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UN AUTO, UNA PERSONA por Mariposa23

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Dean es como su auto.
Un auto q ha sido destruido pieza a pieza y ha vuelto a ser reconstruido de igual manera. Y por sangre y sudor del propio Dean.
Un auto con una, desconocida parte históricamente tierna, como los legos en el ventilador o un soldadito en el cenicero. Cosas insólitamente infantiles dentro de un experimentado carro q llevaba años sobre la carretera. Es un auto q ha visto mucho; desde espectros hasta otros monstruos. Y Dean es algo igual. Tiene una parte infantil, inmadura, Dean a veces parece un niño más q un adulto. Pero cuando se trata de cosas serias, y sobre todo en la cacería no hay nadie más confiable q Dean. Porque es leal, y sacrificado. Porque Dean mantiene tu peso si es necesario. Porque Dean al igual q su auto, ha visto muchas cosas.
En este auto han puesto su culo, un par de demonios, un par de ángeles, eh incluso, el q una vez iba a ser Satanás, y el q Iba a ser el arcángel Miguel y el q termino por ser Dios. Al igual q el rey de los demonios, entre otros…
Es un auto clásico, como Dean, q en realidad, es un hombre chapado a la antigua.
Es un auto solitario, es un auto q lleva consigo un monto de heridas viejas, q no van a ningún lado; aun q sea reconstruido desde una tuerca. Lo mismo pasa, con aquellas, marcas de afecto q no desaparecen de su interior detrás de la cobertura de piel. Son marcas de amor.
Como las S.W y D.W q hay por ahí, debajo.
Es un auto sin garaje, como Dean es un hombre sin casa, lo único q les queda es el aparcamiento del motel de turno, y el cuarto motel de turno.
Dean esta tan solo, esperando creer lo q sea, aferrarse a una teoría positiva, por una vez en su vida, algo q sea sobrenatural y bueno combinado en la misma oración y no antónimo más bien.
Dean esta tan solo q es capaz de contar sus penurias o sus andanzas, más las primeras por q es lo q vive, a cualquiera q le interese un poco. Suelen acercársele canecerás o cantineras, todas prostitutas. Dean parece difícil de tratar pero lo cierto es q es un libro abierto. En un mundo de iletrados.
Gente q cree q lo único q importa es la pantalla. Como las imágenes de un televisor. Ahora ya nadie lee libros. A nadie le importa el contenido.
Las personas actuales quieren carros de último modelo, nadie quiere un Chevrolet Impala clásico del 1967. El auto de Dean es también parecido a un perro, es la mascota del dúo dinámico Winchester brothers, fue el fiel motor de una familia, el “mejor amigo” de un hombre, de John Winchester. Y la verdad es q Dean también, se parece a un perro. Es así, de fiel, así de dependiente. Y así de torpe a veces.
Y este auto ha protegido las cabezas de los Winchester, desde q la pareja ni pensaba en familia. Dean ha protegido a su familia, desde antes de q entendiera lo q significaba.
Lo cierto es q un auto, no sobrevive solo, y sin mantenimiento. Al igual q su dueño, este en específico. Dean no soporta estar solo, es algo, en la forma en la q fue educado, algo a lo q la vida le orillo. Dean necesita estar acompañado, y necesita mantenimiento.
Ya sabes, aceite, llantas nuevas, revisiones de motor mensualmente. Y uno q otro mimo, como nuevos interiores de piel.
Dean es muy simple, tan simple de complacer como un auto. Puede q creas q sus objetivos son altos; con todo eso de q quiere salvar el mundo, más de una vez. Pero la verdad, es q es un héroe. Y los héroes solo hacen lo q deben hacer. Una misión pequeña o grande. Da igual.
Dean no es como el peso q recae sobre sus hombros. No es tan misterioso, o mortífero. Tampoco tan viejo.
Dean es un hombre como los demás.
Le gustan los deportes, las cervezas, los autos y la comida chatarra. Esos son gustos q ni siendo héroe o villano pueden cambiar. Muerte, es una prueba de ello. Semejante ser antiguo tiene especial predilección por la comida alta en colesterol y calorías.
