AMOR PROHIBIDO
By Yelmar Doker
—¡Teme, te derrotaré! ¡No importa lo que tenga que hacer! ¡De mi mano probarás el poder de la justicia!
—¿Quieres dejarme en paz? —el interpelado miró al rubio chico que en aquel momento estaba apuntadole con dos trozos de madera—. Ya deja eso. Te estas avergonzando tu solo.
—¿Es miedo lo que oigo, tebayo?—una mueca divertida surco su rostro — ¡Admitelo, no quieres pelear conmigo porque me tienes miedo!
Sasuke rodó los ojos.
—Primero que nada, estoy comiendo—señaló su propia comida, que estaba sobre su mesa— Y tu, Dobe entrometido, no dejas que lo haga. En segundo lugar, no tengo tiempo de sobra para malgastarlo en un tonto como tu.
Los colores se subieron al rostro del blondo. Intentó por todos los medios no explotar y decirle lo mucho que lo odiaba y lo arrogante y despreciable que siempre se comportaba. Lo detestaba en muchos sentidos, pero Sasuke siempre lo ignoraba, como si lo que tuviera que decir no fuera importante.
—Por esta vez te salvaste, Uchiha. Pero oyeme bien—lo señaló con el dedo, a pesar de saber que era un gesto de mala educación — ¡Uno de estos dias de haré morder el polvo! ¡Estas advertido!
Sin mas que decir se dio media vuelta y caminó con paso seguro hacia la mesa en donde estaban todos sus amigos. Entre ellos Kiba, que no hacia mas que echar mas leña al fuego. Shikamaru, que estaba cansado y a punto de dormirse sobre su plato. Chouji, Sai, Shino, que no hacían nada mas que mirar. Sakura e Ino no hacían mas que echarle la bronca.
Por otro lado, los estudiantes se quedaron con las ganas de presenciar una pelea entre el buscapleitos de nuevo ingreso, y el siempre genial Sasuke Uchiha. Todas las chicas suspiraron al verle.
—Ese niño no aprende— a su lado estaba Karin, como siempre, descalificando el comportamiento de los demás — Me pregunto cuando dejara de fastidiar. Mi primo es un idiota.
—¡Oh, vamos!— dijo Suigetsu, al otro lado de Sasuke — Si hasta yo quería ver como se mataban el uno al otro. Eso hubiera sido divertido.
—Felizmente Sasuke no dejo que Naruto se saliera con la suya. Ese niño solo quiere pelear.
—Mmmh, me recuerda tanto a cierta persona...—miró fijamente a Karin, que abrió la boca, totalmente indignada.
—¿Quieres que te patee allí abajo? —lo amenazó, alzando el puño.
—Je, tu sola te delatas, brujita. —le sonrió, pese a temer por su vida.
Enfurecida, Karin se levantó y a punto estuvo de cumplir su promesa, pero Juugo la sujeto de la cintura. Evitando que se armara otro escándalo.
—¡Sueltame, Juugo! ¡Voy a romperle todos esos dientes de pez! —se zarandeo, en vano, ya que el de pelo naranja era mucho mas fuerte. Casi no hacia ningún esfuerzo para retenerla.
—Karin, es suficiente.
Karin dejo de moverse al oír la orden de su amadisimo Sasuke. Solo por eso dejó a un lado la ofensa que ese cara de pez le había hecho. Volvió a su asiento, retomando nuevamente su almuerzo.
Juugo y Suigetsu se miraron fijamente, y casi se sonrieron al ver lo divertida que era la escena en la que Karin le hacia caso a todo lo que dijera Sasuke.
Finalmente acabo la hora del almuerzo y todos se fueron marchando a sus respectivos salones. Aquellos que se hacían llamar Hebi tomaron sus cosas y se encaminaron a la misma clase que les tocaba, pero Sasuke se detuvo en medio camino.
—¿Sasuke, tu no vienes? —le preguntó Karin, viendo que Sasuke se había quedado atras.
—En un momento, tengo que ir al baño.
—Ah... OK.
Sasuke dio media vuelta en el pasillo y se dirigió hacia el lugar en donde estaba el baño. Los demás lo vieron, e hicieron lo mismo, pero en dirección opuesta.
Mientras tanto, Sasuke ya estaba en la puerta de los sanitarios. Antes de abrirla miro a todos lados, como verificando que no hubiera nadie. Después, entró.
Lo primero que hizo fue cerrar la puerta con el seguro.
—Hasta que al fin llegas.
—Tuve que improvisar. Sabes que ésto se hace cada vez mas complicado—miro a Naruto, que estaba sentado en uno de los lavabos, mirandole con expresión divertida.
—Lo se. Pero tu lo hace complicado, Uchiha. Solo mirame a mi. Falto a clases sin tener que dar explicaciones a nadie.
—Habla por ti. Yo no soy un irresponsable que se la pasa vagueando—le sonrió ladinamente.
—¿Que quieres que te diga? Me gusta ser así— dio un pequeño salto y cayo de pie.
Uchiha vio como se acercaba el rubio y se detenia a dos pasos de él.
—¿Quieres explicarme que fue esa escenita que armaste allá en la cafeteria?—levanto una ceja.
—¿No dijiste que teníamos que ser mas cautelosos?—le rodeó la cintura con una mano.
—Pero sin exagerar, bobo— se ciño mas al cuerpo del rubio.
—Es que nada te parece bien — le reprocho, juntando su boca con la se él.
—No si viene de alguien tan Dobe como tu— le dijo, después de un largo y morboso beso con lengua.
—Eso lo podemos arreglar— sonrió, y le alzo de la cintura, poniendo su trasero en el lavabo, se acerco a su oído y susurró — ¿Que te parece un castigo, Uchiha?
—Con una mano dura, no estaría mal.
Ambos se sonrieron otra vez, y se besaron fogozamente.
Aquello se repetia constantemente. Día tras dias fingian que se odiaban, pero luego se daban todo el calor que ambos deseaban y necesitaban. Nadie podía enterarse que secretamente se besaban y se tocaban sin pudor en los baños del instituto. Ni siquiera su familia y amigos, que reaccionarian de mala forma, y harían de todo para separarlos.
Porque lo suyo...
... era un amor prohibido.
Fin.