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MI FUTURO CONTIGO Viaje en el tiempo por shi san

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Notas del fanfic:

   **Los personajes pertenecen completamente a Tadatoshi Fujimaki, creador del manga y anime Kuroko no basket a excepción de la trama y escenas. Los primeros párrafos pueden parecer similares al fic falto de la autora Nine Moons, en el sitio web Amor-yaoi**

Mi futuro contigo

Viaje en el tiempo

By Shigatsu sama

 

      Era precioso, era un lunes tranquilo aunque estaba muy caluroso no importaba porque los arboles tenían un verde súper vivo y el cielo tenía un añil impresionante. Los estudiantes de último año estaban de vacaciones. La generación de los milagros era un grupo de chicos que se habían conocido en secundaria pero que por cuestiones de la vida se había separado aunque reencontrándose en algunos juegos de basquetbol donde varias escuelas competían.  Ahora cada uno por su lado de igual los chicos eran felices.

-Kagami kun le encanta el aseo- Decía un chico de hebras celestes mientras sorbía té helado de vainilla.

-¿Por qué no me ayudaste?- Respondía obvio un chico de cabello bicolor de escarlata y negro con entrecejo pronunciado mientras terminaba de aspirar la sala de su departamento.

-Acabo de llegar y me ofreciste té, hace calor-   

-Ya me cambio para ir a festival y no te quejes- Hablo el de piel un poco bronceada.

       Al llegar ambos al festival viendo globos de colores e incluso metálicos pescaron, almorzaron onigiris tradicionales de una tienda que los ofrecía en brochetas. Fueron al templo y caminaron por un sedero verde apartado pero solo para salir más rápido, la brisa refrescaba el calor de las dos de la tarde.

      Un chico de melena celeste corta caía de alguna parte del aire, amortiguando aquella precipitación por unas ramas y al caer al fin en un arbusto solo se desmayó el sonido alerto a Kuroko y a Kagami que fueron a ayudar. El peliceleste tomo al chico asombrándose por su “pequeño” parecido sin embargo dejo eso de lado al escuchar un chillido, en la rama del árbol más alta como a unos diez metros estaba una niña con cabellera larga, lisa y bicolor, como Kagami, quizás tendría como cuatro años. Lloraba apaciguadamente y se sostenía fuerte.

-Ayuda- Decía con su voz dulce y angustiada, mientras lagrimas se desbordaban, era algo introvertida como quien la había dado a luz.

-¡Oye! Tranquila ya subo por ti- Kagami miro a Kuroko para que estuviera pendiente.

-Papi, mami ayúdenme-

-No te preocupes, primero Kagami kun ira por ti y luego buscaremos a tus padres- Le sonrió levemente Kuroko, aunque la niña estaba confundida asintió y se sostuvo fuerte

       El de ojos rubí logro llegar a una rama cercana a la menor, es que estaba altísimo el árbol y era un poco difícil escalarlo.

-Ven niña- Le llamo.

-¿Papi?-

-Luego lo buscaremos, ahora ven-

-Papi, tengo miedo- Balbuceaba con sus ojitos húmedos y su naricita roja, algo en Taiga se removió y aunque se sintió avergonzado estiro su mano.

-Confía en mí, ven- Le dijo Kagami a la pequeña quien se levantó y se aproximó a Taiga pero sin querer resbalo.

-¡Sayumi!- Grito el chico que recién estaba desmayado.

          La niña cerraba con fuerza sus ojos pero algo la atrajo, su papi que parecía extraño la había atrapado y ahora la miraba con una sonrisa, de esas sonrisas de todo va a salir bien.

-La atrapaste Kagami kun- Estaba feliz de ver a la niña que se abrazaba del cuello del más alto.

-No te vuelvas a montar así en los arboles ¡es muy peligroso!- Reprendió un poco Taiga cuando estaban en suelo firme.

-Lo siento papi ¡mami!- Dijo la niña suavemente al ver al peliceste para extenderle las manos-

-Sayumi chan-

-Hermano- Ella al instante en que Kagami la dejaba en el suelo fue con su hermano que miraba a Kuroko y a Kagami como si fueran extraterrestre.

-¿Po qué papi y mami she ven así?- Pregunto dificultosamente con su vocecita.

-No lo sé-

-Disculpen ¿Nos ayudarían?- Dijo Takumi, es que se parecía a Kuroko pero tenía la manera de ser de Kagami.

-Estas sangrando- Le dijo el alto de ojos rubí.

      El niño se llevó la mano a la frente que la tenía mojada y no la había sentido, en su mano había sangre.

-¿Dónde están sus padres?- Pregunto Kuroko.

-Llevémoslo a la policía- Concluyo el rojizo.

-¡No por favor! Y la verdad es que no podría contestar donde están nuestros padres ahora solo quiero pedirles que nos ayuden a encontrar a Eiji kun, Eiji Akashi, él sabrá como regresarnos- Dijo arrodillándose sin embargo Kuroko le levanto negando, que no era necesario.

-Mami, tengo hambre, papi alza a la niña- Decía la niña que era extremadamente dulce.

-Ya deja de llamarme ¡auch! ¿Por qué?- Kuroko le había pisado, es que la niña era tan inocente.

-Cárgala, no eres su padre pero mírala, está asustada-

      Kagami se enfurruño y cargo a la de melena lisa bicolor escuchando aquella pancita rugir así que le sonrió ya que tenía un poco de comida que el mismo había preparado en su mochila. Kuroko llamaría a Akashi a ver sí le podía ayudar con la búsqueda de ese tal “Reiji kun”.

 

Capítulo II

      Aomine, un moreno de cabello corto azul oscuro llevaba una hora viendo ese partido quería tener la destreza de aquel jugador americano cuando de repente un niño moreno caía en la terraza de su cuarto. Al mirar vio al pequeño privado por el golpe se agarraba un brazo.

-¿Por qué te lanzaste a mi terraza?- El de ojos azules pregunto furioso aunque también asustado el chico estaba sangrando.

-Mi hermana- Hablaba pero le costaba.

-¿A visto una niña de cuatro años por aquí?- Preguntaba pero cuando se encontró con aquellos ojos que tanto le reprendían, retrocedió y se quejó del dolor

-Te llevare al departamento de policía-

-¡No por favor! Necesito encontrar a mi hermana y Akashi kun- Le miraba valiente aquel mocoso.

-Ah, ya- Aomine le miraba colocando la boca de medio lado.

      Ese mocoso se parecía a él excepto por aquellos ojos dorados que le hacían recordar a cierta persona fastidiosa.

 

-Nana nanana- Kise tarareaba una canción es que estaba feliz, estaba de vacaciones y en su trabajo de modelo le había dado unas semanas libres de ocio que tanto necesitaba.

       Venia de un supermercado nuevo en la ciudad, vendían cosas saludables y orgánicas se dio cuenta que cerca de esa comunidad vivía Aominecchi y sonrió, tenía tantas ganas de verle pero escucho un golpe, algo caía en el arbusto el que estaba a su costado. Escucho un gemido como cuando un gatito gime pero siguió sin embargo se detuvo al escuchar de nuevo.