Los autos no mienten, y si mintieran serian pésimos. Al igual q Dean, hay q ser honestos, el chico apesta cuando quiere decir algo q no es. Un auto no tiene por q tener independencia, menos un clásico Chevy. Asique solo te sientas, enciendes el motor a toda su mera potencia, y lo guías a su decidida ruta. Con Dean es más o menos lo miso. Debes decirle q hacer y él lo ara, a su mera potencia. El resto del tiempo, esta inmóvil. Y si lo tratas bien, disfrutara estar estacionado.
¿Crees en el destino?
Dean diría q todo eso es un absoluto pedazo de mierda. Porque él más q nadie es una muestra de q nada está hecho o dicho. Y q más bien todo está por hacerse. Mientras tú hagas algo al respecto.
Y esto, puede ser cierto. Pero hay algunas cosas q, no van a cambiar. Estés donde estés, seas quien seas. Puede ser en Júpiter, puedes ser dios o el mismo diablo. Solo es lo q tendrá q ser. Llamémosle. Naturaleza.
No es igual al destino pero si es un curso natural, un patrón, minino aun q sea, pero q se repite una y otra vez, aun q Dean cambie las cosas. Es como las líneas en la carretera. Da igual en q lugar estés, el asfalto es el mismo desde Alabama hasta Nueva York.
Y la naturaleza del carro de los Winchester. Es ser, el carro de los Winchester. Es como si hubiera sido creado para ellos en un circuito serrado para siempre y por siempre.
¿Qué, el primer comprador no cuenta?, ¿La verdad?. No.
Porque fue como un calienta bancas. Un remplazo temporal q solo lo apartaba para los Winchester. Y aun siendo de alguien más q de los Winchester. Este auto estaba consagrado a lo sobre natural desde entonces. El repartir biblias, el pequeño ángel de adorno. No era casualidad, porque nada en esta vida lo es.
Era. Natural.
Por eso, fue, es y será para siempre de, y para los Winchester.
Al igual q Dean nació para hacer, lo hace hoy en día.
No es q no conozca algo distinto; las tentaciones abundan y en todos sus años. Seguro q más de una vez, se le presentó la oportunidad de escapar. Eh ir y ser algo mejor. Pero. Dean no es así, no da la espalda, es de la misma manera en la q conduce su auto. No va fuera de la ruta, tiene una dirección.
Puede viajar las veces q quiera al pasado, o al futuro, o de lado en el tiempo. Con ayuda de Lucifer o de Castiel o de algún puto emplumado de mierda. Puede poner al mundo de cabeza en las narices de dios. Y aun así seguiría siendo el cazador q es. Es natural.
Un auto no puede ser más q un vehículo. Y creo q si le preguntaras a el auto de los Winchester, y si pudiera probar ser algo más q un auto. No se sentiría cómodo.
Un, malnacido, ángel. Ya lo probó una vez. Aun q Dean no supiera q es cazador. Seguiría siendo cazador.
Es parte de él, de la misma manera q él Impala.
¿Por qué?
Porque el Impala es tan rudo y aguerrido, tan aparatoso y practico, tan conservador, y rebelde.
Como lo es Dean.
Tan, familiar…
Los autos, técnicamente, no reciben cariño. Esto aparentemente. Porque, hay cada dueño, como Dean, q no bajan de “Bebe” a su auto. Y creo, firmemente, q si ese auto pudiera expresar lo q siente cuando es reconfortado. Seguramente, se expresaría exactamente igual q Dean.
Con la misma, cara anonadada aun así, tan ansioso por más, con los ojos, tan grandes, puros eh inocentes, tan sorprendidos y mimosos. Como ver la mirada de un niño en la cara y cuerpo de un adulto. Como ver sentimientos en un auto.
Dean es un hombre de familia. Y su carro es un carro de familia.
Dean es un hombre, de una familia disfuncional, y rara. A secas. Por lo q su auto, es un auto de una familia disfuncional y rara. No le pidas peras al olmo. La vida te dará lo q puedas soportar. No más, no menos. Y si algo sube tiene q bajar. Por lo tanto si John Winchester era raro. Al ser el dueño original del carro. Naturalmente, q su auto, su propiedad, también va a ser raro.
