorado hasta quedarme dormida, odiando lo que era, lo que sentía hacia una mujer maldiciendo al mundo, la vida y a cualquier cosa existente por ser así, en mis momentos agónicos le pedía a dios que me cambiara, yo solo quería la aceptación de mi familia y mis padres.

A los 15 años luego de decirle a mi hermano logre aceptarme. Aunque aún no le decía a mi familia.

Pero todo cambio cuando tenía 17, había comenzado la universidad, era un pequeño polluelo en un mundo de grandes,  hice amistades rápidamente y conseguí una novia, era una chica hermosa, pero un día mientras salíamos en una cita por uno de nuestro aniversario una tía me vio, el chisme se rego más rápido que la pólvora por toda mi familia, al llegar a casa mis padres me confrontaron

-          CAROLINA POR EL AMOR DE DIOS RESPONDE LO QUE TE ESTOY PREGUNTANDO – gritaba furiosa mi madre mientras me jaloneaba de un brazo, mi padre no decía nada, solo estaba sentado en el sofá mirándome desde allí, nunca olvidare esa mirada llena de decepción en su  rostro- CREES QUE NOSOTROS NOS MERECEMOS ESTO, QUE DIRA TODA LA FAMILIA DE ESTO – fue allí cuando me enfurecí

-          ME IMPORTA UNA MIERDA LO QUE DIGA TU FAMILIA MADRE, SOLO TE IMPORTAN LAS OPINIONES DE LOS DEMAS, TE IMPORTA UN RABANO LO QUE SIENTA TU HIJA – dije furiosa

La sala se llenó de un silencio sepulcral, yo lloraba y temblaba mientras mi madre me miraba sin poder creer lo que acababa de decirle

-          Hija solo dime que no es cierto, dime que era otra persona, dime que no te gusta esa clase de cosas – dijo mi madre aun esperanzada de que su pequeña hija fuera heterosexual, pero yo no respondí nada, no me sentía con la valentía suficiente para hacerlo, para admitir lo que era,  fue allí cuando todo paso de mal a peor, mi madre histérica se me acerco para golpearme, allí mi padre reacciono levantándose rápidamente para quitar a mi madre encima de mí pero esa mujer enfurecida tenía una fuerza sobrehumana, mando su puño hacia atrás con el fin de golpear a mi padre en el estómago cosa que logro, dejándolo sin aire y cayendo en el piso sentado tosiendo yo solo ponía mis manos frente a mi cara con el fin de protegerme de alguna manera mientras le gritaba a mi madre que por lo que más quisiera en este vida se detuviera pero no lo hacía.

Me pegaba en los brazos, piernas, costillas, estomago, logro golpearme en la cara en más de una ocasión, todo esto era horroroso para mí, luego de pasados 10, 15 o 20 minutos, la verdad no sé, solo recuerdo escuchar a la lejanía la sirena de la policía  sonar para minutos más tarde estos interrumpieran en nuestra casa, luego de eso perdí el conocimiento, desperté 3 días después de eso en una camilla de una hospital con mi hermano durmiendo sentado al lado de mi cama en una incómoda silla sosteniendo mi mano, cuando el también despertó me abrazo susurrándome que ya todo había pasado.

Me conto que gracias a que nuestra anciana vecina escucho gritos y golpes se asustó llamando con rapidez a la policía, no saben cuántas veces le agradecí a esa abuelita el haber hecho eso, mi madre estaba fuera de sí, luego de todo lo ocurrido termine con 3 costillas rotas, un brazo fracturado y un sinfín de hematomas por todo el cuerpo, los agentes policiales vinieron a interrogarme, pero no tuve el corazón de poner cargos contra mi madre, a pesar de todo lo que me hizo no fui capaz, era mi madre, la amaba pero sabía que ella no me aceptaba, y saben algo no la culpaba a ella la criaron con esa ideología antigua del hombre está hecho para la mujer, se casaran, tendrán hijitos, casitas y perritos y vivirán felices por siempre.

