Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La vida a tu lado por Higary

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Hace muchísimo tiempo que no publico nada aquí, en realidad no pensaba subirlo porque es más un bromance que yaoi en serio, así que si esperan una historia de amor con besos y declaraciones románticas, mejor den media vuelta y aléjense lo más pronto posible XD
Tenía muchas ganas de escribir este pequeño fic, ya que con todos los altibajos que he pasado, me sentía desconectada con mi inspiración para esta pareja que amo, así que para mí este es un pequeño paso para próximamente retomar mis proyectos pendientes. Espero que les guste, como siempre recibiré sus saludos, golpes, pedradas, jitomatazos, cebollazos, amenazas, flores, felicitaciones, bombas y demás. Sin más que añadir: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Los personajes son propiedad de Kishimoto. La idea para ese fic vino en uno de esos mágicos momentos de inspiración.

LA VIDA A TU LADO

 

Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto habían sido amigos desde que tenían memoria. De verdad, no recordaban su vida sin la presencia del otro. Se habían acompañado en los mejores y peores momentos, aún con sus diferencias sabían con total seguridad que siempre podrían contar con el otro.

 

En estos momentos se encontraban en un bar compartiendo sus mismas lamentaciones: los constantes cuestionamientos de sus familias sobre cuándo conseguirían una pareja y sentarían cabeza. Apenas tenían veintisiete años, no entendían las prisas de sus padres por verlos casados, con un montón de hijos y amargados. Claro, esta parte no se la mencionaban a sus madres, no estaban locos.

-¿Qué vamos a hacer, teme? –preguntó Naruto, recargando su frente en la barra- ¡No quiero casarme!

-Pues simplemente seguir negándonos… O escapar lejos a donde no puedan encontrarnos.

-Casi nunca bromeas y eliges este momento para hacerlo.

-¿Tienes una mejor idea, usuratonkachi?

-Sólo arreglar un matrimonio fingido con una persona igual de desesperada que yo –soltó, riendo despreocupadamente.

El rubio tardó varios minutos en entender por qué de repente su mejor amigo había respingado y comenzó a observarlo de aquella manera tan penetrante.

-Oh, no, olvídalo, Sasuke. No pienso casarme contigo.

-¿Por qué no? Yo tampoco quiero casarme contigo ni con nadie, pero pareces una muy buena opción. Podemos decirles que hemos salido en secreto por años y que finalmente estamos listos para dar a conocer nuestra relación y así formalizarla.

-Ni hablar, no quiero ser parte de esa cursi y falsa historia de amor.

-Bien, entonces ve y encuentra una irritante esposa que querrá la trates como a una princesa mientras tú lo único que desees sea ir a comer ramen.

Naruto tragó saliva imaginando tal escenario. Amaba su vida, siempre había sido alguien que deseaba ser reconocido por los demás y se esforzaba para alcanzar cualquier meta que se propusiera. En ninguna parte de ese escenario entraba la idea de atarse a una persona que esperara le diera hijos, una casa, tal vez incluso un perro; alguien a quien tendría que darle explicaciones de lo que hacía y por qué.

-¡Teme! –exclamó sujetando la mano del moreno- ¡Cásate conmigo y sé mi feliz y falso esposo!

-Vaya, dobe, ¿ya no te parezco un pésimo partido? –preguntó con burla

-Cállate, sé que te encanta tener la razón –suspiró-. Pero esta vez la tienes. ¿Quién mejor para compartir tu vida que tu mejor amigo? Ninguno de los dos va exigir flores, regalos ni nada más del otro, nos conocemos muy bien y el que no nos hayamos matado hasta ahora es buena señal de que tampoco lo haremos en el futuro. Al menos eso espero.

Se observaron fijamente e intercambiaron sonrisas confiadas. Quizá era un plan disparatado, sin embargo era su mejor opción y estaban decididos a lograr que funcionara. Y el primer paso era inventar su “historia de amor”.

 

Reunir a sus familias no fue complicado. ¡Eran vecinos desde hacía como treinta años! Ambos podían ingresar a la casa del contrario como si nada, así que ni sus padres ni el hermano mayor de Sasuke intuyeron que algo extraño fuera a pasar. Sasuke y Naruto habían detallado su historia para posteriormente ir a conseguir un anillo de compromiso. Fue un pleito decidir quién lo usaría, pero después de varias rondas de piedra, papel o tijeras, un par de volados y la conclusión de que Naruto era tan distraído que lo más probable es que terminaría perdiéndolo, Sasuke fue quien se quedó con el anillo, recordándole al rubio que a final de cuentas después iban a cambiarlo por dos argollas matrimoniales.