El Impala es un auto q no cambia. Aun con toda la destrucción q supero. Sigue siendo el mismo Impala q John Winchester compro, por recomendación de su hijo. Sigue teniendo el soldadito atascado en el cenicero, los legos filtrados dentro del ventilador y las marcar “S.W y D.W” bajo el tapiz, permanece así de inmutable porque Dean lo quiere, aun cuando ha pasado por tanto y sido testigo de, aun mucho más. Dean es igual, el no cambia. No cambia su parámetro de familia, de deber, de justicia, de libertad, o de esperanza. No importa cuando haya vivido o visto, cuanto lo hayan destruido. Dean se reconstruye, y se encarga de q algunas cosas permanezcan exactamente igual. Porque eso es lo q forma lo seguro, lo predecible, la costumbre, la familiaridad. El hogar.
Eso, da identidad.
Al Impala, parecen gustarle las mismas canciones q a Dean; lo lógico y frio, ósea Sam, dura q solo se trata de una reacción necesaria a su principio. Pero Dean, jura y perjura. Pondría el alma en juicio. Por corroborar su acierto. Porque el Impala vibra. Con AC/DC con Metálica, con Led Zeppelin. La sosa música de Sam, no provoca nada en el metal, el motor o las tuercas. Solo el buen rock lo hace vibrar entero, al compás de la guitarra y la batería juntas.
Ese auto es testigo de grandes maravillas. Como Dean las vio también. Las cosas insólitas y sobrenaturales q afronto. Los incomparables astros q en el cielo observaron juntos. O los escasos momentos, de paz, entre semanas de los hermanos Winchester. Auto y hombre. Ya lo han visto de todo.
Solo un fino sentir y un oído amaestrado, saben identificar, los sonidos del deterioro de un motor; con el simple arranque, Dean sabe q está fallando y como radicar el problema.
Pero estos detalles del Impala. Solo Dean los reconoce.
Solo él. Y le cuesta aún más. Reconocer sus propios deterioros. Aun cuando los identifica bien. Claro su, vida siempre es más difícil de solucionar q un problema en el motor. Pero en el fondo sabe lo q necesita.
El problema ahora esta, en q nadie, no amaestrado, puede sentir el sonido del deterioro.
Dada sabe. Que tan dañado esta Dean.
Principalmente porque nadie se ha detenido a escucharlo.
Pueden asumir eh imponer su propios problemas sobre los de Dean, sentarlos sobre él, como poner el culo en el asiento del coche. Pero nadie le pregunto a ciencia cierta q era lo q vivía, y si podía soportar, con un carburador dañado y el peso de alguien más. De lo contrario el abría contestado de la manera tan simple y sincera en la q contesta a meseras y cantineras.
Puede q sus chistes para protegerse de situaciones duras, o las veces q dice “no tengo idea de lo q hablas” estén presentes, para tratar de distraerte de lo q pasa. Pero en realidad todo aquello es como un colateral del daño. Cuando una parte de auto empieza a fallar y lo dejas así, por tiempo indefinidos. Entonces hay una reacción en cadena. Y si solo te vasas en lo último q funciono mal para pretender ver el panorama general. Te vas a equivocar. Debes ver todo. Desde las llantas hasta el capo. Si estas con Dean, ve todo menos el ultimo problema o la manera en la q Dean mal miente. Fíjate en la raíz de todo mal. Y sobre todo. Siempre recuerda, q Dean no es un hombre de autonomía. Dile q hacer. Condúcelo a q te diga, q tiene. Que él mismo, te abra la cajuela y te muestre, las tuercas sueltas, el carburador ahogado. O el motor trancado.
…l tendrá, q. Hacerlo. Si se lo ordenas adecuadamente. No es mal conducir. Debes conducirlo bien, y él te llevara al destino q has pedido.
Solo pide y tendrás.
Un auto espera su diagnóstico, aun q ya sepa lo q tenga. Y es completamente inútil, cuando trata de auto-ayudarse, o lo sería si lo intentara. Dean es exactamente igual.
Dean necesita un dueño. Como los autos necesitan a los propietarios.
