Mierda...mierda...y más mierda.
Esto no podía estarle pasando a él, es más ni siquiera tema idea de ir rayos había pasado aquella noche, en que estaba pensando cuando hizo todo aquello, corrección el no pensaba en ese momento. Pero que podía hacer ahora, retractarse de su errores no lo iba a sacar de la situación en la que se encontraba.
Delante de él se encontraban 4 pequeños frascos con la misma poción, cada una del mismo color e indicando el mismo resultado:
POSITIVO PARA EMBARAZO.
Qué la tierra se abriera y se tragara completo, como rayos es que estaba embarazado; eso era prácticamente imposible, tenía que se un error, pero el sabía que su poción estaba perfectamente bien, el es Severus Snape, no comete errores. Al menos no como en el que se encuentra.
Cuando comenzó a leer sobre magos fértiles y donceles, fue cuando cayó en cuenta de la gravedad de la situación en la que se encontraba, por Merlín, por Dios y por Buda, tiene solo 15 años; él no está preparado para ser padre o madre, y ahí está el otro factor del la situación:
¿Quién rayos es el padre de su hijo?
Severus Snape solo quiere morirse en estos momentos y como si su vida no fuera ya miserable, tiene 3 opciones posibles para el padre y ninguna de ellas le parece mejor que la otra.
Quiere culpar a alguien, tal vez si su padre no sintiera odio hacía los seres mágicos, su madre le hubiese hablado acerca de magos capaces de albergar vida, y se hubiera evitado esto, pero no veo ningún otro culpable más que su propia irresponsabilidad, se supone que el es un Slytherin, tiene que ser más precavido y estar siempre atento a las consecuencias que pueden provocar ciertas acciones pero...
Quien le iba a decir que un día de estos despertaría desnudo y acompañado de 3 apestoso Gryffindor que para colmo eran sus verdugos, no tenía recuerdo de que había pasado exactamente esa noche y para ser sincero con el mismo tampoco quería saberlo, Lupin era pasable al menos, pero el hecho de imaginarme con James o Sirius le provoca arcadas y no presidente por el embarazo.
Ni siquiera tiene idea cuál de ellos le arrebató la virginidad, ese día solo salió de la sala de menesteres lo más rápido posible, aún cuando sus caderas lo mataban de dolor pero no quería estar ahí para cuándo los estúpidos gatos salvajes despertarán y de burlarán de él.
Quería llorar, se supone que está enamorado de Lucius...incluso hay ocasiones en las que las que cree vislumbrar que Malfoy le corresponde, pero con lo que acaba de pasar o mejor dicho con lo que pasará, esa esperanza se puede ir directo al desagüe, aunque tampoco es como que el príncipe de las serpientes se fije en él, después de todo, Lucius es un sangre pura y él es un simple mestizo, sin gracia alguna.
Salirse de la escuela y volver a su casa no es una de las mejores opciones, si su padre que de por sí, ya odia a los mágicos, descubre que está gestando, no saldrá con vida de esa casa, pues tampoco es como si su madre fuera en contra de lo que Tobías haga.
Tal vez abortar sea su mejor opción, sabe que el niño no tiene la culpa de nada, pero que clase de vida le puede ofrecer, el no quiere traer un niño a sufrir a este mundo o al mundo muggle, en el primero puede sufrir el solo rechazo por ser mestizo o simplemente por ser su hijo y en el segundo no tiene ni una casa digna que ofrecerle, pero... Sería capaz de matar a su propio hijo.
Las cosas en ambos mundo están mal, y el no puede simplemente aparecer oro en alguna bóveda y largarse con el bebé que crece dentro de él por más que quiera.
La mañana llega, inclemente para la joven vida del pequeño Slytherin... La noche anterior ha pensado mejor las cosas, se ha planteado diferentes situaciones y en casi ninguna la situación se bien para su pequeño hijo o él, pero sabe que no puede cargar con la culpa de una alma inocente en su conciencia ha decidido tener al bebé, no planea dejar la escuela... Pero tampoco piensa volver a su casa. Está consiente que sus posibilidades de salir bien parado de esta situación son bajas y escasas, pero quiere creer que la persona en la que está pensando le brindará su ayuda.