Me fui a vivir con mi hermano el cual era 4 años mayor que yo, vivía en un departamento solo, cuando fui a buscar mis cosas a mi casa junto a mi hermano vi que mi  padre  me miraba desde el marco de la puerta, pero sin acercarse como si quisiera guardar una última imagen  de su pequeña hija en su memoria.

Al terminar mi hermano cargo las maletas esperándome afuera de la casa, dándome algunos minutos a solas, mientras yo  miraba las paredes de mi cuarto con afiches y dibujos pegados por todas partes, llore en silencio sabia q era la última vez que entraría a esa habitación, cuando ya estaba a punto de salir de esa casa, en la cual pase momentos tan felices, tristes y por qué no dolorosos también, escuche la voz de mi madre decir

-          Sabes que si sales por esa puerta y vives esa vida de libertinaje y depravación me olvidare de que existes – yo solo me quede 5 minutos parada sin hacer ningún movimiento, los ojos me ardían y se llenaban nuevamente de lágrimas voltee a verla y solo musite un simple

-          Cuídate mami, no olvides que te amo – sonreí  de manera triste y cerré la puerta tras mi paso.

Nunca más volví a esa casa, ni vi a mis familiares ni mucho menos a mis padres.

Nunca en mi vida había llorado tanto como en los siguientes meses, fueron muy duros para mí pero debía seguir adelante, con la cabeza en alto y una sonrisa en los labios, retome la universidad y conseguí un trabajo de medio tiempo de camarera donde me daban muy buenas propina, seguí viviendo con mi hermano donde compartíamos los gastos, fue duro para mi celebrar mi primer cumpleaños fuera de mi casa y sin mis padres, esa noche luego de trabajar mi hermano llego con una pequeña torta de chocolate decorada con crema, me canto la típica canción de cumpleaños feliz mientras yo sonreía y lloraba, solo éramos los dos, pero por ese pequeño instante fui feliz, mientras comía pastel junto a mi hermano y nos untábamos de crema  el rostro del contrario, me sentí la reina del mundo.

A la edad de 22 años me gradué de contadora publica y quede de fijo en el trabajo donde realice pasantías, me mude a mi propio departamento y compre un carro, cuando me fui del departamento de mi hermano, bueno,  nunca había visto llorar a mi bebe tanto como ese día.

La verdad nunca fui una persona con el ego alto y mi autoestima era bastante bajo, y creo q ella se aprovechó de ello, esa chica fue mi perdición.

Luego del año de estar  trabajando en la multinacional, entraron los nuevos pasantes, y mi jefe me dio la tarea de darles un recorrido por las instalaciones y enseñarles las actividades que allí se realizaban, ya que la chica que siempre lo hacia había faltado ese día gracias a q su pequeño hijo de 5 años enfermo, y como era la única solvente y sin ningún trabajo atrasado estaba disponible para haberlo.

Espere en la recepción mientras llegaban los chicos, con una sonrisa Colgate en el rostro, fueron llegando uno por uno los cuales me hacían entrega de sus hojas de pasantía y todo eso, aún recuerdo mis pasantías, una pequeña sonrisa nostálgica se posó en mi rostro.

Al cabo de 45 minutos todos los chicos estaban allí, asegurándome de que nadie faltara, les hice entrega a cada uno de pequeños identificativos con su nombre, y empecé con el recorrido, sin embargo era una tradición en la empresa que la persona encargada del recorrido, en este caso, yo, debía asustar y aterrorizar a los pasantes con el fin de que con mis compañeros de trabajo nos riéramos de ello más tarde.

