CAPITULO 1
Nación de Konohagakure
Majestad... Raza No Sabaku solicita una audiencia – informó Kakashi, Fugaku solo dio una señal para aceptar, de inmediato el peliplata salio y unos minutos pasaron e ingreso con un varón alto de pelo rojo y piel blanca, quién realizó una reverencia al pelinegro.
A que se debe su grata visita Sabaku – espetó con ironía Fugaku, al ver al pelirrojo reverenciarle, sabía bien quién era “traidor” pensó.
Majestad – pronunció el varón, colocándose de rodillas – vengo a presentarle mis respetos y brindarle mi apoyo en la búsqueda de sus primogénitos – comunicó Raza inclinando la cabeza.
No aceptó – contesto tajante Fugaku – aún… recuerdo cómo ustedes traicionaron a mi padre, por esa razón no puedo confiar en ninguno de ustedes – exclamó el Uchiha, mirando con rencor al mayor.
Lo se majestad ¿pero como vera?, mi nación no se ha aliado con ninguna y solo quiero ser fiel a la memoria de su padre, por eso quiero la unión de nuestras naciones – propuso muy decidido el pelirrojo, jugando su última carta de salvación.
¿Cuál es su trato? – Fugaku fue directo al grano, no le gustaba los rodeos, menos de ese maldito traidor.
Por medio de un compromiso… tengo dos hijos donceles de la edad de sus hijos – comento el pelirrojo, ante la atenta mirada del rey – ¿si su Majestad me permite?, yo ofrezco brindarle mi apoyo y fidelidad a su reino, si permite la alianza de ambas naciones por medio de las leyes reales – propuso el varón, Fugaku empezó a meditar, ahora necesitaba ayuda y por más que no confiaba en Raza, sabía que era su única salvación por el momento.
Esta bien, aceptó… solo con una condición… que encuentres sanos y a salvo a mis hijos – sentencio Fugaku, aceptando el trató, por ahora no podía hacer nada, su ejército tenía muchas bajas, debido a que la mayoría se encontraban heridos, solo le quedaba ser paciente y esperar.
Es un trató majestad, con su permiso, me retiro… hoy mismo me encargaré de buscarlos – comunico el pelirrojo con una sonrisa enorme, había obtenido lo que quería.
Nación de Sunagakure
Majestad – sus súbditos y soldados realizaron una reverencia a su rey, que ingresaba a su reino muy contento, una vez ingreso a su castillo, vio como su pequeño hijo de dos 2 años corría a su encuentro.
Padre ¿Cómo te fue? – pregunto un sonriente niño, de pelo rojo como la sangre, piel blanca, abrazando con sus pequeñas manos el cuerpo de su padre.
Hola tesoro, me fue excelente, no te preocupes – respondió el mayor acariciando los cabellos de su hijo – ve a cuidar de tu hermano, que muy pronto serán los consortes de ambos reinos – comento a su hijo y lo acompaño hasta la alcoba de su pequeño, donde vio como una de sus plebeyas sujetaba en brazos a su otro hijo – cuídalos muy bien, ¿si no?, tu vida estará en peligro si algo les sucede – advirtió el rey, asustando a la joven que de inmediato agarro la mano del doncel mayor y asintió, Raza solo sonrió y salió del lugar rumbo a su trono donde todos sus consejeros lo esperaban.
Su majestad – reverenciaron todo su consejo real, Raza al ocupar su trono y sentarse en ella miro a todos sus subordinados, que esperaban atentos a su informe.
Nuestra nación logro la alianza con Konohagakure – informo el pelirrojo, ante la atenta y sorprendidas miradas de sus súbditos, que no podían creer como su rey consiguió unirse con el reino más poderoso – muy pronto seremos una de las naciones más temidas de este continente, por esa razón quiero que reúnan a sus mejores soldados para que busquen a los hijos del rey Fugaku – demando el mayor – mañana al alba partirán para ubicar su paradero, ahora retírense – ordeno el monarca serio, todos de inmediato obedecieron y salieron del lugar para cumplir con el pedido de su rey.
¡Así que!, su majestad logro su cometido – se escucho una espantosa voz, el rey desvió la mirada para un lado, encontrando una figura de mirada viperina entre las sombras que se acercaba muy silencioso a su persona – me pregunto ¿qué hará si no logra encontrarlos? – sonrió con burla al ver como el pelirrojo se ponía de pie y le lanzaba una mirada de odio.
Eso no es tu problema Orochimaru – espeto el rey de Suna – ¿qué haces en mis tierras?, sabes que no eres bien venido a este lugar – informo el rey.