Sabe que la situación que está por afrontar lo meterá en aprietos y que si antes llegó a ser la burla de muchos ahora lo será más, pero que otra salida tiene, esa ha sido la mejor solución que encontró, al fin y al cabo, el no tiene ningún título o estatus al cual deshonrar, el no pertenece a ningún linaje sangre pura, no desde que su madre se embarazo precisamente de él y decidió irse con su padre.
Se encuentra frente a la entrada de la dirección se ha saltado las primeras horas de clases para agarrar valor y por fin lo ha encontrado.
El director lo mira directo a los ojos, la mirada que tiene pareciera decirle que ya sabe de su estado, las manos le sudan y el temblor regresa de nuevo, poco a poco le va contando la situación en la que se encuentra, omitiendo a los posibles padres de su hijo... Se siente avergonzado y tiene motivos para hacerlo, sus acciones no fueron las mejores, lo tienes más que claro.
Cuando el director le pregunta por el padre del futuro niño un nudo se forma en su garganta y entre jadeos y palabras entrecortadas le dice que no sabe, y cuando el director pregunta si fue causa de violación se siente estúpido al decir que no, Dumbledore lo mira seriamente sabe que si tiene una idea de quién es el padre, pero tampoco quiere hacerlo sentir más incómodo de los que ya lo ha hecho o presionarlo, ahora solo tienen que ayudar a un joven que está dispuesto a darlo todo por el bienestar de una pequeña vida que se aferra a él.
Ahora mismo el director y Severus se encuentran en la enfermería, Severus conoce perfectamente esta zona, a estado en ella prácticamente desde que pisó Hogwars y los merodeadores posaron sus ojos en él, Dumbledore es el que se encarga de poner al corriente a la enfermera Mándame Pomfrey al corriente de la situación de Severus.
Está nervioso, demasiado nervioso, solo quiere que todo acabe rápido y que la enfermera diga que su bebé está bien, desde aquel día en que despertó sin saber nada, los ataques de los merodeadores no se detuvieron, y teme de que alguno de sus enfrentamientos lo haya dañado. Pronto un pequeño latido se escucha, es demasiado rápido y se asusta, Poppy le asegura que todo se encuentra en perfecto estado y que es normal que el latido del bebé se escuché tan acelerado, pero que al parecer su bebé se encuentra en perfecto estado. Está más que feliz con la noticia, y por fin puede llorar de alivio, por fin puede permitirse desahogar todo lo que siente.
Solo tuvo una semana de paz y tranquilidad, pues tal parece que alguien escucho de su embarazo y ahora es la comidilla de todas las casas, muchos estudiantes lo miran con desagrado y murmurando cosas a sus espaldas o incluso de frente, algunos hasta se atreven a gritarle que es un ofrecido, pero él no bajará la cabeza por nadie, si nunca lo hizo con los leones que tiene derecho de antigüedad por molestarlo, no planea hacerlo con un grupo de imbéciles que de pronto se creen con el derecho de juzgarle.
Los merodeadores ya no lo molestan, pero ninguno le ha dirigido la palabra, solamente lo evitan y le dan miradas de vez en cuando, miradas que demuestran que saben que el hijo que espera puede ser suyo, pero ninguno le hace honorr a la valentía que distingue a los Gryffindor, ya que nadie de los tres le ha preguntado siquiera por la salud de niño, sabe que el resto de los meses seguirá solo... Y que por su propia cuenta tendrá que sacar a su bebé adelante.
Hoy se ha encontrado a Lucius, ni siquiera a tenido el valor de mirarlo a la cara, solo quedan un par de meses par que Malfoy se gradué, en ese momento parecía que el albino quería decirle algo...pero él ya no se siente a la altura de mantener una conversación con él, por más pequeña que está sea. Así que se la ha pasado evitandolo el resto de la semana, no quiere ver decepción en sus ojos grises, no quiere lástima, ni tan poco quiere ser más juzgado... No quiere que su hijo sea señalado.