-          Todos tendrán un mismo supervisor – dije mientras me dirigía a la oficina del supervisor de pasantes del cual era muy buena amiga, tocando la puerta recibí un grito el cual indicaba que podía pasar-  cualquier duda, pregunta o inquietud que tengan se dirigen escrita mente a el – proseguí mientras lo señalaba, el alzo la mirada y nos vio con el ceño fruncido , mientras se levantaba lentamente de su escritorio, yo solo sonreí para mis adentros pensando con que locura saldría ahora 

-          Me llamo Daniel, escorias ineptas,  pero para ustedes soy Sr. Daniel o Don Daniel, me llegan a joder mocosos estúpidos y los golpeo – dijo el  sonriendo de la forma más macabra posible

-          Habla enserio, una vez me tiro su café caliente en la ropa solo porque lo llame Daniel– susurre mintiendo vilmente

-          CALLATE MARTINEZ TU AUN SIGUE A PRUEBA – me grito mientras hacia el amago de tirarme el lapicero que tenía en las manos, solo saque rápidamente a los pasantes de allí, los cuales estaban pálidos

El recorrido paso sin mayores contratiempos, deje al grupo de chicos en la sala de espera, indicándoles que me esperaran aquí, que volvería en un momento con las tareas que se le asignarían a cada uno de ellos, así que dirigiéndome nuevamente a la oficina de Daniel entre sin siquiera tocar solo para hacerlo enojar

-          ACASO NO TE HAN ENSEÑADO A TOCAR? – grito el por mi acción realizada

-          Sí, pero contigo no vale la pena, ya tienes la lista para asignarle a cada pasante su puesto? – pregunte

-          La estoy terminando, espera 5 minutos – respondió Daniel

-          Vale, oye no fuiste un poco duro con los pasantes pobrecitos aún están temblando – dije sonriendo mientras me sentaba encima de su escritorio a esperar a que terminara

-          Naaaahhh, se lo merecen, tienen que respetarme, no como tú, aun cuando cierro los ojos puedo recordar como temblaste la primera vez que me viste, fue lo máximo sabias – dijo mientras cerraba los ojos y sonreía

-          Jajajajajajajajajajajaja claro mírame como aun tiemblo, oye apurate no tengo todo el día, por cierto hay una disco nueva, quieres ir este viernes? – pregunte

-          Cuanta con ello amore mío – dijo mientras me entregada las hojas

-          Bien, pasa por mí el viernes a las 9 y trata de venir solo, no quiero ningún novio tuyo en esto, que luego no puedo bailar contigo hombre – dije cuando ya estaba en la puerta logrando cerrarla con rapidez al ver cómo me  lanzaba el tarrito de lapiceros

-          QUE RICHARD NO ES ASI!!!! – grito, sonreí alejándome de allí, Daniel era gay, y era un gran amigo, a pesar de que estaba obsesionado a que los que fuimos pasantes en la empresa le debíamos respeto, era una persona increíble, amable y cariñosa, además de ser mi compañero de rumbas en cada salida.

Volví con los pasantes, y a cada uno les di sus puestos respectivos, todos eran asignados a un contador con el fin de que le ayudara en los pormenores del papeleo, etc.

Y allí fue donde ella apareció, estaba en el grupo de pasantes pero no me fije en ningún momento en ella, estaba tan concentrada en el recorrido que no detalle a cada pasante.

 Me habían asignado a una pasante para que esta fuera mi asistente, mientras caminaba a mi oficina y le enseñaba todo lo que hacía no pude evitar detallarla era una chica hermosa,¿ como mierda no la había visto? Su piel era casi tan blanca como la leche con la cual me divertí muchas veces besando, salpicada con pecas por su rostro, tiempo después descubriría que estas pecas estaban por todo su cuerpo, sus ojos eran como los de un gato, verdes con algunos destellos amarillos y ocre, su lindo cabello rojo que jalaba cada vez que estaba al punto más alto del éxtasis, esos carnosos labios rosas que besaba y mordía cada vez que tenía oportunidad, tenía una camisa de botones con los primeros botones abiertos que dejaba entrever sus lindos y pequeños senos los cuales me encargaba de besar y pellizcar, portaba un pantalón ceñido a su cuerpo el cual marcaba todo su trasero, el cual mordía, nalgueaba y apretaba cada vez que estábamos juntas.