-Oigan, ¿qué pasa entre ustedes dos? –preguntó Kushina Uzumaki- Han estado muy misteriosos.

Ambos amigos intercambiaron miradas, tomaron aire y procedieron a soltar su ficticio romance: narraron que si bien seguían siendo mejores amigos, desde un tiempo atrás comenzaron una relación románica que resultó funcionar de maravilla y por eso ahora deseaban casarse y vivir juntos hasta que fueran un par de viejitos arrugados. Esto último fue dicho por un sonriente Naruto, mientras el Uchiha deseaba golpearlo por soltar esa clase de comentarios. Por supuesto sus familias creyeron que estaban bromeando, pero conforme pasaban los minutos, se dieron cuenta de que no era así y comenzó el escándalo.

 

Tomó cerca de dos horas que los ánimos se tranquilizaran. En realidad sus padres seguían sin creerles del todo, estaban convencidos de que aquella locura era simplemente una forma de evitar las constantes preguntas sobre cuándo formarían sus propias familias (lo que en realidad era cierto, pero claro, no se lo dirían a ellos), de modo que decidieron dejarlos seguir adelante. Sugerencia cortesía de Itachi, el primogénito y genio Uchiha, quien realmente deseaba ver hasta dónde llegaban esos dos con su farsa.

 

Claro, debieron recordarse que nadie le ganaba a la terquedad de Naruto y Sasuke; por eso mismo solo un par de meses después se encontraban en la pequeña y sencilla ceremonia de casamiento. Minato y Fugaku, los padres de ambos, simplemente comentaron que si no quedaba más remedio, al menos sabían que su hijo se casaría con un buen sujeto. Las esposas de ambos eran quienes se lamentaban porque no vislumbraban nietos en su futuro (los recién casados siempre decían que no deseaban hijos), hasta que vieron al siempre popular Itachi siendo perseguido por algunas chicas y rezaron porque él no les fallara en ese sentido.

 

La vida juntos no fue tan complicada como podía haber sido. Sasuke era demasiado ordenado mientras Naruto resultaba ser todo lo contrario, sin embargo ambos ya lo sabían perfectamente y fue cuestión de trabajar en ello. Algunas amenazas por parte del moreno o robar el ramen del rubio, y era seguro que éste limpiaría todo su desastre sin pensarlo dos veces. Naruto era alguien bastante amistoso, Sasuke era un antisocial, pero con tal de callar los constantes y molestos comentarios de “pésimo amigo” y “peor marido”, terminaba cediendo a salir con el rubio y reunirse con sus otros amigos y conocidos.

 

No pasaban tanto tiempo juntos debido a los trabajos de ambos, aún así por las noches siempre cenaban juntos, a veces se contaban su día o simplemente se sentaban a mirar alguna película o programa que al Uzumaki le interesara. Cuando alguno se enfermaba, era responsabilidad del otro cuidarlo lo mejor posible, algo que no era tan buena idea tomando en cuenta que Sasuke resultaba muy tosco y Naruto un tanto torpe, pero de alguna forma al final funcionaba.

 

Los días se convirtieron en semanas, posteriormente en meses y luego en años. Sin darse cuenta pasaron cuatro años de falso matrimonio amoroso. Sus aniversarios los tomaban a broma, por eso para mantener las apariencias trataban de organizar un pequeño viaje para la fecha y se iban a turistear, así no tenían que fingir delante de sus familias. Esta vez habían decidido viajar a Florida, todo porque querían visitar el parque temático de Harry Potter. Naruto se había divertido de lo lindo a costa de su amigo, quien primero muerto antes de aceptar que era gran fan de la saga. Estaban en su habitación de hotel preparando las maletas para el viaje de regreso, hasta que de pronto el rubio se detuvo y frunció el ceño.

-¿Qué sucede, usuratonkachi?

-Es sólo que… me la he pasado genial, Sasuke.

-… ¿Lo lamento?

-No lo decía como algo malo –sonrió un poco-. Simplemente me preguntaba, ¿todavía estás bien con este acuerdo?, ¿no preferirías compartir estas experiencias con una verdadera pareja?

-¿Tú preferirías eso?

-Siendo sincero… no. A pesar de que discutimos mucho, siempre he pensado que tú y yo nos entendemos mejor que nadie, me divierto mucho a tu lado. Simplemente me preguntaba si no es un tanto egoísta retenerte en este matrimonio.

Sasuke no pudo evitar sonreír también. Su mejor amigo era la persona más buena y desinteresada que conocía, a veces era tan noble que lo frustraba porque no quería que alguien se aprovechara de él. Tomó asiento a su lado y le dio un ligero golpe en la cabeza para animarlo a su estilo.

