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Moon... ¡FEAR! por RotMond

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Notas del fanfic:

Feliz día de los muertos n_n

Les sugiero leer con música de fondo.

...

Si no conocen el Webcómic les dejaré enlaces para que lo conozcan, pero mientras tanto pueden conocer a los personajes:

Mylo, Vanth, Vince

 

Notas del capitulo:

Webcómic Moonfish

Cuenta de tapastic (disponible en inglés, y si tienen la app pueden apoyar a la autora).

Cuenta de facebook (disponible en español, sólo vayan a las fotos para encontrar los capítulos)

Cuenta de Tumblr (sube fanarts adicionales *_*)

Vince

El festival de la superficie es la oportunidad perfecta para divertirse en familia, con tu pareja o entre amigos; tiene una amplia variedad de juegos mecánicos, comida e incontables actividades para pasar un buen rato...

 

“¡¡En dónde se metieron, trío de flojos!!”                                                                                

Era Vince, quien tuvo que ir al festival después de notar la ausencia de su equipo, ellos le habían dicho que no tardarían pero Vince se dio cuenta que le habían mentido, así que fue a buscarlos. <<Perderé mi trabajo por su culpa, ¡voy a matarlos!>> pensó, adentrándose en la multitud. En algún momento creyó ver a Andrew entrando a la "Casa embrujada", apresuró el paso para alcanzarlo antes de perderlo de vista.

—¡Los voy a ma... —empezó a gritar, se detuvo al notar que estaba solo. Comenzó a recorrer los pasillos de la casa, observando sin el menor interés las telarañas falsas en la pared y los absurdos muñecos vestidos de monstruos antiguos, como Frankenstein y el Hombre lobo.

<<Baratijas sin sentido>> pensó Vince, aún malhumorado por tener que buscar a su equipo. Frenó en seco al escuchar ruidos, como si algo metálico se arrastrara por el piso, miró a su izquierda y se asomó a la puerta que daba a un sótano. <<¿Cómo le hicieron para poner un maldito sótano en una casa armable>> reflexionó por un momento.

 

"Vince"

 

Escuchó su nombre en un extraño murmullo que resonaba en las paredes, de pronto sintió un escalofrío sobre su piel y trató de quitárselo de encima. <<Ajá, claro, voy a bajar al sótano completamente solo, en la oscuridad>> consideró con total ironía antes de tomar aire para gritar:

 

—¡MÁS LES VALE QUE SALGAN DE AHÍ, NO VOY A BAJAR POR USTEDES!

 

"No"

 

—¡Ahh, cómo no! —respondió Vince antes de encender las luces y resopló con furia—, estoy perdiendo en tiempo con ustedes.

 

"Ven con nosotros"

 

—¡Qué? Ahhh, está bien, mejor voy por ustedes y los arrastro de regreso —respondió Vince mientras bajaba las escaleras, resoplando con furia.

 

La luz comenzó a parpadear y el foco se fundió a los pocos segundos, Vince utilizó todo su repertorio de maldiciones y sacó su celular para iluminar el camino. Estaba seguro que esos tres le estaban jugando una broma, sin embargo, la extraña silueta transparente que alcanzó a observar lo hizo dar la vuelta para salir de ahí a toda velocidad.

Cerró la puerta y escuchó una carcajada seguida  del inconfundible sonido de pasos subiendo la escalera, así que se despegó de la puerta y se alejó por el pasillo. <<Esto no tiene sentido, ¿por qué estoy corriendo?>> pensó por unos momentos, se disponía a gritarle a sus compañeros pero sintió la presencia de "algo" atrás de él.

Vince desenfundó la pistola y respiró profundamente antes de dar la vuelta...

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Mylo

<<¿Qué hago? ¿Grito su nombre? No, mala idea, tengo que ser discreto>>.

—Vaaaaanth, Vaaaaanth, Vaaaaanth —murmuró Mylo, las personas lo miraron extraño y él prefirió detenerse. <<Debe estar buscándome, así que si me quedo quieto en el mismo lugar debería encontrarme>> y así lo hizo durante cinco minutos hasta que se aburrió.

