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X Solo es Amor X por Madisoniku21

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- Hey no llores todo estará bien – Por ese instante deje que los brazos de mi padre me rodearan con fuerza y me apegara a su pecho dejando que mis lágrimas mancharan aquella camisa de color negro que poseía en ese momento Veras que estaremos bien.


 


A pesar de que en ese momento solo tenía seis años sabía que jamás volvería a ver a aquella hermosa mujer castaña de bellos ojos azules, que jamás volvería a despertar como cada mañana con un beso en mi frente de su parte, sabía que ya no estaría para mí en los momentos de miedo, que ya no escucharía aquella voz que tanto me gustaba… Sabía que había perdido a mi madre cuando aquella caja de madera era cerrada para nunca más ser abierta. Podía escuchar los sollozos de mi padre y de varias de las personas que estaban a mí alrededor, algunas familiares y otras que ni de vista había llegado a reconocer. Había perdido a mi madre a los seis años y nada lo iba a remediar, muchos pensaran que fue una perdida terrible y que ningún dolor se asemeja al haberla perdido… Pero aunque suene cruel, su muerte al principio fue dolorosa para luego convertirse en mi peor problema y luego más adelante en mi felicidad… Nunca me catalogue como un buen hijo luego de cumplir los diecisiete.


 


 


 


***


 


 


- Me niego, no quiero eso, y si querías saber cuál era mi opinión pues es esa Deje los cubiertos a un lado mientras caminaba al refrigerador a por un vaso de jugo.


- No estas siendo razonable Roy, solo dale una oportunidad y veras que te agradara Solté un suspiro antes de girarme y mirarle.


- Papá no quiero saber nada de Rosalie…


- Rachell Corrigió de inmediato y mi enojo incremento varios niveles.


- Como sea, no me interesa saber cómo se llama Su ceño se frunció aún más y se levantó, no dijo palabra alguna y solo salió de la cocina para luego de unos minutos escuchar como la puerta del departamento era cerrada con fuerza.


 


Solo y hasta ese momento me permití deslizarme hasta el suelo mientras llevaba una mano a mi boca dejando salir el llanto que desde que me dio la noticia me había obligado a reprimir, ¿Cómo era posible que necesitara a alguien más?, se supone que solo seriamos él y yo desde la muerte de mi madre, que no necesitaríamos a ninguna otra mujer en nuestras vidas… Pero ahora me salía con la idea que quería casarse con aquella despampánate abogada, un año había aguantado y aceptado el que saliera con ella pensando que en cualquier momento la dejaría y volvería a la normalidad, pero luego de unos meses las salidas se hacían frecuente y el olor a perfume de mujer se impregnaba en su ropa cada vez más, incluso habían ocasiones en las cuales no regresaba a casa dejándome con un mal sabor de boca al imaginar y saber que podrían haber hecho en toda la noche.


Para el reto del mundo puede que lo vean como que no quiero que ninguna mujer tome el puesto de mi madre, pero la realidad es que no quiero que tomen el puesto que por cuenta propia decidí reclamar, hace ya más de dos años que es así y a mis diecisiete el amar a mi padre como hombre se estaba tornando una tortura en demencia, pero al solo tenerle a él para mí en todos estos años habían ocasionado que sin darme cuenta lo comenzara a ver de esa manera, puede que para los demás sea repugnante una aberración en tan siquiera pensar de esa manera de una de las personas que me dio la vida, pero no me importaba, nadie comprendería ni siquiera una pizca del amor que siento por el o del dolor que siento cada vez que me habla de aquella mujer o de las anteriores a ella.


 


- Debo tomarme una ducha --  Luego de esas dos horas llorando cual niño pequeño por fin me levante del suelo y comencé a recoger los retos de la cena a medio acabar que habíamos dejado, luego de terminar con eso entre a mi habitación y cerré con pestillo mientras camina hacia el baño metiéndome a la ducha una vez me vi denudo – No puede… No quiero que este con nadie más.


 


 


***


 


 


Otra hora había pasado la cual marcaba las cinco de la mañana y aun me encontraba en aquel sillón mirando la Tv esperando por aquel hombre que no había aparecido desde que salió a la hora de la cena, el enojo cada vez aumentaba más al grado de casi lanzar el mando contra la pared, solté un suspiro para evitar eso y comencé a pasar los canales sin verlos realmente.


