Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dacrifilia por Joesday13

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Todos los personajes son de Kishimoto y la historia es mía

Notas del capitulo:

Holi, esta vez vine a traerles otra historia, escrita bajo los efectos de una medicina para la alergia. Espero les guste.

Esta rola la escuchaba mientras subía este fic: https://www.youtube.com/watch?v=00Z-Gbyb7l8

 

Siempre estuve enamorado de Naruto, desde la primera vez que lo vi quede encantado con su belleza. Llego como una brisa de verano, cálida, agradable y divertida, logrando que todos a su alrededor buscaran llamar su atención para obtener solo un poco de ese hermoso rubio de ojos zafiro.

Me atrevo a describirme a mí mismo como el invierno, frío y misterioso. Naruto y yo somos como la luna y la noche, somos diferentes cielos en un mismo mapa. No estábamos destinados a encontrarnos nunca, la luna nunca puede alcanzar al sol por más que se lo proponga. O eso es lo que yo pensaba, recordemos que existe un fenómeno que permite al sol estar cerca de la luna, algo conocido como: eclipse.

Sé que es estúpido estar comparando mi situación con cosas del cielo y cuerpos celestes, pero no encuentro otra manera que vean lo maravilloso que llega a ser el mundo cuando te detienes a ver los más mínimos detalles. La primera vez que cruzamos palabras fue una soleada tarde de invierno, algo no muy común porque mientras el clima era ideal para que las nubes taparan al brillante sol, este se negaba a desaparecer. Naruto estaba vestido con un pantalón negro, un suéter celeste, sus clásicos tenis blancos y una hermosa bufanda blanca que en un momento dado escapo de sus manos cayendo —casualmente— a mis pies, cuando yo intente levantarla él ya estaba enfrente de mi por lo que nuestras frentes impactaron una contra la otra.

— Maldición — susurre por el dolor que me provocó.

— Oh, lo siento yo.

Puedo jurar que tenerlo tan cerca solo provocaba que mis ganas de besarlo se intensificaran, sus mejillas estaban tintadas de un bello color rosa dándole —si es que es posible— un aspecto aún más adorable. ¡Dios! Me estaba volviendo loco su aroma tan dulce, era tan, tan jodidamente Naruto.

— ¿Estás bien? — preguntó y me di cuenta que había estado viéndolo por más tiempo del que era necesario. Incluso estaba invadiendo su espacio personal, pero incluso con eso él no parecía molesto, todo lo contrario una bella sonrisa pintaba sus labios.

— Yo, yo soy Sasuke — atiné a decir mientras nos levantábamos de muestra incómoda posición.

— Mucho gusto Sasuke, yo soy Naruto — dijo extendiendo su mano hacia mí.

¿Alguna vez han sentido que el mundo está en sus manos?, pues eso fue lo que yo sentí al tener la delicada mano de Naruto entre las mías, una ráfaga de paz recorrió mi espalda reconfortándome al instante y estoy seguro que él también sintió algo parecido.

— ¡Naruto!

Y toda la atmósfera mágica que habíamos construido se fue al caño, nunca había deseado que alguien se muriera, y esta vez era la excepción. Mi amado rubio soltó mi mano para sonreírme tímidamente mientras se alejaba de mí. Yo agache mi mirada para encontrarme temblando cual hoja.

— Sasuke — escuche y lo volví a ver ahí frente a mí, rojo cual tomate — Toma — y corrió dejando un pedazo de papel entre mis manos.

Espere a que desapareciera de mi campo de visión para dignarme a ver ese pequeño trozo de papel: era su número telefónico.

— ¡Si maldita sea! — grité extasiado y ante la atenta mirada de todos los presentes me fui corriendo esperando a que fuera de noche para poder hablar con aquel ángel de piel canelita.

***

Los días transcurrieron felices, yo me encargaba de hablar con Naruto todas las noches a la vez que escribirle mensajes de buenos días para que notara mi interés en él. Y fue así como las semanas se fueron volando y las semanas se hicieron meses y esos meses se transformaron en un año. Un jodido año hablando con Naruto, saliendo como amigos. Alguien debía darme un premio por no haberme aprovechado del distraído y dulce blondo.

Fue una noche de otoño cuando junte todo el valor que tenía para pedirle que fuera mi amado novio, compre un ramo de tulipanes blancos —sus favoritos— me vestí con mis mejores ropas y me encaminé a su departamento, esa noche se suponía que iríamos al cine para ver una película y muy por el contrario terminamos besándonos en su hogar después de que él hubiera aceptado ser mi pareja.

— Yo jamás te lastimaré — prometí mientras mis manos acariciaban sus piernas las cuales temblaban desbordantes de emociones nuevas.

