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Lux por aiakafuri

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Notas del fanfic:

Espero les guste 

Notas del capitulo:

Dedicado a AlmaS

Feliz cumpleaños!!!


¡Maldito Tetsuya! Esto me lo cobraré caro, muy caro.

Se estaba asando. Ese maldito traje lo estaba cociendo, estaba en vivo sol y atendiendo a ruidosos niños.

—¡Yo quiero un globo azul, piyo-chan!

—Toma.

El aura negra que emanaba el piyo rojo hizo retroceder al niño.

—Toma este, cariño— otro piyo entregó el globo azul al pequeño —Divierte.

—Gracias, piyo-chan— abrazó al piyo café y cuando lo soltó se acercó al piyo rojo, le pateo en la pierna y salió corriendo.

—Maldito mocoso— se frotó el área lastimada.

— ¡No sea grosero con el niño!— señaló al piyo rojo.

— ¡Él me ha pateado!

— Es su culpa. Debe atenderlo bien, son niños.

Se enfadó — ¿Quién te...

— ¡Yo quiero un globo!

— ¡Yo también!

Corrían los niños hacia ellos —Sea amable con ellos, nada les cuesta entregarles un globo y decirles que se diviertan.

—Mire...

—No sé porque Kuroko-kun contrato un pésimo servicio.

—Ahora si concordamos en algo— bufó molesto. Tetsuya le "pidió" usar aquel traje, ya que era de su medida.

—Creí que era...

—Me vestí así porque ese maldito enano me lo pidió.. tsk.

—Ya veo. A mi igual, al parecer hubo un percance con los empleados.

—Sí eso me dijo Kuroko. Por cierto, ¿cuál es su nombre?

—Soy...

—¡Piyo-chan! — gritaron varios niños y corrieron hacia ellos.

.

A lo lejos 4 personas observaban a los Piyo repartir los globos.

— ¿Crees que funcione?

—Posiblemente.

— ¿Y los empleados?

—Inconscientes, no tardan en despertar.

—Eres perverso, Kuro-chan.

—Para nada. Ustedes fueron lo que me sugirieron.

—Sí, pero no te dijimos que los vistieras así y que dejaras inconscientes a los empleados.

Sonrió —Eran medidas necesarias.

—...

—¡Papi!

—¿Qué pasa Tai?

—Papá se ha comido todas las hamburguesas.

—¡Taiga!

—aahhooraa laaa peepaarooo— hablo con la boca llena.

— Kagami no cambia...

—No... Tai, papá prepara más hamburguesas, no te preocupes ¿sí? Ve a jugar.

———

Mientras tanto, los piyos platicaban animadamente descubriendo que tenían varios tópicos en común.

— ¿Así que acaba de regresar de Londres?

—Sí, termine mi carrera hace unos días y justo cuando estaba empacando para venirme, Kuroko llamó para invitarme a la fiesta. Nunca conocía a Tai en persona porque estaba en Londres, y bueno... apenas lo conocí la semana pasada.

— ¿y qué le pareció?

—Es idéntico a Kagami — rio divertido —Lo bueno es que le gustan los perros — Aquella persona, quien en un principio le cayó mal por como trato a los niños, ahora se le hacía atractiva. Ansiaba continuar platicando después de que se quitaran las botargas.

—Sí— también rio. La persona que estaba dentro de aquel traje le atraía, tenía una voz suave, indicándole que era doncel. Sinceramente no le iban los donceles, pero aquella voz se le hacía sensual — ¿Por cierto, cuál es...

— ¡Llegamos! Gracias por relevarnos, estamos muy apenados.

Frunció el ceño molesto ¿Por qué todos lo interrumpían cuando quería saber el nombre de aquel piyo?

—No se preocupe.

Rieron al verlo mover las manos de forma desesperada al piyo café — Usted es divertido.

—¿Yo? Para nada.

Sonrió al ver temblando al piyo.

—Por aquí, le ayudaremos a quitarse las botargas.

—Gracias.

Se dirigieron al garaje donde se habían cambiado anteriormente.

—Permítame, lo ayudo con el cierre.

—Dios ¿Cómo aguantan esto? Quiero tomar una ducha muy fría.

—Kuroko-san dijo que pueden ocupar el baño de la habitación.

—¿De verdad? Kuroko es un ángel — el cierre del traje fue abierto.

Quiso negar aquello pero no tuvo tiempo porque le estaban quitando el traje. Suspiro al sentir la frescura golpear su sudorosa piel, agradecía haberse puesto el short y la camisa que Tetsuya le ofreció.

—A—Akashi — chilló asustado cuando le descubrieron. Lo iba a matar, el pelirrojo lo iba a matar.

Frunció el ceño. Uno, por la forma en que el lindo castaño había chillado su nombre y retrocedido con miedo; y segundo... —¿Quién eres? — No recordaba que Kuroko tuviera un amigo castaño aparte de Ryō Sakurai, ahora Aomine.

Oh... Él que no supiera su nombre le hizo sentir desanimado ¿Qué esperaba? ¿Qué supiera quién era? Obvio que no —Furihata Kōki.

—Furihata ¿De dónde conoces a Kuroko? — preguntó mientras terminaba de quitarse la botarga.

—Seirin — terminó de quitarse la botarse —Gracias.