 


<< Esta con ella… ¿Por qué ella puede besarlo?, ¿Por qué ella puede disfrutarlo al cien por cien?, ella es mejor que yo y solo por ser mujer… Y no tener ninguna relación sanguínea con el >>


 


Una vez más las lágrimas eran acumuladas en mis ojos pero esta vez las reprimí, el dolor de cabeza estaba presente y no quería que aumentara, me levante del sillón rumbo a por algo de comer justo cuando la puerta del departamento fue abierta dejando ver aquel hombre pelinegro que me miraba con sorpresa, mi vista lo recorrió rápidamente notando al instante las macas en su cuello y los dos primeros botones de la camisa abiertos dejando ver su pecho marcado, no dije palabra alguna y seguí mi camino intentando no comenzar una discusión de por sí que no me correspondía. Sus pasos a mi espalda se asieron presentes siguiéndome hasta la cocina para luego apoyarse en el umbral de la puerta.


 


- ¿Por qué estás aquí a esta hora? – Abrí la despensa cogiendo aquel paquete de galletas que tanto me gustaba.


- También es mi casa… ¿No puede recorrerla a esta hora? – El negó con una leve sonrisa y fruncí el ceño.


- Aun estas a la defensiva por lo que veo JA, claro que estaba a la defensiva porque no estarlo cuando llegaba a las cinco de la mañana en ese estado.


- Y tú aun apestas a perfume… Un horrible perfume Pase a su lado y nuevamente me siguió hasta mi habitación Claro puedes pasar Solté con sarcasmo y su expresión cambio a una de seriedad.


- Necesitamos hablar Roy y por favor escúchame con atención Me senté en la cama y mi mirada se posó en cualquier cosa lejos de él.


- Si es de lo de anoche pues mi decisión no ha cambiado y no creo que…


- Ella acepto casarse… Nos casaremos en dos meses  -- Auch… Golpe bajo, calle de inmediato.


 


No… No, eso no estaba pasando, se supone que no se lo pedirá por lo menos en un par de semanas las cuales eran mi esperanza de que cambiara de opinión, el silencio era enorme, ninguno de los dos decía palabra alguna solo se escuchaba el crujir de aquel paquete de galletas ser apretado con fuerza en mi mano, por primera vez deje que mi padre me viera en aquel estado de dolor al ver como las lágrimas recorrían mis mejillas al no tener las fuerza de reprimirlas como lo hacía al estar frente a él, un paso hacia mí se hizo presente y me levante de la cama con rapidez caminando hacia la puerta.


 


- Creo… Creo que aparte de planear la boda tendrás que planear que hacer con esta habitación – Su rostro se llenó de confusión y sonreí como pude – Me iré a vivir con la tía Mary – Salí de la habitación tras escucharle decir mi nombre pero poco me importaba… En muchas ocasiones me había comentado que ella vivía en un departamento de soltera y el que se casasen implicaba el que viviera aquí o nos tendríamos que mudar, pero no, no viviría con ella en ningún lugar.


 


 


***


 


 


Cinco meses, era lo que habían pasado desde que la boda de mi padre se había llevado a cabo, los primeros dos meses de la preparación de la boda tuve a mi padre tras de mi casi todos los días en la puerta de la casa de mi tía Mary pidiendo verme y el hablar conmigo, pero simplemente me negué en todas ellas, no quería verle ni escucharle, mi estado emocional no era el mejor y el riesgo de gritarle todo de golpe era enorme y lo que menos quería era una mirada de desprecio de su parte, ¿La boda?, pues me contaron que fue maravillosa… No asistí, no tuve las fuerzas para colocar una sonrisa falsa o ver como mi padre definitivamente comenzaba una nueva vida con aquella mujer, luego de eso las constantes insistencias de mi padre y las llamadas cesaron, de seguro la vida junto a Rachell le estaba yendo de maravilla, no lo había visto desde que había salido de casa dos días después de que me diera la noticia.


El estar junto a mi tía Mary como cuando niño era sin duda una distracción, ella había sido una de las pocas personas que ayudo a mi padre para criarme ella represento en algunas ocasiones aquel lado materno que tanto me faltaba, ella me había acogido cuando llegue de improvisto con un rostro lloroso y dos maletas a mi lado debido a que había aprovechado la ausencia de mi padre debido al trabajo para lograr marcharme, solo basto el decir “Se casara con otra mujer” para tener sus brazo rodeándome con protección y haciendo que entrara a la casa, ella vivía sola ya que sus hijos hicieron sus vidas y mi tío había muerto hace unos meses atrás. Las cosas cambiaron rotundamente pero lo que más quería que cambiara no lo hacía, seguía amando a mi padre incluso me atrevería a decir que aun más, sabía que mi tía me había escuchado llorar por las noches y más la noche del día que se casaría pero no pregunto ni dijo nada solo se limitaba a tratar de que mi estadía en aquella casa fuera de maravilla hasta ahora.


 


- Hey niño deja eso sabes que nos meterás en problemas como la última vez – Una risa se escuchó de su parte mientras me arrebataba aquellos productos en mis manos y los colocaba nuevamente en el estante y continuamos el camino en aquel supermercado Por instantes pienso que traigo a aquel niño de nueve años.


