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My sweet secret por Otogi Rinkaku Nishimura

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—¿Qué quieren hacer qué? —Bien, Jaebum sabía de ante mano que sus compañeros de grupo eran algo... raros, pero ya lo que estaban diciéndole era algo descabellado— ¿Por qué quieren poner una cámara oculta en la habitación de Jinyoung?


— Pues ya sabes, lo típico, mirar cómo se cepilla el cabello o se unta loción de albaricoque... ¡Queremos saber qué hace cuando nosotros no estamos! O sea...Heeeelloooo~


El tono utilizado por Jackson hizo que el líder frunciera un poco su ceño. Estaba acostumbrado a las locuras que se le ocurrían al chico de China, pero eso era inaudito. Lastimosamente, antes de poder hablar para negar lo pedido, sintió como su muñeca era sujetada, en cuanto volteo, se encontró con la sonrisa de Mark.


Años de convivencia le habían enseñado que cuando Mark sonreía de aquella forma algo malo sucedería.


— Jaebummie, vamos, solo será para jugar un rato. No hará daño a nadie, incluso luego podremos mostrarle a Jinyounggie, estoy seguro que incluso a él le hará gracia.


Todos los demás integrantes de GOT7 no tardaron en usar de todos sus encantos para intentar convencer al líder de que lo que harían sería algo divertido, una buena futura anécdota para reirse con sus fans.


— Ya... De acuerdo... Pero ustedes pondrán la cámara y demás, yo no pienso mover un dedo.


Todos gritaron de felicidad ante la aprobación de su líder, siendo Bambam y Youngjae quienes fueron corriendo a la habitación de Jinyoung, aprovechando que este había salido unas horas, para poder colocar la cámara espía que habían comprado.


Yugyeom se sentía algo incomodo por lo que estaban haciendo. Si, adoraba molestar a Jinyoung, pero sentía que eso ya era invadir la privacidad del actor, pero nada podía hacer, ya Jackson se había encargado de dar muchos besos a JB por haber aceptado, así que ya veía que incluso el líder estaría viendo con ellos.


Una nota fue la que pusieron en la mesa de la cocina, avisando que estarían ausentes hasta el día siguiente, diciendo que cada uno algo diferente para no parecer sospechosos, Youngjae era el único que no escribió nada, ya que como él vivía en otro departamento, no debía dar explicaciones.


JB y Jackson dijeron que irían a una fiesta nocturna, lo cual era bastante creíble, ya que la pareja solía hacer ello algunos fines de semana.


Mark dijo que iría a la casa de un conocido que había llegado a Corea de visita.


Yugyeom y Bambam solo dijeron de ir a una pijamada con los de la línea 97, alagando que al ver que los demás se habían ido ellos también lo harían.


Jinyoung leyó cada pequeña nota con una pequeña sonrisa adornando sus labios, riendo un poco para luego negar con su cabeza a la par que se encamino hacía su habitación, anotando mentalmente el hecho de enviar un mensaje a los chicos para recordarles que tuvieran cuidado.


Por algo era la madre del grupo, ¿Verdad?


Camino por toda su habitación, ordenando esta con total dedicación. Al ver que todo estaba en perfecto estado y que todo estaba en su lugar correspondiente pudo sacar una toalla, saliendo de su habitación para esta ves ir hacía el baño. Estaba algo cansado y no había nada mejor que un buen baño caliente para relajar sus tensos músculos.


Tal vez era el cansancio, pero había pasado por alto que, en lo alto de su armario, había un pequeño aparato con un lente.


El resto de GOT7 se encontraba en el apartamento de Youngjae, ya que el hermano de este se había ido de visita a lo de sus padres. Estaban sentados como podían para estar cómodos, la gran tablet estaba en las manos de Bambam, quien reía un poco mientras compartía algunos comentarios con Jackson, produciendo las risas de los otros chicos a su lado.


Todos guardaron un silencio sepulcral cuando vieron que luego de unos 20 minutos Jinyoung volvía a entrar a la habitación. Todos se miraron algo incomodos, ya que habían visto que la ''madre del grupo'' había entrado con solo una toalla atada a su cadera.


— Bueno, yo si note que se había olvidado la ropa, ni siquiera la separo, tal vez estaba cansado —La suave voz del dueño de aquel departamento se hizo escuchar sobre los demás, quienes asintieron con una sonrisa.


— Realmente quiero saber porque se la pasa en su cuarto. Recuerdo que una vez le pregunte que hacía para entretenerse cuando estaba solo y solo me contesto que se la pasaba en su cuarto.


— Capaz juega videojuegos. —Yugyeom no tardó en responder la pregunta del estadounidense, para luego callarse cuando todos le hicieron una seña de guardar silencio— Ashhh, solo contestaba.