<<Mejor iré a pedir indicaciones, con suerte me dejarán llamarlo en altavoz, jaja, "niño Vanth, favor de pasar al módulo de menores extraviados">> Mylo estalló en carcajadas y entró a la primera puerta que encontró, como seguía riendo no notó la decoración del lugar hasta que...

—¡CEREBROS!

—¡AHHHHH! —Mylo pegó un brinco y comenzó a correr para escapar, deteniéndose poco después.

—Eso... fue... un muñeco con grabadora, nada... más —jadeaba Mylo con la voz entrecortada, aún asustado—, ¿en dónde estoy?

La risa malévola proveniente de otro muñeco lo distrajo. <<Ay no, ¿una casa embrujada? No encuentro a Vanth, ¿y ahora me pierdo en este lugar?>> pensó Mylo, frotándose las manos y mordiéndose los labios, suspiró pesadamente y se adentró más a la casa, cuya iluminación iba descendiendo poco a poco.

 

Dio la vuelta y entró a una habitación con luces rojas, escudriñó la habitación y pegó un brinco cuando distinguió a un monje con la capucha puesta.

Mylo permaneció quieto y suplicó que el monje no se moviera. De pronto escuchó un ruido a sus espaldas. Dio la vuelta con lentitud para encontrarse con...

Nada.

Al girarse, el monje ya no estaba en la esquina.

 

Mylo tragó saliva y sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, volteó a su derecha pero no vio nada. Dio un paso hacia atrás y comenzó a retroceder poco a poco.

El monje apareció en el marco de la puerta.

 

Mylo salió corriendo y gritando, tropezó con todo lo que se encontraba y cayó encima de la utilería. Se levantó como pudo, tomó aire para seguir gritando y subió las primeras escaleras que encontró.

Se lamentó en silencio, asustándose ocasionalmente con la decoración del lugar. Después de un par de metros distinguió una silueta, y antes de empezar a gritar notó que era un hombre de cabello largo vestido de traje, así que se acercó para pedirle ayuda, sin embargo, no contaba con que el extraño voltearía para apuntarle con un arma.

—¡Espera, no dispares! —gritó Mylo, el extraño en cuestión bajó el arma de mala gana.

—¿Qué haces aquí niño?

—¿Niño? Pero si te ves de mi edad —respondió Mylo, el sujeto abrió los ojos de par en par.

—¡OYE! Da igual, ¿sabes en dónde está la salida?

—No —el sujeto se encogió de hombros y dio la vuelta para marcharse, pero el Mylo lo sujetó del brazo.

—¡Espera! Entré a esta casa por accidente y ahora estoy perdido, no me dejes solo. —Mylo lo miró, suplicante, así que el otro no hizo más que suspirar pesadamente.

—Está bien, pero no te quedes atrás, vamos niño.

—No me llamo niño, soy Mylo, ¿y tú? —preguntó Mylo antes de seguirlo por los pasillos

—Vince. —Respondió por fin, y agregó—: ¿Y dices que entraste por accidente a esta casa?

—Estaba buscando a una persona —respondió Mylo, percibiendo esa sensación de ansiedad por no poder reunirse nuevamente con…

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                                            Vanth

El festival comenzaba a atraer más gente, y con ello, minimizaba la oportunidad de encontrarse con su “protegido”. Por fortuna para él, ese sitio no era particularmente grande, así que pudo dar vueltas para preguntar en los locales y ver si por casualidad habían visto a un joven alto y delgado, con cabello bicolor y ojos grandes…

 

“Ah sí, creo haber visto a un chico de ese estilo ir por allá, tenía una camiseta a cuadros, ¿no? Era bastante atractivo”.

Vanth siguió la pista que le habían dado, aunque había algo que le molestaba y no sabía lo que era, pero decidió ignorarlo. Llegó a un sitio apartado, miró a su alrededor y se encontró con la clásica casa embrujada que llegan a colocar en algunos festivales, aunque era extraño verla en un festival de verano.

 

—Oficial Dalek. —Escuchó de repente, miró a su derecha y se encontró con uno de los prisioneros recurrentes, pues a este hombre le gustaba romper las reglas con frecuencia.