Era hermosa…

-soy Vanesa espero que nos llevemos bien, y por favor no seas tan cruel conmigo en la calificación de pasantes-  se presentó ella con una pequeña sonrisa en sus rosados labios

- tranquila Vanesa, soy carolina se por lo que estás pasando, hace un año estaba igual que tu- me presente sonriendo

Luego de explicarle todo lo que debía hacer, el trabajo empezó…

Los días pasaban con rapidez y nos llevábamos bastante bien, Vanesa era una chica eficiente en su trabajo, responsable con lo que le pedía, amable con los demás, y respetuosa con sus superiores, siempre pensé que ella sería una de las pocas pasantes que quedaría fija a la hora de terminar su pasantía

Y así fue, un año después los resultados fueron entregados…

-          QUEDE!! QUEDE COMO PERSONAL FIJO!! GRACIAS CARO!! – entro ella a mi oficina con rapidez para abrazarme

-          No hay de que pequeña, te lo ganaste – dije sonriendo – mira que no todos me aguantan como su superior-proseguí  y es que muchas veces el trabajo me consumía y mi humor era de perros pero Vanesa siempre conseguía la manera de hacerme calmar

-          Debemos salir a celebrar esto, con los otros 2 pasantes fijos estamos arreglando para ir a una disco, te gustaría acompañarme carolina?- pregunto ella aun abrazándome a lo que yo sonreí

Esa chica era un amor, que afortunada era su novia, porque sí, mi pequeña asistente tenía una relación con una chica, lo supe cuando un día nos tocó quedarnos hasta tarde por cierre de cuentas, y al salir su novia la esperaba afuera, fueron muchas las ocasiones en que fue su psicóloga amorosa, era bastante divertido, nunca vi a Vanesa como algo más que una compañera de trabajo.

Pero todo cambio esa noche, salimos varios compañeros de la empresa a una disco aprovechando que era viernes y con la excusa de celebrar junto a los 3 pasantes que lograron quedar fijos, pero sin que nadie llevara a su pareja, novio, o lo que sea con el fin de que todos nos pudiéramos divertir sin sentirnos amarrados a alguien

La novia que tenía para ese momento recuerdo que me monto un drama que solo ella podía, exigiéndome una explicación del porque salía sin ella, fastidiada de lo controladora que era decidí terminar ese día mi relación con esa chica sin imaginar si quiera que pasaría esa noche…

Con  varios tragos encima, y bailando con mil y un personas, todos nos divertíamos, reíamos, bebíamos hasta casi la inconciencia y ese fue mi mayor error…

A la mañana siguiente me desperté en mi departamento con un dolor de cabeza terrible, recordando muy pocas cosas de la noche anterior, no quería abrir los ojos  porque sentía que todo me daba vueltas, pero un peso extra en mi pecho me hizo reaccionar y obligarme a abrir los ojos, parpadeando varias veces acostumbrando me arme a la luz de mi habitación logre divisar  una  cabellera roja que se esparcía por mi pecho y parte  de la cama.

Mi primera impresión fue mantener la calma…

La total y absoluta calma…

-          QUE MIERDA PASO?! – me senté con rapidez  en la cama ocasionando que mi acompañante se levantara asustada, cuando me volteo a ver, negué varias veces con la cara, mientras me tapaba la boca con una mano y abría los ojos de manera desmesurada – MIERDA! – Vanesa me veía aun desconcertada procesando lo que pasaba

-          Carajo… - fue lo único que ella dijo mientras se levantaba y empezaba a buscar su ropa colocándose cada prenda

Observe cada uno de sus movimientos sentada en la cama mientras seguía procesando lo que hicimos, me cogí a mi asistente, la cual tenía una novia… metí la pata de lo lindo y hasta el fondo cuando termino de vestirse se me acerco, me tomo del mentón y me dio un pequeño beso en los labios para musitar…

