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Soledad por TheSexiestDiva

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Notas del fanfic:

Bienvenidos todos a nuestro segundo especial de Halloween, si segundo, pues esta historia junto con otras dos conforman nuestro especial de este año :). Ayer salió la primera y mañana saldrá el último. Hablo de los prólogos únicamente (:P)
Diva: Y gracias por darle la oportunidad a la historia, esperamos que este prologo despierte su interés
Nos leemos haya abajo ;). Esperamos que disfruten la lectura

Notas del capitulo:

Disclaimer: Ni "Yuri on Ice" Ni "Dark Souls" son de mi propiedad, derechos reservados para sus respectivos propietarios. Yo solo soy la loca a la que se le ocurrió hacer un crossover, que seguramente nadie jamás habría imaginado posible.

Advertencias: OoC. Los personajes de YOI usurpando el lugar de los personajes de DS2

Soledad

Todo, por millones de años había sido paz y tranquilidad, todo yerma oscuridad, onírico silencio y, abominable soledad.

En el abismo nunca ocurría nada, y las pocas veces que lo hacía las almas tomadas por su basta oscuridad, así como su intrínseca corrupción bastaban para mermar cualquier ataque, ellas jamás debieron preocuparse de nada. Aunque realmente ¿Qué podría preocuparles? Tan solo eran los fragmentos incorpóreos del alma de su padre, de quién todos en el exterior habían incluso olvidado su nombre, la mera sapiencia de que alguien había creado el abismo.

Era tan consiente, como todas sus hermanas, de la existencia de todas, más eso, para él, jamás sirvió de nada, no alejo la soledad, que le abrazaba como si hubiese tomado forma y masa en la misma oscuridad y silencio del abismo, nunca dejo de sentirse solo a pesar de sentirlas a su alrededor.

Fue reconfortante, como si paradójicamente las sombras y el silencio se hubiesen hecho a un lado, cuando la magia espesa y oscura de su hermana le acarició, instando a su propio poder a catalizarse y formarle un cuerpo para habitar.

Fue raro respirar, en su primera calada casi se asfixia con el aire viciado y añejo del abismo.

Estabilizado, acostumbrado a su nuevo cuerpo, miró por primera vez su entorno, el ominoso y basto abismo, una inmensidad de sombras y silencio, que le causo un leve estremecimiento y le obligó a cernir sus brazos entorno a sí mismo, como si así pidiese confortarse, protegerse. Fue agradable, casi reconfortante sentir el contacto, el calor por primera vez, aunque este viniese de sí mismo.

Observó a sus hermanas, todas estaban a una distancia considerable de él, encimadas como abejas obreras, mientras su hermana mayor se encontraba alejada unos pasos de ellas, al frente, mirándolas a todas a la vez, como la reina abeja. Sus ojos verdes, brillantes y tóxicos como gemas venenosas, se clavaron con toda la fuerza de su mirada en los suyos propios, petrificándole por un instante, apenas un segundo antes de que desviara la mirada y que sus intensos ojos verdes miraran a su lado, señalándole e indicándole algo.

Por mera inercia sus ojos siguieron el trayecto de los de la mayor, encontrándose con un pequeño cuerpo, recogido sobre sí mismo. La menor de sus hermanas estaba ahí, y su presencia era tan pequeña, que si no hubiese sido señalada por la mayor probablemente hubiera pasado su existencia por alto.

Sin meditarlo un instante más se encamino hacía ella. Estaba a unos pasos apartada, pero se encontraba mucho más cerca de él que todas las demás.

La menor se recogió más sobre sí, ante el determinado sonido de sus pasos. Cuando llego a su lado se acuclilló delante de la menor, ella temblaba, pero al no sentir ninguna agresión de la invasión a su espacio personal alzo la mirada, topando sus tormentosos ojos azules a los marrones suyos. Él siendo mayor, le sonrió, gatillado por una memoria cedida por su padre, intentando reconfortar a la otra, que no imito el gesto, pero este pareció relajarle, al menos un poco.

Él afianzó su expresión al notar que relajaba a la menor, mientras ella se mantuvo impasible, devolviéndole su atormentada mirada, repleta de pánico. Se levantó lentamente, para ofrecerle su mano a la otra y ayudarle a incorporarse, ella dudó apenas una fracción de segundo antes de aceptar su ayuda y levantarse, mostrándole que eran de la misma estatura.

No se soltaron, él ya no se sentía solo, aun y a pesar de la irremediable tristeza que sujetar la mano tan fina como la propia le causaba.

Después de todo la soledad y el miedo estaban aislados de sus demás hermanas, y solo ellas podían entenderse y acompañarse.

Continuará.

Notas finales:

Bueno eso fue el prólogo, esperamos les haya gustado y pues ya, si les gusto comenten, si no también, si tienen algún consejo para nuestra pobre prosa será bien recibido. Y sin más que agregar nos leeremos en la próxima ;)
Diva: Ciao…
Besos (:3), Sayonara

PD: Si les interesa leer las otras historia, como dijimos, el primero ya fue publicado ayer bajo el título de deseo y mañana publicaremos el prólogo de Miedo. Solo que Miedo es un fic de "Free!" Mientras que Deseo y Soledad son de YOI (XD)


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