En vez de cambiarse, todos notaron que Jinyoung solo se paseaba por todo el cuarto, fijándose sus libros o viendo su celular. Gracias al aparato, el cual era nuevo en el mercado, podían ver en una gran definición como las gotas de agua recorrían el delgado cuerpo del actor.


Un suspiro de alivio salió de los labios de JB cuando noto como su compañero de JJ project se dirigió al armario, pero en vez de agarrar ropa, se quedó viendo su reflejo en el espejo de cuerpo completo que estaba a un costado del mueble.


Pequeñas risas salieron de los labios de Bambam cuando noto como Jinyoung había comenzado a cantar un poco, sin despegar su mirada del espejo. Era como si se estuviera cantando a sí mismo, pero haciendo los mismos gestos que hacía las Ahgase.


Al final todos no habían podido terminar de reír, vamos, ver a Jinyoung, cantando y bailando en toalla no era algo que podían hacer todos los días.


Fueron al menos unos diez minutos de bromas que se hicieron entre todo GOT7 sobre la situacion antes de ver como Jinyoung detenía cualquier accionar, emitiendo un profundo suspiro antes de mirar hacía la puerta y luego revisar su celular.


En la mente de todos, creyeron saber que Jinyoung solo confirmaba que nadie le molestaría por esa noche.


Aún sin vestirse pudo ir hasta su cama, cubriendo su cuerpo con las sabanas. Luego de unos movimientos, todos pudieron ver caer la toalla a un lado de la cama, lo cual hizo que Jackson en particular diera un gritito agudo.


— ¡Duerme desnudo! ¡Oh por Dios, nunca creí que Jinyoung durmiera desnudo!


— Jackson, ya, deja de gritar. —Por más que JB amara al chino, no podía evitar suspirar pesadamente ante los gritos agudos que este daba. Al menos ya era mucho más paciente que antes.


—Hyungs... De verdad, ¿Qué hacemos espiando a Jinyoung hyung? —La voz algo nerviosa de Yugyeom se hizo presente en ese momento. No era por ser mal pensado ni nada, pero ver las sabanas moverse hacían que la vergüenza le superara.


— Cállate, Yugyeom, quiero ver que hace ''mamá'' cuando no estamos. —Bambam intentaba por todos los medios el contener su risa. Toda la situación le daba mucha diversión, por más que en ese momento el mencionado se encontraba cubierto con las sabanas.


Toda broma y risa que los seis chicos podían estar compartiendo frenaron de golpe en un momento justo en que captaron un sonido a través de la tablet.


¿Habían escuchado bien? Aquello había sido... ¿Un gemido?


La incredulidad era algo que se plasmó en los seis rostros que se mantenían mirando fijamente la pantalla.


Solo basto ver como el rostro de Jinyoung se asomaba entre las sabanas para que los seis chicos se colocaran rojos de la vergüenza, lo cual se intensifico cuando los sonidos de gemidos se hicieron presentes.


Era un hecho, podían ver como de los carnosos labios de Jinyoung escapaban aquellos gemidos, pero había algo que no comprendían...


¿Por qué no podían apartar la mirada de esos gestos que el chico hacía? Por más que no lo querían aceptar, el calor se estaba haciendo presente en sus cuerpos.


Por eso prefirieron callarse y disfrutar de la vista que ahora se daba en esa pantalla.


Jinyoung era totalmente ajeno a lo que sucedía, solo concentrándose en deslizar sus manos por su cuerpo, sintiendo pequeños estremecimientos cuando sus dedos rozaban con sus tetillas.


Debido a la humedad que había quedado en su piel por la ducha, la sabana se había apegado a esta, lo cual le fue algo incómodo.


La respuesta a ese problema fue algo simple, solo tuvo que utilizar sus pies para quitar lo que cubría su cuerpo, sonriendo de lado al sentirse más cómodo así.


Nuevas caricias fueron las que ambas manos se encargaron de dar, no solo por su pecho, no, si no que bajaban, explorando cada centímetro de piel que podía.


Los largos dedos dejaban caricias más pronunciadas en la zona de la cintura, cadera y bajo vientre, produciendo que pesados jadeos escaparan de los labios del chico de cabello negro.


Las delgadas piernas se abrieron un poco, todo con el fin de poder acariciar la zona interna de sus muslos. Sus uñas no tardaron en ejercer presión en aquella parte tan sensible, dejando marcas de algunos arañazos en la blanca piel, en tanto unos gemidos más agudos escapaban de sus labios.


Jinyoung parecía prácticamente ignorar su erección, por más que en su interior moría de ganas por acariciarse.


Pero siempre prefería jugar con su cuerpo antes de eso.