-Ayuda, quiero a mi papi- Lloraba la nena de cabellera media larga dorada con unos ojitos azules eléctricos llenos de agüita.

         Al rubio se le llenó su corazón de ternura, parecía una muñeca sin embargo se asustó ya que el bracito de la niña estaba como que un poquito doblado. La agarro como pudo mientras que la nena seguía llorando.

-¿Kise?-

-¿Aominecchi? que bien ¿me ayudas? Encontré a un niña bella, se cayó y su bracito le duele parece que esta dislocado-

-¡No! Hana- Dai de cabellera azul oscura y ojos dorados casi le da un infarto, su hermanita estaba sufriendo

-Déjame verla- Aomine la examino.

-No está dislocado, estarás bien nena- Le dijo sonriéndole recibiendo una dulce sonrisa la cual hizo su corazón estremecer.

-Este mocoso se perdió también, parece que Akashi sabe algo, me cito en el hospital.

      Kise cargaba a la nena y se dejaba abrazar, se sentía muy bien.

 

-¿Sabes Shin san? Ojala me llevaras- Takao pedaleaba una bicicleta con caja de madera atrás donde iba Midorima Shintaro.

-Ya quisieras tú- Se acomodó los lentes.

       Iban a comprar algunos objetos de la suerte sin embargo el de ojo plata se asustó por un estruendo, algo había caído en la carreta.

-¡Shi san! ¿Estás bien?-

-Auch- Un chico de cabellos negros con gafas que realmente se parecía a Midorima se lamentaba pero enseguida miro a una niña que tenía a su lado.

-Midori, Midori ¿Estas bien? Oh no, no contesta-

-Wow, esos niños se parecen a ti- Kazunari estaba más bien impresionado.

-Menos mal que cayeron sobre las mantas acolchadas de la señora Tadashi- Midorima estaba más aliviado de que aquellos niños no les haya pasado nada.

-Oye, oye tranquilo, mírala bien… está durmiendo- Le animo Takao al chico quien sonrió un poco era bueno escuchar la voz de sus padres pero algo no cuadraba.

-¿Dónde están sus padres?-

-¿Eh? Ahora no puedo decirles, lo siento- El chico hizo una reverencia.

-Está bien, los llevaremos a la estación de la policía-

-¡No por favor! Solo tenemos que encontrar a Eiji se apellida Akashi, no sé si sabrán de él-

-Akashi, está bien-

      Midorima hizo una llamada mientras Takao cargaba a la pequeña, era muy hermosa.

-¿Cómo se llaman?-

-Soy- El chico titubeo para poder decir alguna mentira con sus nombres pero su boca le traiciono –Soy Kazuo Midorima y ella es mi pequeña hermana Midori-

-¡los sabia! Son parientes de Shin shan-

-Vamos, Akashi quiere que nos reunamos en el hospital del centro-

-Ah, ese queda lejos-

-Tomaremos un taxi-

-Oh, el niño rico ha hablado-

-Cállate Bakao-

-Jajajaja-

 

        Seijuro tenía los brazos cruzados, estaba serio esperando en el hospital. Había recibido llamada de  todos los milagros que tenían algo en común, preguntaban acerca de un tal Eiji Akashi y la primera llamada la había tenido de Atsushi.

 

      Atsushi y Tatsuya estaban en un distrito disfrutando de la fresca brisa a pesar del brillante sol. Himuro fue al lago mirando los peces mientras veía que el gigante se alejaba a comprar algunos pocky´s. El camino hasta el pasto verde y de repente escucho un grito, algo caía de arriba, encima de él y cayo con fuerzo con algo entre sus brazos era una niña de cabellera ébano y unos preciosos ojos violetas que lloraban asustados mientras tosía, un calor lleno el interior de Tatsuya.

-Mami, mami- Le decía la niña mientras le abrazaba.

-Ne Muro chin, esa niña ¿está bien?-

-Si lo está, ahora dime nena ¿Dónde están tus padres?-

      La niña sonrió, solo tenía cinco añitos recién cumplidos y pensaba que estaban jugando así que sonrió.

-Aquí están, mami y papi- Señalo y siguió sonriendo.

-Ne vamos a la policía-

-Sí, tienes razón. Nena, no somos tus padres- Le sonrió Himuro con ternura pero se sintió mal cuando la nena lloraba con sentimiento.

-Mis papis no me quieren, quiero a Aki-

-A ver, a ver ¿Cómo llegaste aquí? Concéntrate un poquito y dímelo-

       La pequeña miraba a Tatsuya, su mami siempre tan amable así que asintió.

-Eiji kun estaba con Akashi san y todos gritaban y unos hombres feos nos encerraron en una cajita, Reiji kun entro al final ¿Dónde está Aki?- Dijo ella sin saber realmente lo que había pasado y abrió sus manitos, estaba temblando y tenía hambre.

       Atsushi agarro y le dio un pocky´s de fresa y ella le sonrió pero también quería que la cargara, algo en Atsushi muy grande cedió y termino cargando a la niña, actuar que hasta Himuro se sorprendió como si nada mientras le daba la bolsa de comida a Tatsuya y llamaba a Aka chin.

 

        Era increíble, todos estaban reunidos en la sala de emergencia de la clínica. Todos tenían meses que no se veían ya que estudiaban en diferentes preparatorias de la ciudad.

-Es raro ver a ustedes tres cargando niñas dormidas- Dijo Kuroko que tenía a los lados a Tatsuya, Takao y Kise que observaban aquella escena también con sorpresa.

-Admito que tienes razón Kuroko, ya pronto nos llamaran es que hay un chico en esa sala que por algún motivo cayo mientras tomaba el té en mi casa, se lastimo pero al parecer no fue algo tan grave. Lo único que logre escucharle decir era que llamara a un tal “Eiji chin” así que le insistí y me dio su nombre completo, Eiji Akashi ese es el mismo chico por quien Kuroko me pregunto unos segundos después por teléfono.

 

      Después de un rato todos los chicos estaban en un cuarto espacioso con un niño de cabellera violeta y hermosos ojos negros con un lunar cerca de su ojo izquierdo de quizás once años que tenía un yeso en su mano izquierda.

        El rubio camino para colocarse en la ventana pero casi se cae ya que fue sostenido por su cintura gracias a Aomine que aún tenía la niña cargada, estaban en una pose algo comprometedora y se podía sentir un aura de tensión sexual.

-Hay niños presentes- Carraspeo Tetsuya molestando.

-De ninguna manera- Decía Daiki soltando al rubio.

-Ahora si ¿nos pueden decir qué pasa aquí?- Les hablo Akashi a los tres chicos de quizás doce años que estaban viendo al de ojos negros en la cama.

-Discúlpenos Akashi san, esto es una locura- Se inclinó el de gafas.

-¿Tú eres Eiji Akashi?-

-Oh, no señor-

-Ne Mido chin ¿Por qué el papá de Aka chin se ve tan joven?-

        Todos se sorprendieron era como hablar con Murasakibara.

