Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Las mil o una noche por Luca Lin

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola cositas guapas

Notas del capitulo:

Historia inspirada en una canción

 

 

 

 

 

 

En la ciudad Maiami Dennis trabajaba para a uno de los hombres más exitosos de las empresas de automotriz, Akaba Reiji, junto a sus compañeros de trabajo Shun Kurosaki y Shinji Weber, los tres trabajaban para el heredero de las empresas Akaba, un hombre frio y estricto con su personal. A pesar de que su trabajo era duro y pesado por el ambiente tenso entre compañeros, Dennis siempre mantenía un buen humor por ello tenía muchos amigos no solo en el trabajo sino en cualquier parte. Shun no soportaba la alegría de Dennis pero por alguna razón mantenían una relación odio  y paciencia, Shinji por el contrario le gustaba simpatizar con Dennis, mientras tanto Reiji solo interactuaba con él por trabajo.

Mientras la noche ya había tocado los cielos, Dennis supervisaba la maquinaria, caminando por los desolados pasillos azules, miró hacia la ventanilla con una vista nocturna de la ciudad, se acercó y con su mano toco su reflejo, una ligera risa salió de sus labios.

 

-Je, necesito relajarme más- Dennis cerro sus ojos, y camino hacia la salida, cerró la puerta y camino por el pasillo en dirección hacia el elevador, con un sonrisa miro fijamente los cristales transparentes del elevador, igualmente con una gran vista al océano, al llegar a la cima del edificio se dirigió a la sala de juntas donde a través de las paredes de cristal Shun se mantenía ordenando un papeleo interminable, abrió la puerta de cristal y con un gran entusiasmo brinco de alegría.

-¡Hola Shun! Que es lo que hace mi amigo gerente favorito- Dennis movió sus manos en tono de alegría.

 

-…que no estás viendo, acaso crees que estoy jugando ¿o qué?- Shun lo miro con las cejas fruncidas y los ojos irritados de cansancio.

 

-¡EH! Vaya Shun mira esos ojos rojos que tienes, necesitas descansar- Dennis hablo con un tono burlón, tomo una silla recargo sus brazos en el respaldo de la silla. – Que te parece si nos vamos a divertir a algún lado-.

 

-Primero aún no termino de llenar estos formularios, segundo estoy lo bastante cansado como para salir a mendigar por ahí y tercero no saldría contigo aún si mi vida dependiera de ello-. Shun hablaba sin dejar de enfocar sus ojos en su trabajo.

 

-No seas malo y no seas mal pensado no saldremos nosotros dos solos-. Dennis se rio entre dientes al escuchar la respuesta de Shun. –Tengo pensado invitar a Shinji y por supuesto al amo de las fiestas Reiji-.  La voz de Dennis sonó sarcástica al terminar la oración.

 

-Haha si logras convencer a Reiji ten por seguro que iré con ustedes-.

 

-¡De verdad! Entonces dame un minuto- Dennis se levantó con entusiasmo de la silla y de un brinco camino hacia la puerta. Shun permaneció en silencio sabía que Reiji era una persona dedicada solo a su trabajo así que sería muy difícil convencerlo. Dennis camino hasta el fondo del pasillo y toco la puerta de la oficina principal.

 

-Adelante-. Reiji manejaba en su computadora cuentas de pagos y ventas, mientras tanto Dennis pasó con una reverencia exagerada.

 

-Hola hola Akaba líder-.

 

-¿Qué quieres ahora Dennis? -. Igualmente Reiji no quitaba sus ojos de su computador.

 

-Veras queremos ir a divertirnos y queremos que nos acompañes…-. Dennis mantuvo su reverencia hasta recibir una respuesta, pero Reiji  no dio alguna señal hasta unos segundos después, Reiji acomodo sus lentes.

