PDV Harry
Albus había muerto. Apenas había sobrevivido dos días a Voldy. Estaba aturdido, no sabía cómo debía sentirme. Le hicieron un precioso funeral y al final terminé llorando. No había tomado buenas decisiones sobre mí pero no creo que fuese por maldad solo por equivocación.
Después del funeral, reunidos en mis habitaciones, sentados cómodos decidí soltar la bomba, bueno esperaba que no se lo tomaran a mal.
Chicos no quiero vivir en Atlantis. Sé que es el lugar más seguro pero el Castillo Gryffindor también es muy seguro y la verdad no quiero perder el contacto yo...Pare por estarse todos riendo.
Harry, me dijo Pel, lo habíamos considerado. No te preocupes.
Pero si yo no lo había decidido hasta hace muy poco.
No, dijo Tom, pero no te gusta dejar a nadie atrás.
Además, intervino Charlie, sería muy complicado estar viniendo continuamente. Y al menos yo no quiero ser un extraño para mi familia.
Pero Charlie, la familia de Pel y Tom esta en Atlantis.
Si, intervino Severus, pero ellos pueden venir a vernos y nosotros ir a verles. No es lo mismo cuando solo uno de los dos puede visitar.
¿Lo teníais previsto todo?
Amor, me dijo Pel, parte del trabajo de los dominantes es hacer feliz a su sumiso primero y luego a sus subordinados, y desde luego una de las cosas importantes es un buen hogar. Si tu corazón está aquí un hogar en Atlantis nunca será el mejor hogar.
Bueno entonces lo único pendiente es Draco.
¿Has decidido?, me preguntó un poco inquieto Severus.
Sí, me gustaría reivindicarlo antes de la graduación, pero no lo veo posible.
Algún motivo por el que lo quieres hacer antes de graduaros, me pregunto Tom.
No, es solo que, míranos discutiendo un futuro que le afecta sin estar él presente. Se está perdiendo cosas que no debería estar perdiéndose.
Draco sabe que se pierde cosas y lo entiende, me dijo Severus.
Si, no estoy diciendo que se resienta por ello es solo que Draco ya es nuestro, solo falta formalizar y la verdad es que se pierde cosas por un pequeño detalle técnico.
Todos empezaron de nuevo a reír, desde luego parecía que hoy yo estaba chistoso. Viéndoles felices y relajados no pude evitar echarme a reír. Merlín, era bueno estar en un círculo.
Bien, este fin de semana podemos salir del colegio y realizar la reivindicación y luego solo nos falta una semana para vuestra graduación.
PDV Pel
Me habían llamado al despacho de la nueva directora Minerva, al entrar vi que también estaba allí la nueva Ministra.
Deseaban, verme.
Si, Sr. Peljan, me dijo la Ministra, queremos coordinar la entrega de varias Orden de Merlín en la ceremonia de graduación de este año.
Creo que deberían dejar a los chicos graduarse con tranquilidad.
Por supuesto, dijo la Ministro, pensábamos darlas después de la ceremonia de graduación.
Si Pel, intervino Minerva, después de que el último alumno reciba su titulo de graduación empezaremos a llamar a los condecorados.
La mayoría de los condecorados, dijo la Ministro, son alumnos y profesores. La batalla fue aquí y es el lugar correcto con las personas adecuadas para llevarlo a cabo. Además será una sorpresa, todos los condecorados tienen motivos para estar presentes en la graduación, y al ser una celebración estarán vestidos de gala. Queremos sorprenderles y reconocer su trabajo por el bien común y la verdad sobre todo la valentía de los espías.