-No lo sé Murasakibara, pero hay que encontrar a Eiji, él sabrá mejor como sacarnos de este embrollo-

-¿Quién es Eiji?- Todos los donceles preguntaron despertando a ciertas niñas que eran demasiado tiernas.

-Es que venimos del futuro, unos sujetos estaban molestos con ustedes adultos entonces nos metieron en el cuadrado de las bermudas, solo escuchamos que Eiji nos dijo que no nos separáramos, que quizás todos seriamos enviados al mismo lugar- Dijo el de cabellera azul un poco traumado y agarrándose la cabeza.

-Ya hablo Bakami, ahora no nos van a creer, ni yo logro creerlo- Hablo Dai, el moreno de ojos dorados.

-Bakagami tu abuela- Le repico el de tez blanca.

-¡Oye! Respeta a mi abue- Dai se le aproximo.

-Ya, ya, tranquilos- Dijo Takao sonriendo separando a los menores pero en ese momento miro como el pelinegro de lentes le miraba profundo como queriendo algo pero su lado tímido no le dejaba.

-¿Quieres un jugo?- Pregunto Takao al de ojos verdes y este negó.

-Ya tengo una idea, sí, mi empresa viene estudiando la posibilidad de viajar en el tiempo pero ni yo le veía el sentido- Hablo Akashi.

-Papicchi, papicchi, papicchi- Una rubiecita tarareaba una cancioncita mientras miraba a Aomine quien la dejo en el suelo.

-No soy tu padre niña- Dijo el moreno pero arrepintiéndose porque la niña se agacho y comenzó a llorar en silencio, es que era la primera vez que su papi la había rechazado.

-¡Mamá! ¡Dile a papá que no trate así a Hana!- Dai fue con Kise y le agarro la mano, este se quedó perplejo ante eso pero de igual fue y cargo a Hana.

-Oye Aominecchi, no seas idiota, es una niñita. Discúlpate con ella- Kise le hablaba a Aomine algo serio.

-Está bien, lo siento ¿sí?-

-¿Papi quiere a Hana?- Decía con lagrimitas, parecía una muñeca.

-Claro- Aomine estaba vencido con aquella expresión.

      Kagami soltó un bufido y todos rieron por lo bajo.

-Cárgame- Sonrió la pequeña Hana siendo cargada por un moreno que tenía una expresión aburrida escondiendo la ternura que sentía.

-La bebe tiene hambre- Una hermosa muñeca de cabellos verdes le hacía un puchero a Midorima que le miraba nervioso.

-¿Quién es la bebe?- Pregunto, acomodándose los anteojos muy serio.

-Yo, papi- Sonrió, se veía que era un poquito menor que las otra niñas por su manera tan forzada de hablar a lo infantil.

      Todos soltaron las risas.

-¿Qué quieres de comer?- Le pregunto Midorima serio como siempre.

-Mami, tete- Extendía los bracitos y miraba a un Takao con expresión de miedo.

-¿Mami?- Ya sus ojitos estaban aguados.

-Bakao, por favor-

-Quizás nos esté confundiendo Shin shan-

-No es necesario que se preocupen, es mi pequeña hermana, ven Midori- Dijo el pelinegro quien agarraba a una niña que lloraba pidiendo que la cargara su “mami”.

-Lo siento, vamos nena a una máquina expendedora y conseguiremos leche aunque un tetero no sé dónde conseguirlo- Decía Kazunari al lado del pelinegro menor mientras cargaba a una inquieta niña.

-Tranquilos, mandare a pedir comida- Menciono Akashi.

-Papi, bájame- Una pequeña pelirroja bicolor le pedía a Kagami que la bajara quien la bajo con cuidado pero sintió algo demasiado tierno, la niña le había dado un besito en los labios que todos percibieron haciendo que Taiga enrojeciera.

-Quiero jugar con Harumi chan-

-Papi bájame- Decía una de cabellos negros con preciosos ojos violetas.

-Mientras esperamos, se podrían presentar y decirnos el nombre de sus padres- Les decía Akashi a los chicos grandes quienes miraron al de ojos verdes con gafas y este suspiro.

-Mi nombre es Kazuo Midorima, tengo doce años de edad. Ella es mi hermanita Midori y solo tiene tres años. Mi padre es Shintaro y quien me dio a luz fue… Kazunari- Dijo el chico mirando a Kazunari que se quedó estático.

       Takao era doncel, amaba a Shintaro pero sabía que esos sentimientos no iban a dar frutos cuando vio como Midorima volteaba los ojos algo impacto contra su pecho.

-Shin shan y yo… solo somos amigos- Dijo ocultando dolor.

-¿Eres doncel?- Shintaro lo miraba extraño, dentro de su cabeza ya tenía el porqué de tantas cosas que había sentido por ese Bakao.

-Soy Dai Aomine, tengo doce años y ella es mi hermanita Hana, tiene cuatro años. Mi padre es Daiki y mi madre es Ryota-

-¿Qué? ¿Estás seguro que tu madre no es una mujer con buenos atributos y súper bella? ¡Es imposible!- Daiki dejaba a la niña en el suelo con las demás amiguitas.

       Kise se sintió mal por escuchar eso sin embargo…

-¡Oye! mi mamá es precioso ¿Cuál es tu problema? Deja de meterte con él-

-Ya tranquilo- Le sonrío Kise al pre adolescente para agarrarle la mano.

-Y tú eres súper guapo también no sé ni cómo eres su hijo. No te preocupes los tendré a ustedes dos hay diferentes métodos- Le volvió a sonreír y acariciar sus cabellos.

-Hola, mi nombre es Takumi Kagami tengo doce años y ella es mi hermanita Sayumi. Mi padre es Taiga y mi madre es Tetsuya-

-¿Eh? No, es decir…- Kagami estaba súper cofundido y eso le dolió a Tetsuya quien fue abrazado por su hijo mayor.

-Mi madre es más bonito que la madre de Dai- Dijo sacándole la lengua al moreno menor.

-¡Claro que no Bakagami!-

-Ya no peleen- Dijo Kise divertido.

-Aki- Tosió Kazuo.

-Ah sí, mi nombre es Aki Murasakibara, tengo once años y ella es mi hermanita Harumi de cuatro años-

-Es Mi chin- Secundo Atsushi como si nada.

-Así es. Mi padre es Atsushi y mi madre es Tatsuya. Extraño a mis padres no jóvenes, tuve miedo al despertarme en esa sala de emergencias-

-Si. Es raro que el tío Kazunari no este abrazando a Kazuo- Dijo Dai.

-Sí y es raro que el tío Ryota chin no te esté dandote besos- Hablo Aki.

-No hables, el tío Tatsuya sí te viera así estuviera llorando y no se te despegara consintiéndote en todo- Le contesto Dai.

-Mi madre estuviera dándome algo de comer- Hablo Takumi por lo bajo dejando a Tetsuya con un dolor en el pecho.

-Entonces Eiji es mi hijo-

-Así es, Akashi san- Le certifico Kazuo.