—N—No fue nada, precioso.

— ¿Eh? ¿Dijo algo? — no había escuchado por abrir la botella de agua que le habían ofrecido.

—Nada...

Fulminó con la mirada al varón, era un descarado... Aunque tenía razón. Furihata se miraba precioso con aquel short corto que llegaba a la mitad de sus muslos morenos y la ajustada playera de tirantes, uno de los cuales estaba colgado sobre su brazo. Su mirada siguió la pequeña gota de sudor que recorrió desde la garganta hasta perderse en la playera del castaño... Joder.

Gimió al sentir refrescado la garganta, le había hecho tanta falta.

Desvió la mirada avergonzado. Era bochornoso admitirlo, pero se había excitado.

—Furi ¿Ya te duchaste? — preguntó Tetsuya al llegar al garaje.

—Aun no ¿Dónde está la habitación?

—Síganme — los guío hasta la habitación —Hubo un pequeño incidente con las camisas, en unos minutos las traeré.

— ¿Qué accidente Tetsuya?

—Choque contra Shinobu-kun, y él traía un vaso de soda, ya se imaginan que sucedido.

—Ya veo...

—Ahora regreso— salió de la habitación —Akashi-kun.

— ¿Sí?

—Por favor no intimides a Furihata-kun. Se amable con él.

— ¡Kuroko-kun! — exclamó avergonzado.

—Será mejor que uses la ducha primero —propuso mientras se sentaba en la cama y encendía la televisión.

—Gracias— tomó su ropa del bordo de la cama y corrió al baño. Waaaaaa tengo miedo ¿Por qué me dejaste con él, Kuroko? No arreglaba nada reclamando, kuroko no era culpable de que él aun le tuviera miedo a Akashi. Se quitó hasta la última prenda y entró a la ducha, el agua fría comenzó a refrescar su piel.

Estaba entretenido con la televisión cuando una sombra lo hizo mirar a un lado —... — En el espejo, del tocador, se veía claramente a Furihata duchándose. Iba apartar la mirada pero aquella imagen del castaño bajo el agua le hizo observarlo. Admitía que era un doncel muy lindo, sus facciones eran delicadas y su cabello castaño llegaba a media espalda, su cintura era algo pequeña y su cadera solo un poco más grande, luciendo una figura curvilínea y sus glúteos redondos y firmes.

Se le había caído el jabón y tuvo que agacharse por él ¿es que acaso nunca dejaría de ser tan torpe? Casi siempre se le resbalaban las cosas de la mano o se caía.

— ...— su pene se había erguido por la imagen, ahora tenía que bajar la erección antes de que el castaño saliera de la ducha.

Rápido se secó y vistió para salir y dejarle libre el baño al pellrrojo, con la toalla se envolvió su torso, le daba pena que el pelirrojo lo viera —Ya lo desocupe.

—Gracias— rápido tomo la ropa y se cubrió su intimidad, para luego huir al baño.

Kōki, al ver al pelirrojo entrar al baño, se quitó la toalla y se secó el cabello. Se dirigió al tocador y tomo el desodorante estaba en la repisa, se lo aplicó y lo volvió a dejar en su lugar. Tomó el cepillo y peino su cabello, ya tenía que ir a cortárselo, ya estaba largo. Se pasaba el peine una última vez, cuando algo llamó su atención...

Un fuerte sonrojo cubrió sus mejillas.

Aquello que había captado su atención era Akashi Seijūrō, desnudo. Avergonzado por estar mirando aquel escultural cuerpo varonil, dejó el cepillo en la repisa y regreso a la cama... Grave error. Ahora tenía mejor vista... Dios. ¿Me vería cuando me duche? Intentaba apartar la mirada pero no podía, Akashi era un varón muy atractivo y tenía un cuerpo de infarto ¿Cómo se sentirían sus manos?

¡Alto! ¡No pienses en esas cosas! Se dijo a si mismo cuando notó que comenzaba a excitarse.

Sonrió complacido al ver los gestos del castaño, era muy interesante. Dejó de torturarlo y se terminó de duchar.

Apartó la mirada al ver salir del baño a Akashi, no solo porque estaba avergonzado de verlo espiado desnudo sino porque traía el torso descubierto.

— ¿Estaba deliciosa el agua, verdad?

—S—Sí.

—Muy fresca.

—S—Sí.

Sonrió enternecido, lo mejor era dejar de molestarlo — ¿Cree que demore mucho Tetsuya?

—No lo creo— no había abandonado la habitación porqué le daba pena salir así y alguien lo viera.

—Esperemos — se acostó en la cama y miró la televisión...

———

— Decía que conoce a Tetsuya de Seirin— comentó después de varios minutos.

—Sí, fuimos compañeros — respondió con nerviosismo, podía sentir la mirada penetrante de Akashi.

— ¿De clases?

—Sí— miró la televisión.

— hummm tal vez por eso lo recuerdo. Solo conocí a sus compañeros del club de básquet — recordaba que solo había dos donceles más aparte de su amigo: Hyūga e Izuki.

—... sí ha de ser por eso — vaya ni así lo recordaba.

Estuvieron platicando un rato más hasta que el peli celeste regresó a la habitación —Siento el retraso. Aquí tienen sus camisas.

—No hay problema— Kōki tomo su camisa y rápidamente se la acomodo.