Las caricias comenzaron a subir de intensidad, como también de brusquedad. Ya podían notarse algunas marcas tanto en los muslos como en la cintura.


Cuando sintió su cuerpo lo suficiente caliente, Jinyoung dirigió su mano izquierda a su boca, atrapando tres de sus dedos entre sus labios, lamiendo y succionando estos con paciencia. Su mano diestra se encargó de seguir con sus acciones, deteniendo en una de sus tetillas para pellizcar esta, provocando descargas eléctricas que iban directamente a su pene.


En cuanto sintió que sus dedos estaban llenos de saliva los saco de su boca, bajando su mano para ubicarla entre sus piernas, las cuales abrió aún más para tener un mejor acceso.


Un suave gemido escapo de sus labios cuando introdujo el primer dedo en su interior, cosa que ni siquiera espero para empezar a moverlo en círculos. El segundo dedo no tardo en entrar, siendo los movimientos de tijera algo que hacían que Jinyoung no pudiera evitar estremecerse, dando gemidos entrecortados.


El calor de su cuerpo ya era sofocante, las gotas que perlaban su cuerpo ya no eran del agua del baño, no, si no que eran del sudor que producía.


Cuando el tercer dedo se hizo lugar en su interior, una sensación de placer recorrió todo su cuerpo, apretando los dedos de sus pies ante ello. Cuando sintió que cualquier molestia había pasado a un tercer plano fue que comenzó a mover sus dedos, primero lento, dejando que su interior se acostumbrara a la intromisión.


Pero la paciencia no era algo que Jinyoung tuviera, por lo que no tardo en dejar que sus dedos se movieran dentro suyo con la mayor velocidad que pudiera.


Los gemidos se habían vuelto mucho más constantes e incluso más fuertes, ¿Por qué debería reprimirse cuando estaba solo? Pocas eran las veces que la casa estaba vacía, así que intentaba aprovechar cada momento que tenía para satisfacerse.


Pero le faltaba una sensación para sentirse extasiado al máximo.


Su mano libre, la cual se había mantenido atendiendo sus tetillas, ascendió hasta su cabeza, logrando agarrar con firmeza un puñado de su cabello, tirando de este con fuerza.


El placer provocado por sus dedos al rozar constantemente contra su próstata y ahora sumado el dolor de su cuero cabelludo le hicieron arquear su espalda al momento de dar un gemido más prolongado y fuerte, sintiendo sus piernas temblar por todas sensaciones que se juntaban.


De su glande llegaban a salir pequeñas gotas de pre semen, debido a toda la estimulación que hacía que su excitación creciera con cada minuto que pasaba.


Masturbarse fue algo que se le vino a la mente, pero en el sentir de Jinyoung, aún no había terminado de jugar consigo mismo.


Sus dedos se retiraron de su interior con lentitud, más que nada ya que su cuerpo temblaba un poco.


Incorporándose, pudo girar hacía la mesa de noche que estaba al lado de la cama, abriendo el tercer cajón, rebuscando en esto los objetos que siempre guardaba allí.


El vocalista mordió su labio inferior al mirar los dos objetos que había agarrado, los cuales siempre le ayudaban para hacerle ver las estrellas.


Tomando el pequeño frasco de lubricante logro abrir este, untando solo un poco de este en su mano, llenando esta del particular aroma a fresas que la viscosa sustancia tenía.


Siempre había amado los lubricantes de sabores, lo mismo aplicaba para los condones, aunque los últimos los prefería con sabor a chocolate.


Con la mano que tenía lubricante, logro extender la sustancia por el dildo rosado que sostenía con su otra mano, todo con el fin de que al introducirlo en su interior no le produjera ningún dolor. Si, el juguete no era de un tamaño monstruoso, pero era más grande que sus dedos, así que la molestia era algo que iba a sentir de todas formas.


Cuando sintió que ya estaba listo volvió a acomodarse en la cama, solo que esta vez no se recostó como había estado antes.


Esta vez había decidido sentarse sobre sus piernas, a su vista, era la mejor posición si es que quería ''montar'' el objeto que tenía entre sus manos.


Antes de llevar el aparato entre sus piernas fijo su mirada en este, viendo como en la punta del dildo se encontraba una acumulación de lubricante. No dudo en acercar su rostro, asomando su lengua para lamer la viscosa sustancia, relamiendo sus labios al distinguir el delicioso sabor de la fresa.


Acomodándose mejor, logro dejar que la punta del objeto rozara contra su dilatada entrada, produciendo que un suspiro de anticipación saliera de sus labios, los cuales ya estaban hinchados y rojos debido a todas las mordidas que les había dado.


Dejando caer su cuerpo sintió como poco a poco el juguete iba adentrándose en su interior, expandiendo sus paredes anales.


