Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

He escuchado que el amor es ciego. (Mingry) por Jun_Coqueto_Wen

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:  
Tears Dry On Their Own- Amy Winehouse

Se conocieron en un bar.

Él trabajaba sirviendo bebidas y el otro, tocaba el viejo piano del local, dando a la noche un toque mágico y nostálgico, aun que algunas entretenidas.

Todos los fin de semanas lo veía mover sus delgados dedos sobre las teclas, haciendo que los sonidos fluyeran de forma armoniosa.

La atracción entre ambos fue de forma inmediata. Pero había un problema.

Ambos tenían pareja.

Pero eso no los detuvo, su atracción era tan irreal, que no lo detuvo a pensar las consecuencias. Pero sus pequeños encuentros eran casi imposible de cumplir, ni siquiera por las noches.

¿Podremos estar solos?

Porque en las noches él trabajaba y en las mañanas el contrario se perdía en sus estudios universitarios, tomándolo gran parte del día. Y por las tardes... ellos estaban con sus parejas.

Sus momentos especiales solo se realizaban los fin de semanas y algún que otro feriado.

Pienso que necesitamos encontrar el momento,
para hacer esta mierda juntos de una vez 

Las noches que pasaban juntos, con miradas cómplices de por medio por el simple hecho de que eran amantes, les provocaba risas silenciosas y cariños profesados. Porque se gustaban tanto, que ya le era imposible dejar partir al otro cuando el sol se asomaba por la ventana de aquel viejo motel.

Pero cada momento que podíamos, lo robábamos 

Pasados los meses, decidieron formalizar. Dejando a sus parejas, para ser ellos ahora con la etiqueta de novios, ya no amantes.

No tardaron mucho en mudarse juntos, disfrutando por completo la presencia del contrario, lanzándose indirectas en el local, uno desde donde tocaba el piano y el otro preparando sus ya conocidas bebidas alcohólicas. Les gustaba ese juego donde se coqueteaban como si fueran desconocidos.

Quiero tocarte,
pero eso simplemente lastima. 

Pero claro que siempre hay altos y bajos en toda relación. Solo que con el pequeño detalle que ellos lo llevaban al extremo.Al punto el cual, Yao Mingming abandono a su pareja, regresando con su ex y abandonando su trabajo en el local.

Y Jun ya amaba en exceso, se sentía perdido sin su presencia. Y como toda persona deprimida, recurrió al consumo de pastillas para dormir, negando así su realidad, una donde el menor estaba en brazos de otro. Sabiendo dentro de si, que esa persona, jamas podría amarle como lo hacia él.

Y eso no fue todo.

Empezó a tener depresión y problemas alimenticios. Y era tan frustrante, porque sabia que había más en el mundo, más cosas maravillosas.

Sólo necesito tu compañía, no depender de ti 

Jun intento seguir, demonios que lo hizo. Pero no era suficiente. Aun cuando estaba teniendo cierto reconocimiento gracias a su talento al piano, teniendo mejor ingreso económico, incluso conoció nuevas personas, no lograba sacarlo de su mente. Todas las noches sollozaba, abrazando la única prenda olvidada del menor, anhelando silenciosamente su regreso.

¿no podrías unir nuestros corazones en uno solo? 
eso me haría fuerte y valiente 

 

Sus amistades ya no sabían que hacer para sacarlo de ese pozo, hasta sus padres ya se habían resignados. Al rededor de un año ya había pasado y las cosas seguían iguales. O peor, porque podían ver como ya no solo tomaba sus pastillas auto-depresivas, si no, que empezaba a drogarse.Drogas duras, como la heroína o el crack.

A inicios de primavera, fue cuando se reencontraron otra vez. Jun ingreso a una cafetería porque se le había antojado un café y un hermoso mesero lo atendió, uno llamado Mingming.

me muestras una sonrisa y yo quedo atrapado en tu magia 

Se miraron a los ojos, y se sonrieron como la primera vez. Ignorando los defectos notables de ambos, como también el dolor provocado por el menor. Como si nada hubiera pasado.

Esa tarde, el mayor lo espero hasta finalizar el horario del otro. Ya casi al anochecer ambos se dirigieron al local donde se conocieron, recreando su primeras veces, y luego cuando la luna estaba en lo alto, se reencontraron de forma carnal.

Era tan abrumador el amor que se tenían, pero a su vez tan destructivo.

Retomaron su relación, ignorando las protestas de sus alrededores, aislándose de tal forma que solo existían ellos dos.

Pero la historia volvía a repetirse.

Ambos tenían sus vicios, uno al alcohol y otro a las drogas. Y si los juntabas, podrían imaginarse el combo perfecto que armaban. Era una pareja auto destructiva alimentada por las drogas y el descontrol.

Su relación se volvió tan apasionada y dependiente, que lo que uno hacia el otro lo repetía.