Hay otras cosas más parecidas entre el Impala de Dean y Dean. Y es q, el Impala siempre fue una debilidad, para los hombres Winchester, para todos. En general, desde el abuelo de los Winchester.
Y Dean siempre fue la debilidad de los ángeles. Desde Ana, “pastel de ángel” hasta Cass.
El siempre inocente y protector Cass. Su ángel.
Y así como los Winchester generación tras generación. Aun al margen de lo sobrenatural o lo bizarro. Han elegido al Impala como compañero de viaje. Como su refugio, como su casa.
De esa forma. Cass ha elegido a Dean como su compañero de viaje, su refugio y su casa.
El Impala aun pese a todo. Es un auto bien tratado. Y Dean a un a pese a de todo.
Sigue siendo el humano favorito de un ángel-guerrero de leyenda.
Pero en algunos aspectos el Impala es un auto un tanto. Inútil.
¿Qué aspectos?
Simple, el Impala es rápido. Pero no es un auto de carreras. En una situación así sería un auto lento. Y para la vida de autos. Y la paralela de los humanos. El enamorarse. Es tan conflictivo como una carrera; requiere de velocidad y destreza, reflejos. Porque aun q pase rápido, pasa una y otra vez las vueltas, para completar el circuito; q equivaldría más o menos a una vida humana. Al final te espera una monocromática bandera, de la misma manera q te espera una “rutinaria” vida en pareja. Pero la rutina no es mal, no siempre.
Aun q el mayor de los problemas de estas carreras, es q si no eres atento, ni te das cuenta q has entrado en la carrera, ni sabes cuantas vueltas has dado en el mismo circuito sin ir a por tu bandera monocromática.
Un auto q no es específicamente de carreras, con un piloto q no sabe q corre en la “carrera del amor” entonces. Tiene en contra todo.
Es lento, y además despistado. Torpe.
Eso mismo son Dean y su carro en este circuito del amor.
Porque Dean y su auto han estado recorriendo la misma pista infinidad de veces. Y ninguno ni lo sospecha por q para colmo tardan mil años en cada vuelta.
Pero no todo es culpa del carro o de Dean.
La otra mitad, también es el problema.
Llamémosle, “los pits*” está compuesto por un ángel q no tiene idea de humanos o de autos.
Aun así los dos, o los tres.
Auto, humano y ángel. Van por las mismas carreteras. ¿Coincidencia? No lo creo.
Hay algo para Dean, y hay algo para Cass ahí.
Y el fiel auto, solo lleva, transporta. Como lo hace el tiempo u el mundo. Es parte de la temática de estar vivo.
No es su labor señalar lo obvio.
Se podría decir q cuando un auto esta “a gusto” entonces cumple con su función como debe. Y hasta mejor. Soportando más allá de lo q se espera.
Eso hace Dean, algunas veces. Algunas veces en las q cierto, “ojos azules”, está involucrado. Funciona mejor aún en lo dura q es la cacería. Soporta más allá de lo q se espera, siempre y cuando, pueda apoyar, su fuerza y su confianza en el ángel de la gabardina.
Dean a partido su auto a pedazos más veces de las q le gustaría. Nunca fue intencional, pero Dean no pretende librarse de la responsabilidad. …l llevo a su auto hasta allí. Hasta el peligro. Donde lo chocaron a muerte o lo aplastaron cual chatarra.
Dean salió herido muchas veces de todas las misiones en las q se metió, pero estuvo ahí por su voluntad. No puede librarse de la responsabilidad aquí tampoco. Y pese a ello su cuerpo se quebró a pedazos, incluyendo su mente y su corazón, más veces de las q le gustaría o mínimo le convendría.
Pero aun cuando el Impala volvió desde ser una pequeña rueda hasta el auto q es.
Dean vuelve a perdonar, a levantarse, a luchar; des q tiene el cuerpo, la mente y el espíritu hecho pedazos. Hasta q esta lo mejor q puede estar.
Por eso su auto perdona a Dean aun q lo haya lastimado y lo vuelva a lastimar. Sabe q también lo va reconstruir y cuidar, por eso lo acompaña. Aun después de todo.
Y Dean, perdona a Cass por todas las veces q lo hirió. Porque sabe q de todas esas veces, también lo reconstruyo y lo cuido. Por eso lo acompaña. Aun después de todo.
