Al fin lo había conseguido, al fin pudo conquistar un calabozo y tenía en su posesión a un Djinn, Amon el señor del séptimo calabozo ubicado en Qishan con la ayuda de alguien muy especial, Aladdin un extraño muchacho que casi echa a perder su fachada de un simple y común ciudadano que no buscaba otra cosa que no fuese un trabajo para tener que comer.
Alibaba Saluja de bonitos ojos ámbar y cabello rubio, creció en los barrios bajos del reino de Balbadd, era feliz aun entre la pobreza y los bajos recursos al lado de su madre Anise, de ahí conoció al culpable de su situación actual, Kassim. Esa situación cambio cuando su madre falleció dejando al trio de infantes a su suerte, aunque esto nunca no fuera su intención, así es, tres ya que meses atrás Kassim y su pequeña hermana Mariam se quedaron completamente solos, al ver esto su madre no evito el adoptarlos y la familia creció aún más, lástima que esos días de nueva felicidad solo fueran preludio de una tormenta gris y desgastante, debió haber notado las señales aunque no pudo hacer más cuando inesperadamente se enteró que era hijo del rey Rashid y fue llevado al palacio para ser ahora el nuevo tercer príncipe real. Pese a que no le había gustado su nuevo cambio de vida en un inicio, se terminó acostumbrando aun cuando los otros dos príncipes le rehuían de él como si fuese la peste y lo hubiera soportado el tiempo que fuese necesario de no ser por aquel suceso.
Se había ido del palacio de Balbadd hace más de tres años, cuando su padre falleció y sus dos medios hermanos comenzaron a hacerle la vida mucho más difícil tras el incidente en los tesoros reales, a pesar de ello afronto la culpa que eso conllevaba y se quedó para afrontar su castigo, aun ni con ello obtenía el perdón del actual rey Ahbmad y bajo su extrañamente concedido permiso emprendió un viaje a lo largo del mundo para conocer lo vasto y hermoso que este es, obviamente sin delatar su verdadero sueño, conquistar un calabozo y todos los que le fuesen posibles como lo había hecho su gran héroe, el rey de Sindria, Sinbad. De ahí fue que ahora se encontraba en la Ciudad Oasis donde sabía que se encontraba el calabozo, tantos meses invirtió en investigar el cómo se adentraría al calabozo para que simplemente con la ayuda de aquel chico peliazul entrara una noche así sin más tras haber armado escándalo en la caravana que le dejaron en su cargo y salvar a aquella linda y extraña esclava de cabello rojo, lo que realmente no se esperó es que, al salir de ese mágico lugar, los dos se separaran y no tener idea del paradero ajeno, era una lástima que le mintiera diciendo que prontamente regresaría a su cuidad de origen, Balbadd, porque quería ver nuevamente la cara de su seres queridos, cuando en realidad no quedaba ninguno de ellos y aquel que aún conservaba su vida le traiciono de la peor forma posible gracias a su buen corazón y enorme amabilidad.
Lo último que supo de Kassim fue que los militares le capturaron una semana después de su partida, muy probamente su condena sería la horca y no le apetecía conocer los pormenores; tras hacer lo que creía correcto libero a los esclavos del lugar y cuando una mañana en sus nuevos aposentos le informaron que alguien lo buscaba no pudo evitar pensar en que Aladdin regreso a su búsqueda, su decepción no pudo evitar ser notada por parte de la chica de ojos rasgados y enorme fuerza que bajo sus creencias tenía la fuerte obligación de agradecerle por su liberación, hablaron sobre lo que tenían pensado hacer a partir de ese momento y para redimir sus culpas menciono que regresaría a su tierra natal con la esperanza de que Aladdin se acordará de ese detalle y lo fuera a buscar ahí. Nada lo prepararía para lo que llegaría más tarde…
Tres semanas después del encuentro con Morgiana, el rubio aun no partía de Qishan hasta estar 100% seguro que, sin presencia del jefe del lugar, el nuevo administrador que personalmente escogió para el cargo, llevaría a una nueva etapa de paz y prosperidad al lugar. Esa noche tocaron a su puerta informando que unas personas realmente importantes pedían su presencia y la boca se le desencajo al ver a Barkak y un puñado de sus mejores hombres en la puerta de entrada.
- Barkak, ¿Cómo fue que dieron conmigo? Y ¿Qué hacen aquí? - cuestiono sin poder creerse a quien veía.
- Joven Príncipe - hizo una reverencia - Primero que nada, debo decir que no fue tan difícil hallarle sobre todo con las noticias de que el séptimo calabozo fue conquistado por un joven rubio con extraña punta sobresaliente -
«¿Es en serio?» pensó el chico, aunque en realidad sabía que eso solo fue una excusa tonta para darle a entender que no podía decirle que en realidad le tenían vigilado por su protección y que también ese mechón de su cabeza era bastante llamativo.
- Por favor pasen por aquí - los condujo a una sala y decidió ponerse serio - ¿Qué sucede en Balbadd? O es acaso ¿el rey Ahbmad? -
- Como era de esperase de usted, es ambas… Balbadd no solo atraviesa por una mala economía por diversas deudas sino al igual hay revueltas por parte de una pandilla nombrada la “Tropa de la Niebla” y su líder es alguien que conoce muy bien, usan artefactos mágicos por lo cual no somos rivales para ellos… además vengo en nombre del segundo príncipe que en su temor y sumisión teme no poder detener a su hermano, antes de que concrete su boda con una de las princesas del Imperio Kou y venda los derechos de libertad para convertir a Balbadd en una granja de esclavos, esto no se le había informado a petición del Rey y su nombre es casi tabú en el palacio -
- Ya veo, sabía que nuestro hogar tenia ciertos rumores así pero nunca me imaginé que fuesen ciertos… prácticamente eso es una bomba de tiempo, partiré con ustedes mañana para detener a Kassim, aunque lo que llegue a ganar a través de la conquista del calabozo ya lo invertí aquí y no es buena idea pedir un préstamo a otro lugar -
- Me parece joven príncipe que lo primero es evitar la inminente revolución que busca dicha banda, de ahí lo demás será cuestión de buscar viejos amigos y aliados -
Días después se encontraba llegando a Balbaad tras mucho tiempo alejado, sabía que su principal objetivo inmediato será evitar una revolución donde sangre inocente sería derramada y también aunque no quisiera al final lo mejor sería dar un golpe de estado con el fin de evitar que el trato de esclavos entre Kou y su reino se llevara a cabo, tenía muchas dudas y sin querer no pudo evitar pedir la compañía de Aladdin quien le había regalado hermosas palabras tras la conquista de Amon, “Eres una persona valiente” cuando durante toda su vida creía lo contrario.