 

Cerro su computador-¿De qué tipo de diversión hablamos?-

 

                                               ----------------------------------------------------------------------

 

Rápidamente  Dennis corrió hasta donde se encontraba Shun, tan alegre como nunca. –Hey Shun apresúrate que esta será una noche loca-. Shun se quedó boqui abierta al notar que Dennis había  logrado que Reiji aceptara. Dennis tomo su celular y llamo a Shinji.

 

-Hey Shinji termino tu turno que te parece si nos vamos a divertir-. Dennis estaba tan emocionado, especialmente por el tipo de diversión que pensaba Reiji. En el cuarto de seguridad Shinji terminaba su turno, tomo su abrigo y salió para dirigirse hasta la entrada principal. Allí Dennis, Reiji y Shun lo esperaban junto a la limosina, el frio congelaba sus manos, sus alientos eran calientes, sus rostros se tornaban rojos y el cansancio los mataba.

 

-Ya estamos todos Reiji vámonos-. Dennis sonrió, el experimentar cosas nuevas le entusiasmaba.

 

-…cállense que me irritan-. Reiji estaba lo bastante estresado como para escuchar entusiasmos. Los cuatro se subieron a la limosina, Reiji se sentó hasta delante mientras los demás se sentaron hasta atrás.

La limosina arranco, pero Shun no tenía un buen presentimiento de lo que sucedería. –Oye Dennis ¿a dónde nos dirigimos?-. 

 

-Vamos a divertirnos con chicas Shun-. Dennis mantenía sus manos en sus rodillas con la cabeza en alto.

 

-¿¡Qué!? ¡Dennis tu sabes que estoy comprometido y tú también!-. Shun abrió sus ojos como platos.

 

-Calma Shun solo será por hoy, tomémoslo como una despedida de soltero para las cuatro-.

 

-¿De qué estás hablando? Yo no estoy comprometido-. Shinji se mostró enfadado.

 

-Oh es verdad, lo siento Shinji, corrijo los tres-.

 

-Dennis tu sabes que soy el hermano de tu prometida ¿verdad?-. Shun estaba enfurecido pero al mismo tiempo confundido.

 

-Lose Shun pero somos amigos y entre ambos nos cuidamos después de todo Yuzu es mi prima y no le diré nada, igual tu no le dirás nada a Ruri-. Dennis guiño el ojo.

 

-Bastardo…-. Shun se mostró intolerante ante la respuesta de Dennis, cruzo los brazos y giro su mirada hacia la ventana, los cristales se empañaban del calor del interior de la limosina, Shun miraba como las luces de la noche trascendían, sonrió al recordar los profundos ojos de su prometida Yuzu, plenos como el océano.

Un ambiente silencioso se apodero del interior de la limosina. Reiji cerró sus ojos durante todo el camino, una mezcla de emociones se centraron en su cabeza, recordando aquella vez cuando conoció a su prometida Serena, ruda, rebelde e imprudente, admiraba su carácter impredecible pero una de aquellas veces en donde Reiji aguantar sus necesidades con ella, decidió desquitárselas con otra mujer, pero aquella mujer no le dio satisfacción, el contrató a una prostituta en el mejor burdel conocido, cuando regreso nuevamente por otro entretenimiento algo llamo su atención, del otro lado del burdel una delgada silueta caminaba con elegantes velos verdes caminaba por el balcón, era la mujer más hermosa que sus ojos habían visto, sus rasgos no se notaban muy femeninos fue por ello que Reiji aprovecharía esta situación para encontrarla.

La autopista se extendía más a cada minuto, con dirección hacia uno de los más llamativos edificios  de la zona, lleno de plantas y flores enredadas en las paredes, los muros eran de mármol blanco, ventanales de cristal y vitrales con diferentes flores, Reiji miraba desde abajo los balcones para encontrar a aquella mujer misteriosa. Dennis y Shinji apachurraban a Shun para ver tras su ventana.

 

-¡Quítense de una buena vez!-.

 

-Miren que lujo jamás podría pagar un servicio así con mi salario-. Shinji hizo pucheos.

 

-Relájense que todo va por mi cuenta-. Reiji hablo con una voz gruesa y cansada.