—Vamos, los demás esperan.

—Sí.

Los tres se dirigieron al jardín, y cuando llegaron algunos adultos voltearon y miraron.

—Akachin, llegas tarde.

—Llegue desde hace una hora pero estaba en ese traje rojo— señalo al piyo.

— ¿Eras el amargado que asusto a mi hijo? — reclamó Daiki.

— ¿A quién le dijiste amargado?

— ¿Es tu novio? — desvió la mirada al castaño pero le era familiar.

—No. También fue víctima de Tetsuya, estaba en el piyo café ¿verdad, Furihata-san?

Asintió. Sentía las mejillas ruborizada por la atención que recibía.

— ¿Furihata? — preguntaron varios de los invitados.

Daiki señalo al castaño — ¡Eres el chihuahua de Seirin!

—No me llame así, Aomine-san— se cruzó de brazos y frunció el ceño.

—¡Furi-chan! — Kazunari corrió y abrazó a su viejo amigo — ¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no nos avisase? Mira lo lindo que estas.

—Cierto, Furimin ¿Por qué no nos avisaste? — Reclamó una enojada Satsuki mientras se unía al abrazo.

—Lo siento. Quería pero Kuroko-kun me animo a que fuera sorpresa para hoy.

—Y vaya que es sorpresa — dijo Ryōta mirando de pies a cabeza al castaño —¿Eras doncel?

—Sí— respondió divertido por la cara de algunos.

—No lo recuerdo— dijo Atsushi observando al castaño.

—¿Él que ayudaba a Kagami con la cocina? Desapareció y nunca te hizo un pastel de tres chocolates y fresas — dijo Tatsuya.

—¡Furichin! — Cargó al castaño — Me debes ese pastel.

—Lo haré en cuento pueda, Murasakibara-san.

Observaba a todos interactuar con el castaño, ¿por qué él no lo recordaba?

—Solo tenías ojos para Kuroko— dijo Shintarō colocándose al lado del pelirrojo — Era el chico que siempre temblaba como gelatina, te tenía miedo.

Lo recordó. El chico que siempre vestía grandes playeras y evitaba todo contacto con él, siempre que encontraban juntos el castaño temblaba y se alejaba. Recuerda que Kazunari, Tetsuya y Satsuki le lloraron el día que se fue, pero ¿por qué se había marchado?

—Estábamos iniciando el 2do año cuando se mudó a Londres. A su padre lo ascendieron y tuvieron que mudarse.

— ¿Cómo lo sabes?

—Kazunari habla seguido con él por Skype.

—Chihuahua ¿ya te casaste? — aquella pregunta atrajo la atención de Shintarō y Seijūrō

—N—No— negó rápidamente.

— ¿Por qué? Si no estás tan mal. Tienes curvas y un buen cu...

— ¿Dijiste algo Daiki?

—Na—nada Ryō.

—jeje ¿qué dice Aomine-san? Yo no soy un doncel bonito ni nada parecido.

Tetsuya soltó un suspiro cansado. Allí estaba esa baja autoestima del castaño.

—Tienes que estar bromeando — dijo Kazunari —Aomine tiene razón. Tienes buen culo.

El pobre castaño estaba rojo de la vergüenza.

—Ya dejen de molestarlo— mamá yukio calmo a los demás.

—¿Novio?

—N—No.

—Tenemos que buscarle novio— concordaron Kazunari y Satsuki.

—¿Qué?

—Guapo y que sea muy inteligente ¿aun te siguen gustando de ese tipo, Furimin?

Kōki quería que la tierra se abriera y se lo tragara ¿Cómo podían hablar de esos temas con tantos niños cerca y madres y padres de familia mirándolos?

—Mira Kō-chan, eres muy bello y cualquier varón caerá a tus pies. ¿Verdad enano?... ¡Akashi!

— ¿Qué? — estaba distraído hablando por teléfono.

— ¿Verdad que sí?

—No.

Todos quisieron golpear al pelirrojo. Todos menos el castaño.

Kōki se había quedado mirando el piso. Claro que alguien cómo Akashi Seijūrō jamás verían en él rastro de un doncel "bonito". Él no era un doncel atractivo cómo sus amigos, incluso él les tenía cierta envidia.

—Furihata-kun...

—Voy a saludar a Tai— sonrió forzadamente, y se dirigió a donde estaban los niños.

— ¿Qué hice? — preguntó al ver a todos mirarlos de aquella forma y más al ver aquella sonrisa forzada.

— ¡Solo tenías que decir que sí! — explotó Kazunari.

— ¿Sí a qué? Siempre que dijo a algo si de lo que tú digas termino en problemas.

—Akashi-kun Kazunari-kun estaba tratando de subirle el ánimo a Furihata-kun y tú lo hiciste peor.

—Lo siento. Estaba hablando por teléfono ¿Peor?

—Furihata-kun estuvo en una relación complicada a finales la secundaría. Su ex, su primer novio, se encargó de grabarle en el cerebro que era un doncel feo y que nadie se fijaría en él; que debería estar agradecido que él se haya fijado en él. Terminaron porque Furihata lo encontró con otro doncel.

Se sintió culpable de haberle hecho sentir mal.

—Desde entonces tiene en la cabeza que es un doncel feo.

—Oh...