PDV Sirius
Moony no quería niños, parecía tener alergia a la palabrita. No podía hablar con él, me esquivaba. Pero no estaba dispuesto a resignarme, tenía una poción de fertilidad. La verdad, la batalla me había hecho darme cuenta de que en cualquier momento puedes perder a los que más te importan y tener un pedacito de ellos a tu lado es muy, muy importante. Solía vivir el presente, sin mirar al pasado y sin temor del futuro, pero ese día en la batalla Moony se había librado por los pelos de un AK. Mire el botecito y decidí no pensarlo más. Me la tome y de inmediato me di cuenta de la gran estupidez que acababa de hacer. Corrí a la nevera y tome un trozo de queso de ese con honguitos que le gustaba a Moony pero a mí me daban arcadas, me lo tome y corriendo al baño a vomitar. Esperaba haberme librado completamente de la poción. Bueno por si acaso, había dos opciones o confesaba o una semana sin sexo.
Canuto, huelo a vomito ¿estás bien?
Solo tengo mal cuerpo nada de lo que preocuparse.
Bueno, cielo, pero si no te sientes mejor deberíamos ir al médico.
Te preocupas demasiado solo es un poco de mal cuerpo, nada más.
Bueno me voy, descansa un rato.
No podía confesar. No quería decepcionarle. Bueno no debía ser tan difícil no tener sexo durante una semana.
Los dos primeros días mi Remus fue muy considerado, me atendía y mimaba pero desde el tercer día bueno ¡desde cuando mi Remus tenía tantas manos! se suponía que estaba malito y no me dejaba. Ya no sabía si era un lobo o un pulpo. Por favor, solo un par de días más solo dos más. Y con lo que me gusta el muy tunante voy a reventar si no termina pronto la semana.
Último día de mi suplicio, hoy era el séptimo día y todo habría pasado sin ningún problema.
Cuando llegue a casa Remus tenía preparada una cena romántica con vino, comimos y nos reímos, mi dulce y atento Moony. Casi sin darnos cuenta nos terminamos la botella de vino y cuando empezó a besarme con esa boca pecaminosa con el sabor de un buen vino, no podía pesar, solo reaccionar a sus besos, sus caricias.
PDV Remus
Siri llevaba toda la semana muy extraño. Al principio pensé que debía encontrarse peor de lo que decía. Mi Sirius sin sexo. No, no podía ser. Siri es apasionado en todo y necesita muy pocas insinuaciones para lanzarse. Bueno él suele provocar la mayoría de nuestros encuentros. ¿Qué le pasaba?
Lo había pillado varias veces mirando por la ventana y lo había atrapado en un par de suspiros. Desde que nos habíamos casado había pasado una cosa detrás de otra. Un poco de romanticismo, tal vez solo fuese eso, no caer en la monotonía, aunque para mí que no éramos monótonos pero bueno un poco de seducción a la antigua nunca venía mal en una relación.
Su vino favorito, su comida predilecta charla y risas. Merlín nos habíamos pasado un poco con el vino y al no soler beber estábamos un pelín achispados. Bueno parece que ahora es el momento de devorar a mi Siri.
A la mañana siguiente.
Por Merlín, la última puñetera noche. Había vomitado toda la poción y era el último día que podía ser efectiva, además las parejas tardaban bastante en conseguirlo. No quería pensar en lo decepcionado que iba a estar Remus si me quedaba embarazado, pero si lo estaba nada en el mundo entero me haría renunciar a nuestro bebe.
Canuto ¿otra vez en la ventana?, me tienes preocupado.
Moony, te quiero tanto, tanto.
Siri, ¿qué has hecho?
Se lo conté todo, todo.
Remus sé que no debía y luego debía haberte dicho y ahora. Ahora estoy muy asustado, quiero estar embarazado de ti pero no así. Tengo miedo, serán malas noticias tanto si lo estoy como si no lo estoy.
Tonto, escúchame. Pase lo que pase será una buena noticia. Si lo estas por ser nuestro y si no lo estas por ser algo para discutir y decidir los dos.
Le miré con los ojos empañados por las lágrimas y su mirada me dijo que hablaba completamente en serio. Mis nervios fallaron y llore abrazado al hombre más extraordinario del mundo.