 

-¡De verdad! Oh Reiji eres tan generoso, pero se ve bastante costoso-. Los ojos de Dennis brillaron de alegría.

 

-Como sea solo compórtense-.

 

-Oíste Shun podemos contratar el mejor servicio-. Dennis empujaba con su codo a Shun.

 

-No tengo interés en lo más mínimo-. Shun cerró sus ojos y hablo con amargura. La limosina se detuvo, los porteros abrieron las puertas, inmediatamente un hombre gordo, enano con traje negro y lentes oscuros se acercó con una macabra sonrisa hasta Reiji que en segundos salió del auto con los demás.

 

-¿Qué puedo ofrecerles caballeros?-. El hombre termino con una sonrisa y sus manos ocultas en su espalda.

 

-Venimos por el servicio invernadero-. Reiji se mostró duro al contestar, y una mueca salió de los labios de Shun.

 

Aquel hombre robusto sonrió. –Con gusto-. Camino hacia la entrada y detrás de él Reiji y los demás lo siguieron, el misterioso hombre entro al edificio, un candelabro gigantesco en  la cima del interminable techo, pisos de mármol, columnas con enredaderas, interminables pisos con dirección hacia la cima de forma circular.

 

-¿Qué rayos?, Reiji ¿qué estamos haciendo aquí?-.  Shun hablo mientras su cabeza giraba a todas partes.

-Sí tanto te inquieta estar aquí puedes irte-. Reiji sonaba molesto.

-Shun-. Dennis lo miraba, él también comenzó a sentir incomodidad.

 

-Tch… me largo de aquí-. Mordió su labio.

 

Ninguno lo detuvo, solo miraron como iba desapareciendo entre el pasillo principal hasta la oscuridad, Shunji rasco su nuca por incomodad, Dennis no lo culpaba, desde que entraron al lugar todos comenzaron a seguirlos con la mirada como si vigilaran cada uno de sus movimientos.

 

El hombre los condujo hasta un elevador de puertas rojas. –Por aquí señor, usted ya conoce el camino-. Su sonrisa macabra no desapareció.

 

Reiji abordo y detrás de él Shinji y Dennis, el elevador cerró sus puertas, un silencio invadió el espacio, nadie dijo nada durante el proceso. Mientras tanto Shun camino hasta la limosina, entro en ella y azoto la puerta, cruzó los brazos y cerro sus ojos para tranquilizarse.

 

-Yuzu…-.

 

                -------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

El Gran Burdel era un paraíso para los clientes, paredes blancas, domos floreados, el techo era de cristal y  una de las paredes era de cristal, las mujeres les ofrecían vino y alcohol a los hombres, la mayoría iba a coquetear con ellas pero sí el cliente estaba lo bastante borracho como para pagar un caro servicio sexual con una damisela podía considerarse como un cliente prestigio.  No solo mujeres ofrecían un servicio privado también hombres podían ofrecer un servicio único.  Bellos modelos que se confundían con las hermosas mujeres.

Entre ellos un chico de flequillo amarillo y cabellera azul se mesclaba entre las mujeres para poder seducir a los hombres, su suave voz y su delicada sonrisa deleitaban a los hombres, más que nada atraía a los hombres por su expresividad, cosa que a muchos no les interesaba ya que la gente que llegaba prefería pasar un buen rato que toda una vida tratándolo.

 Reiji, Shinji y Dennis llegaron al salón quedándose boquiabierta por los increíbles lujos, aquel chico de flequillo amarillo al verlos sus ojos brillaron de emoción, casi corriendo se acercó a ellos.

 

-Buenos días señores sean bienvenidos, permítanos  complacerlos-. Mucha formalidad y un toque de inocencia que enajeno a sus visitantes. Las chicas del burdel comenzaron a prestar atención a los nuevos clientes, con mucha sensualidad se aceraron  a los hombres con un coqueteo insaciable.  Poco a poco el chico del flequillo amarillo fue perdiéndose entre las chicas.