Jinyoung mantuvo la respiración hasta notar que toda la longitud del dildo se encontraba dentro suyo, manteniéndose quieto el tiempo suficiente como para sentir que ya no había ninguna sensación de molestia.


Gracias a la base del objeto, no tuvo que tomarse la necesidad de sujetar este, así que sus manos pudieron apoyarse en el colchón, ayudándose así a darse un impulso y comenzar a saltar.


Fuertes gemidos llenaron por completo la habitación, acompañado de jadeos igual de fuertes. ¿Cómo podía describir lo maravilloso que se sentía el que ese objeto tocara una y otra vez contra su próstata? Era como tocar el infierno y el cielo al mismo tiempo.


Una de sus manos dejo de sostenerse del colchón, pudiendo al fin tomar su abandonada erección, masturbándose a la misma velocidad de sus saltos, los cuales eran desesperados, erráticos, era como si solo se dejara llevar por esos instintos que le dictaban la necesidad de satisfacerse lo más posible.


Su espalda se arqueo al mismo tiempo en que su cabeza se hizo hacía atrás, todo producto de que había dejado caer su cuerpo con una mayor fuerza y por consecuencia, el juguete había entrado aún más profundo.


— ¡A-Ah! ¡S-Si! T-Tan delicioso.


Palabras incomprensibles escapaban de los labios de Jinyoung, solo podía dejar a entender en pocas palabras lo mucho que disfrutaba eso.


Siempre se había considerado de esas personas que eran ruidosas a la hora de tener sexo, así que nunca se contenía cuando una de sus sesiones se volvía tan buena como esa, por más que no estuviera con una persona y solo pudiera saltar sobre algo que había comprado.


¿Qué más podía hacer cuando tenía prohibido el relacionarse con otras personas? Había tenido que olvidarse de los bares gays nocturnos luego de ingresar a GOT7, al menos había encontrado consuelo en los juegos que hacía. Porque incluso había tenido que despedirse del cybersex.


Cuando Jinyoung sintió su cuerpo tensarse supo que no le faltaba mucho para llegar al orgasmo, eso provoco que su mano se moviera de arriba abajo con toda la velocidad que su muñeca le permitía, presionando su pene con sus dedos, jugando con su glande, en tanto sus saltos se volvieron un poco más lentos, pero todo con el fin de que su cuerpo cayera con más fuerza y así hacer que las descargas de placer se multiplicaran por el estímulo en su punto G.


Sus ojos estaban nublados, tanto de placer como de las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas, todo culpa de los deliciosos calambres que le recorrían de pies a cabeza.


Cuando llego al orgasmo, no pudo evitar que un grito de éxtasis escapara de sus labios, en tanto su semen manchaba su mano y su vientre.


Recuperarse de la asfixiante sensación le costó un poco de tiempo, más porque sus piernas parecían gelatinas de tanto temblar. Incorporándose, dio un ahogado jadeo cuando retiro el dildo de su interior, solo teniendo que empujar este con su pie para hacer que terminara en el suelo.


Recostándose en la cama, pudo darse en la tarea de calmar su irregular respiración, en tanto sus ojos se posaron en su diestra, mejor dicho, se centraron en el semen que había quedado en esta. Los carnosos labios se curvaron en una pequeña sonrisa, en tanto acercaba su mano lo suficiente como para lamer su esencia, cerrando sus ojos para disfrutar del salado sabor de esta hasta dejar su mano completamente limpia.


Luego de ello pudo cubrir sus ojos con su antebrazo, pensando en la posibilidad de descansar un poco, aunque la idea de una segunda ronda le era demasiado atractiva.


Lo que Jinyoung no sabía, era que lejos de ese departamento, los demás integrantes de su grupo habían visto todo lo que había hecho.


JB no salia de su asombro, su boca estaba entreabierta, sintiendo su propia respiración algo agitada.


Jackson tenía su boca cerrada, pero cada tanto relamía sus labios al sentir estos y su garganta secos en demasía.


¿Youngjae? Él estaba con sus mejillas completamente rojas, abriendo y cerrando su boca como si no supiera que decir u hacer.


Bambam solo podía ver la pantalla entre sus manos, apretando sus dedos contra la tablet.


Mark mordía con fuerza su labio inferior, apretando sus manos en puños hasta dejar sus nudillos blancos.


Yugyeom era el único que parecía tener un rostro calmo, aunque por dentro sentía que podría morir en aquel instante.


Pero habían dos detalles en particular que los seis chicos tenían en común.


La gran erección oculta en sus pantalones.


Y el insano deseo que ahora tenían por tocar ellos mismos la piel de Jinyoung.


Eso no era nada bueno. 


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