Tranquilo su majestad, solo venia a informarle algo de suma importancia – susurro muy cerca del oído de Raza – me llegaron rumores que el rey de Kumogakure a decidido aliarse con Iwagakure, por medio de las leyes reales – comento divertido, al ver como la cara de Raza cambiaba a una de completa sorpresa.
Malditos desgraciados, creen que con una nefasta unión ¿lograran invadir mis tierras?, eso ya lo veremos – soltó con veneno en sus palabras, mirando con odio al otro varón, que solo reía a carcajadas por sacar de quicio al rey Sabaku – que te causa tanta… gracia – demando saber arto de escuchar esa horrible voz.
Nada su majestad, ¡solo que!, pensé que era más listo – contesto tranquilamente, ante la atónita mirada del rey – ¿veo que no sabe nada?, pero muy pronto se enterara por qué... esa alianza jamás sucederá – con esas ultimas palabras dichas, el pelinegro salió del lugar y junto a sus hombres que esperaban en sus caballos listos para salir del palacio de Sunagakure a todo galope.
¿Qué quiso decir con eso? – se pregunto el rey Raza, ese maldito de Orochimaru era uno de los más temidos asesinos de las naciones, no le gustaba para nada que ese tipo entrara a sus tierras, debía darse prisa en encontrar a los hijos del Uchiha para así aliarse con ellos y ser una de las mas invencibles naciones – escojan a sus mejores hombres y partan a la búsqueda de los primogénitos Uchiha ¡ahora! – grito demandante Raza, todos empezaron a moverse de un lado para otro asustados por el grito que lanzo su rey.
Nación de Kumogakure
Majestad, la reina Kushina solicita audiencia – informo un varón inclinándose a su rey.
Que pase de inmediato imbécil – contesto el rey, un varón alto, de cuerpo musculoso, piel morena, cabellos blancos por su edad– que estúpidos son todos ustedes – comento a todos sus súbditos que miraban asustados a su rey.
Unos minutos pasaron y por la puerta ingreso una hermosa mujer de pelo rojo largo, piel blanca, ojos color verde, de cuerpo menudo, una figura de infarto muy joven y bella, el rey se paro y realizo una reverencia y avanzo rápido hasta quedar al frente de la hermosa mujer, que esta solo ofreció su mano, donde el rey deposito un beso en el dorso de la delicada mano de la hermosa reina.
Bienvenida mi lady – guio a la bella mujer a un lado de su trono, para invitarla a sentarse junto a él - debo informarle que me sorprende su repentina visita – comento el rey A.
Mi Lord, es un gusto y placer que me reciba – contesto la pelirroja con una sonrisa cálida – pero me informaron que su majestad decidió cortejarme – comento Kushina, incomoda al tener la mirada dura y fría del rey – la mentó informarle que eso no se podrá mi Lord porque yo... – no pudo terminar su relato al ser interrumpida de manera violenta por el rey.
Mi lady ¿que está tratando de decir? – exigió saber el monarca, al ver como todos sus súbditos observaban atentos la conversación decidió continuar – nuestro compromiso es un hecho y eso NO está en discusión – demando el rey, mirando con odio a sus súbditos que solo decidieron abandonar el lugar, mientras los guardias de la reina estaban en alerta.
Majestad… estoy honrada por su proposición, pero no acepto ser su consorte mi Lord – contesta segura de sus palabras la reina retándola con la mirada al rey, que solo se dedico a soltar una fuerte carcajada.
Mi lady jajaja me temo informarle que nuestra boda es un hecho y ¿para su información? – susurro en el oído de la reina en tono amenazante, causando un mal presentimiento a Kushina – ¿cuando usted?, sea mi reina se tragara esas palabras, por que TODA su gente padecerá – amenazo el rey – ahora prepárese que mañana es nuestra boda… MI LADY – comunico con veneno en sus últimas palabras, saliendo del lugar, dejando a la reina Kushina muy preocupada.
Mi lady ¿se encuentra bien? – una de sus escoltas personales corrió de inmediato donde su reina al verla caer de rodillas – mi lady conteste… por favor – suplico la joven al ver como su reina dejaba salir sus lagrimas.
¿Qué haré ahora?, ¿qué haré? – murmuraba Kushina al saber que el muy desgraciado rey le había amenazado con destruir su reino, sintió como una cálida mano se posaba en su hombro, levanto la mirada y vio a un rubio varón alto, de cuerpo escultural, joven, de piel morena, ojos azules que le dedicaba una hermosa sonrisa – Minato – pronuncio inaudible.