Dean le es fiel a Cass, como el Impala le es fiel a Dean.
Si Dean fuera un auto. Sería el auto de Cass.
Porque Dean es para Cass lo q el Impala es para Dean.
¿Una base, un referente, uno de sus lugares favoritos, su compañero de trabajo?
Todo eso. Y es. Familia. El auto de Dean representa familia y para Cass Dean representa familia.
Y si, amaría. Seguir analizando la vida de Dean paralelo a un volante y cuatro ruedas.
Pero ya es hora. De q el Impala vea algo asombroso.
Otra vez.
Y es un beso.
Algo tímido, algo experto.
Es una mano tras los cabellos cortos, ropas enredadas, y otras manos q se aferran con miedo. Por ahí van, una chaqueta de cuero q perteneció al viejo John. Y una gabardina q perteneció a un tal Jimmy. Lo q vuela a la ligera, cuando la piel puede más q la lógica. Porque sus pieles arden, por estar juntas. Por restregarse. Fundir sus espíritus como aquella vez, en el infierno.
Hay algo masculino ahí. Definitivamente, todo lo es. La sombra de la barba q no sea va, las manos callosas, el olor a pólvora, los sonidos.
Gruñidos, jadeos algún q otro gemido. Todo gutural. Todo en una escala grave, ninguno tiene voz aguda.
Suenan al ronroneo de un buen motor al encender.
Y sus cuerpos vibran igual.
Este es otro evento cósmico.
Son Dean y Cass. Blanco y negro, monocromático. Humano y ángel. Juntos.
¿El circuito, ha sido terminado?
Tal vez…ahora recién se den cuenta de q iban en una “carrera del amor”.
Copulando, sobre el impala. Más bien en el asiento trasero de este mismo q brinca de arriba abajo al ritmo de las envestidas. Hasta en esto tenían q estar juntos Dean y su carro.
Ni Dean, ni Cass, ni el Impala lo saben aún.
Pero el Impala está siendo testigo de la creación de un nefilim*.
Tiempo después de q acaben humano y ángel. Ningún otro revolcón volverá al auto de Dean aparte de Cass. Ni en la cama ni en la vida del mayor de los Winchester. Porque el Impala solo podía ser de Dean y de nadie más. Y Dean solo podía ser de Cass y de nadie más.
El auto posteriormente cargara.
Aun pequeño bebe. De ojos bicolores.
Uno azul y el otro verde. De cabellos negros y alborotados. Igual q cierto ángel. Y con un montón de pecas sobre la carita. Igual a cierto cazador.
Y pondrá, sus iniciales al lado de las de su padre y las de su tío.
Los autos son mejores con dueño. Dean está mejor en pareja q solo.
Los autos se adaptan, incluso este. Esta listo, si es necesario, para recibir a niños.
Y Dean, está listo para ser papá, si es necesario.
Los autos no vuelan, los cazadores no dejan de casar. Y los ángeles no dejan de ser celestiales aun q sedan a sus paciones.
Pero, tal vez, los autos ahora. Estén mejor cuidados, bajo la comodidad de su propio garaje en un bunker ilocalizable. Tal vez, aun q los cazadores casen. Tengan por lo menos momentos de paz y lugares para ir y lamerse las heridas, esos lugares llamados hogar. Y, tal vez, los ángeles no dejen de ser celestiales. Pero ahora ya saben cómo ser algo más humanos, cuando encuentran a la persona correcta q les hace ser mejor, ser quien en realidad deberían en un mundo ideal.
Es lo q pasa, entre autos y humanos.
Cuando un hombre encuentra a su auto no debe dejarlo ir. Porque ningún otro soportara tanto o lo llevara rápido y tan lejos como desee llegar.
Y cuando encuentras a tu pareja, de igual manera no debes dejarlo ir. Porque con nadie más estarás bien y serás tan feliz como deseas.
Son cosas de autos. Que curiosamente, se fusionan con la vida de un hijo de mecánico.
Tal vez, el retoño de Dean y Cass. En el futuro, también sepa algo de autos y motores, o ¿no?...

Fin.

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