- Podría entrar en carrito y dejar que me lleves cual niño Le rodee los hombros y una nueva risa salió de su parte.


- Podría… Solo que serias muy pesado para llevarte Me lleve una mano al pecho y ella arqueo una ceja.


- ¿Me has dicho gordo?, eso me llego justo al corazón, eres cruel tía Mary muy cruel – Dije con un falso tono ofendido sintiendo como varias personas miraban a nuestra dirección para luego reír – Solo por eso tu prepararas la cena esta noche.


- Pero siempre la hago – Lleve un dedo a sus labios y sonreí


-No arruines mi momento tía Mary Un pasillo más que estaba repleto de risas por ambos mientras ella me revolvía un poco el cabello como solía hacerlo desde pequeño… Pero las risas cesaron una vez que mi nombre fue pronunciado.


- ¿Roy?... Mary Ambos giramos al instante y justo en ese momento desearía no haberlo hecho, justo frente a nosotros estaba mi padre con un rostro lleno de sorpresa mientras no despegaba la mirada de mí y junto a él se encontraba aquella rubia abogada con una sonrisa.


- Ethan, Rachell ¿Cómo están?, ya hace un tiempo que no los veo – Mi tía saludo a la mujer con un beso en la mejilla mientras esta correspondía el saludo, desvié la mira al ver que mi padre aun me miraba fijamente, ellas comenzaron una leve conversación para finalizarla cuando ella me miro con una sonrisa amable y un tanto cariñosa.


- Hola Roy, me alegra ver que estas bien, tu padre me ha hablado mucho de ti es una pena que no hayamos podido…


- Lo siento pero iré a por los de la lista – Antes de recibir un regaño o alguna protesta le arrebate la lista a mi tía Mary y salí rápidamente pero antes de eso note como aquella mujer miraba a mi padre con un poco de preocupación.


 


Pase un montón de pasillos sin fijarme realmente, no estaba preparado, simplemente no estaba preparado para enfrentarle a ellos y a la nueva realidad que me rodea, en el trayecto de mi huida tropecé con un par de personas antes de detenerme frente a las neveras y soltar un suspiro llevándome una mano a los ojos, no podía llorar en un lugar como este, pero la imagen de verles cual familia sin duda me tomo por sorpresa, ni siquiera conmigo había hecho eso, siempre habíamos tenido turnos para comprar las cosas debido a que su trabajo y mis estudios no nos permitían el ir juntos… Pero valla que se habían coordinaron muy bien para venir ambos.


 


- Necesitare helado… Mucho helado Camine hasta donde estos se encontraban y cogí una de las pequeñas cestas metiendo un sinfín de sabores, decidí tachar las galletas y otras chuches de la listas y remplazarlos por algo como “Represa instantánea como para una semana de Helado”, guarde la hoja de papel en uno de los bolsillos de mi pantalón y me dispuse a coger más cosas.


- Eso es demasiado ¿no crees? – Mi cuerpo se tensó y deje caer uno de los botes al suelo que para mi suerte no se derramo y no tarde en cogerlo.


- Sabes que no soy de los que engorda por comer mucho – Deje aquel bote en su lugar y camine un par de pasos con el pretexto de que hay se encontraba algo de la lista – No deberías dejar a tu esposa sola.


- Esta con tu Tía Mary… Oye Roy…


- Tiene una linda sonrisa, ya veo porque te fijaste en ella es amable y muy linda – Camine un par de pasos más y el no dudo en seguirme.


- Así es, pero tú no has dejado que se presente bien o que…


- ¿Qué hay de tu trabajo?, Se supone que nunca tenías tiempo para acompañarme hacer las compras debido a que a esta hora estarías en el – Un suspiro salió de su parte mientras le miraba de reojo.


- Me ascendieron a vicepresidente, trabajo cuatro días en la empresa y el resto desde casa – Me di la vuelta por completo y comencé a caminar.


- Valla más tiempo libre… Ella te trajo suerte papá…


- Ya vasta Roy – Nos ganamos la atención de muchas personas debido al tono que utilizo y cuando mi cuerpo reacciono por su cuenta dando un manotazo a su mano cuando me tomo del rostro -- ¿Qué es lo que…


- Roy – Mire a mi derecha donde se encontraba mi Tía Mary y su expresión de preocupación me hizo sentir culpable y rápidamente le sonreía para que se calmara.


- Ya tengo lo necesario ¿porque no nos vamos? – Ella entendió a la perfección mis palabras y asintió con una sonrisa despidiéndose de mi padre y su esposa, al finalizar de pagar y alejarnos rápidamente de aquel lugar subimos las cosas al auto y nos fuimos rumbo a casa, no sin antes recibir un fuerte abrazo de su parte mientras me daba palabras de apoyo y yo solo colocaba una sonrisa tras estas.