—Por eso se vestía así— comentó yukio recordando las grandes ropas del castaño.

—Sí. Ahora se viste un poco más ajustado y ropa a la moda pero sigue creyendo que es un doncel feo.

— ¡Tenemos que demostrarle que no lo es! —propuso Kazunari.

—Kazu-chan tiene razón.

—Cierto.

—Veré entre mis amigos un varón apuesto — dijo Ryōta sonriendo.

—Kise todos tus amigos son modelos prepotentes. Podrían usarlo— dijo Shintarō.

—Midorima tiene razón. Además, hay que buscar a alguien que sea inteligente, le gusten los libros, el básquet ball, el ajedrez, la música.

—Eso me suena a Akachin — Atsushi noto la mirada sobre él — ¿Qué? Creí que describían a Akachin. A él le gusta todo eso ¿Verdad, Akachin?

—Murasakibara— yukio atrajo la atención de todos — Akashi de seguro tiene pareja y ha de ser una mujer rica.

—Cierto, además Akashi-kun ha de obedecer a su padre y casarse con quién él decida.

—Cierto. Hace todo lo que su papá dice.

—Me están diciendo que yo, Akashi Seijūrō, no puedo elegir por mí mismo.

—Es la verdad— respondieron al unísono. —Además, Kō-chan es muy buen doncel para ti — agregó Kazunari.

Enojado, se alejó de todos.

Ahora no sabía por qué estaba enojado, si porque hizo sentir mal al lindo doncel o porqué le estaban diciendo que no se le acercará.

— Ni—Niños— rio mientras intentaba quitarse a los niños. Tai y sus amigos le hacían cosquillas.

Se detuvo al escuchar la risa y miró al doncel y los niños. ¿Cómo podía creer Furihata que él no era un doncel bello?

— ¿Creen que funciono?

—Posiblemente.

— ¿Quieren juntarlos? — pregunto Daiki.

—Fuiste de gran ayuda, Aomine-kun— Tetsuya alzo a su pulgar para felicitar su acción.

—¿Creen que Akashi se fije en él? Es un doncel atractivo y todo, pero muy inseguro para estar con Akashi.

—Akashi-kun ya se fijó en él. Lo vi mirándolo de forma lujuriosa.

Se miraron sorprendidos ¿Akashi mirando a alguien que no se le ofrezca? Aquello si era una sorpresa. Para nadie era desconocido que Akashi, cómo cualquier otro varón, había tenido sus aventuras. De hecho, se tranquilizó cuando una de esas aventuras le dijo que estaba embarazada. Aún recuerdan el gritó de Akashi Masaomi, pues la mujer había ido directamente con el pelinegro. Pero una vez que nació el niño y le hicieron la prueba de ADN, se descubrió que no era un Akashi, Masaomi dejó caer todo el peso de la ley contra la mujer por fraude y difamación. Desde entontes Akashi había dejado de tener encuentros con aventuras.

Kōki se sentó y limpió el sudor con que recorría su rostro. —Ni la ducha que me he...

—Toma.

Alzó la mirada —Akashi-san.

—Tómalo.

—Gracias— extendió su mano para tomar el pañuelo pero sus dedos se rozaron con los del pelirrojo —Lo siento.

—... — aquel pequeño roce había ocasionado que un escalofrío recorriera su columna vertebral.

Kōki desvió la mirada y se secó con el pañuelo... Un pañuelo rojo con las iniciales A.S bordadas en dorado —Prometo devolvérselo después de lavarlo.

Asintió tontamente al notar la mirada de imploro del doncel. Sacudió su cabeza y se sentó al lado del castaño.

—¡Se va a manchar! — advirtió rápidamente al notar que el pelirrojo se sentaba sobre el césped sucio.

—Es ropa— dijo restándole importancia —Sí quieres me la puedo quitar.

Un fuerte rubor se expandió por la cara del castaño, al recordar al pelirrojo desnudo.

—... y luego la mando a lavar. Por eso no hay problema.

—S—Si ¿ve—verdad?

Ese doncel era tan lindo.

Sin darse cuenta de lo que hacía, sujetó la mano del castaño y, con su pulgar, le dibujo círculos sobre ella.

—¿A—Akashi-san?

—Eres muy lindo.

—¿Qué? — sintió su corazón abandonar su boca.

—Que eres muy lindo.

—Yo no soy lindo— murmuró desviando la mirada.

—Eres adorable— rio al ver el adorable sonrojo del castaño —¿Dónde estabas?

—¿Eh? ¿Londres? — respondió confundido ¿por qué se lo preguntaba sí ya lo sabía? Y lo que lo confundido mucho más fue la risa del pelirrojo tras su respuesta.

—————————————————

Sin duda había sido una fiesta fuera de lo normal.

Primero tuvo que vestirse de piyo y soportar casi dos horas en una calurosa botarga. Segundo, tuvo que responder a incomodas preguntas sobre novios, y le aseguraron buscarle uno. Y tercero, Akashi Seijūrō se comportó extraño con él, no recordaba que fuese así. En su adolescencia él le tenía miedo al Akashi, por lo que nunca se llevó muy bien con él. Las pocas veces que se juntaba con los de la Kiseki no Sedai y amigos, procuraba mantenerse alejado del pelirrojo.

—Furihata-san.