-Hola guapo permíteme-. Una de las chicas jalo de la corbata a Shinji que tenía unos ojos llenos de lujuria, lo arrastro hasta el sillón blanco de una esquina.

Las demás chicas intentaron seducir a Dennis y Reiji pero estos no cedieron ante sus encantos. –Discúlpenos señoritas pero estamos buscando a alguien en especial-. Reiji hablo respetuosamente.

 

-Claro que si encanto dinos a quien buscas y te llevaremos-. Una de las chicas hablo mientras el resto se desilusiono y se alejó.

 

-Necesito hablar con el encargado de este piso-. Reiji se mostró seguro mientras que Dennis miraba el suspenso de Reiji.

 

-Con mucho gusto Sr. Akaba, sígame por favor-. La chica camino en dirección al fondo del salón que conducía a pasillo largo donde en el fondo se encontraba unas puertas de madera oscura que la mujer abrió –Señor lo buscan estos caballeros-.

 

El hombre que se encontraba en su escritorio levanto la cabeza y al verlos sonrió exageradamente -Adelante, ooohhh Sr. Akaba y Sr…-.

 

-Dennis señor, a sus órdenes-. Hizo una ligera reverencia.

 

-Dennis como sea, oohh Sr, Akaba en que puedo ayudar a uno de mis mejores clientes-. “mejores clientes” la cabeza de Dennis dio muchas vueltas «Entonces ¿Reiji ya ha estado aquí?».

 

-¿Las chicas del salón son todas las empleadas que tienes?-. Dennis no comprendía la pregunta de Reiji.

 

-No, tenemos más señoritas que no trabajan hasta la mañana-.

 

-Tengo entendido  que los empleados se identifican por colores ¿Verdad?-.

 

-Claro que si ¿Tiene algún color en específico?-.

 

-Verde, verde manzana-.

 

-…necesita ver algo señor-. El hombre se levantó y se dirigió a una puerta en el fondo, Reiji lo siguió y detrás de él Dennis.

 

                               -------------------------------------------------------------------------------------

 

Shun esperaba cruzado de brazos hasta que su tranquilidad fue interrumpida por una discusión entre dos hombres.

 

-Vamos Yuto ven conmigo te adorare y te alabare sí me acompañas-.

 

-¡Que no! Te he dicho mil veces que no iré contigo-.

 

-¿Por qué no? Dime ¿Acaso hay alguien que te satisface más que yo?-.

 

-Cállate de una buena vez, no hagas una escena, me largo de aquí-. Una mano tomo su brazo con mucha fuerza.

 

-Suéltame-. Intento jalonearse.

 

-Jamás, tú vendrás conmigo-. El hombre más grande lo arrastro hasta su auto.

 

-Déjame me lastimas-. Shun al escuchar las palabras del menor salió del auto con una mueca y se interpuso entre estos.

 

-¡Dejen de fastidiar de una buena vez!-. Shun se paró frente a ellos. –No hagan que me irrite-.

 

El menor lo miro y su mirada regreso al otro hombre, jaloneo su mano y lo mordió. – WAAAA…-. Soltó el brazo del chico y este corrió a lado de Shun.

 

-Vete de una buena vez y no te atrevas a volver, sí lo haces le diré a Barrett que te aniquile-. El hombre abrió los ojos como platos al escuchar ese nombre.

 

El hombre giro, abrió la puerta del auto, subió y bajo la ventanilla. –Yuto no importa lo hagas, jamás conseguirás que te deje-. Paro unos segundos y miro a Shun. –No interfieras entre Yuto y yo, o yo mismo te borraré el mapa-.

 

-Ya quisieras-. Shun lo miro con desprecio. El hombre lo reto con la mirada y después arranco el auto. Shun y Yuto miraban como el auto se alejaba, Yuto giro en dirección al hotel, Shun lo siguió con la mirada y Yuto se detuvo en la entrada.

 

-¿Por qué interferiste?-.