 


 


 


***


 


  


- No, no, no, no y no – Me cruce de brazos y al igual que mi tía, solo que esta arqueaba una ceja con una sonrisa ladina en su rostro – No te pediré que te quedes pero no me pidas que valla a esa reunión donde seguro estarán ellos dos, lo siento pero no iré.


- Es la cena familiar de Navidad Roy, no podemos faltar aunque quisiésemos… Sabes que tu abuela es capaz de venir y así sea arrastres te llevaría a su casa  – Punto a su favor la abuela Liz era capaz de eso y mucho más  Mira, sé que no estarás cómodo del todo así que… ¿Por qué no llevas a Víctor?, dijiste que no pasaría las navidades con su familia y tampoco con su novia porque estará en Italia por estas fechas, solo pregúntale si quiere venir, te distraerá aunque sea un rato.


- ¿No desistirás de la idea hasta que acepte ir cierto? – Ella sonrió aún más ampliamente mientras me extendía mi Móvil – Si no acepta no iré.


- Solo esperemos a que si valla Ella salió se sentó a mi lado y solté un suspiro.


 


Otros dos meses habían pasado desde el encuentro de mi padre y Rachell en el supermercado, las llamadas nuevamente se hicieron presentes pero estas cesaron luego de dos semanas, en parte me alegraba pero por otra me dolía que solo ese tiempo le bastara para desistir en la idea de contactarme, Lo sé un tanto extraño e incomprensible. Aun no quería verle y más con la idea de que puede estar viviendo una vida incluso más feliz de cuando solo éramos los dos, sin duda aquella mujer llego para cambiarlo todo drásticamente, pero luego me ponía a pensar en ¿Qué hubiera pasado si mi madre no hubiese muerto?, ¿Mis sentimientos por mi padre habrían despertado de igual forma?... No lo sabía, pero el que ella muriera era algo que soportaría más que el tener que vivir una batalla por tratar de quitarle lo que ambos amábamos… Lo siento madre de seguro has de estar decepcionada de tu único hijo y de las aberraciones que este siente por su propio padre.


Solté un suspiro de frustración una vez más al verme de pie frente aquella puerta de madrera de aquella de por si enorme casa, mire a mi amigo con un poco de odio acumulado al saber que dé a última hora acepto el venir a acompañarnos cuando desde un principio se había negado, haciendo que mi tía me mandara a arreglar ya que se estaba haciendo tarde.


 


<< No colocare más el altavoz con mi tía Mary cerca, y yo que planeaba quedarme toda la noche viendo pelis  >>       


      


La puerta no tardo en abrirse luego de los dos primeros golpes dejando ver a una de mis primas la cual nos sonrió ampliamente y nos permitía el paso, las sonría, saludos y abrazos por parte de la familia no se hicieron esperar y claro tampoco las presentaciones de mi querido amigo Víctor, un fuerte abrazo de mi abuela hizo que me sobresaltara al haberlo recibido sorpresivamente y no tarde en corresponder recibiendo las típicas frases de “Valla has crecido un montón”, “Estas muy guapo, ¿Cuándo nos traerás a una chica?”, las cuales solo contestaba con una sonría nerviosa y una que otra palmada de burla por parte de Víctor, la Tía Mary se perdió de mi campo de visión una vez que fue halada por mis otras tías a por la típica “ Charla de mujeres” y luego para saludar a sus hijos y esposas, por cuenta propia mi mirada recorrió el lugar notando las características decoraciones despampanantes que mi familia acostumbraba a colocar por toda la casa, pero mi mirada se detuvo en aquel pelinegro de ojos miel el cual sonreía mientras abrazaba a su esposa por la cintura y sostenía una copa en su mano y hablaba muy animadamente, mi sonrisa se desvaneció de inmediato y como si fuera planeado el giro su rostro hasta mirarme en aquel montón de personas, su rostro se tornó serio y de inmediato hale a Víctor hasta cualquier otro lado de la casa con la excusa de que le presentaría a más familiares.