—Disculpe, me distraje.

—¿Cuál era la dirección?

—Dos cuadras a la derecha.

El chofer siguió las instrucciones del castaño y llegaron a un complejo de departamentos; el cual se encontraba ubicado frente a un parque.

—Gracias por traerme— en un principio se había negado pero termino aceptando por la insistencia de su amigo peli celeste, ya que éste temía por su seguridad.

—Fue un placer— aseguro observando directamente a los ojos cafés.

—Gr—Gracias.

EL chofer abrió la puerta y Kōki bajó... o eso pretendía el castaño, pero un jalón lo hizo caer al asiento —¿Qué su...?

—Buena noche— besó cerca de la comisura de los labios del castaño y lo libero.

—B—Buena noche...— murmuró en shock y apenado.

—Dulces sueños.

Sonrió al ver al castaño tan rojo. Lo miró asentir y correr a la entrada del pequeño condominio. Una vez que el castaño desapareció de su vista y la camioneta volvió a circular, tomó el teléfono móvil —Reo.

—¿Qué sucede Sei-chan?

—Quiero todos los datos de Furihata Kōki.

—¿Chihuahua-chan?

—¿Lo conoces?

—¡Claro! Como olvidarlo, te tenía miedo.

—Bueno, quiero todo sobre él.

—Enseguida, Sei-chan.

Colgó y miró al lugar donde había estado el castaño... No sabía que estaba haciendo, o mejor dicho que pretendía hacer.

Furihata le atraía, era un doncel atractivo, dulce, divertido y le gustaba su sonrisa. Además, su "amiguito" había cobrado vida al verlo salir de aquella botarga con esa ajustada y pequeña ropa que no dejaba nada a la imaginación, pero sin duda lo que provoco más su reacción fue verlo ducharse, Kōki Furihata tenía una muy buena figura...

Se removió incomodo, nada más de recordarlo se había puesto duro — ¿Qué me has hecho Furihata?

—Llegamos Seijūrō—sama.

—Gracias— descendió del auto. Al entrar a la casa, ignoro al ama de llaves y corrió a su habitación...

———

Terminaba de secarse el cabello cuando escucho a la impresora comenzar a trabajar. Ese debería ser Reo. Dejó la toalla sobre la silla y se dirigió a la impresora, tomó las hojas y vio que era Reo.

—Así que es mayor...— era un mes y días mayor que él.

Leía atentamente hasta que se encontró con dos cosas que lo sorprendieron, la primera: el castaño había tenido dos novios en Londres pero no funcionaron, ambos varones lo engañaron; y la segunda, el castaño era un escritor bajo el seudónimo Lux.

A Lux nadie lo conocía, nunca daba entrevistas y jamás había asistido a firmas de autógrafos. Lo que si hacía era concursos en su red social o por parte de la editorial, para dar libros autografiados u obsequios. Incluso iban adaptar un libro en una serie de televisión. Lo sabía de primera mano, él era fanático de Lux.

———————————————————

Tarareo de forma irregular mientras revisaba las pruebas. Necesitaba dejar listas las calificaciones de los exámenes lo antes posible. Ese empleo le había caído de maravilla.

El timbre del departamento comenzó a sonar y, extrañado, se dirigió a la puerta —¿Diga?

—Entrega para Furihata Kōki.

—Soy yo— respondió sin apartar la mirada de aquella hermosa rosa. Tras firmar la nota, cerró la puerta y leyó la tarjeta que traía —No puede ser...

Mi querido Lux, estoy ansioso por leer su siguiente libro.
No se preocupe, nadie sabrá su secreto.

S.

¿Cómo lo habían descubierto?

Sus padres, su editor en jefe, el jefe de recursos humanos y el dueño de la editorial eran los únicos que sabían su identidad.

Tenía 18 cuando envió aquel manuscrito a la editorial; por un concurso que vio anunciado en su revista favorita. Jamás imagino que le llamaran para concretar una cita al día siguiente. Escuchar que les gusto y sería publicado en un libro de historias cortas, le sorprendió y le hizo feliz. Cuando le pidieron presentar su propio libro decidió hacerlo bajo el mismo seudónimo que había decidido utilizar el editor en jefe en la historia corta, Lux... Así comenzó su historia en los libros. Actualmente tenía 15 publicaciones, y dos por publicar.

Se había negado a mostrarse a sus lectores. No porque no quisiera, se moría por hacerlo, por interactuar con ellos; sino porque no tenía la confianza suficiente ¿Y si dejaban de quererlo cuando lo conocieran? ¿No volverían a leer sus libros? Esos eran sus principales temores.

— ¿Puedo confiar en ese tal S? — susurró observando la rosa, era hermosa, perfecta...

Por ahora se pondría en contacto con sus padres y los de la editorial. Mientras tanto, vigilaría si era seguido, de ser así, se cambiaría de domicilio.

—————————————

Las semanas siguieron avanzando lentamente.

Kōki estaba confundido. No solo por el empleo o los manuscritos, sino por Akashi Seijūrō y S.

Akashi lo invitaba ocasionalmente a tomar el almuerzo, cenar o los fines de semanas. En un principio se negaba pero Kuroko le animo a tomar un café con el pelirrojo. En esas salidas descubrió que Akashi ya no le daba miedo, todo lo contrario, le tenía confianza. Podían platicar por horas ya tenían muchos temas en común y nunca se quedaban sin tema de conversación.