Mi lady, por favor póngase de pie… que está preocupando a sus súbditos – exclamo el consejero real de A – debe ser fuerte por su pueblo – murmuro Minato ofreciéndole su mano, que la reina de inmediato acepto y se incorporo quedando frente a frente mirándose a los ojos – te extrañe tanto Kushina – susurro solo para que la reina escuchara, causando en la pelirroja un leve sonrojo.
Yo igual Minato, te extrañe mucho – confeso la reina, sin poder evitar abrazarse fuerte al cuerpo del varón, ante la atenta mirada de sus súbditos – ¿qué haremos Minato?, A nos matara – conto Kushina dejando salir sus lagrimas.
Tranquilízate Kushina, tengo un plan – informo el rubio, causando que la reina se separe y le mire a los ojos, buscando respuesta – solo nos queda escapar Kushina, por el bien de él – murmuro despacito, llevando su mano discretamente al vientre de la pelirroja – será por poco tiempo, miestras mi madre soluciona los problemas con Konohagakure – prometió el rubio brindándole seguridad.
Está bien Minato, acepto – concluyo la conversación la reina, se alejo del consejero real y salió junto a sus guardias del lugar y del palacio rumbo a su nación.
Shikamaru envía un mensaje a mi madre por favor y sabes que hacer – murmuro a una sombra que había permanecido oculto todo este tiempo, que había presenciando toda la escena.
Si su… perdón… Minato san – con esas palabras de inmediato desapareció del lugar dejando al rubio solo “espero que los Uchiha nos brinden su apoyo madre” pensó el rubio, empezando a caminar por los pasillos del castillo.
Nación de Iwagakure
Mi lady regreso – informo de inmediato una de las súbditas del reino, donde todos recibieron a la reina, quien solo les saludo y entro a palacio, seguida de su escolta personal – mi lady ¿está segura de tomar esa decisión? – pregunto una mujer pelinegra de cabello largo y rizado, piel blanca y ojos rojos – su vida puede correr peligro mi lady, debe pensar bien las cosas – exclamo la joven preocupada por su reina.
Kurenai ya pensé bien las cosas – respondió decidida Kushina, mirando como su escolta iba a protestar continuo – es por el bien de mi hijo y lo sabes, si A se entera matara a mi hijo y a todos los nuestros – contaba preocupada al saber que su hijo corría peligro– si mi primo toma el reino no habrá ningún problema, solo me queda escapar, junto a la persona que amo – confeso la reina, la pelinegra solo asintió y abrazo a su Lady al verla nuevamente llorar.
Cuídese mucho mi lady y cuide muy bien del futuro príncipe – apoyo Kurenai, sabía que su reina era muy noble y que si se casaba con aquel déspota rey, el reino corría el riesgo de ser invadido, el príncipe Nagato era joven, pero sabía que con ayuda del consejo real y la suya sería un buen rey y honorable.
Al día siguiente en las afueras de Iwagakure
Se podía ver a cuatro personas, dos varones y dos mujeres, ambos varones tenían unos bultos entre sus manos.
Mi lady cuídese por favor, es muy importante su salud – aconsejaba la pelinegra – yo siempre estaré esperando su regreso mi lady, la quiero mucho… su majestad – murmuro, abrazando a su reina que solo respondió al contacto.
Gracias Kurenai, eres una buena amiga para mi, gracias – agradeció la reina, apartándose de su escolta, realizando una reverencia al otro varón – gracias por su ayuda Shikamaru – y le brindo una hermosa sonrisa al varón, causando en este un leve sonrojo.
No me agradezca nada mi lady, es un honor para mí brindarles mi ayuda a usted a su… a Minato san – se corrigió de inmediato el joven pelinegro de coleta alta.
Shikamaru… gracias por todo y apoya a mi madre por favor – pidió el rubio – trata de aparentar ser una mujer fuerte y controladora, pero por dentro es una mujer frágil y bondadosa – conto Minato, sabía que su madre estaría furiosa con él, pero era por el bien de su primogénito.
No se preocupe Minato san, siempre protegeré con mi vida a los suyos – respondió el pelinegro.
Minato san por favor… cuide de mi lady – pidió la joven realizando una reverencia al varón – y cuídese usted tambien – termino su relato Kurenai.
Así será, no te preocupes yo me encargare de protegerlos a ambos – contesto el rubio, se despidieron y la pareja se subieron a los caballos ya preparados, empezando a cabalgar a todo galope colina arriba, sin mirar hacia atrás, los otros dos restantes solo miraron como se perdían y cada uno partió a rumbos diferentes.
Continuara…………………………………........