—¿Tú otra vez? —preguntó Vanth, desviando la mirada al notar que el hombre estaba semi-desnudo—. ¿Qué haces en ropa interior?

—Una vez vi una película de terror en donde los adolescentes recorrían sus casas en ropa interior.

—Ah... ¿sabías que ese tipo de personajes son los primeros en morir? —respondió Vanth, el otro hombre sonrió.

—¿De verdad? No, la verdad no terminé de ver la película.

—Vístete o harás que te arresten de nuevo. —Vanth lucía nervioso, siguió buscando con la mirada pero no parecía encontrar a Mylo.

—No hay lugar para mí en prisión, mis delitos son menores —respondió, y señaló a la puerta de la casa—, si está buscando al chico que arrestó hace tiempo, lo vi entrar hace poco.

—Gracias, señor…

—Soy Marce, fue un placer agente. —Marce tomó su ropa y comenzó a andar hacia el festival, Vanth dio la vuelta y se encaminó a la casa, de pronto le surgió una duda y volteó para preguntarle algo a Marce.

No lo vio por ninguna parte.

Vanth se encogió de hombros, entró a la casa y se impresionó de inmediato por la cantidad de detalles que tenía, pues la casa se veía pequeña desde afuera pero por dentro parecía ser más grande. Apenas dio un par de pasos en el interior, la puerta se cerró de golpe. Vanth no le tomó importancia y comenzó a recorrer los cuartos y pasillos para buscar a Mylo, siguió caminando y notó que las luces parpadeaban como si alguien estuviera jugando con ellas, lo normal en un sitio como ese.

 

Lo que no era normal era sentirse observado, mirar atrás y no ver nada inusual.

 

Vanth había visto e ignorado los muñecos ridículamente caracterizados, pero era lo único que estaba presente, sabía que estaba solo. Y era por eso que la sensación persistente de tener un par de ojos encima era preocupante. Cualquier persona le temería a un fantasma o demonio, pero él no.

Le temía a su jefe y la cara que pondría si se llegara a enterar que llevó a Mylo a un festival, después de todo, Vanth era un policía y Mylo era el prisionero que debía vigilar; y ahora se encontraba en una casa embrujada, buscándolo.

Por eso temía que alguien lo estuviera siguiendo para tener evidencia de su estupidez, lo cual sucedería si lo llegaban a ver con Mylo, o si Mylo casualmente “desapareciera”. Vanth no podía permitirlo, así que aceleró el paso para perder al espía lo más pronto posible, pero por más que miraba sobre su hombro no veía nada, absolutamente nada.

Pero sabía que alguien lo estaba siguiendo, podía sentirlo.

En algún momento se quedó quieto y decidió sorprender a su perseguidor, esperó un poco y al volver a sentirse observado giró para soltarle un fuerte puñetazo en la cara... 

—¡Ay, eso me dolió! —dijo Mylo, tapándose la nariz con las manos para que la sangre no manchara su ropa, pero al reconocerlo corrió para abrazarlo.

—¿Mylo? Perdón, pensé que eras… —Vanth le correspondió por un breve momento, pero en seguida lo tomó de los brazos para apartarlo— ¡Mylo! ¿Cómo fue que te perdiste en el festival? Te dije que no te alejaras de mí. —Mylo agachó la cabeza mientras Vanth lo regañaba.

—Oye niño, ¿eres su amigo de la escuela? Sus profesores deben estar buscándolos. —dijo el hombre que acompañaba a Mylo, Vanth arqueó una ceja y respondió:

—Ya no estoy en la escuela pero gracias por su preocupación —Vanth extendió una mano para saludar al extraño—, soy Vanth.

—Vince.

—¡Mylo! —Gritó de repente, ambos lo ignoraron y estuvieron a punto de pedirle que guardara silencio cuando escucharon el crujir de una puerta, los tres clavaron la mirada en aquél sitio pero no había nada.

—Tenemos que salir de aquí, ¿encontraste la salida? —le preguntó Vince a Vanth.

—No, creí recordar la entrada principal, pero este sitio es extraño, me confundió con facilidad y terminé dando vueltas. Por eso no creo que sea buena idea separarnos para buscar una salida.