 

-Porque eran ruidosos-.

 

-…¿Y esperas que te de las gracias?-.

 

-Yo no te ayude, solo fue por interés propio-.

 

-Un hombre orgulloso eh, que pena no me gustan los hombres orgullosos-. Yuto cerró sus ojos y hablo con un tono burlón.

 

-Yo no espero gustarte, ni a ti ni a nadie-. Shun frunció el ceño y giro para darle la espalda a Yuto. –Y si me disculpas me voy a casa-. Shun no subió al auto prefirió caminar de regreso.

-Espera, ¿Te iras caminado?-.

 

-No tengo problemas para hacerlo-.

 

-Pero es muy noche te puede ocurrir algo-.

 

-Se cuidarme y aparte ¿en qué te afecta?-.

 

-Eres atrevido y me gusta, te devolveré el favor-. Yuto saco su celular, llamo y colgó, camino hasta Shun. –Mi chofer vendrá por ti y te llevara a tu casa-.

 

-Yo no pedí tu ayuda-. Shun lo miro con frustración.

 

-Demasiado tarde hombre, ¿Cuál es tu nombre?-.

 

-…grrr, Shun-.

 

-Hola Shun yo soy Lavanda-.

 

-¿Lavanda? ¿Tu nombre no es Yuto?-.

 

-…bueno… está bien me descubriste mi nombre es Yuto…¿Para qué viniste a este hotel?-.

 

-Vine a acompañar a mi jefe que está adentro-.

 

-…entiendo entonces Shun fue un gusto conocerte-. Un vehículo negro se acercó y se detuvo frente a Yuto. –Lleva a este caballero a donde te diga-.

 

-Como diga señor-.

 

-Adelante, mi chofer te llevara a donde tú quieras-.Shun contemplo al chico por unos segundos. –¿Qué pasa? ¿Te pico un animal?-. Shun miro sus ojos brillosos,  como si estuviera pasando por una tristeza, como si las lágrimas frecuentaran ese par de ojos grises.

 

Yuto sonreía ligeramente -¿Por qué no me acompañas?-.

 

-¿Qué? Tengo mejores cosas que hacer sabes-. Yuto se quedó perplejo.

 

-Se nota que necesitas más ayuda que yo-.

 

-…mmm mejor vete que comienzas a ser molesto sabes-. Yuto se mostró furioso ante las palabras de Shun.

 

-No quise serlo, solo quiero que me acompañes-.

 

-Hehe vaya manera de pedírmelo, mmm está bien te acompañare-. Yuto sonrió suavemente y junto a Shun subió  al auto, ambos se miraron y por increíble que parezca Shun sonrió.

 

                               ----------------------------------------------------------------------------

 

Dennis tenía los ojos abiertos como platos, no podía creer de lo que eran capas de esconder, los hombres podía ver por las cámaras de vigilancia las habitaciones de los visitantes con su respectiva concubina.

 

-¿Qué es esto? Reiji-. Dennis estaba petrificado por tal descaro, ver como las servidoras ofrecían sus servicios a los clientes era enfermo.

 

-¿Qué es lo tan importante que tengo que ver?-. Reiji se acomodó sus lentes y camino al fondo de junto al hombre.

 

-Verde manzana lo llamamos Green Apple es un chico, empleado privado Sr. Akaba siento que no podamos llamarlo-. El hombre señalo una cámara con un chico de cabellos rojizos y flequillo verde que acariciaba a un hombre robusto.

 

-¿Quién es él?-.

 

-Es Sr. Gongenzaka, el paga una mensualidad por Green Apple, él y solo él puede tocar Green Apple, ha sido así desde hace cinco diez años-.

 

-…lo quiero-.

 

La perplejidad del hombre quedo atónita -¿¡Qué!? Pero Sr. Akaba…-.

 

-Dámelo, te pagare el doble de lo que te paga él en un mes-.

 

-Oh Sr. Akaba, tal vez podríamos llegar a un acuerdo, dejare que Green Apple tenga contacto con usted solo a espaldas del Sr. Gongenzaka-.