Además, Akashi le parecía atractivo, no iba a negarlo, le gustaba. Akashi era guapo, sus facciones eran masculinas y su voz era sexy, la cual, en más de una ocasión le había dado problemas.

Pero también estaba S, quien le enviaba ocasionalmente rosas con mensajes de apoyo, buenos deseos... la caligrafía de S se le hacía sumamente atractiva.

Por eso estaba confundido.

Le atraían dos personas.

—Parece que estás enamorado— comentó Tetsuya mientras bebía su malteada.

—¿E—Enamorado?

—¿Quién es el afortunado?

Se sonrojo ¿Estaba enamorado? Eso eran esos sentimientos desbordantes.

—Vamos. Dime.

Se restregó la cara con sus manos —No sé...

—¿Eh?

—Me atraen dos personas— se removió incomodo por la mirada celeste —Akashi y S.

—¿S? —Frunció el ceño, había un tercero, eso no estaba en sus planes.

—Es...

———
—Así que eres Lux. A mi hijo le gusta tu libro de cuentos.

—Sí, eso vi— sonrió divertido.

—Así que ese "S" sabe quién eres y te ha enviado flores y cartas.

—Sí.

—¿Quién te gusta más?

—No lo sé— desvió la mirada —Akashi me gusta. Es... es atractivo, me gusta su forma de ser, su mirada...Pero S es romántico, detallista. Claro, Akashi también lo es pero...

—No conoces a S.

—No— soltó un suspiro cansado.

—Tienes que pensarlo.

—Pero dudo que Akashi le atraiga. Una cosa es tener cosas en común y platicar, y otra...

—Akashi babea por ti— interrumpió a su amigo —, es más que obvio. Hasta Taiga lo ha notado.

—... ¿De verdad crees que yo pueda gustarle?

—Furihata-kun, eres un doncel dulce, simpático, atractivo pero tienes un mal concepto de ti y muy baja autoestima. Entiende, eres un doncel atractivo. No solo para Akashi, sino para muchos varones. Nada más mira la forma en que te miran— hizo señas a un lado.

Giró y vio al varón, este le guiño un ojo. Rápido regreso la mirada a su amigo doncel.

—Créeme, eres atractivo. Ten 100% seguro que a Akashi le gustas. Solo está siendo caballeroso para no presionarte, y así poder enamorarte lentamente. Y eso es algo que ya ha logrado— miró la incertidumbre del castaño —Ahora piensa que hacer con Akashi y S. Tienes que elegir a uno...

Asintió. Hablar con Kuroko le había hecho sentir más tranquilo, ahora tendría que elegir entre dos personas... ambas le atraían de forma diferente —Gracias por el consejo

—Bien— sonrió y pidió una malteada, cuando el mesero la colocó en su lugar sonrió al castaño —Esta es la primera de muchas por ocultarme que eras Lux.

—...— Solo podía esperar que su amigo no lo dejara en bancarrota.

————————————

Últimamente sentía distante al castaño, algo pensativo de hecho, y eso no le gustaba.

—Furihata ¿Está bien? — le acarició la mejilla. Estaban en el cine esperando a que comenzará la película.

—S—Sí— retrocedió rápidamente para que el pelirrojo no se percatara de lo acelerado de su corazón.

— ¿Seguro?

—Sí.

—...— observó al castaño y se miraba incómodo—. Sí gusta se puede retirar. No lo quiero obligar a acompañarme.

— No, estoy bien. No me está obligando.

— ¿Seguro?

—Sí. Es solo que...— no continuó. No podía decirle que estaba ansioso por ser besado por él.

— ¿Qué?

—Na—Nada— aseguró mientras desviaba la mirada. Sabía que debía estar sonrojado a causa de sus pensamientos.

No dijo nada.

Las luces se apagaron y comenzó a reproducirse la película.

Estaba nervioso por la cercanía con Akashi.

Conforme avanzaba la película, se pudo relajar. Aunque podía sentir algo cerca de su mano, la quito e hizo a un lado...

A los minutos sintió algo rozarse contra su mano. Ni tiempo le dio de alejarla cuando su mano fue sostenida. Su corazón salto al sentir siendo su mano entre lazada con otra —...

Sonrió victorioso al ver que el castaño no soltaba o alejaba su mano, simplemente no la movió. A los minutos, con su pulgar, formo círculos en el dedo gordo del castaño.

—A—Akashi— susurró nervioso mientras se acercaba al pelirrojo para que no los escucharan.

—¿Sí?—detuvo todo movimiento y miró al castaño, percatándose de que estaba a centímetros de él.

—¿P—Por qué me...? — no logró terminar su frase porque sus labios fueron capturados por otros... Cerró los ojos y disfruto del beso.

Mordió el labio inferior al separarse —Me gustas.

—...— se sonrojo y se apartó un poco mientras sostenía, a la altura del corazón, su playera ¿Acaba de decirle que él, Furihata Kōki, le gustaba? ¿Un doncel sin gracia a Akashi Seijūrō?

—... No tengas miedo— aseguró al ver cara de pánico del castaño —Desde que te vi salir del piyo me gustaste. Todo este tiempo he tratado de cortejarte discretamente.