Ya sea emborracharse, colocarse, incluso lesionarse. Y Mingming empezó a notar aquel descontrol, notaba como Jun ya no le importaba lo que le pasara, había perdido su personalidad.

Y lo sabia porque, cuando lo conoció, era una persona brillante que siempre estaba bien arreglado, le gustaba contar chistes malos y se comportaba de forma tonta y tierna sus ojos, y observaba fascinado cuando tocaba el piano, el como cerraba sus ojos moviendo levemente su cabeza al ritmo del sonido de las teclas. Siempre brillando, tenia luz propia.

Pero su hyung, el que estaba frente a sus ojos, era diferente. Este estaba perdido, lo notabas por el opaco de sus ojos, y su apariencia demostraba lo mal que estaba. Su cabello maltratado, su piel lucia apagada ni mencionar su físico, la cual se veía frágil con los huesos remarcándose. Se la pasaba irritado, malhumorado y casi ni recordaba como se oía su suave risa.

Y no era el único que noto el cambio.

Jun también sabia que el menor ya no era el de antes, su celos, enojos y ataques de ira, era algo que desconocía hasta después de su reencuentro. Y su forma de hablarle, incitándolo a explorar mas de lo que ya sabia sobre los vicios, provocando le hacer cosas que ni en su vida pensaría hacer. O bueno, eso era antes.

Ahora todo lo que hacia el menor, el mayor lo repetía ciegamente.

Mingming ya no sabia que hacer, porque tampoco podía detenerse a si mismo.Incluso cuando le gritaba que no hiciera lo mismo que él, cuando lo tomaba de sus muñecas, no era suficiente.

La única forma donde ambos no se dañaban era cuando intimaban en esa ya desgastada cama, tomándose el tiempo del mundo, desvistiendo prenda por prenda, besando cada parte de piel expuesta, mirándose con amor y tristeza. Porque se amaban, pero sabían que su amor era un juego perdido.

Hay relaciones que están condenadas a perder, y esta fue una de ellas.

El menor volvió a romper su relación, pero esta vez, lo hizo por ambos. Y se fue a alquilar a otro lugar con tal de mantener las distancia entre si, pensando estúpidamente que seria mas fácil de esa manera.

Jun sin embargo, entra en un espiral de autodestrucción aún más precipitada. Se puso de manifiesto que, literalmente, no podía vivir sin él.

Y eso volvió a que cayera otra vez al inicio, porque él no podía soportar como su hyung, se mostraba al publico en ese estado. Dando lastima con su forma de actuar, caminando con la mirada perdida como si buscara algo, teniendo actitudes de todo drogadicto perdido, pasando su mano por su nariz, aun cuando no tuviera nada. Y no solo eso, si no que también, sus peleas con cualquier persona que le ofrecía ayuda. Porque Jun no quería ayuda, quería otra cosa. Mas bien a alguien.

Así que resignado de su destino, porque el también lo necesitaba, se le acerco. Y lo tomo en sus brazos, sintiendo como se estremecía y empezaba a sollozar, ahogando sus gimoteo en su pecho. Y le dolía, dolía como el infierno.

Estaban en plena plaza central, casi anocheciendo, con gente transitando pero eso no les importaba. Ming tomo a su hyung de la cintura y lo arrastro hasta un banco, poniéndolo en su regazo, mientras esperaba a que se calmara.

Jun se sentía idiota, porque él es el mayor. Pero estaba tan arruinado por dentro.

Luego de unos instantes donde ya estaba mas tranquilo, se alejo un poco y lo miro.

Sus miradas decían todo, pero faltaba confirmarlo.

- "Moon..."

Jun suspiro porque amaba ese apodo.

- "ya no somos los mismos, debemos detenernos."

Su cuerpo se tenso, y mordió su labio con fuerza, negando levemente con su cabeza al sentir las caricias en su cintura y como le tomaba la mano, entrelazando sus dedos.

-"A este paso terminaremos con un final destructivo."

Bajo su mirada a sus manos unidas, pensando en como le gustaría tener ese final, pero no podía. No podía hundir al menor con él, porque sabe que toda la situación es por su causa. Por su estúpido corazón que se enamoro ciegamente.

Y dios... Veía imposible el dejarlo ir.No tengo la capacidad de alejarme.

Pero por una vez debía ser el mayor, aun que fuera él quien terminara perdiendo.

Alzo su mirada otra vez, observando cada parte de su rostro, tatuandolo en su alma, y tomo su rostro para iniciar un beso. Uno agridulce, donde transmitía todo el huracán de emociones que ocurría en su interior, como también de nostalgia. Porque era una despedida, pero esta vez definitiva.

Te amo allí donde no existe espacio ni tiempo,
Te amaré toda mi vida 

Y cuando mi vida se acabe, recuerda que cuando estábamos juntos y yo estaba tocando esa pieza de piano.Cuando estábamos solos y yo estaba tocando para ti...

Escucha mi melodía porque es ahí donde mi amor se esconde. 

 

Notas finales:

( '-')


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).