 

-Eres un maldito rufián descarado… aceptare tu condición-.

 

-Hehe trato hecho-. Reiji y el hombre estrecharon 

 

Dennis miraba con detenimiento las cámaras y aunque no quisiera aceptarlo lo consideraba una buena oportunidad para escoger con detenimiento a su compañera de esta noche. Una de las cámaras de una esquina logro captar su atención, al parecer un chico trataba con masoquismo a un cliente, el cuarto se veía diferente a los otros, no tenía ventanas, en vez de una cama solo se mantenía un sillón y una mesa. –Señor ¿de casualidad las cámaras tienen audio?-.

 

-Claro que sí, hay unos audífonos cerca, enciéndelos y escucharas el audio que quieras, venga señor Reiji déjeme escotarlo…-. Reiji y el Jefe salieron de la habitación dejando a Dennis solo, conecto los audífonos y escucho el audio de la cámara número 13.

 

 

                -¿Qué sucede acaso te has aburrido de mi juego?-. El chico de mirada fría hablaba mientras mantenía su pie sobre el estómago de su cliente.

 

-No, no Magenta continúa…-. El hombre se mantenía atado de manos y pies con una venda en los ojos, y en su cuerpo varios golpes y rasguños desgarraban su carne pero su rostro vendado mostraba una excitación extrema.

 

A Dennis le sorprendió esta conversación tan irónica, continúo observando sin decir nada pero cada acto que veía solo le ponía los pelos de punta, el chico apodado Magenta solo torturaba al hombre con juguetes sexuales sádicos, su risa era macabra pero conservaba una exótica sensualidad que comenzó a excitar a Dennis.

 

-Hala ya te has desmayado, que pena esperaba poder seguir jugando contigo pero como siempre ninguno de ustedes me satisface-. Magenta salió de la habitación con una cara de aburrimiento incomparable.

-Wow un chico indomable eh, …mmm pregunto si…-.Dennis salió corriendo de la habitación de espionaje, corrió por los pasillos quitando a todos a su paso, se dirigió a las habitaciones y busco una de las habitaciones más lujosas del lugar, paredes estampadas con flores beige, alfombra roja, sillones blancos con contornos dorados, la cama era de sábanas blancas con hermosos velos cayendo sobre ella, era bastante espaciosa; tomo una de las tablets  para ordenar su servicio, sonrió y se colocó sentado en el sofá frente a la cama tratando de disimular su excitación.

 

«Que intrigante sujeto… necesito conocerle» Dennis se tranquilizó al oír el sonido de la puerta abrirse, intento hacerse el serio macho alfa pero al ver que Magenta entro con unos ojos fríos coloridos se desplomo su seriedad por un enrojecimiento y derrame nasal que trato de ocultar bajando cabeza. «¡Dios que belleza!»

 

-¿Quién es usted?-. Magenta cruzo sus brazos y miro a Dennis con una cara irritada. –No hago servicio para tipejos de tu clase-. Magenta hablo en tono sarcástico.

 

-…N-no puedes tratarme así, porque yo tratare de dominarte-.   Dennis reto a Magenta con una mirada penetrante cosa que le intrigo.

 

-¿Dominarme? Ja quien se ha creído para intentar hacerlo-. Magenta quito los velos de su cuerpo dejando expuesta su blanca piel y sus partes íntimas, sus manos recorrieron su cuerpo con descaro, su cuerpo se movió de forma seductora. Era la primera vez que Dennis se sentía tan encendido por un chico, trato de controlar sus impulsos de correr tras de él y devorarlo. –Mírame… porque será lo único que tendrás de mí-. Magenta termino su acto con seriedad, tomo sus velos, se cubrió y le dio la espalda a Dennis, pero en ese momento una mano toco el hombro del chico más pequeño, girándole y acorralándole contra la puerta.