—Pe—Pero yo son un...

—Eres hermoso— le interrumpió colocándole el dedo sobre sus labios —Eres dulce. Amable. Simpático. Atractivo. Tienes una sonrisa hermosa... Me gustas.

—Y—Yo...— ¿Akashi creía todo eso de él?

—Para mí eres perfecto.

Cerró los ojos al sentir que era besado nuevamente.

Con la mano disponible acarició desde la mejilla hasta la nuca del castaño para poder introducir su lengua en la cavidad bocal contraria.

Soltó un gemido ahogado al sentir la invasión pero, en vez de alejarse y/o detenerlo, abrió más su boca y coopero con el beso —nghh...

—Dios...— suspiro cuando se separó para poder respirar —Kōki...— murmuró antes de volver a besarlo. En un rápido movimiento, jaló al castaño sobre su regazo, quedando este a horcajadas, y volvió a besarlo.

—Nos—Nos van a ver— jadeo apoyando sus manos en el torso del pelirrojo.

—No lo harán— aseguró. Había comprado el 80% de la sala. El otro 20% estaban ocupados en las primeras filas de la sala y ellos estaban hasta la última fila, justo en el centro, donde nadie podía verlos.

—Pero...

—¿Quieres ser mi novio?

Se le aceleró el corazón al escuchar la pregunta, y más al ver esos hermosos ojos mirándolo esperanzado. No resistió más y se abrazó al pelirrojo —Sí, sí quiero — Lo quería. No importaba cuan corto sería el tiempo que estuvieran juntos, quería estar con Akashi Seijūrō.

—Kōki... — feliz, volvió a besar al castaño, a su novio. Estuvo esperando y siendo paciente para conquistarlo y al fin lo había logrado.

— Aghhh A—Aka ngghh...

Toda su cordura se perdió con aquel gemido. Deslizo sus manos desde la espalda hasta los glúteos de su novio.

—Mgh— arqueó su espalda al sentir las manos acariciando, sin pudor alguno, sus glúteos.

Seijūrō sonrió y devoró, nuevamente, aquellos suaves labios de su novio.

————

Kōki caminaba unos pasos atrás de Seijūrō, bueno, lo más lejano que le permitía la mano de Seijūrō ya que iban agarrados de la mano.

Estaba avergonzado.

El resto de la película se la pasaron besando. Y él se la paso sobre el regazo del pelirrojo debido a que no lo dejo levantarse.

—Es Akashi.

—Si. Y va con alguien.

Ambos escuchaban los murmullos nada discretos de las personas.

Kōki intentó liberarse pero Seijūrō no lo dejó. Al contrario, sujetó al castaño  de la cadera  y lo hizo caminar a la par.

—No tienes que estar nervioso—susurró.

—Pero yo no debería...— se mordió la lengua para no decir una de sus inseguridades.

Seijūrō se detuvo abruptamente provocando miró al castaño, le sujetó del mentón y lo obligó a mirarlo.

—Kōki Furihata. Eres un doncel increíble. Eres hermoso, muy inteligente. Y, perdón que lo diga de esta manera, eres jodidamente sensual. Ese día, en la casa de Tetsuya, no sabes los problemas que tuve para controlarme. Ten confianza en tí mismo. Yo amo todo de ti.

Kōki no sabía si se sentía sorprendido, avergonzado o completamente emocionado por las palabras del pelirrojo —Akashi-san.

Sonrió — Es Seijūrō. Quiero que me llames por mi nombre.

—Seijūrō-san…

—Ahora vamos….

—¿A dónde vamos? — preguntó siguiendo el paso al pelirrojo.

—Encontraremos una manera de que tengas confianza en ti mismo, Kōki.

El pobre castaño corría detrás de su novio ya que iba muy de prisa, o mejor dicho, sus pasos eran pequeños en comparación con los de su novio.

——————————
 

Kōki soltó un suspiro cansando. Había esto todo el día con novio.

Akashi Seijūrō lo había arrastrado por todos lados. No solo fue una salida al cine, y que le propusiera ser su novio. Oh no señores, Seijūrō lo había arrastrado a todo tipo de lugares.

—Dios… Espero no equivocarme— susurró.

Tenía miedo. Sus únicas tres relaciones amorosas no habían ido nada bien.  Esperaba que con Seijūrō sea diferente.

 

Dejó las bolsas de compras en la sala y su vista recayó sobre la rosa en medio del centro de mesa… S.

—Estoy seguro de esto. Estoy enamorado de Seijūrō.

—Pero también de S.

Negó. Él ya había elegido. Quería a Seijūrō e intentaría tener una relación con él.

————————————

Estaban reunidos como lo hacían cada fin de semana.

Tetsuya observó al castaño reír mientras Seijūrō le susurraba algo al oído.

—¿Ya sabes quién es ese tal S, Tetsuya? — preguntó, Kazunari.

Todos estaban al tanto de la situación. 

—No. Y a Kōki-kun no le interesas, está completamente enamorado de Seijūrō.

— Nunca los había visto tan feliz en estos seis meses.

—Fue lo mejor, Tetsu-chan—sonrió Kazunari —Gran plan.

—Sí, pero tenemos que deshacernos de S ¿Están de acuerdo?

—Sí— respondieron los donceles. Sus esposo nada mas negaron.