Y pues digamos que parte de la noche fue de ese modo, yo huyendo a cualquier otro lugar lejos de mi padre y su esposa, la cena familiar estuvo entre risas por parte de todos e incluso de Víctor ya os había caído de maravilla a todos y en especial a mi abuela colocándole el mote de ser un lindo chico y muy educado, JA, claro si lo conocieran como yo no dirían lo mismo, pero claro las risas se volvieron aún más cuando ambo nos vimos envueltos en la maldita situación de esa jodida planta sobre nosotros, todos gritaban “¡Vamos, daros un beso!” y en especial varias féminas de la casa, ambos nos negamos de inmediato pero los empujones por parte de varios no colocaban de frente una vez más y pues tendríamos que cumplir si o si así que ambos nos miramos diciendo con la mira, “Esto jamás paso, ningún comentario al respecto en los que nos resta de vida”, y así fue, solo un leve rose de labios los cuales no duraron más de dos segundos en despegarse y fingir que nada de eso había pasado ya que no quería ser degollado por Diana al enterarse que bese a su novio, mire a varios de los presentes y ambos se burlaban o reían, pero mire nuevamente a mi padre y este solo estaba con el ceño fruncido pero luego miro a su esposa la cual le sonrió dándole un beso al instante.


 


- ¿Oye Roy a dónde vas? – Pegunto Victor al verme marchar.


 


Solo le sonreí con falsedad antes de cruzar a un par de personas y salir de la casa caminando por los terrenos de la propiedad y llegar hasta la cerca que dividía los territorios dejando la casa a una distancia un tanto apartada, si quería entrar de nuevo y fingir que todo estaba bien luego de aquella escena pues debería tomar aire y limpiar mi rostro. Acomode aún más la bufanda sobre mi cuello al sentir el aire frio golpear con un poco de fuerza.


 


- Así que aquí estabas… -- Una vez más mi cuerpo se sobresaltó al escuchar su vos, ¿porque cojones aparece en los momentos menos oportunos?.


- Regresa a con tu esposa no quiero hablar contigo aun – Solté dándole la espalda y sin rodeos, no estaba de humor para fingir o tener una conversación sarcástica.


 


Los pasos se escucharon con más fuerza y el agarre en mi muñeca se hizo presente una vez que me comenzó a halar hasta la entrada de la casa, por un momento pensé que entraríamos pero al ver que comenzábamos a caminar hacia su auto intente soltarme pero el agarre incremento, el abrió la puerta del auto y me arrojo dentro mientras él tomaba asiento en el volante y comenzaba a tomar un rumbo de regreso al centro, por más que le pedí que se detuviera y regresáramos a la fiesta el hizo caso omiso y siguió conduciendo, luego de estar discutiendo solo por unos diez minuto decidí solo mirar por la ventana mientras que esperaba a que el me dijera algo o hiciera algo, le mande un mensaje a mi tía Mery diciéndole que estaba con mi padre que no se preocupara y que cuidara al idiota de Victor muestras regresaba. Luego de unos cuarenta minutos el auto se estaciono frente aquel más que reconocido edificio, el no tardo en halarme nuevamente hasta llegar al piso donde estaba nuestro departamento… Donde estaba su departamento y entramos a este y cerró la puerta tras de sí, por fin pude soltarme del agarre mientras que fruncía el ceño de igual manera que él.


 


- ¿Me explicas porque me sacaste de esa forma? – Él se quitó la chaqueta y la coloco sobre el perchero mientras me miraba de reojo.


- Era la única manera en la que te dignaras a no huir de mí… Has desaparecido todo este tiempo sin tan siquiera querer hablar conmigo, ¿Cuándo dejaras esa actitud de niño berrinchudo?


- ¿Disculpa?, No es ser berrinchudo, es solo que no me apetece hablar contigo porque sé que no tardaras en querer tratar de que hable con ella – Él se llevó una mano a la cien masajeándola un poco.


- Pero solo te pido que la conozcas o que mantengas una conversación de por lo menos cinco malditos minutos, ¿Qué es lo que tanto te enfada de todo esto?, ¿Cuál es el problema?  – Mordí mi labio y apreté los puños con fuerza para luego mirarle.


-Ella… ¡Ella es el maldito problema de todo! – Su expresión se endureció aún más -- ¡Todo estaba bien antes de que ella llegara, solo éramos los dos y no necesitábamos a nadie más, pero claro tenías que salir con la noticia de que te casaras con ella y todo se va a la mierda!


-¡¿Qué acaso no puedo volver a enamorarme?! -- ¡No!, no de ella.


-… No me pidas que la vea como tu pareja porque nunca lo aceptare --  Aunque no quise que fuera de esa manera mi vos salió entrecortada y un poco aguda debido al llanto – No puedo papá, simplemente no quiero que estés con ella…


-Lo que me has dicho no es la razón real… Te conozco dime que es lo que realmente pasa – Retrocedí los pasos que el avanzo y el me sostuvo de las muñecas -- Roy…


- No… Prefiero que las cosas se queden como están ya que no lo entenderías, así que por favor suéltame – El agarre incremento aún más mientras le miraba, cerré los ojos por unos momentos y baje la mirada, no podía, aunque quería gritarle a los cuatro vientos lo que realmente pasaba no lo soportaría, prefería mil veces el estar de esta manera que el sentir su desprecio al descubrir lo que sentía… Pero por otro lado si le decía podría acabar con esto de una vez y al verme rechazado y trataría de olvidarle a como diera lugar y convertirme en el hijo correcto dejando esos sentimientos incestuosos de lado.


