PDV Harry
Decir que salí aturdido de Gringotts es un eufemismo. Estaba completamente KO, un lord, un montón de dinero y propiedades. Todo para un niño criado en una alacena, era demasiado.
Harry, amor calma, me decía Charlie, tranquilo, no te apures cielo. Estaremos bien, vamos peque. Me llevó a un callejón apartado, hicimos Portus Atlantis. Mira cielo, me dijo, la puerta norte ¿no es bonita?
PDV Charlie
Me tenía preocupado, estaba ensimismado y no me gustaba verlo así. Nos trasladamos a mi pequeño apartamento y empezó a llorar. Acariciaba su espalda, tranquilo amor, tranquilo. Nos acomodamos en el sofá con él en mi regazo, lo único que podía hacer era acariciarle y esperar a que se calmase. El llanto termino y se quedo dormido. Sabía que nervioso por ver Atlantis no había dormido mucho y luego de Gringotts, ah demasiado.
Lo acomode en la cama con cuidado para no despertarle, y lo miré, mi sumiso, siempre pensando en los demás antes que en sí mismo. Le había faltado rogarme para darme acceso ilimitado a sus cámaras, en efectivo y con tarjeta. En mi pequeño piso, si pequeño pero nuestro. De alguna forma, algo en mi interior me decía que Harry estaría, en principio, más a gusto en este piso que en su castillo. Bueno, siempre supe que mi alfa podía ser adinerado y nunca me importo. No, no me iba a preocupar por el dinero. Era mi círculo, y Harry sería más rico que todos sus dominantes. No parecía fácil que alguno le aventajase.
Preparé algo para comer, el olor de la comida inundo el piso y despertó a Harry. Hola amor, siéntate a la mesa y come conmigo. Serví dos platos del estofado Weasley, y lo vi comer con ganas. Harry date una ducha y nos acercamos esta tarde a la oficina alfa. Mientras recogía la cocina oía la ducha.
La ropa esta en el armario, le dije, lo coloque todo mientras dormías.
Lo siento, debí haberte ayudado.
Tonterías, lo hice encantado y tu necesitabas el descanso.
Atlantis está lleno de cabinas de transporte, entras en ellas seleccionas tu destino y llegas a él, le conté a Harry, es como por la red flu pero con cabinas en vez de chimeneas. De esta forma llegamos a la oficina alfa.
Buenas tardes, ¿un nuevo circulo?
Si, somos el circulo Potter. Sumiso Harry Potter, beta Charlie Weasley.
Bienvenidos, los alfa solteros depositan prendas en esta oficina. ¿Hombre, mujer o ambos?
Hombre, le contestó un poco tímido Harry.
Muy bien, en la canasta encontraran todas las prendas de alfas masculinos. La única manera de reducir su número es tocándolas con su magia, los agradables serán los seleccionados.
Harry fue tocando las prendas y diciendo sí, no, no...
Bien tenemos 35 candidatos. ¿Programamos aquí las entrevistas?
Si por favor, les dije, ¿es posible empezar mañana?
Por supuesto Sr. Weasley. A las 10 les parece bien.
Harry ¿a las 10? le pregunté a mi sumiso.
Si.
Era la hora de cenar y le lleve paseando a un pequeño local que conocía. Harry lo miraba todo interesado.
Harry, le dije llamando su atención, podemos pedir un par de platos típicos para compartir y así puedes probar cosas diferentes. Cenamos a gusto y relajados y nos fuimos a descansar.
Por la mañana...
Merlín, pensé, que pesadilla. ¿Estos eran los alfa cuya magia era compatible? Bonitos, prepotentes, idiotas.
Harry estaba cada vez más nervioso. Por lo que, le pregunte a nuestro asistente si podíamos hacer un descanso.
Si, sin problemas. Los alfas citados saben que las entrevistas pueden demorarse.
¿Charlie?
Si, cielo.
¿Soy yo? O ¿son ellos?
Ellos, monos, prepotentes, insufribles, unos completos majaderos. Pero Harry, no todos serán así. Somos increíbles y maravillosos y necesitamos un alfa genial .Esta claro, no todos pueden estar a la altura. La sonrisa ilumino su rostro, Merlín, estaba atractivo.
Reanudamos las entrevistas por la tarde y más de lo mismo. Nos fuimos cansados y decaídos. Intente sonreír para consolar a Harry pero estaba realmente de mal humor y es difícil transmitir optimismo cuando estas que muerdes.
Y al día siguiente, más de lo mismo. Por Merlín, ¿nos habían tocado todos los imbéciles?
Harry cielo, no te apures, los buenos alfas no crecen en los arboles, si tenía prisa por venir a Atlantis, es por saber que encontrar al alfa adecuado no siempre es fácil. Al conocerlos y no ser el alfa perfecto para nuestro círculo hay un rechazo de nuestras criaturas y por eso nos parecen idiotas.
Ya, ¿solo nos lo parecen?
Ja, ja, no seas tan listillo. Seguro que en el fondo, muy, muy en el fondo, no son tan idiotas.
¿Cuantas entrevistas nos quedan?, le dijo a Harry nuestra asistente. Vi como cayó su cara, por favor que tengamos alguno bueno en este lote, rogué en silencio.
El siguiente en entrar fue un guapo moreno, bien constituido. Pero las apariencias ya no nos decían nada.
Hola, me llamo Pel Peljan. Si, si, muy pegadizo. Mi mama tiene un gran sentido del humor y mis padres un poco de mal cafe.
Nos hizo reír, por primera vez en todas las entrevistas. Charlamos un poco más y quedamos con él para comer al día siguiente. Los otros fueron un fracaso.
Charlie, ¿qué piensas de Pel?
Harry, quiero que te centres en cómo te sientes y no en que es el único candidato. Ten en cuenta que nuestro alfa puede ser un naga, un veela, incubus...
¿No suelen ocupar posiciones intermedias?
Sí, pero no hay reglas fijas. Cada círculo es distinto.
No sé, Pel se siente bien, muy bien. Estoy deseando volver a verlo.
Eso es todo lo que cuenta.