—————

—Akashi-san. Furihata-san.

Kōki y Seijūrō se detuvieron por completo.

—¿Qué sucede, Shinobu? —observaron al pequeño peli verde.

—¿Me pueden firmar esto?

Seijūrō tomo el papel y lo leyó en voz alta para que Kōki escuchara. Era una recaudación de firmas para crear un club de básquet.

—Claro, no hay problema— Seijūrō tomo el bolígrafo, escribió su nombre y firmó.

Kōki tomo la libreta y escribió su nombre…

—¿Qué? — se quedó congelado. La letra de su novio era idéntica a la de S.

—¿Qué pasa?

—S…

Seijūrō se quedó quieto, vio el rostro de Kōki —Te lo iba a decir.

—¿Me lo ibas a decir? — gritó enfadado.

Todos miraron hacía al castaño.

—joder, Seijūrō ¿Por qué no me dijiste que eras S?

Los demás se quedaron quietos ante esa línea… Tetsuya sonrió complacido.

—Te juro que te lo iba a decir. Solo se me olvidó.

—No juegues conmigo— el castaño tomo sus cosas y se alejó.
Seijūrō corrió detrás de él.

—————

—Kōki, escucha.

—No quiero escuchar— abrió la puerta de su departamento  e intento cerrarla cuando entró pero Seijūrō se lo impidió y entró —. Vete.

—No me iré.    Es cierto que soy S. Descubrí que eras Lux y decidí animarte, enviarte mi apoyo. Soy tu fan.

Kōki se sorprendió —¿Mi fan?

—Por supuesto. Tengo todos tus libros, y sigo tu blog. Inclusive viaje a Londres hace dos años para obtener tu autógrafo.

—¿De verdad? — preguntó sorprendido.

—Por supuesto. Tengo cada libró tuyo… planeaba decírtelo… pero me dio vergüenza que lo supieras.

—¿Por qué?

—¿Vamos, a que varón de 25 años le gustan los cuentos infantiles o para adolescentes?

—Yo…— no sabía que decir.

—Kōki… ¿Por qué estás tan molesto de  descubrir que era S?

—¡Porque me gustaba!

—¿Qué?

—Estaba confundido contigo,  y S…— confesó —¡Pero te elegí a ti!

Sonrió —¿Así que ese también te gustaba?

Retrocedió ante la mirada de Seijūrō —N-No…

Acorraló a su novio y lo besó.

Las bolsas que  sostenía cayeron al suelo. No pudo evitar gemir en el beso al sentir el pene erecto de su novio contra su pelvis.

—Dios— mordió el labio inferior del castaño. Besó el cuello de Kōki y comenzó a descender,  mordisqueo los pezones erguidos a través de la tela.

Kōki gimió: era la primera vez que lo tocaban de forma tan íntima.  Tenía miedo, pero no quería que se detuviera.

Seijūrō levanto la camisa y chupo directamente. El castaño se sujetó de los cabellos rojos.

Kōki sujetó del rostro al pelirrojo y lo besó, devoró sus labios —Sei…

—Kōki… yo…

Asintió, tomo la mano de su novio y lo llevó a su habitación.

—¿Estás seguro?

—Sí— susurró y besó al pelirrojo —Estoy seguro.

—Kōki….


—————


Al despertar, lo primero que vio fue a Kōki sobre su torso. Acarició la espalda desnuda.

El castaño no tardo en despertar. Se sonrojo al recordar todo lo que  había pasado y trató de huir, algo que Seijūrō impidió. Rodaron en la cama y Seijūrō quedo encima del castaño.

—Buen día, Kōki…

—Buen  día— tartamudeo avergonzado.

—¿Qué pasa?

—Nada…— se percató de cuerpo desnudo sobre él y miró a otro lado.

—¿Listo para la segunda ronda?

—eh… ¿Eh? — Seijūrō  no le dio tiempo de protestar.

 

————————————


Tetsuya soltó un suspiro —Nunca imagine que Akashi pudiese ser S.

—Ni yo.

—Ni nosotros.

—Kō-chan se quedó con ambos.

—Fue lo mejor— comentó Tatsuya.

—Si…— Tetsuya observó al castaño decirle unas palabras al pelirrojo, y luego Seijūrō beso y cargo al castaño  —.Bueno, ahora tenemos que planear una boda y el baby shower.

—Yo ya tengo algunas ideas ¿Qué creen que nazca?

—No sé. Espero que sea tan lindo como Kōki-san.

——————————

Seijūrō sonrió de felicidad, y le dio unas vueltas a su novio —Es la mejor noticia que has podido darme.

—¿No estas molesto? — preguntó temeroso.

—Claro que no— rió —. Ya me lo esperaba. Ese día no tomamos precauciones.

—Lo siento.

—¡Seremos padres, Kōki! ¡Te amo!

Kōki sonrió maravillado al escuchar esas palabras de su novio —Te amo, Sei.


Tenía un novio que lo amaba, y lo aceptaba como era. Estaba a la espera de su primer hijo. Si, primero, él quería por lo menos dos más.

 También estaba por revelar que era Lux, solo faltaba que sus fanes lo aceptaran. 

 

fin

Notas finales:

Muchas gracias por leer 
Espero les haya gustado 

Nos leemos pronto


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