Algunos días habían pasado desde el último encuentro con el búlgaro, y se preguntaran "¿Por qué Ron aún no ha hablado con él?" O "¿Por qué Ron ha evitado encontrarse con Viktor desde que se besaron?", y hay una respuesta fácil para eso, Ron descubrió lo popular que era el pelinegro, bueno, ya lo sabía, pero nunca se había percatado de ello. Su mejor amiga suspiraba todos los días por él, su hermana menor lo seguía con la mirada cada que pasaba frente a ella, y bueno el resto de las chicas hacía lo mismo. Y esto quería decir que todas ellas, sin contar a algunos hombres, buscaban tener una relación con el joven, sus hormonas eran tan fuertes que cualquier omega estaría encantado de ser marcado por el, venía de una muy buena familia, según los rumores era el heredero de las empresas de su familia, sus conexiones eran tan poderosas como las de Draco, lo que llevaba a Ron a una simple conclusión; Viktor era demasiado para él.
Suspiró pesadamente mientras dejaba su cabeza caer sobre la mesa de la biblioteca.
- ¿Ron? - Hermione lo miro preocupada - ¿Qué te sucede? Has estado muy extraño estos días - frunció un poco el ceño y regresó su mirada al libro que tenía en las manos mientras esperaba la respuesta.
-nada Hermy - suspiró nuevamente sin levantar la cabeza – solo estoy agobiado por los exámenes.
-mentiroso – lo miro por encima del libro - ¿acaso Draco volvió a molestarte?
-no – levanto la cabeza para mirarla – hace una semana que no lo veo …
-qué extraño, porque el aun a estado preguntando por ti, y justo ahora nos está observando de lejos – bajo su libro y cruzo los brazos.
-que locura – volteo rápidamente a buscarlo, topándose directamente con su mirada - ... ¿cuánto? ¿cuánto tiempo ha estado ahí? - se tensó un poco al recordar lo que había pasado.
-desde que llegamos, al parecer venía detrás de nosotros – le tomo la mano al pelirrojo para hacer que la mirara, sintió como su amigo daba un pequeño salto en su lugar – Ronald … ¿Qué fue lo que sucedió? - se acercó a él para susurrar a su oído - ¿acaso él te hizo algo? - Hermione sabía lo que podía llegar a hacer el rubio cuando no tenía lo que quería, y Ron era una de las cosas que más deseaba, era obvio.
Ron simplemente negó, ya que técnicamente no le había hecho nada, gracias a Viktor nada le había pasado, pero ahora el joven búlgaro no se encontraba cerca, no estaba ahí para salvarlo.
-tranquila - sonrió para relajar a su amiga – no pasó nada, no tienes nada de qué preocuparte – le dio un pequeño empujoncito – se cuidarme solo – se río y se levantó de su lugar, a pesar de que quería creer lo que le decía a su amiga aún se sentía nervioso, que Draco haya usado "la voz" para obligarlo a estar con él aun lo asustaba, se estiro para restarle importancia a todo ese asunto – creo que volveré a mi dormitorio, ¿nos vemos mañana? - le sonrió nuevamente.
-claro – suspiro un poco y lo detuvo del brazo – sabes que si... que si tienes algún problema puedes hablar conmigo, y seguramente con Harry, somos tus amigos Ron, nunca dejaríamos que nada malo te pasará, ¿ok?
-lo sé - sonrió un poco y le tomo la mano – gracias Hermy – le dio un pequeño beso y luego se separó para irse. Fuera de la biblioteca pudo respirar con más calma, camino hacía su dormitorio mientras pensaba en como contarle lo que había ocurrido a su amiga, de pronto sintió un escalofrío recorrer su espalda.
-vaya, vaya... pensé que nunca tendríamos nuestro momento a solas "Ronnie" - Draco se acercó rápidamente a él para evitar que escapara, lo tomo del brazo con fuerza – has estado huyendo de mi Ronnie.
-b.…¡Basta! Te estas comportando como un loco Malfoy – trato de soltarse.
- ¡No! - lo tomo con aun más fuerza y empezó a caminar hasta un salón que se encontraba desocupado – tu estas siendo irracional, me perteneces – lo empujo sobre el escritorio – y si tengo que demostrártelo, definitivamente lo haré.
-no.… no lo hagas – lo detuvo antes de que se acomodara sobre el – tú … tú terminaste conmigo … ¿Por qué no me dejas en paz? - empezó a sollozar.
-yo no termine contigo - frunció el ceño y se alejó de el – solo te conté la historia, te conté como mi padre había arreglado con quién me voy a unir y...
- ¡y dijiste que no me amabas! - lo empujo con fuerza.
-no seas estúpido Ron, tu sabías que no existía el amor entre nosotros - frunció el ceño y lo detuvo.
-eso es lo que tu … quieres creer – cerro los ojos con fuerza para tratar de contener sus lágrimas – yo... yo te amaba...