-          No lo pienses  tanto caro, deberíamos repetirlo en algún momento – se dirigió a la puerta de mi habitación y antes de salir dijo – nos vemos el lunes en la oficina – y con eso salió cerrando la puerta tras de ella, escuchaba el sonido de sus tacones al tocar el piso alejándose de la habitación y por último la puerta del departamento  cerrándose

Todo quedo en un silencio magistral… y mi cabeza estaba en un desastre total…

El lunes llego y las cosas cambiaron a partir de allí…

Los silencios incomodos se hicieron presentes

Las miradas furtivas

Pero todo comenzó una mañana, en mi escritorio, una cariñosa nota con una letra inconfundible

Los pequeños detalles y chocolates en mí escrito cada mañana

La descubrí más de una vez mirándome desde mi escritorio a través de los cristales que dividían mi oficina del recibidor donde ella se encontraba

Y ese pequeño calorcito en mi pecho fue aumentando

Su novia dejo de buscarla al finalizar la jornada laboral

En muchas ocasiones ella me comentaba que la relación con su novia iba en total decadencia, yo solo le aconsejaba que luchara por su relación sin darle mucha importancia al asunto

Luego de 3 meses de esa noche los pequeños besos robados llegaron

Me besaba al llegar a la oficina y antes de irse, las primeras veces no le respondía y trataba de alejarla, pero luego de un tiempo me acostumbre y yo comencé a besarla también

Luego iniciaron las palabras cariñosas “amor, princesa, reina, bonita, guapa, nena, bebe”

Las caricias se abrieron paso con rapidez y luego de 1 mes de ese raro jugueteo que teníamos, tuvimos sexo en mi oficina

Ella me hizo sentir importante

Me hizo sentir que era la reina del mundo

Y yo lo disfrute

Disfrute cada segundo a su lado

Los “te quiero” y los “me gustas un montón” se hacían cada vez más cotidianos

Pero siempre estaba ese lado amargo, ella aún seguía con su novia

Pero fue mi error

Nunca se lo pedí, nunca le pedí, ni exigí que dejara a su novia

Me convencí que solo era un juego sexual

Me convencí que era solo satisfacción carnal y personal

Pero me ahogaba en mi propia mentira

El sexo cada vez era más recurrente

En muchas ocasiones nos tocó quedarnos hasta tarde por los papeleos atrasados gracias a perder el tiempo entre nosotras

Y el tiempo pasó…

Ya se iban a cumplí casi 3 años de todo esto y fui allí cuando me decidí… YA NO MAS!! No podía seguir  así, corriendo a su encuentro cada vez que me llamara, no sería un plato de segunda mesa

Ya no más…

Era sábado, no quería salir con nadie, no quería ver a nadie, solo quería hundirme en mis propios  recuerdos del pasado, rememorando cada error que cometí, pero ya no más, a los golpes aprendí, quería un amor sincero, no quería ser una sombra, ni  la tercera en una relación, quería la atención total de alguien y no solo un 50% y sin que nadie nos viera y todo escondido

Me dirigí a la sala de mi departamento el silencio era total, mi vista se dirigió a la mesa de centro donde estaba ese sobre blanco en la mesa de centro, el viernes en la noche el jefe me lo entrego en respuesta a mi solicitud, no lo había abierto, mi nerviosismo era palpable

Me dirigí a la cocina, encendí la cafetera que con rapidez empezó con su función, el aroma a café inundo toda la cocina, aspire con alegría el aroma a café recién hecho y busque en la alacena un paquete de esos ponqués de chocolate  ya listos que vendían en las panaderías

Cuando la cafetera empezó a pitar llene una taza con ese líquido negro y dirigiéndome a la sala junto a mi taza de café en una mano y en la otra mi paquete de pastelitos, me senté en el sillón más amplio recostándome en él, dejando que el café se enfriara un poco lo deje en la mesa, mientras comía mi ponqué de chocolate cogí con mi mano desocupada el sobre blanco aun cerrado de la mesa y con dificultad lo abrí sin tratar de mancharlo