        Un teléfono sonó, Tetsuya fue a contestar.

      Trajeron comida, en una mesita rodante y paso un par de minutos.

-Ya sé dónde está Eiji kun, esta con Furihata kun- Dijo Kuroko regresando y mirando a Akashi quien asintió.

-Comemos e iremos con Furihata- Dijo Akashi conectando todo, sintiéndose extraño y a la vez aliviado sin embargo…

      ¿Cómo sería Eiji? ¿Su familia seria cálida? Como tanto anhelaba para su futuro o no. Por otro lado ¿Furihata Kouki? Sabía quién era el, se enfrentó a él cual chihuahua miedoso, eso fue un acto refrescante para el pelirrojo, de hecho le había visto después en una fiesta de cumpleaños de Kuroko y luego en una librería que habían abierto nueva en la ciudad de hecho hablaron un poco.

        Ok, Akashi admiraba un poco la valentía de Kouki mas no sentía algo más allá ¿Cómo?

-Akashi kun, Furihata es alguien muy amable y también sensible solo quiero que tengas en cuenta eso- Le dijo bajo Kuroko viendo que Kagami necesitaba ayuda con la niña.

-Lo sé, y le aprecias como amigo. No te preocupes sabré como manejar la situación-

       El de pelo celeste fue y sostuvo a la niña para darle de comer puré de papas mientras Kagami comía curry con Takumi quien tenía un apetito voraz también.

-Ir, ir, ir- De repente mientras Shintaro estaba sentado en el suelo dándole de comer a la niña una cajita de leche con banana y sopa de verduras esta comenzó a dar saltitos.

-¿Baño? Jeje vamos linda- Dijo Takao tomando de los bracitos a la pequeña que se despedía de su papi con la mano.

-¿Cómo puede ser tan linda y parecerse a ti Midorimacchi?- Dijo Kise divertido mientras también comía al lado del mueble con Dai y un Aomine dándole comida con cuidado a una rubiecita.

      El mencionado se sonrojo un poco y se acomodó los lentes.

-¡Baño papi!- Dijo Hana al moreno mayor quien se puso nervioso.

-Tranquilo Ahomine, yo la llevare- Dijo Kise bromeando agarrando de la mano a la niña y saliendo.

-¿También quieres ir al baño, Sayumi chan?- Le pregunto Kuroko a la niña pelirroja con negro quien asintió y salió corriendo mientras Kuroko salía tras de ella.

 

       Todos salieron dos horas después en taxi diferentes que Akashi pudo llamar. En uno iban los donceles con las niñas menores, mientras que en donde iban Dai, Takumi y Kazuo iba también Murasakibara, ya en el tercer taxi iban Himuro con Aki y los demás

 

        Horas atrás un doncel castaño  muy sencillo que vivía con su abuela iba a comprar cebollín chino para hacer arroz frito, era verano, estaba contento de pasar tiempo con su abuela aunque esta había partido temprano a Osaka a visitar un familiar. Además de que iba a comenzar a trabajar en una semana de medio tiempo en la oficina donde su padre había trabajado, claro que él iba a ser el chico multiuso.

         Un sonido le llamo la atención, delante había caído un chico de un árbol.

-¡Dios! ¿Estás bien?-

-Auch mi pierna- Dijo el chico de cabellos rojos arrugando sus ojos chocolates claros.

-¿Ma…- El chico se detuvo, no quería asustar a su madre tan de repente quien le miraba amable y expectante, pero este Kouki era joven.

-Te ayudo, mi casa está cerca y de allí puedes llamar a tus padres ¿sí?-

-Gracias- Sonrió amable pero esa sonrisa Kouki la conocía era muy parecida a la del gran Akashi.

       Al llegar lo sentó en el modesto sofá café de la pequeña sala y se sentó en el suelo para verle el pie al chico.

-Vamos a ver… no se ve mal, no te torciste el tobillo-

-¿Sabes de primeros auxilios?- Pregunto confuso Eiji, el pelirrojo mirando a su madre del pasado quien se tornaba mucho más nervioso que su madre del futuro.

-Oh no me mires así, sé un poco es que yo juego básquet y mi entrenadora me guio un poco al momento de notar alguna lesión importante- Rio por debajo el castaño levantándose –Ahora ¿cómo te llamas?-

-Soy Eiji Akashi, un placer el conocer a Kouki Furihata- Inclinándose un poco aun en el mueble se presentaba el pequeño.

-Oh Eiji kun- Sonrió el castaño pensando que ese era el nombre que tenía en secreto para su primer hijo varón, claro eso sí lograba tener niños sin embargo se dio cuenta…

-Espera ¿cómo sabes mi nombre?-

-¿Mi pa… Seijuro me lo dijo?- Dijo Eiji mirándole es que no sabía exactamente que decirle.

-¿Cómo Akashi san deja andar a su pequeño hermano solo por allí?- Dijo colocando sus manos en jarras.

-Llamare a Kuroko, es un amigo de tu hermano oh, preparare té y algo de comida- Salió el castaño.

-Vaya que mi madre es demasiado lindo como siempre- Hablo bajo mientras encendía su pulsera roja y un holograma con bandeja de entrada se encontraba en el aire y lo toco, un solo mensaje nuevo y justo una llamada entrante se abrió y salió un hombre de cabellos negros.

-Hola mocoso, habla Makoto Kiyoshi-

-Amo cuando en vez del “Hanamiya” pronuncias mi apellido- Se escuchaba eso de fondo.

-¡Cállate idiota! En fin, quiero que todos estén juntos y vayan a pedir ayuda a Akashi Seijuro, tu padre pero eso sí, tu abuelo no debe enterarse sino es capaz de alterar algo, estamos jugando con propiedades de espacio - tiempo así que tengan cuidado, tu frase ahora va a ser: Esto nunca paso ¿Dónde están los demás?-

-Aun no lo sé, y ya me di cuenta, mi madre quizás tenga diecisiete o dieciocho-

-Ok, sé que están con las niñas y ellas no saben mentir sí sus padres del pasado se enteran está bien, solo en ese caso les pedirás que por favor olviden todo esto cuando este inconveniente ya no este así no modificaremos tantas las cosas-

-Hijo cuídate- Akashi se asomaba en el holograma. -El proyecto es: El cuadrado de las Bermudas. Menciónaselo discretamente a mi yo del pasado y no refutara tanto-

-Eiji en dos horas contactaremos contigo la línea de comunicación se va a…- Todo se apagó.

-Demonios-

-Oh ¿Qué es eso? ¿Un fantasma?- Furihata estaba en la puerta asustado.

       El menor se disputaba por dentro si contarle o no contarle pero ya qué, quería a su madre, no lo diría públicamente pero amaba a su madre era su apoyo en todo, y ahora le necesitaba ya que estaba desorientado totalmente.

-Lo siento, por asustarte pero eso no es un fantasma era una llamada vía holograma. Sé que esto te puede parecer extraño pero… vengo del futuro, necesito ayuda- Bajo la cara el menor, es que no sabía qué hacer.