 

Dennis coloco su rostro frente al suyo. -¿Qué sucede? ¿Acaso te encendí?-. Magenta sonrió burlonamente, sus ojos retaron a los ojos azules de Dennis. –No eres diferente de los demás sabes, aquellos que solo buscan el placer propio-.

 

-¿Propio? Mph… acaso no sabes ¿Por qué te elegí?-. Dennis jamás se había sentido tan intrigado, le cautivaba aquella rebeldía. –Te he visto, como actúas sobre los demás creyéndote el indomable-.

 

Magenta no se sintió sorprendido por las palabras del peli naranja. -Oh que sucio de tu parte espiar las intimidades de otros, bastardos como tu creen que el dinero puede domarlo todo, que repugnante-. El menor al principio sonrió con burla, después escupió su rabia sobre el suelo.

 

-¿Y sí es así? Dime ¿no te gustaría revolcarte sobre mis billetes?-. Dennis seguía su juego. –Porque no le vendría mal estar tu cuerpo bajo el mío-. Su mirada se tornó burlona.

 

-Hehe que tu cuerpo me necesite no es problema mío, yo solo me revuelco con quien sí este bañado en oro-. Sus rostros no dejaron de hacer contacto visual, Magenta quería ganar este juego.

 

-Para tu conveniencia puedo pagar tu servicio en paquete completo, no dejaré que te niegues-. Sus cejas fruncían sin que su sonrisa desapareciera.

 

-Tú no tienes poder sobre mí-. Su rostro se acercó más al de Dennis con una fría sonrisa.

 

-Claro que sí, el dinero es para tu jefe y sí no cedes él te lo cobrara-. Claras palabras. –Admítelo maldito tú lo que quieres es plata-.

 

-Mph… Que lo haga, mejor encerrado que con un prepotente patán-.

 

-Que persistente eres, pero no podrás contra mi fuerza…-. Dennis tomo al chico por las muñecas y lo lanzo al suelo.

 

-¿Q-qué…? Como te atreves…-. Su cuerpo cayó sobre su espalda, sus muñecas fueron atrapadas por Dennis mientras sus piernas pataleaban al peli naranja. –Suéltame…-.

 

-Te domare… aunque te opongas-. Dennis hundió su cabeza en el cuello de Magenta y dientes se encajaron en su blanca piel.

-Mph… d-desgraciado… ah-. Dennis lo noto al instante, su expresión, su voz, su agarre… le excitaba el dolor.

-Mírate, como tu cara de lujuria me mira, no la ocultes…-. Sus dedos tocaron sus mejillas.

-Eres tú el que esta exaltado hehe mírate no puedes controlarte-. Su cara reprimió su expresión. -¿Tanto me quieres?-.

 

-No puedo, no puedo contigo aquí-. Dennis tomo con fuerza las piernas de Magenta, las doblo y sin ninguna preparación profundizo su excitación en él.

 

-Waa… basta… no…-. Sus manos se dirigieron hasta su cuello que comenzó a ser desgarrado por sus uñas. –D-duele… duele mucho…-. Dennis sentía una presión dolorosa en su excitación, sentía como si la carne del menor se desgarraba por dentro, su rostro volvió a hundirse en el cuello del menor, presionando sus labios en la piel dejando profundos chupetones, el acto provoco que el menor sintiera una estimulación placentera. –ah… ah… mph…-. Aquellos gemidos excitaron más a Dennis, su boca se dirigió hasta su oreja que comenzó a mordisquear y lamer, sus movimientos eran bruscos y rápidos, sus manos rodearon el cuerpo del menor para sostenerlo con más fuerza, Magenta ya no pudo controlar su respiración. –Aaahh…no…ah…ah…ah-. Dennis solo dejaba escapar suspiros, no quería detenerse a respirar, prefería escuchar los bellos cantos de su musa.

 

La habitación se llenó de sonidos extraños, el calor se volvió insoportable, el aire se asentó, las palabras de sonaban como ahogos, -¿Por qué tu…?-.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Nos vemos pronto


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).