Los meses pasan rápidamente, desde que el director supo de su embarazo le dio una habitación para el solo, para mayor comodidad, algunos maestros le han regalado cosas para el bebé y algunas chicas también, desde bañeras y una cuna hasta delicadas ropas de algodón y estambre tejidas a mano, el embarazo a sido sin duda difícil, no sabe cómo es que las mujeres aguantan pasar nueve meses con náuseas, mareos, vómitos, cambios de humor, pies hinchados, antojos, etcétera... La "dulce espera" no están dulce como muchas dicen, y dice en femenino, porque tal parece que el hecho de que haya magos fértiles es muy escaso; incluso raro.
Subir escalones con un vientre abultado es lo más difícil que se pudo a ver imaginado, la espalda lo está matando y pareciera que sus pulmones no tienen el aire suficiente, desde que tiene uso de razón, ha sido delgado y aunque para 7 meses su vientre es extrañamente pequeño, sigue siendo un peso extra al cual no está acostumbrado a cargar consigo, también ha dejado de usar la estorbosa túnica, desde que los bochornos azotaron su cuerpo la deja en su dormitorio, y prefiere andar solo con una simple pashmina sobre sus hombros que es más delgada que la túnica, pero que aún así lo protege del frío.
El no ha tenido noticias directas de Lucius, solo sabe por rumores que ha conseguido un alto puesto en el ministerio de magia, el no puede más que sonreír por aquel logro del hombre que ama, se siente orgulloso y solo espera que encuentre a una hermosa bruja sangre pura que lo haga feliz y ponga en alto el nombre de la casa Malfoy.
Transformaciones le parece una clase muy interesante, sobretodo por como la imparte la maestra Mcgonagall, pero hoy precisamente la está odiando y desea que acabe lo más pronto posible, ha estado sintiendo punzadas en su vientre y a pesar de que no son tan fuerte, el dolor es constante, solo quiere irse a descansar a su dormitorio, su hijo es un poco revoltoso, y solo puede pensar que se está acomodando, pues todavía falta un poco más de un mes.
De repente el dolor crece y trata de ahogar un gemido de dolor, pero le es imposible, siente un líquido escurrir entre sus piernas, y palidece de inmediato, la maestra se ha dado cuenta y llama de a la enfermera, para que lo trasladen a San Mungo, atrás de ellos van los merodeadores, que están igual de preocupados que los maestros, después de todo, existe la posibilidad de que uno de ellos sea el padre del niño.
Dumbledore antes de irse envía una lechuza al ministerio de magia, ya que hay alguien que sin duda alguna desea estar con Severus a todo costó.
Duele...duele demasiado, no es como el dolor que siente cuando Tobías lo golpeaba, es un dolor a un más horrible, viene desde adentro y se expande a todo su cuerpo, el medimago lo ha revisado y ha dicho que apenas tiene 4 de dilatación y necesita llegar a diez, pero él no puede más con el dolor, siente que le están moliendo los huesos de las caderas y comienza a asustarse, después de esto, solo serán su bebé y él, solos contra el mundo.
Al mismo tiempo afuera la situación no está tan mal, pero eso no quiere decir que este mejor, Sirius, James y Remus dan vueltas por la sala de espera como leones enjaulados, los nervios los están matando y la culpabilidad también, ninguno de ellos se atrevió a preguntarle siquiera por el bebé, que puede que sea de alguno de ellos, y aún así tienen la desfachatez de estar presentes.
James tiene el cabello más alborotado que nunca, y eso es mucho decir, ya que el chico de por sí lo tiene indomable.
Remus come barra de chocolate tras barra, el miedo lo invade, pues en caso de que llegue a ser su hijo tienen miedo de que heredé su licantropía.
Sirius es el más tranquilo de todos, o al menos el que mejor aparenta estar tranquilo, sabe que si su madre se entera de que dejo embarazado a alguien y peor aun, a un mestizo, lo desheredara y no solo eso, le lanzará todas las maldiciones que conozca.
Claro que sí lo ven por el lado positivo, Severus es bastante bonito y un hijo con sus rasgos, no le haría daño a nadie, Sirius les dice que está casi 100•/• seguro que el bebé es suyo, ya que si alguien es el dios del sexo es él y que en todo caso, sería el bebé más bonito con sus genes. James y Remus lo miran ofendidos, y pronto comienza una nueva pelea entre los amigos.