-Bueno, no solo yo sino todos mis primos, los hijos de la generación de los milagros, de hecho soy hijo de Akashi-

      Kouki vio esa desesperación, Eiji le provocaba ternura y ganas de abrazarle ¿pero que le pasaba? Sin embargo sí, había visto ese holograma.

-Te ayudare aunque no sé si hice bien, llame a mi amigo y está en camino con Akashi-

-Sí, está bien gracias- Le dijo Eiji acercándose y abrazándole por la cintura, era tan suavecito como siempre.

       Cuando hacia eso Kouki le daba un besito en la cabeza y le abrazaba fuerte sin embargo noto la incomodidad del castaño.

-Oh, discúlpeme-

-No, no, tranquilo. Entiendo que debes estar nervioso-

-Sí, cuando me vine discutí con mi madre por algo estúpido-

-Bueno, cuando le veas de nuevo te disculparas y le abrazaras fuerte-

       Después de un tiempo en el que comió con el chico, sonó el timbre así que se alertó y fue a abrir consiguiéndose con un pelirrojo que le hacía estremecer. Sí, ya recordaba que ese imponente tipo que le gustaba en secreto.

-Akashi san- Titubeo bastante y se inclinó saludándole.

-Hola, Kouki- Le miro Akashi es que pensaba ¿Cómo? Y ¿Por qué él? Claro que desde que se enfrentó esa vez contra él, ese castaño había generado curiosidad pero…

-Oh, adelante ¡chicos! Buenas tardes-

       El castaño saludo a Kuroko y a un Kagami con una tierna niña dormida en brazos. Se sorprendió de que toda la generación de los milagros estuvieran allí, con niños y en su sala escuchando la explicaron de su tierno Eiji. Entonces comprendió que esos niños eran del futuro hijos de Kise, Midorima, kagami… era increíble.

-¿Makoto Hanamiya? ¿Es de confianza?- Pregunto Akashi mirando seriamente al menor que le miraba con sincronía.

-Sí, los que nos colocaron en la caja de cristal fueron unos hombres que expulsaste del proyecto C.B, nos secuestraron del baby shower de mamá. Solo escuchamos como se reían de nosotros diciendo que éramos los nuevos conejillos de indias. Al encerrarnos colocaron coordenadas y cuando los de seguridad junto con nuestros padres llegaron a la sede secreta en la mansión, en una de las islas cerca de las Bermudas fue tarde-

        Akashi entendía todo a la perfección pero escuchar “baby shower de mamá” le hizo sentirse un poco avergonzado, eso quería decir que en el futuro había vuelto a embarazar a Kouki claro quizás que el chico apareciera al lado de Kouki tal vez haya sido un error pero habían muy pocas probabilidades de eso. El castaño miro de reojo y este le estaba sonriendo cálidamente a Eiji.

-Wow Furihatacchi en el futuro vas a darle un hermanito a Eijicchi- Se alegraba Kise.

-Jeje No entendí ¿Cómo?- La inocencia de Kouki era súper atractiva.

      Como todos le veían se levantó apresurado diciendo que iba a traer bebidas.

       En la cocina estaba sirviendo té helado y pensaba qué debía pensar, ese comentario de Kise era extraño, era ridículo, ok, era ridículamente lo que soñaba pero seguía siendo ridículo para él aspirar a tanto.

-Te ayudo con eso- Esa voz grave la que ya conocía.

-Oh no, Akashi sama yo, yo…- Se puso nervioso.

-Tranquilo, quería aclararte algo. Eiji es mi hijo-

-Sí, si lo sé- Le interrumpió.

-No me dejaste terminar, Eiji es mi hijo y su madre eres tu ¿viste sus ojos? Es lo único que heredo de ti- sonreía hasta sorprendido Akashi sin embargo vio como Kouki se ponía pálido y caía como un papel el cual el sostuvo rápidamente.

         En la sala todos estaban reunidos normal cuando paso un Akashi cargando a un Kouki rendido.

-¿Está bien?- Pregunto algo preocupado y serio Eiji.

-Sí, solo está un poco sorprendido- Le dijo Akashi siguiendo escaleras arriba.

         El pelirrojo le miro en esa cama, estaba respirando el castaño suavemente, no es que estaba tan mal solo que era muy sencillo aunque había algo en Kouki que le llenaba de curiosidad solo eso, quizás su yo del futuro había jugado con él y una cosa había llevado a la otra.

-Seijuro san- Eiji estaba en la puerta de la habitación.

-Me dijo que teníamos que ir al proyecto en Bermudas pero que mi abuelo Masaomi no debe enterarse. Pronto volverán a llamar- Dijo saliendo de la habitación.

       Regresando a la sala los pre adolescentes estaban hablando entre ellos, estaban asustados.

-Se a lo que se refiere Makoto, sí algo pasa se modificara mucho el futuro es capaz de que nuestras existencias desaparezcan. Mi madre no está muy emocionado con la idea de tener hijos- Hablo seriamente Kazuo.

-Ninguno lo está- Hablo Takumi.

       Llamada entrante, Eiji sintió vibrar la pulsera así que abrió.

-Hola, veo que estas con todos los mocosos- Hablo un hombre de ojos verdes con cabellos agarrados en una cola.

-¡No le digas así! Pregunta sí mi Daiccihi está bien- Todos escucharon esa voz y Dai se apresuró.

-¡Hana y yo estamos bien ma´!-

-Todos los estamos, parece que las coordenadas tuvieron de referencia el adn porque todos se encontraron con nuestros padres pero jóvenes- Le decía Eiji al Doctor Makoto.

-Sí, me lo supuse en fin. Akashi necesito que los lleves a las Bermudas coloque unas coordenadas esto tiene que ser lo más rápido posible. Kazunari no recuerda a Midori, siento decírselos sin anestesia chicos pero esto no es juego-

-Midori chan- Takao se puso nervioso al escuchar eso del holograma y sostuvo a la niña.

 -Está bien, dile a mi yo del futuro que todo va a estar bien, hare lo posible pero recuerdo que no hay ninguna caja de cristal que se teletransporte-

        Makoto suspiro por la transmisión.

-Solo llévalos, haremos una locura introduciremos un modelo que copiamos de la caja de cristal un poco más pequeña lo más rápido que pudimos para que este en la base del hecho y anotaremos las coordenadas claves yo iba a ir pero no es seguro en mi estado así que enviare a mi mano derecha, Mai chan ¿Cómo en que tiempo estarían en las Bermudas?-

        Todos estaban expectante ¿Makoto Hanamiya? ¿En estado? ¿De qué?

-El futuro da miedo- Gimió Kise abrazando a Dai.

-Quizás en unas treinta y seis horas, eso sí logro usar el jet privado- Dijo Akashi pensando en que le saldría canas verdes todo el asunto.

       La transmisión se cortó.

-Akashi kun, vacaciones-

-Buena idea Tetsuya, hare una llamada y crucemos los dedos- Le dijo el pelirrojo al chico fantasma.

 

        Akashi tomaba aire, nunca antes le había pedido algo así a su padre pero tenía sus cartas bajo la manga como siempre y apretó el botón, numero personal de Masaomi.

