-Te amo- susurre cerca de su rostro
Soy un cobarde, pues solo me atreví a decirlo en el momento de tu muerte, porque sé que ya no volveremos a interactuar
Tus ojos se abren con sorpresa por mi confesión, comencé a congelar tus pies, en tu rostro se dibuja la amargura acompañada por una sonrisa que le hace juego
-¿me perdonas?-preguntas posando tu palma sobre mi mejilla
Incline mi rostro hacia aquella mano y asentí, volví a mi tarea de congelarte para mantener tu cuerpo en perfecta conservación
-¿cómo sabes que es amor?-preguntas al aire
-cuando asesinan a tu padre y no puedes odiar al asesino- explique alejándome
Comencé a levantar el hielo de forma que tu cuerpo quedara de forma vertical, faltaba poco para que estuvieras completamente congelado, busque en tus ojos alguna respuesta, tenias una expresión tranquila y relajada como si no hubiera dicho que te amo
-Kaname-sama- te llame por última vez y fijaste tus ojos naturalmente triste en los míos como siempre- cierre los ojos... por favor
Estaba lista la tumba, tú estabas perfecto, yo estaba vacío y el horno de la fundición rugió apagando el sollozo que se me escapo. Limpie mis lágrimas y casi recupere mi habitual postura.
Me obsesioné en terminar tu trabajo de la cura, en medio de eso Sayori mermo mi soledad, sabía que nunca correspondería completamente sus sentimientos aun así se quedo a mi lado, como humana y me dio un descendiente.
Al igual que su madre enterré a mi hijo muchos años después por la misma razón, el deterioro
Ya no tenía motivos fuertes para seguir viviendo, con la esperanza de volver a verte algún día resolví dormir hasta tu despertar.
Sed, maldita sed, me siento seco hasta los huesos, alguien esta cerca que mala suerte por él o ella, el cuerpo no lucha, pasados unos minutos recupero un poco de razón y me separo del cuerpo por miedo de haber asesinado
Veo tus ojos triste que tiene un brillo diferente
-¿sigues amándome?- preguntas con una sonrisa que no llega a tus ojos
Estaba aturdido, pero de una cosa siempre he estado seguro y es de que te amo hasta la medula, no podía hablar pero asentí con convicción, la sonrisa de tus labios se fue pero tus ojos, maltita sea tus ojos, los vi sonreír y de inmediato te alejaste, me sentí vacio, volviste con algo entre los brazos, eran bolsas de sangre humana.
-bebe...-indicaste mientras acercabas una de la bolsas a mis labios.
Yuuki se sacrifico para que volvieras a la vida como humano, dejo a sus hijos para que cumplieran su último deseo, que tuvieras paz, pero ella no sabía que tu corazón fue tomado por un vampiro a último minuto y como tal, solo como vampiros podían estar juntos
-Hana...-gruñes en mi cuello empujando más hondo, derramando tu semilla en mi interior yo solo te abrazo más fuerte
Estamos agitados y sudorosos, pero inmensamente felices, acomodas tu postura para mirarme fijo
-Hana te amo- vuelvo a escuchar de tus labios siempre con la misma emoción
-te amo Kana- respondo de igual forma.
A veces pienso en el sacrificio de Yuki, ella creyó que la seguías amado en el momento que te congele, me da cierta amargura pues creo que fue su impulso principal, pero también recuerdo que fue feliz con Zero, como nosotros ahora, pero Zero se fue y con eso (creo yo) sus ganas de vivir, mas si su sacrificio fue por amor creo que estaría feliz de tu felicidad
-Te amo…- sollocé en su cuello- te amo tanto que no se qué hacer
-Pues sigue amándome- responde con obviedad y una sonrisa divertida, limpias mis lágrimas y expones tu yugular
Nos volvimos a entregar al placer de la carne como si fuese la última vez.
Ya no tienes sed, no estás solo y eres feliz.