- Por favor Roy… Solo dime que es lo que ocurre – El apoyo su frente con la mía mientras cerraba los ojos, no era la primera vez que lo hacía ya que acostumbraba a hacerlo cuando estaba agotado después de un día de trabajo o cuando estaba un poco molesto.


- … De acuerdo – No me costó en lo absoluto el coger su rostro con mis manos las cuales aún eran sostenidas por mis muñecas – Lo siento --  Solo me vasto el alzarme un par de centímetro hasta posar mis labios sobre los suyos en un leve roce, aun sentía las lágrimas en mis mejillas y luego de un par de segundos me separe por completo al notar como su agarre disminuía y retrocedí un par de pasos, su expresión era de sorpresa pero su ceño estaba levemente fruncido, no espere repuesta y camine a la salida abriendo la puerta pero esta se cerró de golpe cuando mi padre coloco su mano sobre esta, retire la mano de pomo y mordí mi labio.


- ¿Desde cuándo? – Mi cuerpo se tensó al sentí su respiración justo en mi nuca, al parecer lo había entendido rápidamente.


- Hace… Hace dos años – Un chasquido salió de su parte y esta vez fui girado con un poco de fuerza y me pegue por completo en la puerta.


- ¿Por qué no dijiste nada?.


- ¿Crees que es fácil para mí? Tú no sabes lo que…


- Tu eres el que no tienes la menor idea de lo que pasa – El golpeo la puerta con su antebrazo y me encogí aún más en mi lugar -- ¿Sabes las veces que tuve que controlarme para tratar de no involucrarte en algo como esto? – Ahora de seguro mi rostro era un poema, arquee la ceja más que confundido y el solo me tomo de la bufanda atrayéndome un poco asía el – No tienes ni la más remota idea de la batalla interna que he tenido que pasar por culpa de este sentimiento incestuoso que despertaste con los años.


- Tu… Tu no…


- Tuve que controlarme cada vez que estaban en ropa de dormir la cual consistía de solo una camisa larga y tus boxers, cada vez que tuve que salir de casa para lo hacerte nada cuando cogías algo de la alacena de arriba asiendo que tu camisa se levantara y mostraras aquella piel blanquecina – Mi mente estaba en blanco solo podía verle sorprendido y casi en estado de shock con cada palabra dicha – Las veces que tuve que buscar consuelo en mujeres solo para quitarme las ganas de entrar a tu habitación y hacerte mío una y otra vez – Solté un suspiro al sentir como depósito un beso en la comisura de mi labio – No sabes lo que estoy haciendo para controlarme ahora – Deje de pensar por unos instantes al pensar que lo que estaba pasando no era real y que mi mente me estaba jugando una mala pasada… Pero si así era, pues lo iba a disfrutar.  


- Nunca te dije que tenías que hacerlo – Su ceño se frunció de inmediato mientras me miraba fijamente, solo un leve impulso hacia arriba y ya mis piernas estaban alrededor de su cintura muestras era besado con fuerza contra la pared.


 


Mi mente ya no pensaba con claridad ni tomaba en cuenta las consecuencias luego de esto, solo me concentre en aquello labios que por mucho tiempo me había reprimido el probar, y que ahora saboreaba con total libertad notando aquel leve sabor del champan que estaba tomando en casa de la abuela, mis manos se colocaron en su nuca mientras lo atraía aún más asía mi notando que el agarre en mi cintura incrementaba, una leve mordida en mi labio y un jadeo por mi parte desato por completo el desespero de su parte, el beso se volvió aún más demandante mientras retiraba mi bufanda y mi chaqueta casi al mismo tiempo que yo tomaba su camisa y la halaba con fuerza mandando a tomar por culo lo jodidos botones dejando al descubierto aquel torso marcado.


 


- Me compraras una nueva – Soltó una vez que nos separamos de aquel beso y me miraba fijamente, ¿Dónde coño estaba aquel padre tierno?, en mi rostro se colocó una sonrisa ladina mientras lo atraía una vez más asía mí.


- No debería preocuparte por eso ahora – El volvió a colocarme sobre el suelo mientras cogía mi mano y caminábamos a lo que sabía era su habitación… Pero me detuve en la entrada ganándome una mirada de confusión de su parte – No… Aquí no, de seguro lo has hecho muchas veces con ella aquí.


- Te equivocas… No vivimos aquí – El tomo mi rostro con sus manos y me sonrió leve – Ella no ha entrado a nuestro departamento.


