Me encontraba en el parque, viendo a las personas pasar, estaba pensando como pagaría un apartamento, ya que ese mismo dia había sido sacado de mi antiguo departamento por atrasarme 3 estúpidos días del dia acordado, la razón por el que podía pagar ese inmundo lugar era porque estaba a una hora de mi universidad, y estaba lleno de asquerosas ratas todo el tiempo. Al menos el viejo ese que me rentaba era consciente de eso. Pero ahora estaba con mis maletas a un lado, tenía que encontrar un lugar hoy mismo.
Esos últimos días no me sentía yo mismo, todo el tiempo tenia el ceño fruncido y respondia mal a cualquiera, lo que me paso meses atrás aun me golpeaba el corazón y afectaba bastante. Solo quería volver a ser yo mismo pero joder, era tan difícil. Aquella ruptura me habia bajado demasiado el autoestima y ya no tenia la misma confianza de siempre.
Escuche un silbido cuando una pelota me golpeo la cara y de inmediato tenia un perro lleno de lodo encima de mi, llenándome de sucio.
Genial ahora estoy lleno de mierda
-Hey, Mickey, ven, ven –el perro sucio se le acerco y este tipo lo agarro y lo cargo, llenándose el también de sucio, lo mire con asco. Como podía estar tan a gusto con toda esa mugre en su ropa –lo siento, que pena –dijo dirigiéndose a mi.
-esta bien, no puede ser peor – dije sin animos, tome mi maleta y me dispuse a irme.
-espera –segui caminando- hey –tomo mi mano y le mire, honestamente no estaba de ganas para nada. Quería dormir aunque no sabia donde lo haría.
-que quieres? –dije tajante.
-eh, bueno –lucia avergonzado por lo que hizo su perro- puedo ayudarte en algo? De verdad Mickey no quiso ensuciarte.
-no hay nada que puedas hacer- el perro ladro y me miro con ojos llorosos.
perro con lagrimas de cocodrilo, te odio
-donde vives? –pregunte. si de verdad haría algo por mi, una camisa es algo que puede prestarme. Aunque el lució confundido por esa pregunta.
-aquí cerca…
-necesito una camisa…
-… quieres comprar una? –no me entendía, idiota. Como no comprendiera pronto terminaría estallando.
-no, quiero que me prestes una –y su rostro se ilumino, ya era hora idiota! Aunque, no me había puesto a detallarlo, el se veía, guapo. Con una hermosa sonrisa. Tan, linda.
-ven –tomó mi mano para que le siguiera sin dejar de soltar su saco de pulgas, empezó a hablar cosas de que su casa era pequeña y que no esperara gran cosa. A mi me daba igual, solo iba por una camisa –entra, disculpa el desorden –dejo a maiqui en el suelo y entro en un lugar que supuse seria su habitación.
-oye, maiqui… -le dije al perro, me miro y se acerco a mi, me agache y le acaricie lo menos que pude. Empezó a moverse, quería que lo acariciara mas –no eres tan mala, verdad maiqui?
-es macho –me levante de inmediato.
-oh ya veo.
-toma –me tendio una camisa blanca, que parecía mas una bata que cualquier otra cosa- solo tengo esto limpio, hoy lave mi ropa.
-esta bien, gracias, donde me cambio?
- a si! Segundo piso primera puerta a la derecha.
-gracias.
Que carajos! Esta casa tiene dos pisos, vivirá solo?
Entre en el baño me quite la franelilla que tenía, y si, tenía una franelilla, ese día había mucho calor, tanto como el infierno. Me coloque la bata que me dio… eh, me di cuenta que no sabía su nombre, bueno después lo preguntaría. Sali y baje las escaleras. Me encontré con una linda escena, ese tipo jugando con maiqui en el sillón. Aclare mi garganta y se sentó, pareció reírse, luego desvió la mirada, aunque seguía con una sonrisa.
-veo que te queda un poco grande –ya sabia de que iba su sonrisa –veo que traes una maleta… -pareció pensar un poco – estas buscando un lugar donde dormir?
Mis ojos se abrieron y el rio.
-esta casa es de mi padre, pero me la dio para vivir más cerca de la universidad, ellos viven en Busan, aunque siempre viajan –suspiro- en fin, este lugar es aburrido, si estás buscando un lugar, no tengo problemas con que te quedes aquí.
-de verdad? –mi actitud cambio un poco, mi día estaba mejorando- quiero! Pero enserio no hay problema?
-esta bien, por cierto soy Jung Hoseok –extendió su brazo y me dedico una gran sonrisa.
-soy Jimin –correspondí a su saludo.
-entonces espero llevarnos bien Jimin.
3 MESES DESPUES
Estaba viviendo en una casa a 20 minutos de la universidad y estaba feliz, al fin, algo estaba bien en mi vida. Hobi como le decía hace poco menos de un mes era una persona cariñosa, amable y sobretodo espontaneo. Me agradaba estar con el, su sonrisa iluminaba cualquier habitación. Hablando de eso la mia estaba abajo y Hobi dormia arriba con mickey, aunque muchas veces dormía en su habitación ya que durábamos hasta tarde viendo películas cuando yo no tenia trabajo.
-ey viste, no puedo creer que Susan no se de cuenta del fantasma, es tan obvio –decía hobi mientras comia palomitas. Esta vez estábamos en el living.
-bueno, yo haría lo mismo! No quiero encontrarme a un fantasma jamás!! –yo le tenía un poco de miedo a los fantasmas. “Quizá un poco mas de un poco”.
-haha eres tan miedoso, es tan falso como el trasero de nicky –iba a reírme pero un fantasma apareció de repente y casi me caigo del sofá –no tienes remedio jiminie –dijo mientras me revolvía el cabello.
-aha si, ey olvidé llamar a mi mama, le dije que mañana iría a Busan y mi teléfono está arriba.
-toma –desbloqueo la pantalla y lo extendió. Lo tome, me levante y fui a la cocina para no interrumpir la película.
-mamá, claro que estoy bien.
-si, mañana iré…
-a las 7pm, creo.
-ok, te quiero. Hasta mañana.
Otra productiva charla con mi mamá, en persona era otra cosa.
Vi la hora, eran las 20:24. Hobi nunca me dejaba revisar su teléfono. No es que me interese, pero admito que soy muy curioso. Hobi dice ser tan honesto, pero cada vez que le pregunto si ve porno dice que no le interesa. No me lo creo ni en un millón de años.
Entre en las páginas abiertas. Y sonreí al detectar una que incluía la palabra “porn”.
JA, Te tengo Hoseok
Entré en la página y casi se me caía la mandíbula de la sorpresa, era una página de PORNO GAY!!!