Prólogo: Primer amor.
Hay una primera vez para todo.
La primera vez que Changkyun se enamoró, su cara era tan gorda como su gato obeso y sus dedos eran como pequeñas salchichas.
Changkyun, hasta ese momento, nunca había pensado en el amor seriamente en el amor. El amor era cosa de gente linda, gente de revista, gente de sonrisas blancas y hermosas. Gente tan linda y hermosa como el nerd que iba un año más adelantado que él: Hyungwon Chae.
Recuerda que vio a Chae una o dos veces antes de tomar un respiro hondo y secar en su pantalón de jean emparchado sus rechonchas manos. Aún hoy siente el fantasma del calor sobre su rostro cuando aquellas palabras abandonaron su boca.
—Me gustas mucho Hyungwon Chae— la forma en la que al niño lindo se le deformó el rostro le causa gracia –ahora, 10 años después- pero a su mortificado y obeso yo de ocho años, lo dañó profundamente.
—Lo siento niño... emm... yo... no eres mi tipo. Quiero decir, si tuviera un tipo de niño tú no serías mi tipo de niño... pero si quieres podemos ser ¿Amigos?
—C-claro que sí, creo— ese fue el momento en que Changkyun afirmó que el amor era para gente linda y jamás debería aspirar a algo más que amistad.
Después de esa ocasión sintió como si todo su proceso sexual- llamado en ese momento "mariposas en la panza"- se hubiera frenado para siempre. Changkyun comenzó a ver como todos sus compañeros tenían sus primeros amores y él solo observaba sin entender la importancia de tomar de la mano de alguien o presionar sus labios sobre otros.
Changkyun trató con tantas fuerzas no volverse a enamorar que el camino perdió la sensación de sentirse atraído por otra persona. Aún cuando la pubertad hizo su trabajo no sintió la necesidad de piel suave ni despedidas melosas antes del colegio.
Hyungwon le dijo muchas veces que era un rarito y otras tantas se disculpó por haberlo "roto" sin querer, si tan solo supiera lo que es no tener autoestima se contestaba para si mismo con cada disculpa.
Cuando menos lo quiso pensar, la universidad tocaba su puerta, como si siempre hubiera esperado por él y así con dieciocho tuvo que tomar rienda del nuevo mundo que le abría sus puertas.
Capitulo 1: El gordo, el flaco y el peludo.
—¡Brindemos amigos míos con felicidad! ¡Hurra por la reunión del gordo y el flaco!— los schops rebosantes en cerveza chocaban entre sí y Changkyun sonríe tan grande que estaba seguro que mañana le va a doler la mandíbula. A su lado, Hyungwon se ríe a carcajadas abrazándolo por los hombros.
En una traducción simple el gordo es su yo de ocho de años y el larguirucho con anteojos, alias Chae, es el flaco. Eran casi hermanos desde su frustrante primer y única confesión de amor, y por alguna razón no cree que exista un final más feliz para ambos.
Siendo sincero y después de haber visto a decenas de mujeres pasar por su amigo, está orgullo de que aquella vez lo hubiera rechazado ¡Vamos! Como amigo lo amaba, pero había descubierto que Hyungwon Chae como pareja era un verdadero hijo de puta. Por más desubjetivante que sonara, “un príncipe debe besar varios sapos para encontrar a su princesa”, era la única explicación que recibía.
—Debhez aplendesh a vivi, shiolo Chiankun, shiolo— cuando su amigo comenzó a arrastrar las palabras, mientras trataba de besarlo, Changkyun decidió que era suficiente para ambos.
— ¡No pueden irse, gordo! ¡Son el alma de de la fiesta!— Wonho estaba ebrio, pudo notarlo por el leve rubor en su rostro, pero Changkyun sabía que era un ebrio lo suficientemente responsable como para asegurarse de que todos sus amigos llegaran sanos y salvos a su casa.
—Lo siento mucho conejo hyung, pero bebé Chae debe ir a dormir.
— ¡Io zoi tu iunj! ¡Boujo dile que debe folla´! ¡Folla´, folla´, folla´ y ser conejo como tú! ¡Conejitoooh!
Estar solo en ese pueblo insignificante por un año, le hizo valorar esos momentos de delirio de ese hombre.
¡Dios! ¿Cuántos kilos había aumentado ese bastardo? Sus brazos comenzaban a doler y faltaban varias cuadras hasta el departamento.
— ¡Vamos hombre! ¡Coopera un poco si no quieres ser abandonado en medio de la acera!
—Tú no hariash ezo pillín, me amaz demasiado— el tono jocoso de su amigo de su amigo y sus risas de borracho lo tentaron a dejarlo tirado a un lado e irlo a buscar al otro a día—. Antesh e´ash taaaaan lindo con tu carshita gorsh-gorshda y tus deditos de corsh… ¿Cómo ez que le dizen? ¡Un peshito Chaikuin! ¡Vamosh a llevarshlo!
—Hyungwon, calla.
—Pesho el peshito Chainkuan, el peshito.
— ¡IM CHANKYUN! ¿QUÉ MIERDA ES ESA BOLA DE PELOS QUE HAY EN MI CAMA?