- ¡no mientas! - lo estrujo un poco – no puedes engañarme, sé que lo único que te interesa es el dinero – lo empujo nuevamente – y yo te lo voy a dar, solo tienes que volver a mi cama como antes.
- ¡a mí no me interesa tu maldito dinero! ¡y no voy a volver a acostarme contigo! ¡nunca más!
-no seas testarudo, ¡¿acaso me vas a obligar a comprarte?! -se cubrió el rostro exasperado – realmente voy a tener que decirle a mi padre que te quiero como concubina, y así … no podrás volver a negarte, y nadie podrá tenerte ¡nunca!
-m.… mis padres … mis padres nunca aceptarían eso – dio unos pasos atrás algo sorprendido.
- ¿eso crees? - sonrió con sorna - según lo que he escuchado, tus padres están desesperados, tu padre trabaja para mi familia, y por ser el único omega … eres al único que pueden vender sin tener alguna repercusión en la casa.
-n... no es verdad – el realmente quería creerlo, sabía que su familia lo amaba, pero también sabía que no podían arriesgarse a perder el trabajo de su padre... que probablemente al final tendrían que aceptar cualquier trato que viniera de los Malfoys aunque no quisieran.
-por tu expresión puedo apostar a que … has recapacitado, ¿cierto? - sonrió triunfal y se acercó a él abrazándolo por la cintura.
Ron trago saliva y puso sus manos en los hombros del rubio para poder mantener cierta distancia, no quería estar ahí, pensó que hubiera sido mejor quedarse con Hermione y hablar sobre lo que había pasado, ella seguramente sabría cómo arreglar todo, pero ahora estaba atrapado en un callejón sin salida y sin quién pudiera ayudarlo.
-entonces vamos – le tomo la mano para salir de aquí - ya que estas tan obediente, lo haremos en mi cama.
Salieron del salón aun tomados de la mano, y aunque Ron solo quería correr decidió no hacerlo y simplemente dejarse llevar.
- ¿Ron? - la voz del búlgaro resonó en los oídos del pelirrojo como un coro de ángeles.
- ¿Qué quieres Krum? - el rubio se interpuso entre ellos, sin dejar que hicieran algún tipo de contacto.
- ¿acaso te hable a ti rubiesito? - frunció el ceño e inflo su pecho tratando de retarlo.
-n.…no, pero... estás hablando con mi omega, y es algo que no me agrada – trago saliva nervioso – quiero que lo dejes en paz.
- ¿ah sí? - se asomó para poder ver a Ron, pero el pelirrojo solo desvió la mirada.
- ¡si! Ahora quítate para que podamos seguir nuestro camino – lo empujo para que se hiciera a un lado.
El búlgaro simplemente lo dejo pasar, pero antes de que el pelirrojo se alejara lo detuvo de la mano.
-sabes … ya que es un omega que no está marcado – se acercó amenazante a Draco – yo lo quiero – le gruño molesto.
-no - tembló un poco el rubio y soltó casi de golpe a Ron – e.… él... es mío.
-olvídalo - sonrió triunfante el búlgaro - ahora fuera de aquí - hizo un ademan de querer atacarlo y Draco salió corriendo.
Ron al fin pudo respirar tranquilo, siempre que ellos peleaban lo dejaban muy debil, y de pronto sintió como su mano era tomada y sin poder evitarlo era llevado de vuelta al salón del que acababa de salir.
-sabes, estoy muy molesto … dejaste que ese sujeto volviera a tocarte, me dejaste esperando más de una semana, te imaginas que hubiera pasado si no te hubiera visto en la biblioteca … ahora probablemente serías suyo … -frunció el ceño molesto y lo cargo subiéndolo al escritorio – pero ahora eres mío.
- ¿Viktor? - Ron no comprendía lo que estaba pasando, sabía muy bien como lo hacía sentir el búlgaro, pero nunca pensó que sería correspondido, de pronto sintió como el rostro del pelinegro se hundía en su cuello y las manos de esté empezaban a recorrer su cadera, se estremeció y trato de resistirse un poco, pero eso solo llego a ser un pensamiento, en cuanto los labios de Viktor empezaron a juguetear en su cuello su mente se quedó en blanco y se dejó llevar.
-solo un poco – susurro el pelinegro mientras repartía besos por el cuello y el hombro de Ron – no entiendo porque me vuelves loco – se separó un poco de él y lo miro a los ojos – se mío … yo podré protegerte... te daré todo lo que quieras …
Y entonces, esas palabras lo trajeron de vuelta a la realidad, él lo sabía muy bien … no podía estar de esa forma con el búlgaro, era imposible … y aun así el solo pudo asentir ante aquella insinuación, compartir un dulce beso mientras el otro empezaba explorar su cuerpo y dejarse llevar nuevamente.