Saque la hoja blanca y la desdoble sintiendo mi corazón latir con demasiada rapidez, mis ojos pasaban por las letras con calma leyendo cada una de ellas, tomándome mi tiempo

Cuando leí esas últimas palabras ennegrecidas para darle más énfasis a la respuesta no pude evitar sonreír

Me levante rápido del sillón dejando el ponquesito a medio comer y la carta en el suelo, corriendo me dirigí a mi habitación donde con la mirada busque mi teléfono el cual desbloquee con rapidez aun sonriendo

Me dirigí a la aplicación de whatsapp y busque al destinatario deseado, teclee con rapidez  y la respuesta no tardó en llegar, mi felicidad aún se hizo más grande al ver la respuesta de la otra persona

Ya no más….

Hice unas cuantas llamadas y tenía casi todo listo, y para poner la cereza al pastel recibí un mensaje, ese mensaje que siempre llegaba cuando Vanesa peleaba con su novia, cuando estaba aburrida y quería tener sexo  y  yo como estúpida corría a su encuentro

“donde siempre caro” – decía el mensaje, respondí con rapidez dirigiéndome al baño

Me tome el tiempo necesario en el baño lavando mi cabello, restregando mi piel con ese montón de productos de belleza y geles de  baño  que siempre compraba, al salir con una toalla envuelta en mi cuerpo y con otra más pequeña restregándome el cabello con el fin de secarlo, me pose frente al espejo, mire mi reflejo, deje caer la toalla y detalle segmento de mi cuerpo

Me tomo casi toda una eternidad arreglarme, pero quería hacerlo con lentitud como si quisiera rememorar el ritual que realizaba antes del encuentro

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Las puertas del ascensor se abrieron, busque la habitación indicada por la recepcionista  y abrí la puerta con la llave que me entregaron al llegar, y vi ese pequeño, lindo y pecoso cuerpo dándome la espalda, revestido con un corto short blanco y una camisa rosa trasparente dejando ver su brasier blanco y unas simples zapatillas grises

Al escuchar la puerta ser abierta Vanesa se giró y me sonrió, caminando hacia mi enrollo sus brazos alrededor de mi cuello, no quedándome atrás enrolle mis manos en su cintura, nuestros rostros se acercaron y nuestras bocas se unieron, reconociéndose como si de amigas de toda una vida se tratase

Pero esta vez iba a ser diferente

Ya no más…

Baje mis manos por sus muslos, acariciándolos y sintiendo como se estremecía en mis brazos, tome su trasero y lo apretuje y alzándolo dándole una orden muda

Entendiendo rápidamente lo que deseaba Vanesa enrollo sus piernas alrededor de mi cintura

-          Hoy estamos muy emocionadas no? – dijo sonriendo cuando se separó de mí, no le respondí nada, mis labios hicieron un recorrido de su boca, pasando por su mentón hasta llegar a su cuello, besándolo sin dejar marca como siempre fue la regla

Ya no más…

Me dirigí a la cama con ella en mis brazos y la recosté con cuidado quitando sus zapatos, me separe de ella quedando entre sus piernas y la observe, su cabello rojo estaba esparcido por toda la cama contrarrestando de una manera simplemente excepcional, pase mis manos por sus costados y una vez más se estremeció

Vanesa llevo uno de sus dedos a su boca mordiéndolo suavemente y sonriendo en un intento de incitarme a lo prohibido, mis manos llegaron a su camisa la cual fue retirada con rapidez, mientras besaba su cuello, he iba bajando con lentitud oyendo sus jadeos deseosos, me topé con su brasier el cual pude desabrochar con facilidad al ser con broche adelante, abrí esa prenda con lentitud como descubriendo algo desconocido

Los gemidos de Vanesa cada vez se hacían más fuerte al sentir como mordía y jalaba con suavidad sus senos, mis manos pasaron a su short, lo desabroche y y lo baje con rapidez, topándome con su ropa interior de encaje, sonríe

