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Manzana Agridulce por Vanessa-Chan13

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Cuando la reja de la celda fue abierta Jimin levanto la mirada y vio a su padre que estaba de brazos cruzados frente a él viéndolo muy serio.

-Papá yo… fue un accidente- se levanto y empezó a jugar con sus dedos con la cabeza baja.

-¿Qué hubiera pasado si no salían a tiempo del departamento?- Jimin se sobresalto y apretó sus dientes -¡Responde!- le grito su padre haciéndolo levantar la mirada.

-¡Abríamos muerto todos!- respondió respirando descontroladamente.

-¡Exacto! ¡¿Cómo demonios se te pudo haber ocurrido la idea de encender fuegos artificiales dentro del departamento?!- el rubio estaba muy nervioso, no supo qué responder a eso, cuando sus amigos llegaron a su departamento con esa caja de fuegos artificiales no imagino que todo terminaría de esta manera. Su padre lo miro decepcionado y le hizo una seña para que lo siguiera fuera de la celda.

La noche anterior Jimin había hecho una fiesta con sus amigos de la universidad en su departamento, todo había ido bien hasta que a todos se les ocurrió llenar de luces el cielo lanzando los explosivos desde la sala de estar, la idea era que salieran por el balcón, pero uno de ellos se tardo en encender y para cuando lo hizo, estaba en la posición incorrecta, toda la alfombra de la sala se quemo junto con los muebles, el resto de su departamento quedo intacto, pero aun así fue bastante peligroso.

Cuando la policía y los bomberos llegaron al edificio todos estaban afuera sanos y salvos, luego de que apagaran el incendio, se los llevaron todos a la fiscalía, pero solo a Jimin y tres amigos, los retuvieron toda la noche, fue agotador, Había llamado a su padre y él fue quien se encargo de todo el proceso para que pudiera salir tan pronto de esa celda llena de polvo y humedad.

Y aun con todo eso estaba relajado, siempre que se metía en problemas su padre discutía con él y luego se arreglaban, solo serían unos días para que se le pasara su molestia y le devolviera su tarjeta de crédito.

Cuando llegaron al estacionamiento, Jimin se sentó en el asiento de copiloto del auto se su padre y se puso el cinturón, pensó que no tendría nada más que le pudiera reprochar así que intento dormir.

-Hijo- lo llamo su padre aun serio.

-¿Qué?- respondió con los ojos aun cerrados.

-Esta vez no será igual que las anteriores, no planeo que algo como esto vuelva a suceder, debes madurar- el rubio abrió los ojos de par en par ¿de verdad su padre le estaba reprochando? Nunca había ocurrido antes, solía no hablarle en días desde que cometía alguna locura y luego se hablaban como si nada.

-¿A que te refieres?- se acomodo en el asiento y miro al mayor, que estaba con la mirada fija en el camino.

-A que tu madre y yo estamos cansados de tener que hacernos responsables de los actos de nuestro hijo de 18 años- Jimin estaba confundido, ¿qué haría? ¿Lo pondría a trabajar?

-¿Y eso significa…?

-Que te irás por un largo tiempo de esta ciudad, a un lugar en el que no le causes problemas a nadie, ni a nosotros ni a las personas con las que vivirás.

-Supongo que te refieres a alguna universidad en el extranjero.

-No exactamente.

*

Jimin estaba petrificado en el marco de la puerta de su recamara que estaba limpia y no tenía ni una de sus pertenencias en el escritorio, no podía apartar su mirada de la maleta que estaba sobre su cama, y tampoco podía olvidar el hecho de que una pareja mayor que no conocía estaba esperándolo afuera con su padre, no entendía nada.

Le dijeron que una empleada de la casa de sus padres hizo sus maletas y otras acomodaron la habitación anoche luego de que llamara a su padre, todo parecía haber estado preparado para cuando él llegara.