 


 


 


Solo esas palabras bastaron para que me lanzara una vez más sobre sus labios haciéndolo retroceder hasta el interior de la habitación, el volvió a colocar sus manos sobre mi cintura atrayéndome aún más a su cuerpo, coloque mis manos en su cuello deslizando aquella camisa con lentitud disfrutando del contacto al acariciar sus hombros y por últimos sus brazos cuando esta se vio por completo en el suelo, por mucho tiempo había soñado con este momento, por muchas noches solo me limitaba a que mi mente imaginara este suceso una y otra vez pero jamás pensé que ocurriría realmente. Rodee su cuello una vez más cuando se sentó en la cama y yo sobre su regazo, no sé en qué momento mi camisa había desaparecido de mi cuerpo o en qué momento mis pantalones ya no estaban cubriendo mis piernas pero poco me importaba realmente.


 


- Solo lo preguntare una vez… ¿Estás de acuerdo con esto? Ese leve susurro sobre mis labios hizo que volviera a juntar nuestras frentes.


- Lo he esperado por mucho tiempo – Una leve sonrisa se formó en sus labios y tomo mi rostro una vez más depositando un beso en cada mejilla, Y hay estaba mi padre tierno nuevamente.


- Pues ya no hay marcha atrás…


 


 


 


***


 


 


 


- ¿Hola? Frote mis ojos una vez más mientras me sentaba en la cama apoyando mi espalda en la cabecera de esta contestando la llamada que solo hace unos segundos me despertó.


- Roy… ¡Serás Cabrón, me dejaste a la deriva! Aleje el Móvil de mi oreja mientras escuchaba las mil y un quejas de Victor.


- No grites estoy despertando… Además te deje con la tía Mery no seas Quejicas Una risa sarcástica salió del otro lado.


- Yo preocupado y tu acabas de despertar… ¿Dormiste tarde anoche? -- ¿Dormimos anoche?... No recuerdo cuando me dormí realmente Tu tía dijo que te fuiste con tu padre… ¿Todo bien con ambos?.


- De maravilla Una sonrisa cual niño se formó en mis labios – Te llamare luego adiós…


- ¡No espera Roy…! Antes de que dijera algo más colgué la llamada y deje el móvil en la cama.


 


Lleve mis manos al rostro y los recuerdos de todas y cada una de las cosas que pasaron anoche cruzaron por mi mente y sentí hasta las orejas arder debido a la vergüenza de recordar los jadeos y gemidos que salían de mi boca por las caricias que mi padre me proporciona, pero estaba feliz… ¡Sumamente Feliz joder!.  Mire a mí alrededor notando al instante que me encontraba solo y con un poco de dificultad me levante de la cama y camine hacia el baño cogiendo mi ropa por el camino, cerré la puerta con pestillo y casi de inmediato mi mirada se posó en aquel espejo de cuerpo completo frente a mí, fue inevitable el detallar las notables marcas por toda la extensión de mi torso y algunas en mis muslos… ¿Cuándo hizo esas?, corrí de inmediato al baño y no dude en darme una ducha y vestirme para luego salir de la habitación rumbo a la cocina al ver la sala de estar completamente vacía .


 


- ¿Papá? --  El giro de inmediato mientras me sonreía y continuaba hablando por el Móvil y se acercaba cogiendo mi rostro y dando un leve beso en mi frente.


- De acuerdo… Te hablo luego adiós --  El dejo el móvil sobre la mesa y camino al refrigerador -- ¿Qué quieres comer?


- Nada realmente, solo tomare un poco de jugo Camine a la alacena mientras cogía un vaso y de inmediato sentí mi cintura ser rodeada.


- Me alegra poder hacer esto cada vez que tu camisa se levante Cierto eso me lo dijo anoche Pero tenemos que hablar con seriedad.


- Ni pienses decir que fue un error o que no podemos estar juntos por favor Gire de inmediato topándome con un rostro serio – No arruines algo que solo comenzó el día de ayer – Coloque mi frente sobre su pecho y solté un suspiro – No sabes lo feliz que estoy ahora, o lo mucho que tuve que esperar para que esto pasara…


- Por mi mente no cruza el dejarte Roy asique descuida – El levanto mi rostro y medio un beso lleno de ternura – Pero aún sigo casado ¿lo recuerdas?.


- Como olvidarlo – Fruncí el ceño y me cruce de brazos.


- Dame tiempo a hablar con ella y pedir el divorcio – Arquee una ceja y asentí – Por los momentos ven a vivir aquí.


- No, tú estarás con ella y yo me quedare aquí solo… Y ella no dudara en querer acercarse si sabe que ya he hablado contigo – Él lo pensó por unos segundos antes de levantarme y sentarme en la encimera.