-          ¿te gustan verdad? – pregunto ella pero yo seguía sin responderle, solo me  acerque a sus labios besándolos con ímpetu y entusiasmo – hey amor, que paso todo bien? – pregunto cuando deje de besarla, preocupada por mi reciente mutismo  pero seguía sin responderle

Solo baje nuevamente a su cuello haciendo un camino de besos y pequeños lametones hasta llegar a sus pantis mis manos se dirigieron sus piernas montándolas sobre mis hombros, acerque mi cabeza a su intimidad la cual lamí por sobre la tela con vehemencia

Sus gemidos aumentaron aún más pidiéndome por mas, mientras ella dirigían sus manos a mi cabello masajeándolo como una premiación por mi trabajo

En ningún momento me desvestí ni deje que ella me desvistiera, aunque por eso me gane varios mordiscos en mi cuello y labios y unos cuantos pucheros los cuales me encargue de borrar a besos

No quería que me tocara, no más

Quería guardar su imagen en mi memoria como una experiencia dolorosa pero necesaria

Ya no más…

Bese, lamí y penetre con mis dedos y lengua su cuerpo con una delicadeza magistral como si en mis manos se encontrara la muñeca de porcelana más bella del mundo

La hice correrse tanta veces me pidió y yo desee

En la última ronda, con Vanesa ya casi sin fuerzas, le hice el amor, no tuve sexo con ella, le hice el amor de la manera más cariñosa y ardiente posible, como si quisiera transmitirle todo el cariño y aprecio  que sentía por ella, mientras ella me profesaba palabras cariñosas pero vacías,  la saliva, el sudor y fluidos bañaban la cama, parte de mi ropa y el cuerpo de Vanesa 

Casi cuando Vanesa estaba en la cúspide del orgasmo rompí la regla de oro, mordí su cuello y clavícula cuanto quise, aunque ella se negara no hizo mucho para alejarme

-          OH DIOS MIO CARO! SI AMOR MAS FUERTE BEBE! – grito cuando se derramo por última vez en mis dedos

 

Ya no más…

Ella trataba de regular su respiración mientras yo la veía

Vanesa se apoyó en sus codos alzándose y acercando sus labios a los míos los cuales reclamo, a lo que no me resistí

Ya no más…

-          Quiero que lo intentemos, algo serio bebe, anoche termine con patricia, te amo carolina, no sé cuándo paso ni como pero te quiero – dijo y me beso una vez mas

-          Te quiero vane, te quiero como nunca lo había hecho – dije por primera vez en toda la noche  y ella sonrió dando eso como una afirmación pero mi decisión ya estaba tomada

Hice a Vanesa acostarse sobre la cama mientras tarareaba una canción y acariciaba su cabello, parecía una escena de película romántica donde dos enamorados se profesaban amor verdadero

Poco a poco ella fue cerrando sus ojos y cuando sentí que su respiración se volvía lenta, calmada y acompasada me levante con suavidad para no despertarla

La mire dormir por unos minutos y me permití sonreír, mientras mis ojos comenzaban a picar, mi vista se empezaba a nublar y las lágrimas iniciaban su recorrido deslizándose por mis mejillas

Lleve mis manos a cabello acomodándolo tras su oreja y me acerque a su cara dejando primero un pequeño beso en su frente, luego uno en su pequeña, respingada y pecosa nariz, siguiendo el camino de sus pecas en su rostro un besito en sus cachetes fue depositado  para finalizar en sus labios, me aleje y detalle por última vez su rostro, cada peca, cada rasgo facial, cada mueca que hacia al dormir, cada marca de mordida que deje en su cuello, como si quisiera guardar en mi mente una última imagen de ella

Ese pequeño beso fue el último que le di, para dirigirme a la puerta y cerrarla despacio tras mi salida, me apoye en la puerta, cerré los ojos aun con lágrimas en ellos y suspire, le pedí fuerzas a cualquier deidad mística que las quisiera escuchar, apreté el pomo de la puerta dándome fuerzas

