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Somebody else por Naruu Uzumakii

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Notas del fanfic:

Estoy escribiendo como loca, estoy escribiendo y e siento bien al hacerlo.

 

Basada en la canción con el mismo nombre. 

 

https://www.youtube.com/watch?v=Bimd2nZirT4

Notas del capitulo:

Advertencia: Puede herir a personas sensibles que están pasando por una ruptura amorosa. 

 

 Somebody else

 

Las lágrimas recorrían aquel pálido rostro, como si fueses dos enormes cascadas, nada había logrado que se detuvieran, nada había logrado que ella volviese a sonreír realmente desde que Tessa se fue. Había sido un buen y hermoso tiempo, pero debía terminar ¿cierto? Tessa era muy joven para atarse a una sola persona, como para elegirla a ella antes que a otra.

 

—¿A dónde vas? —Natalia miró por encima de la revista que leía, Tessa, su tierna y adorable novia se miraba fijamente al espejo, arreglando los mechones rebeldes de color chocolate que escapaban de su peinado. —Tess, ¿necesitas ayuda? —profirió levantándose del sofá en el que descansaba para acercarse a la menor, quien al parecer no la había escuchado. —¿Tess? —le tomó de la cintura, asustando a la contraria en el acto.

 

—Ah, Nat… Tengo una… una reunión con mi equipo de trabajo… no me esperes despierta— susurró la menor, sin atreverse a mirar a su pareja, quien asintió con la cabeza y le ayudó con su peinado.

 

—No te estreses con ellos, no vale la pena— aconsejó besando la mejilla contraria. Tess se disculpó argumentandó que era tarde y se fue.

 

¿Cómo no logró darse cuenta antes acerca de Tess y sus sentimientos cambiantes? Ahora que lo analizaba ella había actuado extraño incluso después de comprometerse ¿Cómo no se dio cuenta de que Tess conoció a alguien más? Alguien que le hacía sonreír incluso cuando ella misma no podía.

Un sollozó escapó de sus labios y abrazó con más fuerza la almohada que había pertenecido a su niña. Aún estaba el débil y casi imperceptible aroma de Tessa.

 

—Tess, tengo unas entradas para el cine pero… ¿Qué ocurre, Tess? —la pequeña de cabello chocolate estaba mirando su teléfono móvil como si fuese la cosa más extraña del mundo.

—Tengo que salir— fue la seca respuesta, sin decir más se levantó de la  cama y se fue. Natalia inspiró antes de que lágrimas escaparan de sus ojos, intentaba ser fuerte, de verdad que lo intentaba pero aquellos actos solo lograban romperla un poco más cada día.

 

¿Por qué no se dio cuenta que ese amor se estaba enfriando? ¿Por qué esperaba que Tessa la abrazara cada vez que algo iba mal? No valía la pena recordar. Tomó las baquetas que estaban encima de su escritorio y se dirigió a su amada batería. Dejó su alma en ello. Golpeando aquel instrumento como si… como si Tessa pudiese escucharlo.

 

—Tess, te quiero—. Natalia abrazó contra su pecho a la pequeña a su lado, se tensó. La mayor sentía que la estaba perdiendo cada día más, la brecha entre ambas se hacía más notable a medida que el tiempo pasaba, a medida que Tessa crecía.

 

Pero no siempre había sido así, habían sido felices, habían reído hasta el cansancio y habían logrado una armonía y compenetración envidiable, quizá Tess perdió el interés en alguien como ella. Era alta, delgada, el cabello lo tenía unos centimetros debajo de los hombros, su piel era morena clara, sus ojos eran color avellana, era sarcástica, usaba lentes la mayoría del tiempo. Pero era la persona que más la quería en el mundo. ¿Por qué tuvo que conocer a alguien más?

 

—Tienes que ir hacía la derecha y después… ¿Tess? ¿Qué está..? —la pregunta quedó en el aire, su pequeña corrió hacía un chico, pero eso no fue el problema, el problema fue que lo besó como si su vida se fuese en el acto, Natalia soltó el sobre que sostenía y la mujer frente a ella la miró extrañada.

 

—Doctora, ¿está bien? Doc—. La mujer colocó su diestra en el antebrazo de Natalia y esta se sobresaltó.

 

—Discule, disculpe… Yo la llevo— susurró despegando su vista de su pareja, necesitaba quitar sus ojos de allí o realmente se rompería en un millón de pedazos.

 

Quizá eso necesitaba para dejarla ir… Tessa no era un objeto y no le pertenecía, pero… jamás se imaginó que esa relación terminaría de esa forma… jamás creyó que Tessa encontraría a alguien más teniendolo todo con ella. ¿Cómo podría dejar ir a la persona que quería para siempre a su lado? ¿Cómo se despedía de quien consideraba el amor de su vida? ¿Cómo iba a hacerlo?

 

Suspiró pesadamente dejando caer las lágrimas retenidas, las gotas de agua de la regadera se mezclaban con ellas, que doloroso era llorar por todos los rincones de la casa por alguien a quien nunca se tuvo. Que doloroso era estar esperando por alguien que no volvería aunque lo desearas con todas tus fuerzas. ¿Cómo iba a sobrevivir pensando en Tessa y alguien más?

 

“Esa noche” Natalia no durmió, Tessa no regresó a casa ¿cómo? Si cuando Natalia la buscaba, Tessa buscata a través de su teléfono. Natalia lloró hasta quedarse dormida y cuando despertó tenía que trabajar. ¿Cómo hacerlo si su cuerpo estaba tan cansado? Caminaba como un zombie por el hospital, hacía bien su trabajo, por supuesto, nadie merecía un mal trato solo porque ella tenía rota el alma, la vida…

 

—Te extraño, Tess… Odio pensar que alguien más está sosteniendo tu cabeza, no será la última vez que nos veamos… y eso duele— susurró mirando como su… Tessa caminaba por la acera contraria, como sonreía tan feliz mientras ella… ella se rompía en un millón de fragmentos.

 

Su amor se había enfriado, era cierto. Ya no eran dos adolescentes enamoradas, ni siquiera salían a lugares que les gustaban, ya no hablaban como antes y Natalia culpó al trabajo. Vaya trabajo, Tessa y su trabajo… Tenía nombre y apellido.

Jamás iban a volver a estar juntas, ya no iba a recostar a Tessa sobre su pecho, no iba a secar todas las lágrimas derramadas, no volvería a ver esa sonrisa por la mañana y tampoco Tessa volvería a escuchar un “sonríe como si fueras feliz” para una foto. La amaba, sí, pero con o sin Tessa la vida tenía que seguir y ella debía dejar de lado eso y superarla. Porque la vida tiene procesos y las rupturas y sus duelos es una de ellas. 

Notas finales:

¿Les gustó? Aquí está lo prometido, chicas. Las adoro


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