-Hola Seijuro-

-Padre disculpa las molestias, sé que andas de descanso con una linda chica latina-

-Lo sabes, bueno si estoy descansando me lo merezco-

-Si lo se padre, por eso quiere pedir tu aprobación para usar el jet, quiero visitar unas islas vírgenes en las Bermudas, todos mis amigos estamos libres y sabes que han hecho mucho por mí y mi problema de personalidad múltiple-

-Hijo, eso lo sé- Suspiro el padre por la comunicación, vaya que estaba relajado porque en otra circunstancia estaría gritándole, punto para las exóticas amantes latinas.

-Doy mi aprobación porque también me gustaría que te diviertas un rato, confió en tu responsabilidad, sobra decir que no quiero problemas-

-Gracias padre-

        Y así se cortó aquella comunicación.

-Mami chin tengo sueño- Un Aki se estrujaba los ojos dirigiéndose a Tatsuya que se sonrojo.

-Himuro san puedes acostarlo en el cuarto de huéspedes- Dijo un castaño que acababa de llegar a la sala.

-No Kouki, ya salimos al Aero-puerto privado de mi familia. Podrán descansar en los autos que ya vienen por nosotros, no se sí querrán ir todos-

-Yo iré, necesito cuidar a Midori me asusta que desaparezca- Hablo el halcón de manera responsable.

-Kouki san ¿Me acompañaría por favor?- Eiji le pedía a un castaño que se iba a negar pero se dio cuenta que era un chico lejos de casa, que a pesar de darse de fuerte aún era pequeño, le ayudaría como fuera.

-Iré contigo Eiji kun- Le sonrió haciendo que este se contagiara.

       En media hora todos estaban en tres mini vans negras rumbo al jet privado. Pero antes…

-Yo no voy, esto se me es muy raro- Dijo Aomine como si no le importara en absoluto, Kise no entendía porque estaba enamorado de ese animal, se sintió mal y sin más le quito a Hana de los brazos que dormitaba sin embargo se levantó, la rubiecita en si era muy malcriada con su padre e hizo una pataleta, estaba roja y lloraba tanto que asustaba.

-¡Esto es tu culpa viejo! Siempre la malcrías hasta te la llevas al trabajo bueno no usted sino el otro adulto- Le decía un Dai molesto de brazos cruzados dentro del auto esperando por ambos rubios.

-¿Yo?- Aomine se sentía extraño pero cedió al ver como a lo lejos veía a un Himuro sonriendo a la niña de su mano mientras que un Murasakibara bajaba y le daba un beso suave al pelinegro.

        Algo cálido, no le desagradaba Kise y esa muñequita mucho menos.

-Dame a la muñeca llorona, ven ¿ya estás bien?- Dijo cargándola y mirando que estaba un poco hinchada de tanto llorar.

         Todos partieron, al llegar en el jet se pusieron cómodos los donceles ayudaron a los chicos a que durmieran un poco y se colocaban a sus lados con las niñas pequeñas para dormir, menos Kouki que estaba al lado de un Eiji profundamente dormido. En otra sección estaban Akashi y los demás que no sabían ni que decir, no podían ni dormir.

-Esta locura ni la he visto en televisión- Hablo Kagami.

-Estoy contigo Bakagami, siempre pensé que Kise se casaría con todo el mundo menos conmigo ni se me había cruzado tal idea-

-Yo y Kouki, eso es algo que no lo sé-

-Yo no lo había pensado pero Muro chin me agrada mucho, si fuera un dulce no dudaría, me lo comería entero-

-¡Retráctate!- Dijo Kagami al de cabellos violetas.

-Ya cálmate, es decir; porque sé que ya te comiste a Tetsu. En su cumpleaños no podía ni jugar ni caminar bien y cuando llego la fiesta sin querer escuche que le preguntabas que sí estaba bien después de “eso”- Le dijo Aomine pretencioso.

        Kagami estaba rojo.

-Si ¡está bien! no me he despegado de él desde entonces solo que nuestra relación no ha avanzado mucho-

-Es igual el grado de masoquismo de Takao con Shintaro- Hablo Akashi.

-Takao no es masoquista-

-Claro que lo es, siempre anda tras de ti- Le contesto.

-¿Qué pasaría si mañana va y le dice a todo el mundo que es doncel y se consigue un novio?- Le pregunto el pelirrojo a su amigo tsundere.

-Y tu Aomine ¿Qué sentirías descubrir que Kise toma en serio a unos de sus pretendientes?-

        Nadie contesto, eran muy inmaduros obvio que sentirían celos.

         Algo bueno fue que pudieron descansar en el avión, eran las dos de la tarde y el sol en aquella pequeña isla era asombrosa y ni hablar del agua esmeralda de la playa. La enorme casa se veía como que a unos metros pero…

         Dai y Takumi salieron corriendo hacia la playa donde estaba un bohío con barra llena de bebidas ya que antes de partir Akashi se aseguró que hubiera bebidas y comidas en los lugares adecuados para los invitados. Eiji y Kazuo se miraron rendidos y fueron con ellos, aun había tiempo.

-¡Hermano!- Gritaban las niñas mientras corrían con sus piernas pequeñitas hacia aquel bohío.

         Los donceles salieron tras las nenas.

        Dai se quitó la ropa quedando en bóxer y se metió al agua mientras que Takumi le copiaba. Takao miro impresionado.

-También te quieres ir a bañar- Le pregunto Kazuo al azabache quien le miro con un si plasmado en su cara.

-Chicos hay bermudas en el cajón del bar, se pueden cambiar en el baño- Menciono Akashi mirando que Kise y Takao agarraban a las niñas y se las dejaban a Shintaro y a un Daiki que también quería bañarse.

        En un parpadeo las niñas estaban felices disfrutando del sol con sus naricitas blancas por el protector solar  y sin sus ropitas solo andaban con sus pantis. Kise jugaba con Dai en la playa nadando mientras Aomine estaba en la orilla haciendo castillos de arena con Hana, Tetsuya también hacia una figura de estrella de mar junto a la pequeña Sayu viendo como Kagami jugaba con Takumi a lo lejos en el agua.

-¿Quieres bañarte Atsushi?- Pregunto Himuro con una niña que se levantaba de dormir y un Aki.

-Si tú quieres, yo quiero- Le dijo el gigante como si nada.

-No podre con la niña y Aki, vamos a cambiarnos y nos sentamos en la orilla ¿Les parece?-

     Los de cabellera morada asintieron.

-Se ven felices- Comento Eiji a un Seijuro sentando en una silla con un sombrero mientras tomaba jugo de naranja con coco.

-Es un buen cuadro para recordar-

-Aquí tienen, es piña colada sin alcohol- Decía Kouki con bebidas para ambos pelirrojos y se fue con la charola con té helados para los demás en la orilla.

        El de cabellos verdes jugaba un poquito con Midori sin embargo se descuidó y la nena también quería ir con Takao y su hermano al mar adentrándose poco a poco. Shintaro al ver esto salió corriendo agarrando a la menorcita que una pequeña ola le hizo caer y asustar, lloraba con sentimiento además de que había tragado un poquito de agua salina.

