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Demonio || alinktomyroom » vonlane por vonlane

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Notas del fanfic:

Tengo permiso de la autora original para publicar esto aqui en amoryaoi. 

Notas del capitulo:

Todos derechos van a Masashi Kishimoto, creador de Naruto y dueño de todos personajes en Naruto.

Esta fiesta es de la peor, pensé, metiéndome los dedos en mi boca para obligarme a vomitar el horrible resultado que Kiba me había atrevido a tomar: una mezcla detestable de cualquier líquido en la cocina que era útil para cocinar. Aceité de oliva, salsa de soja, salsa de tomate, lo que sea. No me iba salir de un juego así, era un reto después de todo, y yo estaba borracho.

La musica se escuchaba a través de toda la casa e incluso en el baño. Podía sentir el suelo vibrar.

Sasuke se había alejado de mi lado hace algún tiempo, probablemente se fue con alguien. Estaba algo enfadado conmigo cuando se fue y para conseguir mi venganza por él, decidí emborracharme, cosa que él dijo que no haga.

Y eso fue justo lo que hice.

—¡Se necesita él baño!— Alguien golpeó con fuerza contra la puerta de madera.

—¡Casi termino!— Grité, limpiándome la boca con una toalla. Miré a mi alrededor por un enjuague vocal, pero por estar borracho, no me importó mucho si lo encontraba o no.

Salí y deje aquella otra persona entrar.

—Naruto, ¡¿ya terminaste?!— Kiba gritó por encima de la música que dominaba la sala de Sai. Sai, sentado a su lado, estaba en medio de cumplir su reto con Ino sentada sobre él, la mano de Sai atreviéndose a tocar otro lugar mientras la besaba.

—¡Naruto!— Sakura me llamo, arrastrando sus palabras por lo borracha que estaba. Caminaba hacia mi, balanceándose con pereza a la música mientras sostenía una copa en la mano. Su maquillaje estaba manchado y estaba sudando ya que el aire caliente de la noche de verano soplaba a través de las puertas y ventanas abiertas.

Se acercó a mí, sus tacones demostrando ser un reto ya que casi se caía un par de veces.

—Naruto, mi cabeza esta dando vueltas muyyy rápido.— Ella se rió, sus brazos colgándose alrededor de mi cuello.

—¿Sí?— Sonreí, mi cabeza también en las mareada por tanto movimiento. —Siento que podría caerme en cualquier momento.— Dije, ahora bailando al ritmo de la música y sin saberlo, frotando mi cuerpo con el de Sakura. Ella, tan borracha como yo lo estaba, lo ignoró y en vez se reía conmigo.

—Estoy tan. . .— Ella hablaba, aun arrastrando sus palabras y agarrando mi mano para dirigirme al sofá donde Ino y Sai ahora seguían en plena sesión, sus bocas completamente imposibles de separar.

—Uf, mi cabeza.— Ella se quejó, sus ojos cerrados mientras su cara se acercaba a la mía. Mi mente era un desastre, así que sin pensarlo, la agarré, la senté sobre mi regazo y la besé. Ella me devolvió el beso, su aliento a un olor a alcohol fuerte.

—¡Chicos, chicos, paren todo! ¡Bajen la música! ¡La policía está aquí!— Neji corrió hacia el interior, apagando los altavoces y ganando la atención de todos.

—¡Neji!— Todos gritaron, enojados de que habían apagado la música. Sai inmediatamente se alejo de Ino y corrió hacia afuera para hablar con la policía, ya que, después de todo, esta era su casa.

—¡La policía está aquí, maldita sea! ¡Deshaganse de las drogas, ocultenlo, hagan algo!— En reacción a sus palabras, la gente lo suficientemente sobrio para hacer cualquier cosa se apresuraron a descartar cualquier cosa sospechosa sobre los contadores, escondiendo los polvos blancos en lo que podían usar y esconderlos mientras que todos los demás tontamente salieron a la calle para ver la conmoción entre los policías y Sai.

Sakura estaba dormida ahora, nuestra pequeña cosa ni siquiera duró un minuto. Me levanté con la curiosidad de ver a Sai discutir con la policía.

Para mi curiosidad, la gente de pie en la puerta mirando estaban parados en silencio. Me pregunté porque.

Caminando a través de la multitud hasta llegar a la parte frontal, fui testigo de ver a Sai siendo esposado, ninguna sonrisa juguetona en su cara como siempre solía hacer todas las veces antes. Esta vez, a lo mejor había hecho algo peor, ¿pero me pregunto qué podría ser peor que tráfico de drogas?

—¿Alguien reconoce este joven?— El oficial habló, su mano levantada alta  para mostrarnos a todos el identificador de una persona que. . .parecía conocida.

Oh, no, no él. . .

 


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