La luna fue testigo de nuestro inocente amor, esas cuatro paredes se encargaron de encerrar los jadeos y gemidos que profesamos mientras nuestro amor era consumado en un solo acto, puro y hermoso que me lleno de alegría. Sin embargo en la cúspide de nuestra excitación mientras lo veía regocijarse entre mi cuerpo algo dentro de mi fallo, si termine dentro de él, pero aun así había algo que faltaba, algo que no me permitió dormir toda esa noche, nada logro tranquilizar mi mente, incluso la hermosa vista de mi amado rubio dormido.

No había sido lo que yo esperaba.

***

Nuestra relación iba viento en popa, éramos la pareja perfecta a ojos de todos, él estaba feliz y se encargaba de recordarme cuanto me amaba todos los días mientras yo correspondía a sus palabras, lamentablemente las mías ya no tenían tanto peso como antes. Y no me malentiendan, yo verdaderamente lo amaba, pero había algo que faltaba, y ese algo estaba relacionado a cuando teníamos relaciones sexuales.

Me molestaba verlo tan feliz cuando lo penetraba, me resultaba algo desagradable, y sé que está mal, pero no podía evitarlo. Ver su rostro de felicidad me daban ganas de vomitar juro que por más que intentaba entender qué demonios estaba pasando conmigo no conseguía más que molestarme con él. Porque después de todo Naruto era el culpable de que me sintiera mal conmigo mismo.

Nada me tenía preparado para el día que el padre de Naruto falleció y este envuelto en lágrimas se acercó a mí, me causo repulsión, no él, sino que ver sus ojos zafiro llenos de agua salada me provocaba un cierto "no sé qué" que me atraía de sobre manera. No estaba listo para darme cuenta que ver lágrimas en el rostro angelical de mi novio lograría excitarme de una manera tan sucia que termine en un baño masturbándome pensando en su sufrimiento.

Nuevamente me encontré una noche sin poder dormir y esta vez no era por una situación molesta, sino que la imagen de Naruto llorando seguía en mi mente provocándome leves espasmos de placer en el pene. Eran las tres de la madrugada cuando una idea llego a mi cabeza: ¿cómo sería si yo fuera el causante de sus lágrimas? Una sonrisa se posó en mis labios yo amaba a Naruto y verlo complacido era una de mis prioridades, pero era mi momento para disfrutar, mi blondo había sido egoísta por mucho tiempo. Pase toda la noche en vela entusiasmado, extasiado y excitado.

La mañana de ese jueves me dedique a limpiar mi pequeña casa donde esa misma tarde Naruto hizo acto de presencia. Ver su hermosa carita roja en conjunto con sus ojos llenos de melancolía y tristeza me dieron la imagen más excitante del mundo. ¡Estaba sufriendo y yo lo disfrutaba por dios! ¿Dónde mierda estaba mi raciocinio? Y ¿por qué mierda no me hacía falta en aquel momento?

— Hola mi amor — susurro quedito contra mi oído mientras me abrazaba.

Lo tome fuertemente del brazo arrastrándolo dentro de mi casa por la sorpresa del momento él no reacciono hasta que me posicione arriba de él bloqueándole el camino. Un sonido parecido a un quejido salió de sus labios provocando en mí una punzada de placer. Era un jodido enfermo, pero él tenía la culpa.

— ¿Sasuke?

— ¡Cállate! — Golpee una de sus mejillas escuchando un sollozo de su parte y juro que la sola imagen que me brindo era suficiente para que me corriera en ese mismo momento. Pero aun quería más, necesitaba exprimir sus lágrimas.

Debe ser difícil darte cuenta que estas enfermo, sin embargo cuando lo aceptas tu vida da un cambio completo donde tu felicidad se antepone a cualquier acción por más "mala" que esta llegue a ser.

Esa tarde lo hice sufrir, me regocije con su cuerpo, lo magulle, golpee y patee todas las veces que pude, me corrí en su carita con cada nueva lágrima que sus ojos dejaban escapar. De su boca habían dejado de salir peticiones estúpidas para que lo dejara, Naruto era mío, completamente mío, todo de él, sus besos, su amor, su odio, sus gemidos, incluso sus lágrimas, ¡todo!

Amor es esto, amor es lo que yo siento por Naruto.

Amor es pasión, amor es deseo.

Amor significa sacrificio.

A veces mi amor dolía, pero era el más puro que yo le podía ofrecer.

 

Dacrifilia- Excitación sexual por las lágrimas o el llanto

Notas finales:

Dejen su review, para que de esa manera yo me motive a escribir más mamadas. Saben que l@s amo muchisimo y les deseo lo mejor.

Saluditos c:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).