-¿Estas bien? Vamos, todo va a estar bien-

-¡Shin shan!-

-¡Midori!-

-Está bien, ya está bien ¿Verdad?- Le decía el de lentes quien solo noto que la bebe estaba fastidiosa más bien.

-Ya, vamos te daré algo de comer ustedes van a querer algo de comer ¿no?-

      Takao estaba asombrado pero lo escondió sonriendo y abrazando a Kazuo.

-Sí por favor, estamos hambrientos-

-¡Kagami kun!- Llamo Tetsuya viendo como su compañero medio le escuchaba y salía preguntándose qué pasaría.

-¿Puedes quedarte con Sayumi chan? Iré a preparar algo para que coman junto con Midorima-

-¡Claro!-

-Papi, estrella- Dijo la pequeña para que Kagami viera lo que había hecho con su madre.

-¡Oh! ¡Es la estrella de arena más genial que he visto!- Dijo agarrando la niña y haciéndola volar mientras reía a carcajada.

 

       Estuvieron como hora y media allí…

 

-Creo que hay tiempo aun, pueden entrar en la casa y asearse- Dijo Akashi, estaba un poco cansado los viajes siempre le estresaban.

       Los donceles entraron con las niñas a un cuarto super acogedor pero grande.

-Vamos a bañarte Midori chan, hueles a pollito remojado- Se carcajeo Takao de la niña quien también se reía.

-Dame la ropa yo iré al cuarto de lavado, creo que este lugar tan lujoso debe de tener uno- Dijo Kouki.

-Disculpa sí te molesto pero también ¿podrías aprovechar y lavar la ropa de Harumi chan?- Le pregunto el pelinegro quien recibió un asentimiento de cara.

-¿Kise?-

-Ah no, estoy cansado, bueno ¡Hanacchi ven! ¿Qué haces?- Llamo medio quejoso el rubio mientras una rubiecita curiosa abría la mesa de noche de la enorme cama pero le contesto.

-Nada- Respondí ella acercándose a él y escondiendo algo tras sus manitos.

-Si Hanacchi, vamos a desvestirte para que ahorita tomes un baño que te hará mucho más bonita-

Cuando el rubio fue a ver que tenía la rubia en sus manos pues se llevó una sorpresa, esta tenía el celular de Aomine.

-Traviesa deja eso- Kise se rio con ella y al desvestirla la cubrió con una toallita blanca.

-Aquí tienes, gracias Furihatacchi-

-Ten, este es la ropita de Sayumi, disculpa las molestias- Le hablaba Tetsuya pasándole la ropa al castaño.

       Takao tenía la puerta del baño abierta mientras bañaba a la pequeña.

-Chicos ¿soy el único que está asustado?- Dijo el de ojos plateados con azules.

-No- Todos estuvieron de acuerdo, incluso a Himuro que se le veía tan tranquilo.

 

        Kouki estaba dando vueltas buscando algún indicio del cuarto de lavado, cuando lo consiguió, estaba al lado de la cocina. Suspiro con alivio ya que esas máquinas eran iguales a las que usaba a veces en las lavanderías exprés. Estaba esperando el ciclo de lavado y tomo una revista que estaba allí.

-Te acoplas bien, eso veo Kouki- Esa voz le alerto.

-Akashi san- Titubeo un poco pero se relajó al ver a Eiji detrás y le sonrió.

-¿Te diste un baño Eiji kun?-

-Sí, los chicos están en eso también-

-Sí necesitas algo siéntete libre de preguntarme- Dijo Akashi mirando a Kouki de forma algo seria y saliendo de allí.

-No piense mucho, haga como que esto no está pasando. El rumbo de las cosas tomara su propia forma-

-Tienes razón- Le sonrió el castaño.

 

        Había llegado la hora iba a ser difícil entrar al laboratorio que era todo un campo al otro lado de la isla sin embargo…

-Akashi sama ¿Cómo está? ¿Puedo preguntar qué es eso?- Preguntaba el guardia de seguridad al ver una enorme caja blanca de madera.

-Son equipos, mis compañeros y yo vamos a utilizar un área para hacer algunos experimentos-

-Siento esto, dejen chequear sus pases de acceso-

          Las niñas estaban dentro junto a sus hermanos, los demás estaban con Akashi vestidos con batas blancas y una tarjeta en sus cuellos.

-Todo en orden, pasen-

       Akashi pasó sin decir más con altanería. Subieron al último piso, allí estaba el prototipo de experimento sobre el transportar materia a través del tiempo utilizando ondas electromagnéticas que solo se podía encontrar en el triángulo de las bermudas en presencia de tormentas eléctricas.

        Todas las paredes eran blancas y había puertas de cristal, suerte no estaba el profesor de turno el que llevaba a cabo el proyecto C.B.

-A esperar en una hora pueda que estén comunicándose-

        Sacaron a los niños y niñas que estaban fastidiadas y cuando los bebes se fastidian pues molestan a los demás.

-Ya Sayumi chan, tranquila- Esta estaba inquieta agarrando todo.

        Sin embargo la pulsera roja cereza de Eiji palpito y acepto la llamada…

-¿Todo bien? ya prácticamente está Mai chan allí. Por favor salgan al pasillo es que también aparecerá una caja y sí no están lejos quizás alguien salga herido- Ese era Makoto.

       Todos hicieron caso y salieron. Lo primero en aparecer fue una caja que apareció de la nada y cayo a aparatosamente. De la caja con cristal resistente salió una chica con bata blanca y cabello castaño amarrados en un moño de cebolla.

-¿Niños?- Hablo ella desesperada, es que sus padres estaban súper desesperados.

-Si Mai-

-Está bien vamos a reanudar las coordenadas con el laboratorio, allá es un caos-

         Abrió de nuevo la puerta y en la computadora que también estaba de cristal, programó unas cosas y salió, afuera había un pequeño controlador táctil. Y abrió bien la puerta al iniciar un chispeo tipo cortocircuito pero no paso a mayores, desde afuera parecía una caja de cristal normal pero si veías desde dentro de la puerta que estaba bien abierta y estaba un espacio más allá y allí estaba Makoto completo, tenía un vientre pronunciado.

-Ya está listo, de dos en dos y con cuidado para que esta chatarra no colapse de repente- Le dijo Makoto a Mai chan quien asintió.

-Vamos Takumi, Sayumi chan- Les hablo ella con cariño.

-Chicos, esas personas- Kise hablo sorprendido, atrás se veían unas personas muy conocidas      

-Gracias por cuidar a mi hermana y a mí, dile adiós Sayu chan- Les sonrió Takumi a Kuroko y a Kagami tomando en brazos a la pequeña que estaba de la mano de su madre del pasado. La pequeña agito su manito.

        Un Tetsuya mayor con cárdigan beige casi naranja y con el cabello ligeramente más largo con un Taiga con barba agarrando sus hombros estaba de frente. Ambos menores entraron y fueron abrazados por sus padres.