—Creo que sé en dónde está la salida. —Ambos voltearon a ver a Mylo y pareció que pensaron en darle un buen golpe por no haberlo dicho antes.

 

La puerta que había hecho ruido se cerró de golpe, escuchándose unas sonoras carcajadas y murmullos incomprensibles, sonidos que iban en aumento y les erizaban la piel, así que comenzaron a retroceder.

—Mylo, corre a la salida, nosotros te seguiremos —dijo Vanth, a lo que Vince respondió:

—¿En serio crees que voy a seguirlo? —Las puertas comenzaron a abrirse con un breve chirrido de fondo, y justo en el marco de puerta se alcanzaba a distinguir la forma de un par de manos aferrándose a la madera, seguido de lo que parecía ser…

—¡Corran! —gritó Mylo y se encaminó hacia el sentido contrario a la aparición, ellos lo siguieron con la esperanza de salir de aquella extraña casa. Corrieron por un rato hasta detenerse, completamente fatigados.

—Mylo, dijiste que conocías la salida —dijo Vanth, Mylo miraba a todas direcciones y daba vueltas mirando hacia el techo y las paredes.

—Aquí estaba —murmuró Mylo, aun mirando hacia las paredes.

—No hay nada —reclamó Vince, Vanth se acercó a la pared y al examinarla de cerca notó que el papel tapiz estaba recién colocado.

—Ayúdenme con esto —Vanth rompió una mesita de noche que estaba cerca y con un trozo de madera comenzó a golpear la pared, los otros dos lo miraron sin entender bien lo que hacía hasta que observaron la manija de una puerta detrás del tapiz.

 

Se pusieron a quitar el tapiz lo más rápido que pudieron, hasta que el crujido de una puerta los distrajo por un momento, voltearon al pasillo y distinguieron una sombra. Reanudaron el trabajo y trataron de quitar los restos del tapiz que bloqueaba la puerta, voltearon, la sombra parecía estar más cerca. 

Vanth trató de abrir la puerta pero el tapiz no lo dejaba, volvieron a voltear, ahora la sombra parecía tener forma humana y estar vestida con una sotana.

Mylo parecía estar completamente paralizado, Vince sacó su arma y amenazó con dispararle, Vanth alcanzó a remover el tapiz.

—¡Salgan! —Vince salió primero, Vanth tomó a Mylo del brazo y lo arrastró a la salida mientras la sombra se precipitaba contra ellos.

 

Y en un segundo se encontraban afuera de la casa, jadeando y esforzándose por respirar. Mylo se aferraba a Vanth y no dejaba de temblar, Vanth no lo apartó de su lado e incluso lo estrechó con fuerza para tranquilizarlo. 

—Qué tiernos, deberían casarse en la capillita del festival —comentó Vince, encaminándose al festival—. Yo me retiro, aún tengo que buscar y asesinar a tres personas.

—Espera, ¿qué? —dijo Vanth, Mylo seguía abrazándolo—. Espero que no hable en serio. Bien, tenemos que irnos. —Vanth notó que el abrazo se había prolongado bastante y se sonrojó un poco, así que soltó a Mylo e iba a tomarlo del brazo para dirigirse a la salida pero Mylo le dio la mano.

—¿Sabías que eres tan abrazable como un osito de peluche? —Comentó Mylo mientras se alejaban, Vanth le reclamó algo pero la distancia comenzaba a distorsionar las palabras.

 

Ellos caminaron dando la espalda a la casa, la cual ya no formaba parte del festival y sería demolida.

 

No se percataron de la sombra que había comenzado a materializarse en la ventana del piso superior, la misma que había seguido a Vanth y que se había puesto la sotana para asustar a Mylo.

 

Tan pronto desaparecieron los chicos entre la multitud de la feria, la sombra se desvaneció en el aire.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, seguiré subiendo fics de terror y de este cómic.

Ya tengo otro en proceso, se llama M.D. blog y es acerca de uno de los personajes de este fic, Mylo.

Los invito a leerlo, no es de terror, más bien drama y una pizca de humor.

...

Hasta luego!!


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