-Jimin-ah! ¿algo anda mal? – lo llamo la señora que lo saludo cuando llegaron a su departamento, y solo así pudo salir de su trance, tomar la maleta y caminar por la sala llena de cenizas a la puerta principal.

-Bien Jimin- su padre tomo su hombro y le sonrió a la pareja – él es el señor Jeon Young Soo y la señora Jeon Sook – Jimin hizo una reverencia al igual que la pareja – son buenos amigos míos y los llame anoche para hablarles de ti, te vas a quedar con ellos en su casa a las afueras de la ciudad durante un tiempo.

El menor abrió los ojos como platos y vio a su padre, que solo pudo asentirle y darle una palmada en el hombro.

-Jimin-ah no tienes que exaltarte, estarás muy bien con nosotros, tu padre nos pidió que te diéramos alojo en nuestra casa para que tomaras un poco de aire fresco y te alejaras un poco de tus problemas aquí- dijo la mujer que no paraba de sonreír, y ya estaba empezando a ponerlo nervioso.

-Pero yo no tengo problemas.

-Pero yo si los tengo, y muchos, gracias a ti, así que te irás con los señores Jeon, que muy amablemente vinieron a la ciudad esta mañana para llevarte con ellos- su padre podía ser el hombre más serio y aterrador del mundo cuando se lo proponía, así que asintió y apretó el mango de la maleta.

*

Ni siquiera pudo hablar con su madre, su padre se lo impidió cuando estaba a punto de llamarla, diciendo que ella fue la de la idea. Le estaban pasando muchas cosas demasiado rápido, y no había caído en cuenta de lo que estaba ocurriendo hasta que vio la camioneta de los señores Jeon en el estacionamiento ¿de verdad su padre iba a dejar que se fuera con ellos?

-¿Es enserio papá?-  Pregunto mirando el cacharro de automóvil con repulsión.

-Si, y no hay nada que discutir, si a estas alturas no te has hecho un muchacho responsable entonces tengo que tomar medidas drásticas.

-¿Y qué hay de la universidad?- susurro Jimin viendo discretamente a la camioneta estacionada detrás de él.

-En este momento tu madre debe estar resolviendo ese asunto, te llamará lo más pronto posible para que hablen de eso, pero por supuesto tu ya estarás muy lejos de aquí como para convencerla suplicándole- su padre estaba siendo algo duro con él –te irás, ya esta discutido, aprenderás lo que es trabajar y quizás cuando vuelvas, te devuelva tu tarjeta de crédito.

-No puedes hacerme esto, tengo 18 ¡soy mayor de edad!

-Y ayer incendiaste tu departamento como un adolescente de quince- Jimin parpadeo y trago saliva, no podía negar que eso fue algo muy descuidado e inmaduro.

-Jimin! Ya puedes subir!- dijo el señor Jeon quien acababa de encender la camioneta.

-Papá, sabes que nunca antes trabajé, y ni siquiera los conozco, por favor detén esto- suplicó desesperado.

-Escucha. Te hará bien ir allá, el olor a manzanas te hará bien, y estoy seguro de que te llevarás bien con sus hijos, ahora por favor entra a la camioneta y intenta ser optimista- impuso su padre tomándolo por los hombros y dándole la vuelta para que se dirigiera hacia la camioneta.

-¡¿Tienen hijos?!.

-Sí, dos, y ellos son muy amables, te enseñarán una que otra cosa sobre ser un adulto responsable.

Con fastidio abrió la puerta del asiento trasero de la camioneta, lanzo dentro su maleta y se sentó cruzando los brazos, estaba molesto, pero no podía hacer nada, solo obedecer, después de todo su padre era quien pagaba todos sus gastos, desde su departamento y la universidad, hasta la pasta dental que usaba para cepillarse los dientes por las mañanas.

Cuando la camioneta arranco no volteo ni miro por el vidrio de la ventana a su padre, solo quería llegar a ese lugar hacer un berrinche, llamar a su madre y volver.

Notas finales:

Gracias por leer <3 


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