Volviendo a la sala de partos, Severus no puede evitar derramar lágrimas a causa del dolor, justo en ese momento un miedo lo invade, ¿Será buena madre? ¿Su hijo lo amara? ¿Serán felices los dos solos?
Un nuevo grito sale de su boca, solo quiere que el bebé salga ya, y el maldito doctor no se apresura o es su hijo el que no quiere salir, el ataque de nervios crece, escucha ruido afuera de su cuarto, y pronto ve una estilizada figura que conoce perfectamente.
Lucius Malfoy se encuentra justo frente a él, colocándose el cubrebocas y el gorro de cirujanos en su perfecto rostro, se sienta ha un lado de el y sostiene su mano, una nueva contracción llega y el aprieta con fuerza la mano de Lucius, el dolor crece aún más si es posible, pero pronto se dará cuenta de que si es posible que aumente... pero valdrá la pena.
A Lucius le duele la mano, pero sabe que Severus está pasando un dolor aún más fuerte, y eso hace que lo admiré más de lo que hace, sabe que los Gryffindor no están afuera por nada, sabe que puede ser que uno de esos tres sea el papá del bebé de Severus, pero no piensa dejar a su pequeña serpiente al lado de un imbécil como esos tres, bueno tal vez los imbéciles solo sean Potter o Black.
Por fin el medimago entra al pabellón y colocándose unos guantes nuevos, se asoma entre las piernas de Severus, a Lucius no le gusta para nada, que alguien más vea a Severus, mucho menos es su partes íntimas, pero sabe que es necesario, el doctor mete sus dedos y por fin, Sev ha alcanzado los diez de dilatación, el doctor le dice a Sev que en la próxima contracción puje con todas sus fuerzas, lleva casi 6 horas esperando que el doctor diera esa indicación, se sostiene firmemente de la manos de Lucius, el cual le retira los cabellos de la frente, que debido al sudor comienzan a pegarse, la contracción llega y Severus puja con todas sus fuerzas, siente como algo lo desgarra desde adentro, la contracción pasa y Severus caí hacia atrás por el cansancio, Lucius limpia el sudor de su frente y le da ánimos, una nueva contracción llega y vuelve a pujar, el dolor es inclemente, la contracción vuelta a pasar y Sev dice ya no poder más, está horriblemente cansado, Luc le dice que falta poco, y que pronto podrá ver a su bebe, porque el lo considera suyo aún si no lleva sus genes, eso parece darle fuerzas a Severus, quien le da una sonrisa cansada, otra vez una contracción azota su cuerpo y empuja lo mejor que puede, siente como los huesos de su cadera se habren y truenan, y por fin el doctor les avisa que puede ver la cabeza, y que solo faltan 3 contracciones más, nuevamente se encuentra pujando y por fin el doctor sostiene la cabeza de hijo, el está prácticamente lúcido, no siente la parte inferior de su cuerpo, pero está apunto de conocer a su bebe, aquel por el cual espero casi 8 meses, puja de nuevo, el grito que pegó al sentir como pasaban los hombros de su hijo, pudo escucharse hasta fuera de Europa mágica. La última contracción, fue para expulsar la placenta restante, pero oír el llanto ahogado de su bebé no tiene comparación, quiere cargarlo pero se encuentra completamente exhausto, caí desmayado por todo el esfuerzo del día, Lucius es quien se suelta del agarre de Severus y va hacia los doctores que limpian el pequeño cuerpo del niño, una enfermera llega y le entrega al bebé quien al sentir el calor de Lucius se tranquiliza un poco, Malfoy no puede evitar llorar al ver al hermoso bebé que sostiene entre sus brazos, es tan pequeño y frágil que da miedo cargarlo por temor de hacerlo daño.
La enfermera llega nuevamente y se lleva al bebé a los cuneros, el se queda esperando a que pasen a Sev a otra habitación y poder irse con él, afuera Sirius se ha desmayado desde que les avisaron que Severus ya están dando a luz, James y Remus están temblando, quieren ver al bebé, pero han visto a Malfoy llegar y saben que si el está ahí, hará todo lo posible para que no vean al niño hasta que Snivellus lo ordene.