-No serás el hombre más guapo del mundo, pero todavía no me orillas a la desesperación de querer ir a buscar en otra parte lo que no me das, Naruto.

-¡Hey! Tienes que serme fiel, bastardo.

-Descuida. A decir verdad, siempre he pensado que soy yo quien te retiene a ti con este matrimonio y comenzaba a preguntarme si no estarías resentido conmigo por ello.

El rubio negó con la cabeza, buscó algo en su maleta y lo colocó en la cabeza de Sasuke para luego sonreír de manera deslumbrante.

-¡Feliz aniversario, Sasuke!

El ojinegro simplemente rodó los ojos, pero también sonrió. Su estúpido esposo acababa de regalarle una réplica del sombrero seleccionador.

 

Los años siguieron transcurriendo uno tras otro. Nunca buscaron alguna amante, esa parte de su vida jamás fue algo que realmente les interesara. Ellos mismos se reían de que se eran más fieles el uno al otro que muchos matrimonios que se suponía realmente fueron por amor. Tampoco desearon tener hijos. Los pocos instintos paternales los reflejaron en los sobrinos que Itachi les dio; les encantaba echar a perder a esos niños, para desesperación de su padre quien decía que eran un mal ejemplo para sus pequeñas mentes. Lo que sí tuvieron fueron varias mascotas, desde perros, gatos, hámsteres, incluso una tortuga que vivió veinte años, para sorpresa de todos. La donaron al zoológico para que estuviera con otras tortugas y pudiera reproducirse; bromeaban con que esos serían sus nietos reptiles.

 

Sus sobrinos crecieron y formaron familias propias. Solían visitarlos y, como hicieron alguna vez con los niños, ahora se divertían consintiendo a sus sobrinos nietos. Itachi solía decir que se iría tranquilo porque sus hijos siempre podrían contar con ellos dos para aconsejarlos. Con el paso del tiempo sus padres se resignaron con la idea de que pondrían fin a su matrimonio, porque si bien sabían que de verdad ahí no había amor romántico, llegaron a entender que a pesar de todo, su relación era una bastante estable y feliz. No podían haber pedido una mejor pareja para sus hijos.

 

Pasaron muchísimos años casados, siempre junto al otro en las buenas y en las malas. No podían impedir el paso del tiempo y las enfermedades que conlleva. Y por eso Naruto tuvo que encontrarse en un hospital, sentado junto a la cama donde un anciano Sasuke estaba recostado. Sostenía con manos temblorosas las de su amigo, quien lo contemplaba a pesar del cansancio que su rostro mostraba.

-¿Cómo te sientes, Sasuke?

-Excepto porque me estoy muriendo… de maravilla, dobe.

-No digas eso, por favor –sollozó

-Ya hablamos de esto… ¿recuerdas? –le apretó las manos- Al final resultará que… sí eres el más resistente de los dos…

-Siempre dijiste que yo era más terco.

Intercambiaron pequeñas sonrisas a pesar de la situación. Ninguno deseaba causarle más pena y pesar al otro, eran compañeros después de todo, se querían muchísimo y siempre supieron que estarían juntos toda la vida. Simplemente parecía que eso estaba llegando a su fin.

-Oye, teme… Muchas gracias… Por toda esta vida a tu lado. De verdad… fui muy feliz contigo. Eres el mejor esposo que alguien podría pedir.

-Claro que… lo soy, idiota… Pero también te agradezco por… todos los años juntos… Ahora sí tienes mi permiso… para casarte de nuevo…

-Olvídalo –sonrió con cariño intentando contener las lágrimas-. Un matrimonio fue suficiente para mí.

 

Sasuke ya no dijo nada más, así que Naruto se la pasó narrando las mejores anécdotas que recordaba desde que eran pequeños, hasta que se les ocurrió la idea de casarse y todas las locuras que vivieron juntos. Rompió el corazón de varias enfermeras ver al Uzumaki, ahora con el cabello totalmente blanco, seguir hablando mientras las lágrimas escapaban de sus ojos y a pesar de ello en ningún momento soltar la mano del otro hombre que ya no respiraba.

 

Sus sobrinos se mantuvieron al lado de Naruto en todo momento durante el funeral; les preocupaba dejarlo solo. El anciano se mantuvo fuerte y estoico en todo momento, pues no tenía pesares. Había compartido prácticamente toda una vida con Sasuke y si bien jamás tuvieron una relación romántica, sí que había amor ahí, el más puro y sincero que pudieran sentir, más devoto que el que muchas parejas “reales” pudieran presumir. Casarse fue la mejor decisión que tomaron y jamás se arrepintieron de ello.

-Te veré de nuevo… Espera un poco por mí.

 

FIN


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).