- ¿Con nosotros por un tiempo?.


-¡Claro que gran idea!, yo podría llevar un chico como mi novio por ese tiempo y vivir los cuatro – Su ceño se frunció, Valla eso quedo bastante claro al igual que mi sarcasmo --  Me quedare con la tía Mery hasta que todo vuelva a la normalidad, pero procura no hacerme esperar mucho más – Él sonrió y me abrazo con fuerza.


- Te extrañe como no tienes idea – Correspondí el abrazo y de inmediato nuestros labios se unieron una vez más.


 


 


 


***


  


 


 


- ¿Mudarse?, pero es una decisión muy repentina – La tía Mary nos miró con sorpresa y una leve risa salió de mis labios.


 


Un año había pasado desde que mi padre se divorció de Rachell, las cosas fueron un tanto complicadas al principio debido a que ella no entendía por qué su matrimonio se había acabado de un par de días luego de la fiesta de año nuevo, mi padre fue comprensivo y trato de ser lo más sutil y delicado con ella, luego de explicarle que todo se había apresurado entre ellos y que mi padre le mintiera un par de cosas más ella solo tomo la hoja y la firmo para luego salir de la casa que hasta ese momento compartían sin decir palabra alguna, Luego de un par de semanas nos enteramos que ella se había mudado a Londres y mi padre no dudo en vender la casa y regresar al departamento, luego de unos días yo regrese con mi padre y la tía Mary lo comprendió, y me dejo marchar no sin antes decirme que si algo nuevamente ocurría no dudara en ir con ella, pero para ser sincero no creo que otra cosa como la de Rachell se repita a partir de ahora, y el mudarnos pues, habíamos tomado la decisión de hacerlo ya que preferíamos estar en un lugar donde nadie supiera que somos padre e hijo.


 


-Sí, me trasfirieron a Barcelona y pues comenzaremos una vida haya – Ella nos miró con un poco de tristeza y luego soltó un suspiro para mirar a mi padre.


- Ethan, sabes que estaré aquí para lo que sea ¿de acuerdo? – Mi padre asintió y luego su mirada se posó en mí – Y tu procura llamar y vitarme de vez en cuando… Y antes de irte despídete de Lorenzo, ha preguntado por ti desde que te fuiste – Deje los cubiertos a un lado mientas desviaba la mirada al sentir como mi padre fruncía el ceño y me miraba de reojo.


-¿Quién es Lorenzo? – Tosí con un poco de falsedad y mi tía sonrió tras la pregunta de mi padre.


-Es el hijo mayor de mi vecino, se hizo muy cercano a Roy cuando estuvo haya, por cierto me dijo que te llamaría para aclarar aquella salida a la playa que habían planeado.


-De acuerdo, antes de irme saldré con el – Ella agrando aún más la sonrisa antes de señalarme.


-Deberías estar atento, se nota que le agradas… Y mucho la verdad – Asentí un poco y ella volvió a mirar su plato – Deberías no se… Invitarle a salir como algo más que solo una salida de amigos – Esto era genial, desde que le conté a mi Tía sobre mis preferencias sexuales no ha perdido la oportunidad de decir cosas como estas.


-Lo tendré en mente – Un leve golpe bajo la mesa hizo que mirara a mi padre y sonreí de lado – Es Guapo puede que lo vea interesante.


-Bueno eso queda en ti, yo me iré ahora Betty vendrá a casa esta noche así que la esperare, gracias por la cenas nos vemos – Ella se levantó de la mesa y me nos dio a cada uno un beso en la mejilla como despedida -- ¡Cuidaros! – Grito desde la entrada, y una vez la puerta se vio cerrada corrí hasta la habitación con mi padre tras de mí el cual me arrojo a la cama colocándose sobre mí y aprisionando mis muñecas.


-¿Así que te parece interesante? – Su ceja arqueada y esa leve mueca en sus labios hizo que sonriera para luego vacilar un poco en contestar – Pagaras caro tu bromita esta noche mocoso.


-Pues estoy dichoso de saldar mi deuda – Una sonrisa se posó en su rostro mientras me besaba.


 


 


<< Nadie dijo que el amor sería fácil o que siempre sería correcto, ya que nadie sabe en qué momento o de quien se puede enamorar, por eso solo dejemos que el destino escoja por su cuenta ya que después de todo, Solo es amor >>     


 


 


        

Notas finales:

 

¡Hola mis criaturitas amantes del Yaoi!

Espero que les haya gustado leerlo como a mi escribirlo, podeis dejar un comentario de como les parecio o si os gustaria que hiciera historias como esta... Bueno y sin más que decir. 

¡¡¡ Chau, Chau !!!


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