Cuando Severus recobra el sentido, se encuentra algo desorientado, todavía siente el cansancio y le duele mucho la parte inferior, no le han dado nada para el dolor, ya que si desea amamantar a su hijo, la leche no puede llevar residuos de medicina, así que puede sentir como sus huesos se encuentran algo flojos, pasa una mano por su vientre, ahora plano y le entra una nostalgia horripilante, su bebé paso todo ese tiempo dentro de él, y el saber que ya no sentirá esas pataditas en cierta forma le entristece, Lucius está su lado, pero él quiere conocer así hijo, así que mueve un poco a Luc, para que esté despierte.
Cuando lo hace, Lucius sonríe de manera elegante y no duda en besarle de manera apasionada y posesiva, sientebque sus labios ya han probado esa boca, pero por el momento solo quiere disfrutar ese instante, al separarse, Lucius le dice que ahorita regresará, y a los pocos minutos, vuelve con un cunero, y de el saca un pequeño bulto envuelto en unas mantas de fino algodón y bordadas con hilo de plata, el extiende sus brazos para coger a su bebe, Lucius le dice que ha sido niño y que es uno muy bonito, al destapar las mantas, su entrecejo se frunce y sus labios tiembla, puede sentir como los ojos se le nublan en lágrimas de felicidad, su bebé pose una pequeña matita de cabellos rubios, y la piel tan clara como la suya, tiene un pequeña naricita, las cejas y pestañas son rubias y los labios delgados y rojos. Con su mano recorre cada rasgo de la delicada carita de su bebé, pasa sus dedos por el pequeño pecho que sube y baja de manera tranquila mientras el infante duerme, recorre uno a uno los pequeños deditos de su bebé, y besa con dulzura cada mejilla, cada puño, y la frente, el bebé larga un bostezo y muestra su pequeña boquita sin dientes, dejando escapar un poco de baba, Severus y Lucius contempla a su hijo, no necesitar sumar tanto, para saber que el hijo que tuvo Severus es todo un Malfoy, y Sev se pregunta si su bebé habrá heredado algún rasgo suyo, Lucius pasa uno de sus graciales dedos por la mejilla de su hijo, el cual despierta y comienza llorar, Severus lo carga y lo acomoda sobre su pecho, con cuidado Lucius lo ayuda a descubrirse un poco y pronto el pequeño Malfoy se encuentra tomando su primera comida desde que salió de su madre, el bebé succiona con fuerza, es incómodo y hasta cierto punto vergonzoso, pero está más que feliz con su hijo y con el padre.
Lucius intenta acariciarle nuevamente, pero tal parece que también ha sacado su carácter ya que no desea que lo moleste mientras come y suelta una especie de gruñido cuando su padre le intenta tocar las mejillas, habré sus pequeños ojos, solo para demostrar que efectivamente es una copia completa de Lucius, parecen plata líquida al igual que los de su padre, pero nuevamente los cierra y se concentra en succionar la leche de madre, Severus no puede evitar hacer un puchero al ver que su hijo no heredó ningún rasgo suyo, solo su piel que es tan pálida como la suya y eso hace que los rasgos de Lucius resalten aún más, pero sin duda su pequeño es hermoso y perfecto para los dos padres primerizos.
Tocan la puerta de la habitación y Sev asiente, dándole a Lucius permiso para abrir, cuando está se haya abierta, los Gryffindor junto Dumbledore y Mcgonagall entran para conocer al bebé, Severus lo enseña, les queda perfectamente claro quien es el padre del hijo de Severus, el director sonríe ante el bebé que sigue comiendo, ya que para el es como su nieto, pues fue quien cuido de Severus durante su embarazo, Lucius al notar la mirada de Sirius sobre la "madre" de su hijo, o mejor dicho, sobre los senos que alimentan a su hijo, cubre a Sev con la manta y le dirige una mirada llena de furia, advirtiendo que no mire a su pareja de ese modo.
Para calmar la situación Mcgonagall es la que pregunta cómo se llama, ambos padres voltean a verse, Severus nunca pensó en un nombre y no sabe si Lucius lo hizo, así que piensa por un momento y recuerda que hace un tiempo tubo la oportunidad de visitar un santuario de dragones, con una sonrisa llena de ternura pronuncia...
Draco... Su nombre es Draco Lucius Malfoy.
Ese sería el comienzo para una nueva vida, al lado de las personas que más ama.