—Es tu peshito Chae. Le pusiste Peshito Peshujón y dijiste que lo ibas a querer hasta que yo fuera un conejo como hyung.
— ¿CUÁNDO VAS A ENTENDER QUE NO DEBES ESCUCHARME CUANDO ESTOY EBRIO? ¡ESTOY EBRIO, JODER, E-B-R-I-O!
—Vamos Chae, es lindo, no puedes negarlo— su amigo levantó una ceja como contestación—. Sé que mis palabras no podrán convencerte, pero mira lo que descubrí mientras trataba de que no te ahogaras con tu vomito— se sentó frente al cachorro y lo miró a los ojos mientras hacía una “L” con sus dedos— ¡Bang, bang, bang!
Changkyun sonrió cuando los ojos de su amigo se iluminaron al ver al pequeño pompón negro tirarse el piso, mostrando su barriga.
— ¡Es increíble!— admitió— Pero si está entrenado sabes que es muy probable que haya alguna chiquilla que esté llorando porque perdió a su cachorro ¿no?
—Es obvio que pensé en eso Chae, creo que pondré unos anuncios, si nadie lo reclama, hablaré con la casera para quedarnos con ella.
— Eres consciente que cuando te decía que solo vivía una vez no me refería que llenaras nuestro departamento con animales ¿No? Hablaba de follar, tener pareja, cortar, volver a follar, ir a clubes, follar, ir al parque, conocer a alguien, follar.
—Quizás ese tipo de vida no es para mí.
— ¿A quién no le gusta follar Changkyun? Sé que te jodí con ese trauma tuyo por no corresponder tus sentimientos, pero te he dicho mil veces que eras gordo y feo, pero tu simpatía curó esa imagen de gordito sudado que tenía de ti. Además, la pubertad hizo su trabajo y casi me arrepiento de no haberte tomado como mío cuando tuve la oportunidad.
— ¿Casi?— indagó tomando al cachorro en brazos.
—Exacto. Después recuerdo todo lo que vivimos a partir de eso y agradezco haber sido un púber sin suerte. Prefiero nunca conocerte como amante si eso me permite tenerte siempre como mejor amigo.
—Eres tan cursi cuando te lo propones Chae ¿No crees lo mismo ChimChim? El tío Chae es un idiota que ama ponerse sentimental.
Changkyun trató de ignorar la mirada de su mejor amigo sobre él, limitándose a jugar con el pequeño. Aún dolía un poco, aún algo en su interior ardía por el desconcierto.
—No te encariñes gordo, no sabes cuándo puede irse.
Detuvo el juego abruptamente antes de mirarlo.
— Ten por seguro que soy consciente de eso flaco, pero prefiero disfrutar hasta el último momento. Sin arrepentimientos era el lema ¿Recuerdas?
— ¡No pienso limpiar eso! ¡Hace unas horas era el tío Chae! ¡Educarlo y ocuparte de las cosas malas es tu responsabilidad Changkyun!— Hyungwon infló sus mejillas y cruzó sus brazos a modo de berrinche, indignándose aún más al notar que su amigo estaba tan concentrado guardando cosas en su bolso que no lo había notado—¡No me ignores Changkyun!
— Que si cariño, que te ves hermosa con ese corte de pelo ¿Sabes donde dejé los apuntes de psicología? Esos, los de las corrientes contemporáneas… creí que estarían aquí, pero no los puedo encontrar.
— ¡Changkyun!— subió un poco el tono de voz y lo tomó del brazo—. No quiero que lo primero que haga al despertarme sea limpiar popo de perro.
—¡Vas a gastar mi nombre tonto! ¿Quieres un besito de buen día o un café con tostadas? Consigue pareja, parasito— se soltó y comenzó a buscar una pila de libros que había sobre la mesa— Fue tu yo ebrio quien me obligó a tráela a casa, es primero tu responsabilidad. Además, deja de cambiarle el sexo, Chim Chim es una hembra, idiota.
—Es un perro Changkyunnie, el único momento en donde eso importa es cuando entran en celo, luego da lo mismo lo que sea, solo come, defeca y duerme.
—No es momento de que describas Chae, Chim Chim dejó un regalito en la sala con aroma de “tío Hyungwon” en él.
— ¿Estás llamándome mierd…?
— ¡Sí! Dios bendiga a mi yo del pasado. Tengo que irme Hyungwon y espero no encontrar ningún regalo al volver— pasó a su lado y dejó un de palmaditas—. Compórtate Chim Chim— susurró dulcemente, besando la cabeza del cachorro.
—Recuerda que hoy viene mamá a comer, trata de volver temprano— comentó resignado Hyungwon tomando a la cachorra en brazos.
—Que si cariño, si puedo teletransportame de la cátedra de Sociología llegaré a tiempo, si no déjale mis saludos a mamá.
—¡Yah! Vete que llegarás tarde y te quejarás conmigo— la puerta se cerró no sin antes que su compañero gritara un “Te amo Bro, espero comida cuando vuelva”—. ¿Así que ahora somos solo tú y yo, pequeña?