Ya no más…

No podía volver, no podía caer de nuevo, no más… por mucho amor que sintiera… Ya no más…

Con lágrimas bajando aun por mi rostro me dirigí al ascensor sin voltear la mirada en ningún momento, porque sabía que si volteaba todo mi autocontrol se iría al caño y volvería a sus brazos en busca de retazos de amor desechos

Salí del hotel con rapidez, subí a mi automóvil, coloque música lo más alto que pude y conduci, conducía a mi nuevo destino, con los ojos empañados en lágrimas,  el corazón destrozado, los sentimientos por el pido pero con un destino fijo…

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(Desde aquí el one shot estará narrado desde la perspectiva de Vanesa)

Ya era lunes y el estrés y la preocupación me consumía, luego de la caliente y romántica noche que me brindo carolina no contestaba su teléfono, y  cuando fui a su departamento su vecina dijo que la última vez que la vio fue el domingo en la tarde donde un chico joven la acompañaba

La duda me carcomía, que cual chico joven se refería, no podía ser Daniel, él estaba de vacaciones con su novio no sé a dónde carajos, y el otro único chico con que carolina se relacionaba era su hermano pero este vivía en otra ciudad…

Con los ánimos por el suelo y  el enojo aumentando llegue a el trabajo, con la esperanza de encontrarla en su oficina detrás de su escritorio dando vueltas en la silla giratoria mientras leía algún papel importante de la empresa

No esperaba para verla, me tomo mucho tiempo comprenderlo, casi 3 años, carolina siempre estuvo allí, siempre calmo mis momentos calientes y fue mi concejera personal, nunca me exigió nada, era lo mejor que podía  pedir, había terminado momentáneamente con mi novia patricia por una discusión estúpida pero sabía que para el final de la semana volveríamos y tendría a carolina y patricia para mí, sin que ambas lo supieran profesándoles un amor falso y solo para mi satisfacción personal

Pero todos mis pensamientos se derrumbaron cuando al llegar a mi lugar de trabajo, asome la cabeza a la oficina de carolina encontrándome al jefe dándole unas cuantas indicaciones a unos trabajadores los cuales se encargaban de cargar unas cajas marcadas con el nombre de carolina, dirigiéndome con rapidez a la puerta de cristal de la oficina de mi superior la  abrí de manera apresurada llamando la atención de los presentes dentro de ella, dejando las presentaciones para más tarde y de manera descortés me dirigí al jefe

-          Porque empacan las cosas de carolina? – pregunte ya desesperada he intrigada – acaso la despidieron?

-          ¿Acaso no lo sabias?, la señorita carolina pidió ser transferida a la agencia principal, creo que allí vivía su hermano por lo cual todo tramite fue pautado con rapidez – dijo el jefe mirándome extrañado yo solo negué con la cabeza – oh y por cierto esta es tu última semana ya que carolina fue trasladada y no se abrirá vacante tus servicios ya no son requeridos – finalizo el jefe retirándose

Mire a los lados y parpadee varias veces como tratando de despertar del sueño en el que me encontraba

Me había dejado…

Me abandono…

No sentí el momento en el cual empecé a llorar, solo me di cuenta cuando uno de los empleados me dio una servilleta de papel para secar mis lágrimas, ya que estas empezaban a arruinar mi maquillaje

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(Aquí ya volvemos desde la perspectiva de carolina)

Mi nueva vida comenzaba, tomaba café mientras me dirigía a la nueva empresa con mi hermano en el asiento de copiloto

Ya no más…

Deje todo atrás, sanaría mi corazón y me permitiría amar a alguien que de verdad me quisiera, y no solo  para calmar sus calenturas

Me merecía eso y mucho más

Haría historia, una historia donde yo fuera la protagonista principal

Comenzaría desde cero

Y desde ahora

~Fin~ 


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