-Gracias, gracias- Decía un Tetsuya con ojeras súper pronuncidas a su “Yo” joven y a su esposo joven también.

-Vamos cariño ¿Cómo está la princesa?- Dijo un muy apuesto y maduro Taiga alejándose pero dejando en shock a sus otros “yo” jóvenes mientras cargaba a Sayumi y le daba un beso.

-Kazuo toma a Midori chan, vamos-

       El mencionado fue y le quito de los brazos a una dormida y un poco hiperactiva niña a Shintaro.

-Adiós y disculpen las molestias- Hablo el pelinegro con anteojos.

        Pero todos observaron como un Kazunari súper delgado tras un suéter de algodón blanco y unas ojeras estaba en una silla de ruedas junto a un peliverde de gafas mayor pero muy guapo, el pelinegro lloraba mientras sus cabellos si estaban largos hasta los hombros, se veía frágil pero hermoso he allí la belleza de los donceles.

-Mamá- Kazuo se preocupó.

-Ven amor, estoy feliz de que estén bien- Dijo Kazunari sonriendo dulcemente a su Kazuo mientras veía como sus hijos atravesaban aquel portal. Cuando tuvo a los niños cerca les abrazo junto con su esposo quien le daba un beso en su cabeza.

-Mami, mami-

-¿Quieres comer Mido chan?- Le hablaba dulcemente Kazunari.

-Ya le di de comer- Hablo sin querer Takao a aquel Kazunari.

-Gracias por cuidar a los niños- Le contesto Shintaro adulto dirigiéndose a los dos menores.

-Dai tu turno-

-¡Daicchi, Hanacchi!- Un Kise mayor se veía a través del portal con el cabello largo que sostenía en una cola de caballo, tenía unos pantalones ajustados y una camisa roja con cárdigan gris claro, se veía super sexy a pesar de su edad.

-¡Ma!- Dai en el fondo era un niño malcriado por su madre.

-Gracias- Le dijo Dai a Aomine y a un Kise impresionado quien le sonrió y le dio un beso en la mejilla para luego agarrar de la mano a al rubiecita que sonreía embobada con su papi joven.

        Ambos cruzaron y fueron abrazados por aquel rubio que lloraba y les inspeccionaba.

-¿Y el viejo?-

-Pronto est…-

-¡Ryota!- Y allí llegaba un Aomine alto con su cabello ligeramente canoso de traje elegante cual superior del departamento de investigaciones de la policía y abrazaba a su familia.

-Llegaste Daikicchi-

-Claro que si amor, ¿Dónde está mi florecita?- Dijo el moreno cargando a la rubia para besar a Ryota.

-¡Papicchi!-

-Gracias chicos, por cuidar de mis tesoros- Hablo un maduro Ryota.

-Wow, tan sexy como siempre- Hablo el futuro Aomine mirando a un joven Kise quien se sonrojo.

       Aomine joven se molestó un poco, por lo que veía aquel sujeto tocaba a Ryota y se dio un golpe mental, porque a la final era el quien podía tocar todo lo que quería al rubio. 

-Vamos Aki chin,  Mi chin- Hablo un increíble Murasakibara con pantalones de vestir y camisa blanca mientras sus cabellos tenían un corte sobrio que lo hacía ver super guapo.

-¡Oh Dios! Aki ¿Qué te paso? Ven cariño- Un Himuro sexy maduro con cabellera larga y un cuerpo con curvas llegaba con una camisa tres cuartas de cuadros azules y rojos extendía los brazos.

 -Gracias- Aki se despidió agarrando con la mano sana a la niñita.

      Atravesaron el portal y allí Tatsuya el maduro derramo lágrimas.

-¡Dime qué te pasó!-

-Nada Mami chin, solo me caí y me pusieron esto-

-¿Y la nena? Harumi chan ¿te duele algo?-

-Oh, tranquilo ellos están bien. Aki tiene que tener el brazo inmovilizado por unos días, no fue grave- Hablo Himuro joven tranquilizando a su “yo” del futuro quien le sonrió y asintió.

-Gracias-

-Vamos- Dijo el maduro de Atsushi agarrando a su hija y dándole un besito en su pancita-

-No jajaja- Se reía la pequeña.

-Sí, me comeré la pancita de Mi chin-

-Jajaja-

-Vamos Eiji- Le dijo Mai chan.

-Oh, por cierto disculpe Akashi San pero una vez que entremos y cerremos transmisión podría retirar el computador y el teclado táctil de afuera y deshacerse de él, no podemos arriesgarnos que esto sea usado irresponsablemente-

-Tranquila- Sonrió amable él.

-Al fin vas a estar en casa Eiji- Decía un Seijuro maduro con peinado elegante a través.

-Si padre. Adiós, muchas gracias por su paciencia y su confianza- Dijo el pelirrojo menor despidiéndose.

-¿Eiji?- Esa voz, Kouki estaba expectante.

-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?-

-¡Estaba preocupado! No iba a dejar que tu padre me dejara votado en casa- Decía un castaño de cabello largo por los hombros molesto, se le veía dulce con un enorme su cárdigan beige y una camisa de algodón amarilla que se le veía cómoda aunque con el gran vientre todo se tensaba, parecía en que cualquier momento iba a explotar.

-¿Cómo están mis hermanitas?- Hablo Eiji derrotado dejándose abrazar por su madre quien le besaba las mejillas y le examinaba.

-Te pedí que por favor te quedaras en casa, un viaje así podría adelantar el parto- Seijuro le estaba retando y llamándole la atención, lo normal.

-Cállate ¿Si? ¡No me iba a quedar sabiendo que la existencia de mi hijo estaba en peligro!- Le hablo fuerte el castaño al pelirrojo mayor quien suspiro.

-Tienes razón cariño, solo estoy preocupado por las gemelas- Dijo el pelirrojo acercándole tomando su mano y besándosela.

-Vamos, cariño para que descanses en la casa de playa oh, se me olvidaba. Necesito que me escuchen- Hablo el maduro Seijuro a los jóvenes.

-Primero gracias Seijuro, a todos por la ayuda. Quería pedirles algo, no piensen demás, lo que va a pasar va a pasar y ya. No se estresen pensando en el futuro-

-Adiós mocosos- Dijo Makoto desconectando todo, dejando a los chicos desconcertados, era mucha información.

           Kouki tenía la boca abierta, se había visto el mismo como un tirano dándole órdenes a su esposo y súper embarazado de gemelas, y allí se conmovió, iba a tener unas pequeñas muñecas. Estaba rojo.

         Kazunari estaba asustado, se había visto esquelético aunque se veía atractivo pero se vio como alguien que había sufrido mucho, tenía miedo sin embargo sintió una mano que alborotaba sus cabellos.

-Ya Bakao, admito que me asuste al verte en silla de ruedas pero vamos, es en el futuro no sabemos a ciencia cierta qué es lo que sucederá-

.

.

.

FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

      

 

 

Notas finales:

Uff me duele la espalda :( Que tal les parecio?


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